La Oposición al Franquismo y su Crisis (1939-1975)

La Oposición al Franquismo (1939-1975)

1. La Oposición a la Dictadura: Principales Grupos y Evolución

El desarrollo de la Guerra Civil y la forma en que se firmó la rendición republicana derivaron en un régimen sin oposición. Escasa y reprimida por el gran aparato represivo de Franco (más de 300.000 presos políticos y 50.000 fusilamientos tras la guerra), la oposición se tuvo que organizar desde el exilio. La dictadura puso gran interés en la creación de leyes específicas para eliminarla, como la “Ley de Responsabilidades Políticas”, la “Ley de Supresión de la Masonería y el Comunismo” y la “Ley de Seguridad del Estado”, todas ellas aprobadas entre 1939 y 1940.

Grupos Opositores Iniciales

Como grupos opositores de este momento destacaríamos:

  • Republicanos exiliados: Muy fraccionados.
  • Monárquicos (juanistas): Apoyaron la sublevación y el inicio del régimen, pero ante la tendencia al gobierno unipersonal de Franco y su escaso interés en proclamar una monarquía, impulsaron el “Manifiesto de Lausana” en 1945. En él, el heredero a la corona, don Juan de Borbón, solicitaba a Franco la restauración monárquica en España. Franco se negó a dejar el poder, pero con la “Ley de Sucesión a la Jefatura de Estado” (1947) y el nombramiento del príncipe de Asturias (1969), don Juan Carlos, mantuvo a este grupo opositor controlado.
  • “Maquis”: Grupo pequeño de resistencia antifranquista configurado a partir de 1945 por anarquistas y comunistas que vivían en el ámbito rural. La falta de apoyo de la población y la Guardia Civil acabaron con ellos en 1949.

Reconstrucción de la Oposición (1950 en adelante)

A partir de 1950, la oposición comienza a reconstruirse, pero de forma muy lenta. Surgen grupos de protesta social espontánea y sin coordinación de los llamados “Hijos del régimen”. Se dan las primeras huelgas obreras (1951, 1956, 1958) en lugares industriales (País Vasco, Barcelona y Madrid) motivadas por la inflación.

Como consecuencia de los profundos cambios experimentados por la sociedad española desde los años sesenta, se fueron ampliando los frentes de oposición al régimen. Proliferaron las huelgas laborales, que a sus reivindicaciones de carácter profesional incorporaban reivindicaciones de tipo político, como el derecho de huelga, de manifestación o de libre sindicación; canalizando su acción a través de las ambiguas Comisiones Obreras.

También hubo agitación universitaria con reivindicación explícita de libertades democráticas. Las protestas de 1965 alcanzaron una gran magnitud y fueron expulsados de sus cátedras en Madrid los profesores Tierno Galván, García Calvo y Aranguren.

El espíritu renovador introducido en la Iglesia por el Concilio Vaticano II supuso un cambio de planteamientos políticos y sociales en las nuevas generaciones del clero y la población católica. Una parte de la jerarquía eclesiástica se fue distanciando del régimen, y numerosos miembros de organizaciones católicas colaboraron o militaron en los clandestinos partidos y sindicatos de la oposición, en especial el Partido Comunista y Comisiones Obreras.

Partidos Políticos de Oposición

  • PCE: Era el único con verdadera implantación social en el país. Encabezó la lucha por la restauración democrática y defendió la necesidad de una reconciliación nacional.
  • PSOE: Minoritario en España, empezó a salir a la luz en las postrimerías del franquismo, sobre todo a partir del Congreso de Suresnes (Francia) en el que se renovó su dirección con un joven llamado Felipe González como nuevo secretario general.
  • Partidos nacionalistas (PNV y ERC): Se revitalizaron y aparecieron nuevas formaciones como Convergencia Democrática de Cataluña, liderada por Jordi Pujol, y Euskadi ta Askatasuna (ETA), que como grupo de reflexión política en el seno del PNV se escindió en 1959 y se reorientó hacia el terrorismo como forma de lucha.

2. La Crisis del Franquismo (1973 – Muerte de Franco)

En junio de 1973, Franco, presionado por la división entre los “aperturistas” o partidarios de continuar con las reformas y los “inmovilistas” o también conocidos como “línea dura”, pues eran partidarios de regresar a los principios ideológicos del régimen, forma un nuevo Gobierno presidido por Carrero Blanco. Este era el único capaz de integrar y unir a las dos líneas ideológicas del franquismo y poder continuar con un régimen ya decadente, pero el 20 de diciembre de 1973 un atentado perpetrado por ETA acababa con la vida del almirante y ponía en jaque al régimen. Con él desaparecía la última posibilidad de pervivencia del franquismo después de Franco y desde entonces el régimen entró en una pendiente de crisis imparable, especialmente con el estallido de la crisis energética internacional en 1973.