La Novela Española desde 1939 hasta la Actualidad
1939-1970
La Guerra Civil marca un punto de inflexión en la novela española. El conflicto bélico impulsa una literatura comprometida con la realidad social, dejando atrás las vanguardias. Los autores se posicionan ideológicamente: republicanos como Sender y Arconada, o nacionales como Foxá y García Serrano. La posguerra trae consigo el exilio para muchos escritores republicanos, quienes abordan temas como el desarraigo y la nostalgia por España en sus obras. Destacan autores como Sender, Max Aub, Francisco Ayala, Rosa Chacel, Juan Gil-Albert, Arturo Barea y Manuel Andújar.
En la España de los 40, los novelistas se enfrentan a un panorama desolador: la tradición se ve interrumpida, el acceso a las corrientes europeas es limitado y apenas hay modelos a seguir, salvo Pío Baroja. En este contexto, surge una novela triunfalista que exalta o justifica el régimen, con autores como Gironella y S. Juan Arbó. Sin embargo, en 1941, Cela publica La familia de Pascual Duarte, abriendo un nuevo camino para la novela española: la narrativa existencial. Esta corriente, a la que se adscriben autores como Carmen Laforet (Nada), Delibes (La sombra del ciprés es alargada), Torrente Ballester y Zunzunegui, explora la problemática personal de los personajes con los conflictos sociales y políticos como trasfondo, sorteando así la censura.
Otras tendencias de la época son la novela fantástica y humorística, representada por Wenceslao Fernández Flórez (El bosque animado), y el realismo clásico, con autores como Ignacio Agustí (Mariona Rebull).
En los años 50, influenciados por los cambios sociopolíticos, el realismo europeo y estadounidense, y un alejamiento del trauma de la Guerra Civil, surge una nueva generación de novelistas que abordan abiertamente los conflictos sociales. Esta corriente, iniciada por Cela con La colmena (1952), se caracteriza por un estilo coloquial y accesible. Se distinguen dos etapas:
- Enfoque personal cercano a la novela existencial: Ana María Matute, Ignacio Aldecoa, Jesús Fernández Santos, Rafael Sánchez Ferlosio.
- Carácter más social y político: López Pacheco, López Salinas, Ferres, Grosso, García Hortelano. Destaca El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio, novela que transcurre en un solo día y utiliza técnicas objetivistas con predominio del diálogo.
En los años 60, el realismo social se agota y los novelistas se abren a las innovaciones de la narrativa europea, como Joyce y Proust. La novela se vuelve más experimental, el lenguaje se hace más literario y se exploran nuevas formas de narrar. Tiempo de silencio de Luis Martín Santos es una obra clave de esta época, junto con La ciudad y los perros de Vargas Llosa. Otros títulos importantes son Señas de identidad de Juan Goytisolo, Cinco horas con Mario de Miguel Delibes y Volverás a Región de Juan Benet.
Novela 1970-hoy
La muerte de Franco trae consigo una transformación en la vida cultural y literaria española. La censura desaparece, los autores exiliados regresan y se produce una apertura a la literatura extranjera. La literatura española de las últimas décadas se caracteriza por su variedad temática y estética, la diversidad de tendencias y la proliferación de autores.
Hacia 1975, surge una nueva generación de novelistas que reaccionan contra la complejidad experimental y retornan a una concepción realista de la novela, un”realismo renovad”. La verdad sobre el caso Savolta (1975) de Eduardo Mendoza, obra clave de esta corriente, reivindica el placer de narrar con historias de intriga, aventura y amoríos, elementos propios de la novela folletinesca. Se recupera la importancia de la trama y el argumento, con una narrativa lineal y clásica. Algunos títulos relevantes son: Los delitos insignificantes (1986) de Álvaro Pombo, Luna de lobos (1985) de Julio Llamazares, La ciudad de los prodigios (1986) de Eduardo Mendoza o Bélver Yin (1986) de Jesús Ferrero.
En la actualidad, se observa una gran libertad creativa y diversidad de tendencias:
- Metanovela: El narrador reflexiona sobre la propia novela, convirtiéndola en tema del relato. Ejemplos: La orilla oscura de José María Merino, Juegos de la edad tardía de Luis Landero o El vano ayer de Isaac Rosa.
- Novela histórica: Ficción con gran precisión histórica que requiere una profunda documentación. Destacan autores como Pérez-Reverte (El capitán Alatriste) o Matilde Asensi (Iacobus). Una vertiente se centra en la Guerra Civil y la España posterior, con obras como Los girasoles ciegos de Alberto Méndez o Crónica de un instante de Javier Cercas.
- Novela de intriga y policíaca: Influenciada por la novela negra europea y norteamericana, con autores como Andreu Martín y Juan Madrid. Algunos autores la utilizan para otros fines, como Manuel Vázquez Montalbán en su serie Carvalho, que funciona como crónica sociopolítica de la Transición.
- Novela neorrealista o de la generación X: Popular en los años 90, se centra en la vida de los jóvenes, sus experiencias en las grandes ciudades, el consumo de drogas, el sexo, el alcohol y la música rock. Obras representativas: Historias del Kronen (1994) de José Ángel Mañas y Héroes de Ray Loriga.
- Novela lírica: Prioriza la calidad técnica y la búsqueda de la perfección formal. Ejemplos: La lluvia amarilla de Julio Llamazares, La fuente de la edad de Luis Mateo Díez o El lápiz del carpintero de Manuel Rivas.
- Novela culturalista: Analiza y explica la cultura occidental desde una perspectiva erudita. Destaca Juan Manuel de Prada con Las máscaras del héroe o La tempestad.
- Novela de pensamiento: Difumina las fronteras entre novela y ensayo, dando espacio a las reflexiones del autor. Ejemplos: Sefarad de Antonio Muñoz Molina, Negra espalda del tiempo de Javier Marías y los diarios de Andrés Trapiello, Salón de pasos perdidos.
Poesía 1970-hoy
En los años 70, tras la revolución cultural del “mayo del 68”, surge el grupo de los Novísimos (Pere Gimferrer, Félix de Azúa, Vicente Molina Foix), que renuevan la poesía española incorporando elementos de la cultura pop: cine, música, cómics, jazz. Destacan los poetas culturalistas, influenciados por Kavafis y la estética decadente de Venecia. Los Novísimos, también conocidos como la Generación del 68, se caracterizan por su lenguaje esteticista y refinado.
A partir de los años 70, la poesía española se diversifica en múltiples tendencias:
- Poesía experimental: Recupera técnicas vanguardistas como el collage y los poemas visuales. José Miguel Ullán es un exponente de esta corriente.
- Culturalismo: Influenciada por el clasicismo grecolatino y la Edad Media. Destacan Antonio Colinas y Julio Martínez.
- Surrealismo: Resurge en los años 80 con autoras como Blanca Andréu y Ana Rossetti, con un fuerte componente erótico.
- Poesía metalingüística: También llamada poesía del silencio o minimalista, se centra en la indagación del lenguaje. Es una poesía depurada, exenta de adornos superfluos. Autores destacados: Jenaro Taléns, Jaime Siles, Justo Navarro.
- Poesía de la conciencia: Poesía como acción social y política, representada por Jorge Riechmann.
- “Realismo sucio”: Influenciado por el “dirty realism” norteamericano, se centra en la crudeza de la realidad. Pablo García Casado es un exponente de esta tendencia.