La Oratoria en la Antigua Roma: Retórica, Elocuencia y Poder

ORATORIA

Origen

La palabra “oratoria” viene del latín oratoria y significa “arte de hablar con elocuencia”. Sus componentes léxicos son: orator más el sufijo –ia.

La oratoria es el género literario en prosa que tiene como finalidad convencer, persuadir o conmover por medio de la palabra; la retórica es conocer el lenguaje o idioma en el que te quieras mover y hacerlo con elegancia.

Había unos profesionales llamados logógrafos que se encargaban de redactar discursos para los tribunales, el más famoso de estos logógrafos es Lisias (en Grecia).

El arte de la palabra y el dominio de la expresión oral están ligados a la historia de Roma y al desarrollo de la literatura latina. La oratoria pública era un instrumento esencial para conquistar prestigio y poder en el contexto de las luchas civiles y políticas. Los primeros profesores de retórica en Roma fueron griegos, que actuaban como tutores privados de los vástagos de las clases más privilegiadas.

Características

La oratoria es un género literario que presenta unas características singulares:

  • Necesita de un ambiente político de libertad para poder desarrollarse.
  • La oratoria está orientada a la audición, no a la lectura. Solamente cuando los oradores griegos, y después los romanos, se preocuparon de ponerlos por escrito y editarlos.

Las características principales del género que se mantienen en todas sus etapas son:

  • Frecuentes vocativos (llamadas de atención a quienes están escuchando el discurso)
  • Abundante uso de preguntas retóricas.
  • Abundante uso de la segunda persona del singular.
  • Cambios de tono que en el texto se representan con las exclamaciones.
  • Subordinación abundante.

Al abrirse las escuelas de retórica se compusieron tratados que contribuyeron a la difusión de este arte. En estos tratados se presentan las cinco facultades fundamentales que el orador debe dominar para ser capaz de construir un buen discurso:

  • Inventio (invención): la búsqueda de argumentos apropiados para el discurso.
  • Dispositio (disposición): la colocación y ordenación de esos argumentos en lugares más convenientes.
  • Elocutio (elocución): la elección de la forma más elegante para expresar las ideas.
  • Actio (acción): el movimiento del cuerpo y gestos que el orador ha de dominar
  • Pronuntiatio (pronunciación): la modulación de la voz.
  • Memoria (memorización): la capacidad de retener todos los argumentos del discurso.

Según la finalidad del discurso se distinguen tres géneros:

  • Genus deliberatiuum (discurso deliberativo): pronunciado ante una asamblea para lograr convencerla o disuadirla de tomar una decisión determinada con respecto a un asunto.
  • Genus demonstratiuum (discurso demostrativo): su objetivo es la alabanza o la crítica de las virtudes o defectos de una persona.
  • Genus iudicale (discurso judicial o forense): el pronunciado ante un tribunal para conseguir la condena o absolución.

Todo buen discurso debe estructurarse en:

  • Exordium (exordio o introducción): parte inicial del discurso, en la que se intenta conseguir la atención o el favor de los oyentes
  • Narratio (narración): exposición de los hechos.
  • Argumentatio (argumentación): defensa de los argumentos a favor del orador o refutación.
  • Peroratio (conclusión): recapitulación de los puntos más importantes de la exposición e invocación a los oyentes con el fin de conmoverlos a favor del orador.

El estilo de los discursos debía adecuarse a los distintos géneros de elocuencia, distinguiendo tres tipos:

  • Genus grande (estilo elevado)
  • Genus medio (estilo medio)
  • Genus tenue (estilo elegante)

Máximo representante

Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.)

Escritor, político, filósofo, fue una gran figura de la vida pública romana con una gran formación intelectual. Vivió en un momento en el que la república estaba viviendo las máximas tensiones entre partidos políticos y fue testigo de graves y decisivos enfrentamientos civiles. Siempre fue un firme defensor de la República.

La obra retórica: tratados

  • De oratore: Tratan de la formación del orador y de la técnica del discurso.
  • Brutus: historia de elocuencia en Roma desde los orígenes hasta su época.
  • Orator (El orador). Cicerón aborda en este tratado la triple función del orador: docere, delectare y flectere (enseñar, deleitar y convencer).

Los discursos más significativos

  • In Verres (Verrinas): siete discursos en defensa de los derechos de los sicilianos contra Verres, un corrupto gobernador de Sicilia que se había dedicado a expoliar la isla y a sus habitantes.
  • De lege Manilia (Sobre la ley Manilia): discurso político en el que Cicerón elogia las cualidades de Pompeyo.
  • In Catilinam (Catilinarias): cuatro discursos contra Catilina, quien al no salir elegido cónsul preparó una conspiración para hacerse con el poder.
  • Philippicae (Filípicas): catorce discursos en contra de Marco Antonio.

Pervivencia

Desde la Edad Media hasta el siglo XIX la influencia de Cicerón sobre la literatura y el pensamiento fue muy profunda. Su prosa fue modelo para autores posteriores y contribuyó a modelar el estilo de muchos escritores en distintas lenguas de la Europa actual. Con Quintiliano, que recupera los principios oratorios de Cicerón, se logra una gran influencia en la educación del Renacimiento.