La Renovación de la Lírica entre los Siglos XIX y XX: Modernismo y Generación del 98

La Renovación de la Lírica entre los Siglos XIX y XX

Crisis Finisecular y Rebeldía Artística

La renovación de la lírica en el tránsito de los siglos XIX y XX refleja una crisis universal de las letras y el espíritu. El positivismo del siglo XIX había generado la idea de una sociedad basada en el progreso, pero el descontento era manifiesto. En el arte, esto se tradujo en una rebeldía que rechazaba las normas sociales impuestas. En este ambiente surgió la bohemia como camino de búsqueda de la perfección artística.

Este nuevo arte era la manifestación de un mundo en crisis, lo que implicaba la ruptura con los medios de expresión de esa sociedad. La crisis finisecular generó dos actitudes: la oposición al sistema que condujo a la rebeldía política y la búsqueda de nuevas formas de expresión artística.

El Modernismo Literario

El Modernismo literario nace en Hispanoamérica, lo que explica su alejamiento inicial de la tradición literaria española y su interés por otras culturas. De ahí su carácter sincrético: sobre una base irracionalista, recibe la influencia de movimientos franceses como el Impresionismo, el Parnasianismo y el Simbolismo.

El Parnasianismo

El máximo representante del Parnasianismo fue Leconte de Lisle. Los parnasianistas buscaban la perfección formal y la belleza de la obra literaria. Consideraban el arte como un fin en sí mismo, desentendiéndose de la realidad contemporánea. Sus creaciones, elaboradas en un verso de escrupulosa construcción, se interesaban por las culturas antiguas, idealizadas, y sus poemas se llenaban de elementos exóticos y mitológicos. Este movimiento evasivo y escapista tuvo entre sus representantes a los hermanos Machado.

El Simbolismo

El Simbolismo es una tendencia a la que se une el intimismo de Bécquer. Los poetas simbolistas franceses buscaban la palabra sugerente y reemplazaron la razón por la intuición. Frente a la mención directa de las cosas, prefirieron la utilización del símbolo, expresión de una visión subjetiva de la realidad. De ahí la sensorialidad que adopta el lenguaje. Se presenta mezclado con lo decadente y lo parnasiano en la obra de Rubén Darío y Valle-Inclán, y de forma depurada en Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez.

Características del Modernismo

En el Modernismo prima la voluntad de innovación, lo que lleva a sus creadores a buscar lo diferente, lo exótico. Su carácter cosmopolita y la rebeldía a lo impuesto les conduce a la evasión del tiempo y del espacio. Tenían una actitud de bohemia, fenómeno que sirve para que estos artistas se organizaran frente a “otra sociedad”, lo que en buena manera se consiguió con la “religión por el arte”.

Esa huida de lo vulgar y cotidiano les lleva a formar un arte exquisito, cuyos temas principales son el amor y el vitalismo sexual en una primera instancia. Utilizan recursos estilísticos como las sinestesias y, con respecto a la métrica, el Modernismo siguió usando versos y estrofas clásicas e incorporó grandes novedades.

Etapas del Modernismo

Se suele hablar de dos fases en la evolución de la estética modernista:

  • Modernismo externo: Predomina el culto a la forma, dominado por el esteticismo y la literatura de los sentidos.
  • Modernismo intimista: Decrece el esteticismo frente a un mayor lirismo.

Rubén Darío: El Principal Representante

Rubén Darío (1867-1916) fue el principal representante del Modernismo. Su propia poesía muestra la evolución del movimiento y marca el modelo estético de toda la filosofía modernista. Desde sus primeros escritos, formuló un programa poético en el que exalta el arte y la libertad creadora, mencionando rasgos como la musicalidad, la plasticidad y la renovación léxica. Sus obras esenciales fueron Azul y Prosas Profanas.

El Modernismo en España

El Modernismo llegó tarde a España y fue de corta duración. Cobró importancia con la llegada del poeta nicaragüense Rubén Darío en 1898. La renovación ideológica de los modernistas chocaba con el tradicionalismo de la literatura española.

Es necesario señalar la importancia del Modernismo catalán en el español. Un problema peculiar de este es su relación con la Generación del 98, cuyos autores, como Baroja o Azorín, mostraban una actitud crítica ante la realidad española. Frente a ello, los autores del Modernismo se refugiaban en el esteticismo como rechazo del mundo.

Quienes separaban ambas corrientes señalaban que los modernistas son poetas que buscan la belleza, mientras que los autores del 98 son ideólogos que buscan la verdad. Según esto, son autores modernistas Villaespesa, Marquina, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez y Valle-Inclán en su primera etapa. Y autores noventayochistas Baroja, Azorín, Unamuno, Antonio Machado y Valle-Inclán en su etapa de madurez.

Antonio Machado: Modernismo Intimista

Antonio Machado (1875-1939) es, junto a Juan Ramón Jiménez, la máxima figura de la lírica modernista española. Un modernismo de corte intimista, caracterizado por el tono melancólico y la estética sensorial. En su poesía se produce una evolución desde un modernismo introspectivo hacia una lírica crítica con la decadencia de la España contemporánea, para terminar con una poesía breve inspirada tanto en la tradición folclórica como en poemas de temática filosófica.

Toda la poesía de Machado busca la esencialidad y la temporalidad. Sus temas principales son el tiempo, el sueño o el amor. Y más tarde entran en su poemario la búsqueda de la realidad, la angustia de la nada y la relación entre el hombre y Dios.