La Poesía de la Generación del 27: Tradición y Vanguardia

Generación del 27: Un Equilibrio entre Tradición y Vanguardia

Actividades del Grupo

La profunda amistad entre los miembros de la Generación del 27 propició un ambiente de colaboración y actividades compartidas. Algunos de los puntos de encuentro y actividades más relevantes fueron:

  • La Residencia de Estudiantes: Un espacio crucial para el intercambio de ideas y la convivencia.
  • El Centro de Estudios Históricos: Muchos de los poetas colaboraron con figuras como Menéndez Pidal y Américo Castro, compartiendo su interés por la historia clásica y medieval española.
  • Homenaje a Góngora: Con motivo del tercer centenario de la muerte de Luis de Góngora, el grupo organizó un significativo homenaje en el Ateneo de Sevilla, que incluyó la publicación de obras del poeta barroco.
  • Publicaciones: Los nombres de los integrantes del grupo aparecieron con frecuencia en la Revista de Occidente y en La Gaceta Literaria.
  • Antología de Gerardo Diego (1932): Esta antología es fundamental para comprender al grupo, ya que incluye textos publicados hasta la fecha por los poetas, así como sus reflexiones sobre poética. También se incluyeron textos de poetas anteriores que influyeron en el grupo, como Juan Ramón Jiménez, Unamuno y los hermanos Machado.

Características Generales: Síntesis entre Tradición y Renovación

Las características comunes de la Generación del 27 se pueden agrupar en dos grandes bloques:

  1. Equilibrio entre polos opuestos:
    • Intelectualismo y sentimentalismo.
    • Pureza formal y compromiso humano.
  2. Profunda raigambre española: Sin dejar de lado las innovaciones de la poesía europea del momento, los poetas del 27 mostraron una gran admiración por la tradición literaria española.

Esta síntesis entre tradición y renovación se manifiesta en sus preferencias literarias:

  • Poesía popular del Romancero: Presente en poemas de Alberti (Marinero en Tierra), Lorca y Dámaso Alonso.
  • Clásicos del Siglo de Oro: Especialmente Góngora, pero también Jorge Manrique y Garcilaso de la Vega, de quienes varios miembros del grupo realizaron estudios.
  • Influencia de Bécquer y poetas del siglo XX: Rubén Darío, Unamuno y, sobre todo, Juan Ramón Jiménez, a quien consideraban el poeta más puro de su tiempo.

Evolución: Etapas de la Generación del 27

Se distinguen tres etapas principales en la evolución del grupo:

1ª Etapa (Años 20): Hacia la Poesía Pura

En esta etapa inicial, se observan influencias becquerianas y posmodernistas. Pronto, el influjo de las vanguardias y de Juan Ramón Jiménez los orienta hacia la “poesía pura”. Este concepto, promovido por Ortega y Gasset como “deshumanización del arte”, implicaba un distanciamiento de la anécdota, los sentimientos y lo cotidiano. Dámaso Alonso recordaba “ASEPSIA” como la palabra clave de esta etapa, buscando la “desinfección” del poema. Sin embargo, la lírica popular también se hace presente, como en Marinero en Tierra de Alberti y el Libro de poemas de Lorca. Se consolida la admiración por los clásicos, especialmente por Góngora y su lenguaje poético singular.

2ª Etapa (Años 30): Rehumanización y Surrealismo

Tras el auge de la poesía pura, influenciada por Góngora, se inicia un proceso de “rehumanización” en la lírica. Los poetas sienten la necesidad de una comunicación más directa y un clima más cálido en su poesía, lo que Dámaso Alonso denominó “neorromanticismo”. Esta tendencia se aprecia en obras como Espadas como labios de Vicente Aleixandre y Donde habite el olvido de Luis Cernuda.

A partir de 1931, la poesía pura entra en crisis. El surrealismo irrumpe con fuerza, influyendo notablemente en los poetas del 27. Aunque el surrealismo español no fue ortodoxo, sí produjo una liberación de la imagen y un enriquecimiento del lenguaje poético. Obras clave de esta influencia son Sobre los ángeles de Rafael Alberti y Poeta en Nueva York de Lorca.

Otro factor determinante fue la llegada de Pablo Neruda a España en 1935. Neruda, en colaboración con los poetas del 27, lanza la revista Caballo verde para la poesía, cuyo primer número incluye el “Manifiesto por una poesía sin pureza”, que abogaba por una poesía comprometida con las realidades sociales y humanas. La poesía se politiza, y autores como Alberti y Cernuda adoptan posturas revolucionarias. Este ambiente culmina con el estallido de la Guerra Civil en 1936, donde la mayoría de los poetas se alinean con la República. La épica sustituye a la lírica, y surgen romances como los del Romancero de la Guerra Civil, con contribuciones de Alberti, Aleixandre y Miguel Hernández.

3ª Etapa (Después de la Guerra): Exilio y Continuidad

Tras la Guerra Civil, la Generación del 27 se dispersa. Lorca es asesinado, y la mayoría de los poetas se exilian, excepto Aleixandre, Gerardo Diego y Dámaso Alonso, que permanecen en España. A pesar de la distancia, todos continúan cultivando una poesía cada vez más humana.

Entre los exiliados, Jorge Guillén inicia en 1959 el ciclo Clamor, marcado por el dolor de la guerra y la protesta contra las miserias de la época:

  • Maremagnum
  • Que van a dar en la mar
  • A la altura de las circunstancias

En España, la poesía adquiere un tono angustiado y existencial, destacando Hijos de la ira (1944) de Dámaso Alonso. Aleixandre, por su parte, explora el tema del vivir humano en obras como Historia del corazón (1954) y En un vasto dominio (1962).

Los poetas de la Generación del 27 mantuvieron su actividad creadora hasta el final de sus vidas. El Premio Nobel otorgado a Vicente Aleixandre en 1977 supuso un reconocimiento a la trascendencia de este grupo fundamental para la lírica española del siglo XX.