La Poesía Española e Hispanoamericana de la Segunda Mitad del Siglo XX: Tendencias y Pablo Neruda

Tendencias de la Poesía en Lengua Española en la Segunda Mitad del s. XX. Pablo Neruda

Introducción

El final de la guerra dio una doble visión de la cultura: por un lado, los que se quedaron y, por otro, la España peregrina. Los poetas que salieron al exilio son: Machado, Juan Ramón Jiménez, y los poetas de la generación del 27, excepto Dámaso Alonso, Gerardo Diego y Vicente Aleixandre. Hasta mediados de los años 50, conviven en España varias tendencias poéticas: la poesía arraigada (Luis Rosales, Leopoldo Panero y Luis Felipe Vivanco); la desarraigada (Victoriano Crémer, Blas de Otero); la neomodernista (García Baena o Ricardo Molina); y la surrealista, cuya máxima expresión fue el Postismo de Edmundo de Ory. Desde mitad del siglo XX hasta hoy, se reconocen tres tendencias poéticas: poesía realista y social, poesía de la experiencia y poesía con gran variedad de corrientes en la época democrática. La poesía hispanoamericana en el siglo XX alcanza su máximo esplendor con Rubén Darío. Después, se desarrollaron varias tendencias con autores muy significativos como César Vallejo o Gabriela Mistral. A partir de mitad del siglo XX, la proliferación de tendencias es abundante. Parte de los poetas españoles continúan su labor en América.

1) Tendencias Poéticas en España

Poesía realista y social

Fue una de las semillas en que germinó la poesía existencial. La solidaridad será ahora una palabra clave. Se dirigen a la inmensa mayoría y con un lenguaje claro y directo que no prima las preocupaciones estéticas. Blas de Otero (Pido la paz y la palabra), Gabriel Celaya (Cantos íberos) y Ángel González.

La poesía de la experiencia y los Novísimos

En los años 60, prima un cierto escepticismo y se retorna a la poesía de la experiencia, un estilo antirretórico pero depurado y denso. Destacan Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente y Claudio Rodríguez. En 1970, se publica una antología titulada Nueve novísimos poetas españoles. Poetas que no conocieron la guerra civil (Leopoldo María Panero y Guillermo Carnero). Se percibe en ellos una nueva sensibilidad formada tanto por muy amplias lecturas de autores clásicos y modernos, españoles y extranjeros. Lo que más les interesa es el estilo: se sitúan en una línea experimental. El Surrealismo vuelve a ser un modelo para algunos.

La poesía en la época democrática

Después de 1975, la poesía española tiene gran variedad de tendencias:

  1. Tendencia vanguardista: José Miguel Ullán, que cultivó la imagen surrealista, el collage… Guillermo Carnero, con la metapoesía, y Blanca Andreu, con un nuevo surrealismo.
  2. Tendencia culturalista y clásica: Antonio Colinas, Luis Antonio de Villena, Antonio Carvajal… Lo más significativo es el libro de poemas Sepulcro en Tarquinia del bañezano Antonio Colinas.
  3. Tendencia poética de la experiencia: destaca su carácter urbano y temática realista, la expresión del desencanto y su comprometido interés por lo cotidiano. Gil de Biedma, Andrés Trapiello…
  4. Otras tendencias: el nuevo erotismo de Ana Rossetti y otras poetisas reunidas en la antología Las Diosas Blancas. La nueva épica de Julio Llamazares, Luis Antonio de Villena…

2) Tendencias Poéticas en Hispanoamérica

  1. La poesía pura: el modelo es Jorge Luis Borges y los autores siguientes de esta corriente. Destacan Nicanor Parra, con la antipoesía, y Alí Chumacero.
  2. Poesía existencialista: destacan Eduardo A. Jonquieres y Cintio Vitier. Árida es una de sus obras poéticas más relevantes.
  3. Poesía comprometida, social y política: la obra más significativa es Canto general de Neruda. Autores que denuncian los crímenes contra la libertad de las dictaduras son Mario Benedetti y Nicolás Guillén. Compromiso social, Juan Gelman (uno de los fundadores del grupo de poetas El Pan Duro), Roberto Fernández Retamar.
  4. Poesía experimental: cultivada intensamente en México. Destacan Marco Antonio Montes de Oca, José Emilio Pacheco y Homero Aridjis. El tema central de Pacheco es el tiempo.

Pablo Neruda

Nació en Chile en 1904. Estudiante bohemio y poeta precoz. Fue cónsul de Chile en Madrid, donde dirigió la revista Caballo verde para la poesía. Fue embajador en París y murió en Chile en 1973. Recibió el Premio Nobel. Tuvo unos comienzos con influencia modernista. Publica Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Su tono directamente humano fue una novedad decisiva en la superación del modernismo. En el marxismo pareció encontrar una nueva fe en el hombre y una esperanza de construir un mundo habitable. El giro se inicia con Tercera residencia. El libro incluye el poemario titulado España en el corazón. La obra más ambiciosa de esta etapa es Canto general. El tono es, en general, épico, vibrante. Tenderá hacia un lenguaje más sencillo con Odas elementales. El tono es exultante, optimista. De sus obras posteriores destacan Estravagario, Cien sonetos de amor y Memorial de Isla Negra. Escribió su autobiografía, Confieso que he vivido, publicada en 1974.