La Restauración en Crisis: Del Asesinato de Canalejas al Desastre de Annual

La Oposición al Sistema de la Restauración

Las Fuerzas Políticas de Oposición

Tras el asesinato de **José Canalejas** en 1912, las fuerzas políticas de oposición al sistema de la Restauración se fortalecieron. Estas incluían:

  • Republicanos: Divididos en varios partidos, destacaban el Republicano Radical de **Alejandro Lerroux** (anticlerical, anticatalanista, con apoyo del proletariado barcelonés) y el Republicano Reformista de **Melquiades Álvarez** (más enfocado en la democracia que en la República, colaborando con la monarquía a cambio de reformas).
  • Socialistas (PSOE y UGT): Crecían lentamente pero de forma continua, especialmente en Madrid, País Vasco y Asturias. En 1910, **Pablo Iglesias** obtuvo el primer escaño socialista en el Congreso, marcando la entrada del movimiento obrero en las Cortes. Luchaban por la jornada laboral de 8 horas, el derecho a la huelga, el fin de la guerra de Marruecos y la reforma educativa.
  • Nacionalistas:
    • Catalanismo: La Lliga Regionalista y Solidaridad Catalana obtuvieron éxitos electorales en 1901 y 1907, con el liderazgo de **Francesc Cambó**. En 1914, durante el gobierno de **Eduardo Dato**, se creó la Mancomunidad Catalana.
    • Nacionalismo Vasco: El PNV logró victorias en Vizcaya y Bilbao. Se fundó el sindicato Solidaridad de Obreros Vascos, y la Comunión Nacionalista Vasca, que posteriormente sufrió una escisión.
    • Nacionalismo Gallego: Surgieron las Irmandades da Fala.
    • Nacionalismo Andaluz: **Blas Infante** se convirtió en una figura destacada.
  • Anarcosindicalistas: Con dos tendencias, la de **Ángel Pestaña** y la más radical de **Buenaventura Durruti**. En 1910, nació la Confederación Nacional del Trabajo (**CNT**), que se convirtió en el mayor sindicato de España tras la Primera Guerra Mundial, con medio millón de afiliados (Cataluña, Gijón, Andalucía y Valencia). Se definía como anarcosindicalista y partidario del comunismo libertario, rechazando la política y defendiendo la acción directa. Su objetivo era la revolución social y la supresión del Estado y los partidos políticos.

La Crisis de 1917 y el Trienio Bolchevique

La Guerra de Marruecos

España, para conservar Ceuta y Melilla y para complacer a Francia frente al avance de Alemania, ocupó Marruecos. Administraba el Rif (región del norte de Marruecos) desde la Conferencia de Algeciras de 1906. Fue una guerra impopular sin apoyo gubernamental, con el apoyo principal proveniente del rey. Tras incidentes como el ataque a Melilla y la derrota del Barranco del Lobo (1909), al finalizar la Primera Guerra Mundial, España reemprendió la ocupación del Rif, enfrentándose a la resistencia de las cabilas indígenas.

En 1921, **Dámaso Berenguer** ocupó la zona occidental y el general **Silvestre** la oriental. Una acción precipitada de Silvestre adentrándose en el Rif llevó al **desastre de Annual**, donde murieron 13.000 soldados españoles. Esta derrota aumentó la impopularidad de la presencia española en Marruecos y se exigieron responsabilidades, iniciándose el **Expediente Picasso**. La oposición en las Cortes, defendiendo el abandono de Marruecos, ganó popularidad para el PSOE y los republicanos. El desastre de Annual aceleró el fin de la Restauración, culminando en el golpe de Estado de **Miguel Primo de Rivera** en 1923.

La Primera Guerra Mundial y sus Consecuencias

España se declaró neutral en la Primera Guerra Mundial. La guerra estimuló la economía, potenciando la industria y las exportaciones. Sin embargo, también tuvo consecuencias negativas: la inflación aumentó sin un incremento equivalente de los salarios. Al terminar la guerra, el descenso de las ventas provocó el cierre de fábricas y minas, aumentando el paro y los conflictos sociales.

La oposición al sistema de turno (PSOE, republicanos, nacionalistas) apoyó a la Triple Entente, mientras que el sistema de turno se inclinó hacia la Triple Alianza. La industria catalana y vasca apoyaron a la Triple Entente, mientras que la burguesía terrateniente, la aristocracia, la jerarquía de la iglesia y el ejército se inclinaron por la Triple Alianza (Triple Entente: Francia, Rusia, Gran Bretaña; Triple Alianza: Austria-Hungría, Alemania e Italia).