La Poesía Lírica
Primer Renacimiento
Juan Boscán y Andrea Navagero le pidieron que probase en la poesía española la métrica italiana y esto marca el comienzo de una revolución lírica.
Los endecasílabos tienen: el soneto, los tercetos encadenados, la lira, la octava real y la estancia. El tema fundamental es el amor y a veces situado en una naturaleza idealizada, encarnado en personajes de la mitología. Se trata de un amor platónico, dulce y doloroso a la vez, en la que cada sentimiento es descrito con minuciosidad.
Segundo Renacimiento
Los cambios sociales imprimen un giro religioso a la poesía. La ascética, que reflexiona sobre la búsqueda esforzada de la perfección moral y la mística, que describe la experiencia misteriosa de la unión con Dios.
Garcilaso de la Vega
Garcilaso de la Vega, como el prototipo de caballero renacentista, hábil tanto para las armas como para las letras. El poeta toledano siempre ha interesado tanto por la calidad de sus poemas, como por la intensidad de su breve vida. Canta al amor de una mujer llamada Elisa, a la que se ha identificado con Isabel Freire, una dama portuguesa que acompañaba a la emperatriz. Seguramente, el poeta la conoció al año siguiente de casarse con Elena de Zúñiga. Isabel contrajo matrimonio más tarde y murió de parto.
La obra poética, publicada por primera vez en 1543, consta de tres églogas, dos elegías, una epístola a su amigo Boscán, la Oda a la flor del Gnido, cuatro canciones y treinta y ocho sonetos; además, escribió algunos pequeños poemas en octosílabos y compuso unas pocas poesías en latín. Casi todos sus poemas son de tema amoroso, siempre con el tono típico del petrarquismo. Tiene sonetos, canciones y églogas.
- Égloga I. En ella, el pastor Salicio se lamenta del rechazo de Galatea, mientras que Nemoroso llora la muerte de su amada. Ambos pueden representar al propio Garcilaso, aunque en la edición que preparó el humanista Francisco Sánchez de las Brozas.
- Égloga II. Albanio, desesperado por el desdén de Camila, intenta quitarse la vida. En la parte central, hay una alabanza de la casa de Alba.
- Égloga III. A orillas del Tajo, cuatro ninfas tejen escenas de amor; tres de ellas son de tema mitológico y la cuarta es el amor desdichado entre Nemoroso y Elisa.
Fray Luis de León
Hombre de temperamento vivo que, a pesar de su anhelo de paz espiritual, representa la síntesis de las corrientes culturales de su tiempo: la herencia clásica, la influencia italiana y la religión. Sus obras en prosa y verso suponen una nueva cima para el idioma español, puesto que lo utiliza en sustitución del latín para tratar asuntos teológicos y filosóficos.
Fray Luis tradujo al castellano el Cantar de los Cantares. Escribió otros libros en prosa: La perfecta casada.
La obra poética de fray Luis se compone de varias traducciones de textos bíblicos y clásicos y de un conjunto de poco más de treinta poemas originales, casi todos odas; no fueron publicadas durante su vida, sino cuarenta años después de su muerte, por Quevedo.
- Oda a la vida retirada: dichoso aquel que se retira de la vida mundana y disfruta de la tranquilidad espiritual y de la naturaleza.
- Noche serena: recogen su deseo de contemplar la armonía divina.
- Odas religiosas acerca del tema tradicional del rey Don Rodrigo y la pérdida de España.
San Juan de la Cruz
Es un poeta especial. De sus poemas, Cántico espiritual, Llama de amor viva y Noche oscura del alma, destacan sobre unos pocos poemas más. Ninguno de ellos es comparable a sus tres poemas mayores.
El tema de los tres es el mismo: la unión mística del hombre con Dios, simbolizada por el amor de un hombre y una mujer. Cada composición, por tanto, tiene un doble plano: el literal y el simbólico.
- El Cántico espiritual es una adaptación del Cantar de los Cantares: la esposa, enamorada e impaciente, recorre el campo preguntando por su esposo, hasta que lo encuentra y se entrega a él.
- Llama de amor viva es un poema breve que describe el éxtasis místico.
- Noche oscura del alma cuenta cómo la amada (el alma) huye de su casa para ir al encuentro de su amante (Dios).
El estilo de San Juan, las liras, produce un efecto extraño, difícil de explicar: el deseo de expresar lo inefable, la unión con Dios.
El Teatro del Siglo XVI
Corriente religiosa cuya existencia suponemos en Castilla; se conserva una colección de dramas religiosos, casi todos anónimos: el Códice de autos viejos.
Comienza un nuevo drama profano, inspirado a menudo en las compañías italianas que recorrían España a mediados de siglo y en las obras clásicas, algo muy frecuente en los ambientes universitarios.
Generación de los Reyes Católicos
- Juan del Encina. Escribe églogas religiosas y profanas. Sus pastores hablan en sayagués, dialecto zamorano inventado por él.
- Lucas Fernández. Es autor de Églogas de Navidad y un Auto de la Pasión del Señor; imita el estilo de Juan del Encina.
- Torres Naharro. Vivió en Italia y escribió allí sus comedias, que divide en comedias a noticia, realista, y a fantasía, más urbanas y de asunto amoroso.
- Gil Vicente. Escribe teatro religioso. Destaca por la delicadeza de la Tragicomedia de don Duardos, acerca del amor frente a las fronteras sociales.
A mediados de siglo aparece la figura de Lope de Rueda, el primer “hombre de teatro”. Su principal aportación fueron los pasos, breves escenas cómicas que se intercalan en obras más largas.
Juan de la Cueva, que parece ser el primero en utilizar como tema dramático la historia de España, por ejemplo en La muerte del rey Don Sancho y cerca de Zamora, igual que más tarde hará Lope de Vega.