La Primera República Española y el Auge del Catalanismo: Un Periodo de Transformaciones (1873-1901)

La Primera República (1873-1874)

A pesar de que lo prohibiera expresamente la Constitución, el Congreso y el Senado se reunieron en una llamada Asamblea Nacional que proclamó la República por amplísima mayoría, eligiendo a **Figueras** como presidente ejecutivo. La República que se proclamó tras la caída de Amadeo de Saboya fue de tipo federal. Se fundó sobre las bases de la Constitución de 1869. La idea federal respondía a los ideales proclamados por las masas revolucionarias de las ciudades y las juntas revolucionarias de 1868. No existió una ruptura tan marcada entre la proclamación de la I República y la fase anterior del sexenio democrático; resultó que la misma proclamación de la República fue porque la renuncia del rey impuso el cambio de régimen como única solución viable.

La **inestabilidad de la I República** era patente desde un primer momento:

  • Fue proclamada por unas Cortes en las que el republicanismo estaba en minoría y en mayoría estaba el partido radical de Zorrilla.
  • **Pi y Margall**, **Castelar**, etc., no habían podido preparar un programa de gobierno.
  • Las divisiones ideológicas y políticas surgieron pronto en el interior del republicanismo.
  • No tuvo una formulación única, sino varias sucesivas: indefinida desde el principio, luego federal, pero de dos maneras distintas.

Tuvo una significación social, adquirió la forma cantonal y llegó a convertirse en una fórmula centralista y autoritaria. República Unitaria o centralista. A la inestabilidad política hay que añadir la agitación social, la insurrección carlista y la rebelión cantonal. Se encontró con la hostilidad de todas las fuerzas conservadoras. A esto hay que añadir la elaboración de un proyecto constitucional federal de 1873, basado en la Constitución de 1869, que no llegó a aprobarse. La nación española quedaría compuesta en diecisiete estados más las provincias ultramarinas de Cuba y Puerto Rico. A la división de poderes se añadía un cuarto poder, el del Presidente de la República. El poder legislativo correspondía a las Cortes, los derechos individuales quedan tan detallados como en la Constitución de 1869.

Los Precedentes del Catalanismo y su Evolución hasta 1901

Los precedentes del catalanismo en la primera mitad del siglo XIX se sitúan en torno al desarrollo de una burguesía industrial y al movimiento cultural de la **Renaixença**, que reivindicaba la lengua y los caracteres peculiares de la región y, como consecuencia, el descontento por la política centralista del gobierno central. Durante el sexenio revolucionario, el catalanismo se manifiesta por las vías del federalismo. Con la llegada de la Restauración y un centralismo político más marcado, empezaron a haber propuestas de descentralización. Cambiará el catalanismo en un movimiento político por influencia de **Valentí Almirall**, fundador del *Diari Català* (periódico que realizó una labor ideológica) e irán surgiendo asociaciones.

La crisis de 1898, los nacionalismos y el catalán van a conocer una gran expansión, destacando como líderes a **Prat de la Riba** y a **Cambó**. La burguesía catalana dejó de apoyar a los partidos dinásticos y pasó a defender el catalanismo. En 1901, la **Lliga Regionalista** venció en Cataluña; a partir de aquí los partidos dinásticos perdieron peso. Cambó incluso llegó a formar parte del gobierno de Maura. De la Lliga se separa el grupo situado más a la izquierda, que dará lugar a la Unión Federal Republicana.

Turnismo, Bipartidismo y Caciquismo en la Restauración

El modelo de **Cánovas del Castillo** se inspira en la tradición del parlamentarismo británico de Inglaterra y en la monarquía francesa de Luis de Orleans. La soberanía compartida del Rey y las Cortes, y la práctica política del **turnismo** (dos partidos oficiales que aceptaran la legalidad constitucional siguiendo el sistema inglés, respetuosos con la Constitución). Para ello se reforzó la coerción política y el centralismo (abolición de los fueros vascos tras la 3ª guerra carlista). Cuando el monarca retiraba su confianza al gobierno, encargaba provisionalmente el gobierno al partido contrario; para contar con la mayoría de votos, amañaban los votos. En otros casos, actuaban los **caciques** (el que podía entregar los votos y manipulaba votos, etc.).

A los partidos no dinásticos se les impedía toda representación significativa, quedando fuera de las posibilidades de alcanzar el poder republicanos, socialistas, nacionalistas. Los factores que explicaban este sistema eran: el desinterés o desmotivación del pueblo hacia el sistema de partidos y las elecciones, el atraso económico, las relaciones de dependencia entre campesinos y el analfabetismo de parte de la población.