Tomás de Aquino: La Relación Fe-Razón
Tomás de Aquino construye una síntesis filosófico-teleológica basándose en la filosofía de Aristóteles. También replantea la relación entre fe y razón de filósofos anteriores, dotando a esta última de mayor autonomía. No obstante, se mantiene dentro de la tradición filosófica cristiana, aceptando el dominio de lo teleológico.
La Única Verdad
Durante el siglo XIII, los averroístas insistían en la teoría de la “doble verdad”, que defendía una verdad independiente para la teología y otra para la filosofía. Tomás rechaza esta teoría, insistiendo en la existencia de una única verdad, cognoscible por la razón y la fe. Ambas se ayudan: la razón colabora con la fe, ayudando a la teología a constituirse como ciencia. Al no existir una doble verdad, la fe sirve a la razón de norma extrínseca; si las conclusiones de la razón contradicen a la fe, son falsas. La autonomía de la razón aumenta respecto a filósofos anteriores, pero sigue limitada, tutelada por la fe.
Razón y Revelación
Sin embargo, Santo Tomás reconoce la particularidad e independencia de cada una, con su objeto y método propio de conocimiento:
- Filosofía: Conocimiento de las verdades naturales, alcanzadas por la razón.
- Teología: Conocimiento de las verdades reveladas, alcanzadas por revelación divina.
Hay verdades inalcanzables para la razón (ej. la Trinidad) y verdades de razón inalcanzables para la fe (ej. verdades matemáticas).
El Terreno Común
Esto modifica la concepción tradicional de las relaciones fe-razón. La filosofía deja de ser “sierva” de la teología al reconocérsele un objeto y método propio. No obstante, Tomás acepta un terreno común a ambas (verdades alcanzables por fe y razón), representado por los “preámbulos” de la fe, como la existencia y unicidad de Dios, demostrable por la razón. En este terreno, la filosofía aún está supeditada a la teología.
Dos Órdenes de Realidad y Conocimiento
Santo Tomás defiende dos órdenes de realidad:
- Natural: El universo.
- Sobrenatural: Dios y su acción sobre el mundo.
En consecuencia, hay dos órdenes de conocimiento:
- Natural: Asociado a la razón, resultando en la filosofía.
- Sobrenatural: Proveniente de la revelación divina, aceptado por la fe, excediendo la razón, resultando en la teología.
Conclusión
La posición de Tomás de Aquino supone el fin de la sumisión total de la filosofía a la teología. Esta distinción entre ambas se aceptará en siglos posteriores, siendo fundamental para el surgimiento de la filosofía moderna.
Descartes: Método y Aplicación
Descartes, considerado el padre de la filosofía moderna, defiende que las ciencias toman sus principios de la filosofía, pero esta carece de principios sólidos debido a las disputas filosóficas. Por ello, plantea la necesidad de asentar la filosofía sobre pilares sólidos, encontrando un método seguro para alcanzar el conocimiento.
La Razón como Vía al Conocimiento
Descartes afirma que la única vía fiable de acceso al conocimiento es la razón. Para alcanzar la verdad mediante ella, se necesita un método. Su objetivo era aumentar el conocimiento y evitar el error, accediendo a nuevas verdades. Construye el método, basado en la razón, como única vía al conocimiento.
Intuición y Deducción
Descartes distingue dos modos de conocimiento:
- Intuición: Captación de verdades simples que emanan de la razón.
- Deducción: Proceso mental que, a partir de intuiciones simples, accede a lo complejo.
Las Cuatro Reglas del Método
- Evidencia, claridad y distinción: No aceptar como verdadero lo que no se conozca con claridad y distinción, sin ninguna duda (intuición).
- Análisis: Dividir las dificultades en partes para su resolución.
- Orden y síntesis: Proceder ordenadamente de lo simple a lo complejo (deducción), sintetizando el análisis previo para reconstruir el orden.
- Enumerar y revisar: Asegurarse de no omitir nada, controlando el proceso mediante la revisión.
La Duda Metódica
Descartes usa la duda como base e instrumento del método para hallar la certeza. Para fundamentar el conocimiento en algo seguro, pone entre paréntesis lo indubitable. Su duda es metódica: no permanente, solo hasta encontrar un fundamento para la certeza. Es universal, aplicándose a todo conocimiento, un paso previo a la búsqueda de la certeza.
Razones para la Duda
- Las experiencias sensoriales no son seguras.
- La dificultad de distinguir la vigilia del sueño.
- La hipótesis del “genio maligno” que induce a error sobre verdades obvias.
El Primer Principio: “Pienso, luego existo”
Descartes busca una verdad indubitable: su propia existencia (“pienso, luego existo”). Pensar implica un sujeto pensante y existencia. Esta verdad, accesible por intuición, es el primer principio de la filosofía. Todo lo concebido con la misma claridad es verdadero, estableciendo el criterio de certeza racional.