La Poesía Barroca Española: Cumbres Estilísticas y Temáticas del Siglo XVII

La Poesía del Barroco: Cúlterana o Conceptista

La poesía del Barroco alcanzó cimas difícilmente igualadas en la historia de la poesía española. La poesía barroca del siglo XVII se mantuvo entre la continuidad y la ruptura de los temas.

Temas

Se distinguen dos apartados:

a. Los grandes temas del Renacimiento: el amor, la naturaleza y la mitología.

b. Los temas moralizantes que reflexionaron sobre la brevedad de la vida y la fugacidad de las cosas terrenales.

Los temas renacentistas evolucionaron:

1. El amor cogió un sentido trascendente.

2. La naturaleza se transformó en objeto moralizador.

3. La mitología fue un punto de referencia en dos sentidos: o como asunto noble que podía convertirse en belleza, o como un juego retórico.

Los temas del Barroco fueron fruto de la desilusión y el pesimismo:

a. El tiempo y su fugacidad, la brevedad de la vida.

b. El sueño se convirtió en símbolo de la vida y de la muerte, de la doble concepción de la existencia como realidad y apariencia.

c. El espejo se convirtió en símbolo del desengaño, el signo de la sabiduría estoica que contempla y desdeña la vida como engaño y falsedad.

d. El problema de España, que resumió el ambiente político y se presentó desde la gravedad crítica.

Tendencias de la Poesía Culta

La poesía culta barroca continuó con los metros heredados del Renacimiento y la poesía italianizante, manteniendo sus logros, entre los que se destacan el verso endecasílabo, apto para la expresión lírica, y el soneto y la canción, como poemas estróficos más peculiares. Los poetas formaron dos grupos distintos:

1. Los que rompieron el equilibrio clásico entre el contenido y la expresión: los culteranos y los conceptistas.

2. Los que mantuvieron el ideal estético de naturalidad y selección propio del clasicismo renacentista.

Se distinguen tres tendencias: culterana, conceptista y clasicista.

La Poesía Culterana. Luis de Góngora

La poesía culterana, de estilo manierista, fue la que mejor recogió la herencia renacentista y su idealización de la belleza. Los poetas culteranos concibieron la lírica como un entramado complejo de fuertes contrastes formales que, basados en las percepciones sensoriales y en unos recursos retóricos arriesgados, rompían el equilibrio entre forma y contenido. Entre sus características más notorias se encuentran:

a. Perfecta utilización de los versos y las estrofas para conseguir una gran musicalidad.

b. Magistral tratamiento de la metáfora.

c. Impecable transformación poética del lenguaje por medio de los cultismos y la sonoridad rítmica.

d. Potenciación de los temas mitológicos.

e. Exquisita complicación sintáctica con las más audaces variantes del hipérbaton.

El creador de la tendencia y su máximo representante fue el cordobés Luis de Góngora y Argote.

Dos estilos suelen diferenciarse en su poesía: “Góngora claro” y “Góngora oscuro”.

1. Los sonetos abarcaron una temática muy variada, desde lo jocoso, burlesco y satírico a lo sacro y ascético, pasando por lo amoroso de carácter petrarquista.

2. En el Polifemo, largo poema escrito en octavas reales, recreó el asunto mitológico del amor del cíclope Polifemo hacia la ninfa Galatea: Polifemo, desdeñado y celoso, sepultó bajo un peñasco a Acis, amante de Galatea; la ninfa invocó a los dioses y éstos convirtieron a su amado en un arroyo. La belleza del poema es inigualable, así como su elaboración estilística y su latinizante construcción sintáctica.

3. Soledades supuso la culminación del estilo culterano, pues su posible carácter narrativo quedaba oculto bajo una exuberante ornamentación poética. Se trata de una obra inacabada; de las cuatro partes de que constaba el proyecto, sólo se escribieron dos. El argumento fue sólo un pretexto para que el poeta desplegara todas sus facultades expresivas en su constante idealización de la naturaleza.

Admiradores y seguidores de Góngora: el conde de Villamediana, Pedro Soto de Rojas, Juan de Jáuregui, Pedro de Espinosa.

La Poesía Conceptista. Francisco de Quevedo

La asociación por semejanza o contradicción entre los objetos que forma un “concepto”, base de la poesía conceptista, no era nueva. Lo que hizo peculiar al conceptismo del siglo XVII fue la intensa acumulación en los poemas de agudezas verbales, juegos semánticos y elipsis. Los poetas conceptistas configuraron su estilo con unos recursos lingüísticos muy concretos:

1. Figuras retóricas de pensamiento.

2. Juegos de palabras.

3. Juegos fonéticos.

4. Artificios sintácticos.

5. Procedimientos intensificadores o renovadores.

Sus versos abarcaron los matices extremos del alma humana, desde la poesía más profunda y filosófica hasta la más satírica y burlesca. Estas características de Quevedo son producto de su propia condición humana, de su propio carácter orientado en dos direcciones:

a. la idealización y el mundo suprahumano.

b. mundo infrahumano y plebeyo.

La poesía de Quevedo se agrupa en cuatro apartados:

1. Moral: acoge poemas que presentan un carácter moralizante y reflexivo, existencial, metafísico o religioso.

2. La poesía amorosa constituye la producción más paradójica del autor: misántropo y misógino, fue, sin embargo, el gran cantor del amor y de la mujer.

3. La poesía satírica y burlesca realiza un enorme despliegue de figuras retóricas. Quevedo se burla de todo, degradando el mundo en otros momentos por él idealizado y ennoblecido, lo cual supone una nueva incursión en el contraste barroco.

4. La poesía política: el poeta reflexionó sobre España y censuró la corrupción.

La Poesía Armonizadora de Lope de Vega

Compartió con Góngora y Quevedo la grandeza barroca. Su amplia obra poética abarca la épica y la poesía de tipo tradicional:

a. La poesía lírica de gran belleza formal, síntesis de la tradición culta de los cancioneros y la renacentista latinizante: Rimas sacras, Triunfos divinos.

b. La poesía épica: La Dragontea, La hermosura de Angélica o La Jerusalén conquistada.

c. La poesía satírica y burlesca: Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos o La Gatomaquia.

d. La lírica de tipo popular de una gran riqueza rítmica y perfección en la sencillez y la espontaneidad.

La Poesía Clasicista

: La tendencia clasicista acogió a todos aquellos poetas que intentaron mantener los ideales formales y estéticos de la poesía renacentista. De esta manera, el equilibrio y la serenidad, la contención emocional, la sobriedad estilística y la naturalidad que forjaron los poetas del siglo XVI. En esta tendencia escribieron los poetas de la escuela sevillana: a. Francisco de Rioja: conocido sobre todo por sus silvas dedicadas a las flores. b. Rodrigo Caro: Canción a las ruinas de Itálica. c. Ángel Fernández de Andrada: Epístola moral a Fabio. d. Esteban Manuel de Villegas: Las latinas. e. Lupercio Leonardo de Argensola: defensor de los valores morales y clásicos. f. Bartolomé Leonardo de Argensola: convencido antigongorino, cultivador de una poesía sobria.

La poesía tradicional y popular: a. La lírica tradicional fueron frecuentes en la obra de los grandes poetas los metros cortos de los villancicos, seguidillas, etc. b. El Romancero nuevo formado por el conjunto de romances escritos por los poetas cultos del Barroco. Sus contenido y temas coincidieron con los del Romancero viejo pero también con los propiamente barrocos, como los morales, filosóficos o satíricos.