La Poesía Española del Siglo XX: Evolución y Tendencias

La Poesía Española del Siglo XX: Evolución y Tendencias

1. La Poesía Posterior a la Guerra Civil

Tras la Guerra Civil, la poesía española se caracterizó por su servidumbre a las ideologías políticas y la descalificación del enemigo. Sin embargo, esta abundante producción poética supuso un importante testimonio histórico.

2. La Poesía del Exilio

El exilio de numerosos poetas tras la guerra dio lugar a una poesía con características comunes: la preocupación por España, la añoranza de la tierra y la expresión de sentimientos primarios hacia la patria perdida.

3. La Poesía en los Años 40

En los años 40 surgieron dos tendencias poéticas principales:

a) Poesía Arraigada

Cultivada por los vencedores de la guerra, esta poesía exaltaba la idea imperial y épica de España, empleando estrofas y metros clásicos.

b) Poesía Desarraigada

Propiciada por poetas del 27, esta poesía reflejaba la conmoción ante un mundo sacudido por el terror, con un lenguaje antipoético y temas existencialistas.

c) Las Voces Marginales

Algunos poetas se esforzaron por crear una poesía con raíces distintas:

* Postismo: Movimiento experimentalista vinculado al surrealismo y el dadaísmo. * Grupo Cántico: Poesía caracterizada por su culturalismo, exquisitez formal y temas tratados con sensualidad.

4. Poesía Social de los Años 50

Esta poesía pretendía mostrar la verdadera realidad del país, denunciando las injusticias y las desigualdades sociales. Utilizaba un lenguaje directo y coloquial.

Blas de Otero

Poeta bilbaíno que pasó de la poesía arraigada a la desarraigada y social. Su obra se caracteriza por su búsqueda de Dios, su acercamiento al dolor de los demás y su compromiso con la paz y la justicia.

5. La Promoción del 60


A mediados de los 50 hace su aparición un nuevo grupo de poetas que, sin renunciar al compromiso, elevan la calidad artística de la poesía. Se consolidan en la década de los 60. Son entre otros: Ángel González, José Agustín Goytisolo, Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma, Claudio Rodríguez, José Ángel Valente…A varios de ellos les une una estrecha amistad, el hecho de ser los niños de la guerra y haber vivido la etapa más dura de la posguerra. Su concepto de la poesía ha cambiado: su única finalidad no es ya la comunicación, como para Celaya o Blas de Otero. La comunicación es uno de los elementos de la poesía. La poesía es un medio de conocimiento de la realidad. Sus primeros libros se hallan marcados por la influencia de los poetas sociales y Antonio Machado se constituye en un ejemplo ético y estético. Muchos de estos autores combatirán el régimen franquista desde posiciones políticas cercanas al comunismo. Pero su trayectoria se inclinará hacia el intimismo y hacia la expresión de la experiencia individual. La amistad, el amor, el trabajo, la infancia o adolescencia paradisíacas, es decir, los aspectos de la vida personal aparecen en sus poesías, si bien con un tratamiento distanciado, escéptico o irónico en muchas ocasiones. Otra característica diferenciadora será el tratamiento del lenguaje: el tono coloquial se depura y se eleva a un nivel artístico, se huye de la exaltación, de la arenga y del prosaísmo; se busca un estilo personal, en el que el humor, la ironía, los ecos de lecturas y canciones producen la sensación de una conversación íntima y acogedora con el lector. Jaime Gil de Biedma Es el escritor cuya influencia personal y poética fue más significativa en sus compañeros de promoción poética y, sobre todo, en los poetas jóvenes posteriores. En la polémica entre poesía como comunicación y poesía como conocimiento, adopta una postura intermedia: poesía como experiencia. Esa poetización de la experiencia propia adquiere en sus textos un tono confesional y narrativo, con el que transmite una amarga visión de su clase socialnació en una familia de la alta burguesía barcelonesa, pero huyendo siempre de hacerlo de forma patética y prefiriendo el cinismo y una muy particular ironía intelectual. La infancia, el amor, la amistad y el erotismo o el ahondamiento en el propio yo y en su experiencia recorren su poesía. Es un poeta de palabra sencilla y expresiva, pero no simple. Es autor de obras como Compañeros de viaje (1959), Moralidades (1966) y Poemas póstumos (1968). Recoge sus poesías en Las personas del verbo (1975 y 1982).