La Poesía Renacentista Española: Amor, Naturaleza y Mitología

El Renacimiento Español

1. Etapas

El Renacimiento en España se inicia con la unificación del país por los Reyes Católicos y continúa durante los reinados de Carlos I y Felipe II.

  • Reinado de Carlos I: Se reciben nuevas ideas y se imita el Renacimiento italiano.
  • Reinado de Felipe II: El Renacimiento español se cierra en sí mismo y se acentúan los aspectos religiosos.

Se establece una etapa de transición, el Prerrenacimiento, que sirve de puente desde la Edad Media, en la cual encontramos La Celestina como obra más representativa.

2. Ideología

La mentalidad renacentista se caracteriza por:

  • A. La valoración del mundo grecolatino, en el que se busca una nueva escala de valores para el individuo.
  • B. El hombre es el centro del universo (antropocentrismo), capaz de dominar el mundo y crear su propio destino.
  • C. Se antepone la razón al sentimiento y prevalece el equilibrio, la mesura y la armonía.
  • D. El nuevo ideal del hombre es el cortesano, hábil como poeta y guerrero, valiente e instruido. Ese prototipo lo encarnan Garcilaso de la Vega y Cervantes.
  • E. Un nuevo ideal de belleza que describe el mundo no como es, sino como debería ser: la naturaleza, la mujer, el amor.

La Poesía Renacentista: Características y Autores

1. Características

Los temas fundamentales son el amor, desde el punto de vista platónico; la naturaleza, como algo idílico; la mitología pagana, de la que se reflejan historias de dioses; y la belleza femenina, siguiendo siempre un mismo ideal.

A partir de la segunda mitad del siglo XVI, la poesía se interioriza y aparecen temas de tipo nacional y religioso.

En relación con estos temas, existen varios tópicos renacentistas, tomados del mundo clásico:

  • A. El Carpe Diem, cuya traducción sería “atrapa el día” o “aprovecha el momento”. Aconseja el disfrute de la vida antes de la llegada de la vejez.
  • B. La belleza femenina, descrita siguiendo siempre un mismo esquema: joven rubia, de ojos claros y serenos, de piel blanca, labios rojos, mejillas sonrosadas, etc.
  • C. El Beatus Ille o alabanza de la vida del campo, apartado de lo material, frente a la vida de la ciudad, con sus peligros e intrigas.
  • D. El Locus amoenus o descripción de una naturaleza perfecta e idílica.

La métrica utilizada incluye versos (endecasílabo), estrofas (lira) y poemas (soneto) procedentes de Italia. También aparece la égloga (los protagonistas son pastores idealizados), la oda (para asuntos graves) o la epístola (poema en forma de carta).

La lengua en esta época está dominada por la naturalidad y la sencillez, huyendo de la afectación, del amaneramiento y de la frase rebuscada. Así, el léxico y la sintaxis serán sencillos.

2. Autores

Garcilaso de la Vega

Garcilaso representa el prototipo de cortesano renacentista: hombre de armas y letras y de intensa vida amorosa. Nació en Toledo en 1501 y murió en Niza en 1536, tras ser herido en el asalto a la fortaleza de Muy en Provenza. Su obra, plenamente renacentista, consta de una epístola, dos elegías, tres églogas, cinco canciones y cuarenta sonetos.

En sus églogas, donde los pastores reflejan el sentimiento amoroso del autor, alcanza su mayor perfección como poeta. Utiliza con gran maestría los temas renacentistas y fue el introductor en España de estrofas italianas como la lira, la cual utilizó al componer su canción A la flor de Gnido. Su estilo se caracteriza por la naturalidad y la sencillez.

Fray Luis de León

Fray Luis de León forma parte de la literatura ascética de la segunda mitad del siglo XVI. Esta literatura expresa el deseo del alma de alejarse de todo lo terrenal para poder alcanzar a Dios. Los temas preferidos de este autor son el deseo de la soledad y del retiro en la naturaleza (tópico del Beatus Ille), la búsqueda de paz espiritual y el deseo de armonía con el universo.

Su estilo es sencillo, no abundan las imágenes ni los adornos. Su estrofa preferida es la lira. Entre sus poemas más conocidos se encuentran la Oda a la vida retirada, la Oda a Francisco Salinas, La Noche serena y En la Ascensión, en el que muestra el desconsuelo del hombre en la Tierra, sin Dios.

San Juan de la Cruz

La poesía religiosa de esta segunda mitad de siglo se completa con San Juan de la Cruz, poeta místico que describe la experiencia de la unión con Dios, la cual se produce a través de las vías místicas: purgativa, iluminativa y unitiva.

La Prosa Renacentista: Lazarillo y El Quijote

Lazarillo de Tormes

El Lazarillo de Tormes pertenece a la novela picaresca y destaca sobre todo por su originalidad. Es una literatura basada en la realidad frente al idealismo o la religiosidad de la época. Es un libro de autor anónimo.

Narra la vida de un muchacho, Lázaro de Tormes, desde su nacimiento en Toledo hasta su matrimonio con una criada de un arcipreste. Durante este tiempo, sirve a varios amos que le maltratan: un ciego, un hidalgo, un fraile, un buldero, un capellán y un alguacil.

El Concepto del Arte en el Renacimiento

La renovación italianista no se redujo a términos puramente formales. Con la métrica importada llegaban unos principios ideológicos y artísticos que imponían cambiar el material poético, tanto en los temas como en la expresión. Todo ello afecta igualmente a la idea misma de lo que debe ser la creación literaria y la finalidad que ha de moverla.

La Edad Media había mantenido un concepto fundamentalmente utilitario del arte. La justificación de una obra literaria dependía de su capacidad para transmitir conocimientos provechosos (históricos, jurídicos…) o para divulgar los preceptos morales derivados del sentimiento religioso. La literatura de entretenimiento y emociones personales era incluso despreciada.

El Renacimiento intenta olvidar el utilitarismo artístico del pasado. Movidos por un deseo de belleza ideal y totalizadora aprendido en Platón, los nuevos poetas tratarán de apurar las posibilidades expresivas del idioma y los recursos estilísticos que les brindan sus modelos literarios, en los cuales han hallado la manera de mostrar la complejidad de sus emociones humanas.

La Innovación Métrica

La poesía culta del siglo XV utilizaba casi exclusivamente dos tipos de verso: el octosílabo y el llamado arte mayor (12 sílabas).

  • El primero era el metro tradicional castellano, que expresa un lirismo más hondo y reflexivo.
  • El arte mayor, usado para temas graves y solemnes, estaba dividido en dos hemistiquios y resultaba muy monótono rítmicamente. “Torpe avutarda de cuatro aletazos por renglón” lo llamó Dámaso Alonso. En absoluto podía competir con el flexible verso endecasílabo que Boscán y Garcilaso habían decidido adoptar como cauce poético.

En el siglo XV se habían producido los primeros intentos de introducir el endecasílabo en la poesía española: el marqués de Santillana lo intentó en sus Sonetos, que no tuvo repercusión por falta de seguidores.

A. Estrofas Endecasílabas

  • Soneto: dos cuartetos y dos tercetos de rima consonante (ABBA ABBA CDC CDC). Es un molde de poema breve con un desarrollo temático completo. Requiere una gran precisión constructiva en beneficio de la expresión ordenada del pensamiento y una condensación poética que supone todo un reto para el autor. La estrofa más usada por Petrarca fue muy bien acogida por los poetas del Siglo de Oro, al principio con temática amorosa, después con otros asuntos. Procede de la lírica trovadoresca y como forma independiente aparece en la poesía italiana de la segunda mitad del siglo XII.
  • Estancia (Silva): endecasílabos y heptasílabos combinados y asonantados libremente, se va repitiendo. Es el integrante obligado de la canción amorosa que los renacentistas aprendieron de Petrarca, que también amplió sus temas.
  • Lira: Nació como alternativa más ligera y contenida a la estancia. 3 heptasílabos y 2 endecasílabos que riman 7a 11B 7a 7b 11B. Fue Garcilaso el que primero utilizó esta estrofa en su Canción V.
  • Tercetos Encadenados: Sucesión de tercetos con rima ABA BCB CDC DED… Para que el verso final de la última estrofa no quede suelto, se añade un verso final que rime. La Divina Comedia de Dante le dio a esta estrofa un enorme prestigio. Es una poesía más trascendente, reflexiva (lamentos ante la muerte, dolor), de tono doctrinal. Fue la elección más frecuente de la lírica epistolar, que normalmente toca temas elegíacos, filosóficos o satíricos.
  • Octava Rima o Real: Ocho endecasílabos unidos por consonancia alterna entre los seis primeros y pareada en los dos últimos: ABABABCC. Introducida por Boscán, la estrofa quedó ligada a la poesía narrativa (fábulas, églogas…). Con ella escribió Garcilaso su Égloga III.

B. Los Géneros Poéticos

  • La Égloga o Bucólica: es una composición de asunto predominantemente amoroso, que se desarrolla en un escenario campesino idílico (locus amoenus) y cuyos protagonistas son pastores. Es dialogada. Estancias, octavas o tercetos son sus estrofas más habituales. La tradición bucólica tiene su origen en La Arcadia de Sannazaro.
  • La Epístola: carta en verso dirigida a un amigo. El poeta, bajo la excusa de transmitir noticias, hace argumentaciones éticas sobre un motivo concreto. De contenido grave, el molde más apropiado son los tercetos encadenados.
  • La Elegía (canto de dolor inspirado por algún acontecimiento fúnebre) y la Sátira (crítica de conductas censurables, individuales o colectivas): son géneros difíciles de distinguir porque suelen producirse por vía epistolar.
  • La Oda: Extensión variable, temática diversa, pero casi siempre de asunto elevado.
  • Canción: de origen trovadoresco, en su modalidad amorosa llega al siglo XVI a través de Petrarca. Consta de un número variable de estancias, a la última de las cuales sigue una forma distinta, el envío. Evoluciona en temas y, a partir de Garcilaso, se escribió también en liras.

Los Tres Grandes Temas: El Amor, la Naturaleza y la Mitología

A. El Amor

El amor, definido en sentido platónico como deseo de belleza, nace como consecuencia de un extraño fluido que, partiendo de los ojos de la dama, llega a los del poeta y, a través de ellos, se adueña de todo su ser. La ausencia de la amada provoca un sufrimiento gozoso, según la poesía provenzal y Petrarca. Los neoplatónicos resolverán esta contradicción afirmando que el amor enajena al amante, el cual vive una especie de muerte personal, voluntaria y, por lo tanto, gozosa. A través de esa muerte ideal, llega al mundo de la belleza.

El amor es percibido como una razón para existir. El enamorado se encierra en sí mismo, se aisla del mundo y tan sólo se confía a la naturaleza y a la lengua literaria -la poesía- donde confiesa su sufrimiento.

La poesía de la época utiliza los siguientes tópicos:

  1. Exaltación de la belleza de la amada: cabellos más rubios que el sol, tez blanca, cuello largo…
  2. Los intentos de precisar qué es el amor y sus aspectos contradictorios. Para ello, el poeta apelará al poder expresivo de oxímoros y paradojas: “hielo abrasador”.
  3. Las quejas por la indiferencia de la amada. A veces no es la dama la que engaña; son los sentidos, la imaginación o los sueños los que hacen creer al poeta que su amor es correspondido (el sueño amoroso).
  4. El sufrimiento ocasionado por la ausencia.
  5. La esperanza, alimento del amante, que le permite amar sin ser correspondido. Ni siquiera la muerte puede vencer este sentimiento.
  6. El conflicto entre el deseo amoroso y la razón.
  7. El lamento por la muerte de la dama; el poeta, incluso, puede desear la suya propia.

B. Las Fuentes Clásicas: Una Manera de Representar la Naturaleza, la Vida y la Muerte

La Edad Media conoció a los autores grecolatinos, pero su conocimiento se limitaba a la minoría culta y eclesiástica que hablaba latín y que chocaba ideológicamente con la esencia vitalista y pagana de esas obras. El verdadero descubrimiento de los clásicos se inició en Italia de manos de Dante, Petrarca y Bocaccio. En el siglo XV, el desarrollo de la burguesía y el de la imprenta favorecieron una cultura que marcó decisivamente la mentalidad y el arte renacentistas y la fisonomía espiritual del mundo moderno.

La Naturaleza: Una Visión Neoplatónica, el Marco Bucólico

Sigue los cánones de la tradición bucólica. Su fuente principal son las Bucólicas (o Églogas) de Virgilio, cuya tradición recogerá Sannazaro en su novela pastoril La Arcadia.

Tiene dos componentes fundamentales:

  1. El poeta, representado por el pastor, expresa sus sentimientos amorosos. Los pastores bucólicos tienen poco de rústicos; son cultos, refinados, exquisitos artistas del ejercicio poético y musical, a través de cuyas manifestaciones subliman sus penas amorosas.
  2. El locus amoenus (lugar agradable), escenario idealizado que integra un conjunto de elementos naturales armónicos y serenos. Es una recreación platónica de la naturaleza, con elementos simbólicos en relación con el estado anímico del poeta:
    • Un espacio campestre en el que los enamorados viven sus amores y desamores.
    • Espejo del amor y de los estados de ánimo de los enamorados. Es una naturaleza condoliente que comprende al poeta y se compadece de su aflicción.
    • Confidente del enamorado.
    • Naturaleza indiferente que contrasta en su alegría con los sufrimientos del poeta.

Recreaciones Mitológicas

Recrean mitos clásicos en un mundo lejano y fascinante, de varias formas:

  • Alusiones concretas, sin desarrollo.
  • Un espacio lleno de toda la variedad mitológica de ninfas, náyades, faunos…
  • Reconstrucción de un episodio mitológico.

La poesía amorosa del siglo XVI utiliza la mitología para crear tópicos como: Apolo y Dafne se convertirán en símbolo del rechazo amoroso; el descenso de Orfeo al reino de los muertos será la ilustración de la fidelidad, del poder del amor frente a la muerte; la caída de Faetón y la de Ícaro serán ejemplo de soberbia y osadía del amante…

Temas Horacianos: el Carpe Diem y el Beatus Ille

El pensamiento horaciano partía del goce del presente, ya que la vida es corta y la muerte se presenta sin aviso. Ese ideal se practica en contacto con la naturaleza, en la paz del campo, a donde no llegan los ecos del tráfago mundano (beatus ille). Gozar del presente se resume en el carpe diem (disfruta del día) del último verso de la Oda I del autor latino. Cuando los poetas lo utilizan en composiciones amorosas, la estructura se adapta al de collige, virgo, rosas (coge, doncella, las rosas), tomado de una elegía de Ausonio, donde la rosa simboliza la belleza femenina. Ambos tópicos llevan a la muerte como tema central de la poesía renacentista. Si aparece, lo hará como antítesis de la vida y el amor. De Horacio y de la literatura bucólica llegará el beatus ille (feliz aquel) o la oposición campo-ciudad.