Política Exterior de Felipe II
La política exterior de Felipe II estuvo marcada por los mismos criterios que la de su padre, Carlos I: la defensa de los intereses dinásticos de la Casa de Austria y de los religiosos del catolicismo.
Lucha contra el Islam
Se formó la Liga Santa que aglutinó el esfuerzo naval de Venecia y España bajo la jefatura de Don Juan de Austria y los auspicios del Papa Pío V. La batalla de Lepanto (1571) supuso la victoria para los cristianos, pero no tuvo repercusiones importantes a largo plazo.
Guerra de Flandes
La guerra de Flandes (1568-1648) se ha considerado siempre como un factor importante de la decadencia económica, política y militar de España. Un conflicto que se prolongó durante 80 años. Flandes era una región densamente poblada, pero sus intereses divergían mucho de los de España.
Primera Rebelión
La primera rebelión tuvo lugar en 1566. Las causas fueron la disidencia religiosa y las aspiraciones de la nobleza. A ello se unía el interés de Francia e Inglaterra en dominar el comercio de esos territorios. Los dirigentes de la rebelión pertenecían a la alta nobleza flamenca, que había sido apartada de los cargos de gobierno más importantes.
El Duque de Alba y la Represión
En el verano de 1566 estallaron una serie de disturbios populares. El rey envió a Fernando Álvarez de Toledo, el tercer Duque de Alba, para solucionar estos problemas. El Duque llegó al frente de los temidos Tercios españoles y constituyó el Tribunal de los Tumultos, que llevó a cabo una represión fortísima.
Guillermo de Orange y la Radicalización del Conflicto
Guillermo de Orange logró escapar fortalecido de este conflicto y se convirtió al calvinismo, comenzando la guerra desde Alemania. La línea dura del Duque de Alba había fracasado, y se inició un conflicto armado a gran escala.
División y Continuidad del Conflicto
Para evitar que este conflicto fuera un fracaso para la Monarquía Hispánica, Don Juan de Austria llegó a un acuerdo con los rebeldes en el que se dividía este territorio en dos regiones independientes: la católica Unión de Arrás y la protestante Unión de Utrecht. Este acuerdo no significó el fin de la rebelión en los Países Bajos, que volvieron a la corona española en el siglo XVII. El conflicto entre la Corona y los habitantes no había finalizado.
Guerra con Inglaterra
España e Inglaterra tenían intereses contrapuestos en el dominio del Atlántico a causa de América. La alianza que Carlos I había mantenido con Inglaterra se prolongó pese a que una reina protestante, Isabel I, ocupaba el trono inglés.
Deterioro de las Relaciones y Piratería
La situación cambió: los ingleses se interesaron por el comercio con América, mientras España se reservaba el monopolio. Los corsarios ingleses empezaron a obstaculizar el comercio entre España y América, mientras los holandeses interferían en las relaciones marítimas entre España y Flandes. En 1587, Francis Drake entró en la bahía de Cádiz y quemó naves de la Armada Española. La reina Isabel I no escondía sus simpatías por los rebeldes holandeses.
La Armada Invencible
En 1588, el monarca español envió la Armada Invencible para invadir Inglaterra. La lejanía de sus bases, la movilidad de la armada inglesa y las tormentas provocaron el desastre de aquella aventura naval. El impacto del fracaso fue sobre todo psicológico y político, pues el potencial militar y naval español apenas quedó dañado. Inglaterra comenzaba a despuntar en el panorama internacional.
Política Interior de Carlos I
A la muerte de Fernando el Católico quedaron como regentes de Castilla y Aragón el Cardenal Cisneros y Alfonso de Aragón, respectivamente. Carlos desembarcó en Castilla rodeado de una corte extranjera formada por sus amigos flamencos y alemanes.
Jura de las Leyes y Ascenso al Trono Imperial
En 1518 se celebraron las primeras Cortes en Castilla, en Valladolid, para jurar respeto y fidelidad a las leyes. También en Aragón juró los fueros en Zaragoza y Barcelona, pero aquí recibió la noticia de la muerte de su abuelo paterno, Maximiliano I de Habsburgo, y la necesidad de marcharse a Alemania para optar a la corona imperial.
Revuelta de las Comunidades
Para ser proclamado emperador tenía que afrontar una serie de gastos que pidió sufragaran las Cortes de Castilla, y estas aceptaron en un ambiente enrarecido y con amagos de revueltas. La marcha de Carlos fue seguida del estallido de las Germanías y las Comunidades.
Causas de la Revuelta
La elección como emperador le había costado a Carlos I una suma importante de dinero. El rey convocó Cortes en Santiago y La Coruña con la intención de salir hacia Alemania una vez obtenidas las rentas. Antes de partir, Carlos dejó como gobernador de Castilla a Adriano de Utrecht. Nada más partir Carlos I para Alemania se iniciaba la Revuelta de las Comunidades con el apoyo de parte de la Iglesia y la nobleza. Se constituyeron en gobierno del reino y ofrecieron la corona a la madre de Carlos I, la reina Juana. Este movimiento reclamaba:
- Protección de la industria textil, muy perjudicada por la importación de lana.
- Defensa frente a la competencia extranjera.
- Respeto a las leyes del reino.
- Defensa del patrimonio de la Corona frente a las pretensiones de la nobleza.
- Que el rey permaneciese en Castilla, se casara y educara al heredero en Castilla.
Derrota de los Comuneros
Los sublevados se encontraron pronto frente a la oposición de la monarquía, de los grandes exportadores de lana y de la gran nobleza terrateniente. El regente Adriano de Utrecht reunió un ejército que derrotó a los comuneros en Villalar (1521).
Consecuencias
El aplastamiento de los rebeldes facilitó el restablecimiento del orden monárquico. La derrota comunera dejó las manos libres a la monarquía para actuar de modo autoritario.
Las Germanías
Se trató de revueltas antiseñoriales que prolongaron las que habían sido frecuentes en el siglo XV. Los brotes de descontento social surgieron con fuerza en Valencia y Mallorca. La sublevación contó con la participación activa de los artesanos de las ciudades, los campesinos más pobres y el bajo clero.
Revuelta en Valencia
En Valencia, el rey apoyó este movimiento en sus inicios, y el pueblo se dotó de armas mientras la nobleza salía de la ciudad para evitar la peste. Ello provocó un vacío de poder que fue aprovechado por los agermanados, quienes establecieron un gobierno colegiado que se rebeló contra la nobleza y el patriciado urbano.
el patriciado urbano.