Poesía DE POSGUERRA/Condicionada por consecuencias políticas, económicas y sociales de la guerra
Civil y la posterior dictadura de France (1939-1975). Posteriormente a esta, se darán otras condiciones en relación al proceso democratizador. Para la poesía, todo esto supone un “año cero” debido a la muerte, el exilio y silencio de los poetas de esa generación (Generación del 27).La producción se puede dividir en 3:
-Década de los 40
Se vive situación complicada social, a la Guerra Civil, se une la Segunda Guerra Mundial. El aislamiento internacional y la división del país se reflejan en la literatura, Dándose una poesía “arraigada” y “desarraigada”. La primera se da un poetas afines al franquismo (obras evitan las críticas y la visión negativa) –Leopoldo Panero o Luis Rosales
Otra componen los exiliados y contrarios al régimen, como lo fueron Dámaso Alonso “Hijos de la ira”, y Vicente Aleixandre “Sombra del paraíso”– Década de los 50
Se da un desarrollo económico. Surge la poesía social, pretende mostrar la verdadera realidad del ser humano y del país, denunciando la injusticia, viendo la poesía como unos instrumentos para transformar el mundo que les rodea. Igual que la narrativa, el protagonista deja de ser yo, en favor del nosotros. Temas: Preocupación por España, dirigido por el lenguaje directo y coloquial. Poesía Blas de Otero, escribe en verso libre ´´Pido la paz y la palabra”, defendiendo la palabra Vs violencia.Gabriel Celaya → “Cantos líberos”/ José hierro “Cuanto se de mi “/ Gloria Fuertes – “Todo asusta” o “Isla ignorada”
Década de los 60
Mayor esplendor económico de los últimos 20 años, afianza un grupo de poetas, cuya infancia habían reforzada una profunda amistad en su afán por escribir. Todas muy influenciadas por la poesía social de Machado. Trato de mostrar un punto de más personal, dando a conocer la realidad de la sociedad. Esto trajo de vuelta al yo poético, tratando aspectos cotidianos, en una poesía íntima y acogedora preocupándose por el lenguaje poético / Ángel González” Áspero mundo” “Palabra sobre palabra”/ Jaime Gil de Biedra “Las persones del verbo”/ Claudia Rodríguez – “Don de la ebriedad y “conjuros”– Década de los 70
Muerte de Franco en 1975, se da una apertura total en todos los ámbitos, en la etapa de la transición. Surgen los Novismos, un grupo de poetas que se conciben así como aristócratas e intelectuales. Entienden la poesía como una exhibición cultural, recogíéndola en ontologías. Época de total liberta, vieron influenciadas por los medios de comunicación y literatura extranjera, así como los experimentos vanguardistas y avistos. Se dieron variedad de tendencias y de corrientes; Antonio Carvajal: experimental/ Antonio Colinas: Clasicista/Fernando Millán: Metafísica/Guillermo Carnero: épica/ Julio Llamazares: épicaNOVELA ACTUAL/ A partir de 1975 comienza en España el período de la transición a la democracia, que supone para la literatura un ambiente de mayor libertad, de desaparición de la censura, de recuperación de autores exiliados y de más fácil acceso a la narrativa de otros países. El rasgo más carácterístico de esta etapa va a ser la publicación de numerosos títulos, la presencia de muchos autores y la convivencia de muchas tendencias. Conviven autores de la posguerra como Cela y Delibes, con otros de los cincuenta, como Goytisolo o Martín Gaite; además aparecen autores jóvenes como Eduardo Mendoza, Juan José Millás, Manuel Vicent o Javier Marías entre otros. Tres rasgos fundamentales resumen las carácterísticas de estos años: a) Carácter aglutinador, es decir, las novelas recogen variedad de temas, estilos, tendencias… B) Individualidad, lo que significa que cada novelista tiene un estilo propio para expresar su visión de la realidad. C) Alejamiento de las técnicas experimentales. Precisamente, y en relación con este último rasgo, podemos decir que en los años setenta pierde fuerza la experimentación y los novelistas buscan recuperar el gusto por “NARRAR”. En 1975 esto lo consigue Eduardo Mendoza con su novela
La verdad sobre el caso Savolta, ambientada en la Barcelona de 1917, que comienza con el uso de diversos registros y técnicas para acabar como un relato lineal, mucho más tradicional. La “narratividad”, el intimismo y los elementos líricos caracterizan a las novelas que se publican durante estos años y que pertenecen a todo tipo de géneros. Hacia el final del siglo hay una tendencia hacia lo fantástico y lo existencial pero resulta imposible hacer una clasificación del género por las múltiples tendencias que encontramos. Aunque siguen apareciendo novelas en las que se mantiene la experimentación, son años de mucho éxito de la novela histórica y las novelas de intriga, ya sean policíacas o la llamada “novela negra”. Habría que señalar también que el estilo realista se renueva con la inclusión de elementos fantásticos o míticos en la obra.
El estilo neorrealista lo encontramos en novelas psicológicas, expresionistas o de crítica social. En cuanto a los autores – ya hemos dicho que son numerosos- podemos señalar a Juan Goytisolo, quien en sus últimos libros se compromete con sucesos de actualidad como El sitio de los sitios, sobre la guerra de Bosnia .Dentro de la novela experimental, destaca Javier Tomeo con novelas como Amado monstruo. La novela más intimista la representa Luis Mateo Díez, que trabaja con la recuperación de la memoria y, en ocasiones, critica la vida provinciana. Entre sus obras, La fuente de la edad. Eduardo Mendoza es autor de novelas de tono paródico como El misterio de la cripta embrujada. También escribe una importante novela histórica como La ciudad de los prodigios. Entre los novelistas actuales que han alzado mayor prestigio señalaremos a Javier Marías y Antonio Muñoz Molina. Nacidos en la década de los cincuenta, son novelistas que siguen publicando títulos muy importantes. Marías tiene una gran proyección internacional. Refleja en sus novelas los grandes problemas del ser humano: la muerte, la verdad, el azar, la Charo Camino Selectividad incomunicación…Todo ello con un estilo muy cuidado en el que mezcla distintos registros, añade abundantes descripciones y referencias culturales. Entre sus obras destacamos: Todas las almas, Corazón tan blanco y ya, en este siglo, Los enamoramientos. Muñoz Molina es un hábil narrador que maneja muy bien la intriga como sucede en una de sus primeras novelas, El invierno en Lisboa; un tema recurrente en sus novelas es la evocación del pasado. Utiliza un estilo muy cuidado, con extensos párrafos y largas enumeraciones. Entre sus novelas sobresale Plenilunio.
El impacto de la Guerra Civil sobre el teatro fue tremendo. Se produjo un aumento de las presiones comerciales, y sobre todo, ideológicas para explicar la pobreza que afecta al teatro desde el fin de la guerra. En los años 50, se escribe un teatro realista y comprometido, pero hubo mucha censura. Teatro de los años cuarenta El teatro de este periodo representa una realidad falsificada, formalmente es anticuado. En la creación dramática encontramos dos líneas: – El drama burgués: es una continuación de la comedia benaventina. Joaquín CalvoSotelo y Benavente. Son obras de correcta construcción y elegantes diálogos. – El teatro de humor: Poncela con Eloísa está debajo de un almendro y Maribel y la extraña familia, trata de romper las formas tradicionales del humor, sin embargo, sus obras chocaron con una crítica y un público cerrados. Miguel Mihura con Tres sombreros de copa, se caracteriza por la utilización de un humor absurdo. – Teatro realista de los años 50 La década de los 50 comienza con tres importantes obras: Historia de una escalera, de Antonio Buero Vallejo y Escuadra hacia la muerte de Alfonso Sastre . Lo que nos quiere transmitir este tipo de teatro, es un existencialismo que más tarde deriva en la preocupación social. Sus temas tratan de los problemas de obreros y gente humilde, mostrándonos así las desigualdades sociales. Muchas obras no llegaron al escenario, esto se llama teatro soterrado. Destaca el Realismo: la escena imita espacios cotidianos con rasgos costumbristas. Sobresale en este periodo Buero Vallejo: Sus obras están marcadas por temas humanos, ya sean de carácter existencial o realista. – Su género preferido es la tragedia. Con ella pretende la catarsis del espectador: para conmoverle y animarle a luchar hacia su destino – El dialogo. El lenguaje se caracteriza por su densidad, hondura y precisión. –
El espacio donde se realiza la obra esta descrito con minuciosidad, porque los objetos, su disposición y el ambiente adquieren una significación concreta – Entre sus obras destaca El concierto de San Ovidio, Un soñador para un pueblo Teatro de los años 60 hasta fin de siglo En esta época el teatro continuará con la línea de protesta y denuncia de la injusticia social y el descontento político de corte realista. José María Recuerda estrena Las salvajes en el Puente San Gil para criticar el conservadurismo burgués de la época. Lauro Olmo obtendrá gran éxito con La Camisa, donde refleja los problemas de escasez vinculados al paro o la emigración. Francisco Nieva, con La carroza de plomo candente. Caracterizado por empleo del simbolismo, los elementos oníricos…, Fernando Arrabal, con El arquitecto y el emperador de Asiria Creador del Teatro pánico de carácter provocador y rebelde, recoge elementos del Vanguardismo y del teatro absurdo. Surgen los grupos de teatro independiente, cuya actividad se desarrolla al margen de los circuitos culturales establecidos. Los grupos más destacados fueron: Els Joglars, Los Goliardos y el Teatro Experimental Independiente con grandes innovaciones escénicas: – Todo el grupo aporta ideas, empleo de improvisación – Expresión corporal, danza, música… – Enfoques críticos no solo dedicados a lo político y social – Traslado del escenario al patio de butacas y buscando la participación del espectador Teatro desde 1975 hasta fin de siglo: Tras una etapa en la que con la desaparición de la censura se intenta llevar a escena todo aquello que había sido prohibido de décadas anteriores ( Valle-Inclán, Lorca… ) se asentará un teatro caracterizado principalmente por autores consagrados Formado por autores consagrados. En esta época se podría hacer un teatro en libertad, pero el público no asimila los cambios, abandona los teatros y rechaza los montajes vanguardistas. Destacan autores como Antonio Gala, con Anillos para una dama. Sus protagonistas son mujeres y tratan de temas como el amor, la soledad…, José Luis Alonso de Santos, con La estanquera de Vallecas y Bajarse al moro, donde se aprecian aspectos de la sociedad actual Fernando Fernán Gómez, con Las bicicletas son para el verano, también muy realista José Luis Sanchis Sinisterra, con ¡Ay, Carmela!, en la que se reflexiona sobre aspectos del propio teatro.