La Novela Española del Siglo XX (1936-1975): Evolución y Transformación

La Novela Española del Siglo XX (1936-1975)

La Posguerra y el Exilio

La dictadura franquista, instaurada en 1936, trajo consigo la supresión de las libertades, represalias políticas, censura y el exilio de numerosos intelectuales y artistas. Tras la autarquía inicial y el posterior acercamiento al primer mundo, España experimentó cierto desarrollo económico en los últimos 15 años del régimen. La novela de posguerra se divide en:

  • Novela del exilio
  • Novela existencial de los 40
  • Novela social de los 50
  • Novela experimental

La Novela del Exilio

Con una perspectiva a menudo caótica, la novela del exilio aborda temas como la Guerra Civil, la dictadura y la falta de libertad, alejándose de la vanguardia. Destacan autores como Ramón José Sender, Arturo Barea, Rosa Chacel y Francisco Ayala.

La Novela Existencial de los 40

El pesimismo y el realismo dominan la novela de los 40, presentando las circunstancias de los personajes con crudeza. Se distinguen tres corrientes:

  • Realismo tradicional: Presenta escenas angustiosas con una observación detallada de la realidad.
  • Tremendismo: Representado por La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela, utiliza un lenguaje violento para expresar una visión pesimista y cruel de la realidad.
  • Realismo existencial: Explora la frustración, la incertidumbre y los problemas del ser humano en un mundo sin salida. Obras como Nada de Carmen Laforet muestran la angustia existencial en un espacio reducido con gran verosimilitud.

Muchas obras se desarrollan en un espacio único descrito con una estética expresionista que refleja los aspectos más negativos de la sociedad franquista.

La Novela Social de los 50

y la novela experimental de la última etapa. 

La novela del exilio destaca por usar el tema de España desde una perspectiva abiertamente caótica. Tratan los temas de guerra civil, la dictadura y la falta de libertad. Esta novela se caracteriza por alejarse de la novela de vanguardia. Destacan autores como Ramón José Sender, Arturo Barea, Rosa Chacel o Francisco Ayala.
En los 40, se impone una novela realista en la que se presenta con pesimismo las circunstancias de los personajes. Encontramos tres corrientes: la novela realista tradicional, la novela existencial tremendista y la novela existencial realista. El realismo tradicional se caracteriza por presentar escenas angustiosas ofreciendo una observación de la realidad. Destaca el tremendismo de la novela“La familia de Pascual Duarte” de Camilo José Cela. Se caracteriza por usar un lenguaje violento donde se expresa una visión pesimista de una realidad cruel, desgarrada y sin futuro. El realismo existencial trata la frustración, incertidumbre, los problemas del ser humano en un mundo sin salida, a través de un personaje principal. Muestra el pesimismo y la angustia de un destino incierto en un espacio reducido, destaca por su verosimilitud. Destacan títulos como “Nada” de 
Javier Mariño. La gran mayoría de obras se desarrollan en un espacio único que se describe desde una estética expresionista, que marca los aspectos más negativos de la sociedad franquista.
La novela de los 50 o novela social se caracteriza por el protagonista colectivo y por buscar reflejar la realidad. Se ve influenciada por el cine neorrealista italianos y por los narradores de la generación perdida. Se emplean técnicas como el conductismo, la casi ausencia de fábula, la ruptura de la estructura de los capítulos, el uso del tiempo narrativo, la importancia del diálogo, la narración de fechas insignificantes de la vida cotidiana, la preocupación por la verdad, la presentación de la realidad de forma veraz y la intención crítica, aborda temas como la justicia, la pobreza y la miseria. Distinguimos dos líneas. En el objetivismo, el autor narra los hechos con afán testimonial. La obra más importante es “la colmena de Camilo José Cela, donde el autor relata diversas situaciones del Madrid de posguerra. Otros títulos importantes son “Entre visillos”, “Primera memoria” y “El Jarama”. La otra tendencia es el realismo crítico, donde el autor se implica en los hechos y ofrece una visión crítica y comprometida de la realidad. Destacan obras como “Central eléctrica” y “Duelo en el paraíso”.
Durante los años 60 encontramos la novela existencial. Estas obras están influenciadas por autores del siglo XX. También por autores norteamericanos e hispanoamericanos afincados en Barcelona. El cansancio de la novela realista llevó a los autores a buscar otras formas narrativas, incorporando innovaciones técnicas de literatura europeo y americana. La publicación en 1962 de “Tiempo de silencio” constituye el punto de inflexión entre la novela social y la nueva narrativa de los 60. Se remueve el estilo y se transforman los elementos de la sintaxis narrativa.La ruptura de la linealidad temporal rompió el esquema planteamiento, nudo y desenlace y. Además del uso de la narración en primera y tercera persona, incorporan nuevas voces narrativas, como la narración en segunda persona o la constitución de monólogos interiores. Narran el mismo hecho desde puntos de vista distintos. No obstante, esta novela sigue tratando los temas sociales de la España de la época. Destacan autores como Carmen Martín Gaite o Camilo José Cela. Una obra importante de Miguel Delibes en esta época es “Cinco horas con Mario”, que refleja las contradicciones de la clase media franquista.
En noviembre de 1975, con la muerte de franco, termina en español la dictadura y se inicia la transición hacia un nuevo régimen democrático. Con la aprobación de la Constitución de 1978. España se convierte en un estado democrático. El nuevo clima de libertad permitirá la publicación de obras de autores españoles o extranjeros que hasta entonces habían sido prohibidas, además de que se recuperan las obras de los narradores españoles exiliados.