La Paz de los Vencedores y las Consecuencias de la Primera Guerra Mundial

La Paz de los Vencedores

En enero de 1919 se inauguró la Conferencia de Paz. Los principales negociantes fueron Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña e Italia.

Los Tratados de Paz

El presidente estadounidense Wilson quería imponer una paz fundada en el derecho a la justicia con respecto a las nacionalidades, libertad de comercio y navegación, desarme, destrucción de los imperios y consolidación de la democracia. Mientras, los europeos eran más proclives a la defensa de sus intereses particulares.

El Tratado de Versalles se elaboró partiendo de la base de que Alemania era responsable del conflicto. Según el tratado, el Imperio Alemán entregaba Alsacia-Lorena a Francia, la Posnania a Polonia y separaba la Prusia Oriental del resto del territorio, mientras sus colonias eran repartidas entre los vencedores. Además, se impuso a Alemania el pago de fuertes reparaciones de guerra, debía entregar las minas de carbón del Sarre a Francia, se le obligó a abolir el servicio militar y a restringir las fuerzas de su ejército a solo 100.000 hombres.

  • Por el Tratado de Saint-Germain, Austria perdía todos los territorios eslavos y se convertía en república.
  • Por el Tratado de Trianon, Hungría perdía la salida al mar y una parte de sus antiguos territorios eran cedidos a Checoslovaquia, Yugoslavia y a Rumanía.
  • Por el Tratado de Neuilly, Bulgaria cedía territorios a Grecia.
  • Por el Tratado de Sèvres, se imponía al Imperio Turco la cesión de territorios a favor de árabes y griegos.

Las Consecuencias de la Guerra

La guerra comportó notables pérdidas demográficas, un grave desastre económico y una profunda reestructuración territorial.

Consecuencias Políticas y Territoriales

Se produjo un desmembramiento de los grandes imperios con la consecuente aparición de nuevos estados: Polonia, Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Yugoslavia (que integraba Croacia, Eslovenia, Bosnia y Herzegovina, Serbia y Montenegro), Checoslovaquia y Hungría. Las dinastías fueron destronadas: los Romanov fueron destituidos en Rusia en 1917; a finales de 1918 cayeron los Habsburgo en Austria y los Hohenzollern en Alemania. Alemania y Austria, así como Checoslovaquia, Polonia y Hungría, proclamaron repúblicas constitucionales y democráticas. El sufragio universal masculino se implantó en casi toda Europa, pero lo más relevante fue el reconocimiento del voto femenino.

Los Efectos Demográficos y Económicos

La pérdida de vidas humanas se puede situar en casi 9 millones, además de 6 millones de inválidos y un elevado número de mutilados y heridos, lo que dio a llamarse “generaciones vacías”. La Primera Guerra Mundial significó la pérdida de la hegemonía europea en la economía mundial. El conflicto empobreció a Francia y Alemania. La situación financiera de Europa era gravísima. La economía americana se convirtió en líder de las finanzas mundiales. La flota de Estados Unidos sustituyó a la de Gran Bretaña como redistribuidora del comercio mundial, mientras el dólar sustituía a la libra esterlina como moneda base en las transacciones internacionales. La guerra benefició también a Japón, que aprovechó para diversificar su producción industrial, modernizar sus infraestructuras, ampliar sus mercados y aumentar sus exportaciones.

La Revolución de Febrero de 1917

Las alianzas suscritas por el zarismo comprometieron a Rusia en la Primera Guerra Mundial. La guerra fue un desastre para los rusos. El desastre militar y el hundimiento económico (descenso de la producción agrícola, aumento de precios, escasez de alimentos, etc.) provocaron un intenso descontento entre la población civil y militar, lo que condujo a una nueva revolución.

La Caída del Zarismo

La revolución comenzó en la capital, Petrogrado. Su origen fue la desastrosa situación de la población y de los combatientes derivada de la guerra, de la falta de alimentos, de las derrotas militares y del elevado número de víctimas en el campo de batalla. El estado zarista estaba desintegrándose, mientras en la corte sucedían conspiraciones aprovechando la ausencia del zar. La población salió a las calles pidiendo el fin de la guerra y la mejora de las condiciones de vida. El día 27 se produjo una huelga general seguida del amotinamiento de la guarnición de la capital. Los soviets trataron de canalizar el proceso de cambio. La negativa del zar de abandonar la guerra fue decisiva y, ante la insistencia de una parte del ejército y la presión de los partidos, el zar decidió abdicar. Se impuso un gobierno provisional presidido por el príncipe Lvov. El nuevo gobierno prometió reformas políticas (libertad de opinión, de prensa, de reunión…) y sociales (jornada laboral de 8 horas, derechos sindicales). El gobierno de Lvov pretendía seguir fiel a las alianzas militares y mantuvo a Rusia en la guerra. El gobierno de Lvov, inspirado por grupos liberales con el Partido de los Kadets al frente, fue siendo desbordado por los movimientos que pedían la profundización de las reformas y la retirada de la guerra.

La Revolución de Octubre de 1917

La Revolución de Octubre fue el momento de la transformación del Imperio zarista en el primer estado socialista. La revolución soviética dio sus pasos esenciales antes de la muerte de su inspirador y líder, Lenin, en 1924.

Las Jornadas de Octubre

La decisión bolchevique de promover la insurrección como la única vía posible para la revolución coincidió con el acceso a la presidencia de un bolchevique, León Davidovich Trotski. Este se convirtió en el centro de la oposición. Kerenski pretendía llevar adelante la conversión del estado zarista en una república parlamentaria y, para ello, convocó una reunión del llamado Consejo de la República. Pero el Soviet de Petrogrado boicoteó aquella reunión porque pensaba que había llegado el momento de la inmediata toma del poder por parte de los órganos populares. El 25 de octubre fue el día escogido para la insurrección. Los marinos de la base de Kronstadt se sublevaron siguiendo la llamada de Lenin. Se les unieron grupos de obreros armados. El último acto en la toma del poder fue el asalto al Palacio de Invierno, donde residía el gobierno provisional. Allí, todos los miembros del gobierno, con excepción de Kerenski, fueron detenidos. La acción de la Guardia Roja, creada por los bolcheviques y dirigida por Trotski, fue crucial para el triunfo de la revolución en toda Rusia.

La Época de Stalin

El primer decenio de la revolución se cerró con la ascensión de Iósif Stalin, que consiguió un poder absoluto. Stalin fue el inspirador de todas las decisiones y quien controló el desarrollo del proceso de la revolución.

El Gran Impulso al Colectivismo

La primera gran tarea de Stalin fue la imposición de la economía y la sociedad socialista. La revolución soviética no fue más allá del dominio por el estado de todos los medios económicos. El estado tenía como objetivo convertir la URSS en un país plenamente industrial. Fue en 1929 cuando empezó la colectivización masiva en la agricultura. Los problemas en el mundo agrario fueron mayores que en la industria y en las ciudades. Al comienzo de los años 30 hubo duros momentos de escasez. El costo humano fue también extraordinario por el cambio brutal que sufrieron las condiciones de vida campesina. Una enorme presión política y un inmenso aparato de propaganda se puso al servicio de la gran colectivización. La planificación de la economía se inició con el primer plan quinquenal. Su dirección se estableció a través del Gosplán o Gran Organismo Directivo de la Planificación. El objetivo era doble: convertir a la URSS en un país plenamente industrial y hacer de su sector agrario un extraordinario núcleo de producción. Para fomentar el crecimiento de la producción industrial se socializó toda la industria, que pasó a estar dirigida por el estado. Se dio absoluta prioridad al fomento de la industria pesada. Los resultados del gran esfuerzo colectivista fueron desiguales, pero en ellos basó el partido la gran propaganda sobre la edificación del socialismo. La revolución quería crear un hombre nuevo y el proceso industrializador dio a luz a nuevos técnicos y obreros.

De la Crisis Estadounidense a la Recesión Internacional

La situación interna de Estados Unidos repercutió en el resto de los países. La crisis americana detuvo la corriente de préstamos hacia Europa. Al reducirse las importaciones estadounidenses, disminuyó la demanda de productos europeos.

La Depresión en Europa

La retirada de fondos monetarios y el cese de las inversiones para hacer frente a la falta de liquidez en Estados Unidos puso de manifiesto las dificultades en que se encontraban varios países europeos. Todos experimentaron un descenso en su producción industrial y agrícola, una disminución de los intercambios y un gran aumento del desempleo. Se sumó la crisis financiera de 1931, iniciada con la quiebra del Credit Anstalt, principal banco de Austria. Los créditos entre entidades afectaron al sistema bancario europeo. La caída de producción se aceleraba. La recesión alemana, inducida por la caída de la inversión extranjera como por la grave situación bancaria, aceleró la crisis de Europa. Los problemas de Gran Bretaña empeorarían la situación general. La imposibilidad de mantener la libra como moneda central del sistema monetario llevó a este a la quiebra. La ausencia de confianza en la libra fomentó la conversión de moneda en oro y las reservas británicas se agotaron. En 1931 se suspendió la convertibilidad de libras en oro, lo cual provocó una devaluación de esta moneda. Francia es un ejemplo de los países que conservaron su tipo de cambio fijo respecto al patrón oro, pero al mantenerse fija perdieron competitividad en el mercado.

El New Deal de Roosevelt

El intento de recuperación económica asociado habitualmente en Estados Unidos a Keynes es el denominado New Deal, puesto en práctica por el presidente Roosevelt. El programa económico del nuevo presidente tenía grandes contradicciones, ya que proponía aumentar la intervención pública al mismo tiempo que pretendía reducir el déficit público recortando gastos. Las medidas más importantes del programa de Roosevelt no implicaron el aumento del gasto público, sino que trataron de luchar contra la deflación fomentando el establecimiento de precios mínimos entre empresas competidoras y apoyando a los productores agrarios para tratar de reducir la producción agraria y recuperar los precios, evitar su reducción, y para promover grandes proyectos de infraestructura. Los Estados Unidos desempeñaron un papel muy importante: el nuevo marco de relaciones laborales aprobado en esos años (la Ley de Relaciones Laborales) dotó a los sindicatos de una base legal para desarrollar la negociación salarial y el funcionamiento sindical, y en ese último año se aprobó la Ley de Creación de la Seguridad Social, por la cual el gobierno federal se implicaba en la provisión de las prestaciones básicas de desempleo y de asistencia a los jubilados, donde se realizaban unos ingresos mínimos.