La Novela Posterior a la Guerra Civil
Los años 40 y 50
Los años 1939-1942 fueron un período de convalecencia en el ámbito literario. Pronto emergió una literatura de enfoque existencial. El reflejo amargo de la vida cotidiana se convirtió en una nota característica de la novela de los años 40. Los temas recurrentes fueron la soledad, la frustración y la muerte, con abundancia de personajes marginales y desorientados.
Entre 1951 y 1962, la narrativa comenzó a abandonar lo existencial para centrarse en el aspecto social. Surgieron nuevos autores como Ignacio Aldecoa, Rafael Sánchez Ferlosio y Ana María Matute, quienes compartían rasgos como la solidaridad con los humildes. Se prefería el personaje que hacía partícipes a los lectores de sus problemas. La objetividad y el diálogo fueron técnicas comunes entre estos autores.
Camilo José Cela
Camilo José Cela cultivó la poesía, la novela, los ensayos y los artículos. Su primera novela, La familia de Pascual Duarte, fue un gran acontecimiento en la novelística de la posguerra. El pesimismo existencial del autor es evidente en esta obra. Posteriormente, publicó otras obras como La colmena, precursora del llamado “realismo social”. Esta novela presenta a 160 personajes, en su mayoría gente mediocre y de baja talla moral, cuyas vidas están interconectadas como si de una colmena se tratase. El tema central es la incertidumbre de los destinos humanos. El estilo de La colmena está cuidadosamente trabajado, al igual que el diálogo.
Miguel Delibes
Miguel Delibes ocupa uno de los primeros puestos de la novela contemporánea. Tras su revelación con La sombra del ciprés es alargada (1947), abordó con realismo el mundo rural en obras como El camino, Diario de un cazador y Las ratas. Las costumbres y la mentalidad de la burguesía fueron objeto de análisis en obras como Cinco horas con Mario. Luego vinieron otras como Parábola del náufrago. Su novela El hereje es un retrato de la sociedad española en tiempos de la Inquisición. Delibes destaca por sus dotes como narrador y su dominio del idioma.
La novela de los años 60
A partir de 1960, se observó un cansancio del realismo que imperaba en la novela, lo que llevó a una renovación formal. Las principales novedades de la novela de los 60 fueron:
- Se dio entrada a lo imaginativo.
- Se buscaron distintos puntos de vista.
- Con frecuencia desaparecieron los capítulos.
- Se introdujo el desorden cronológico.
- El protagonista fue presentado en conflicto consigo mismo y su entorno.
- Disminuyó el papel del diálogo.
- Se renovó el lenguaje.
Entre los autores de este período destacan Luis Martín Santos con Tiempo de silencio, Juan Marsé con Últimas tardes con Teresa y Juan Benet con Volverás a Región.
La Narrativa desde los años 70 hasta la actualidad
En 1975, se inició una nueva etapa en la narrativa. Las nuevas condiciones sociopolíticas y culturales se reflejaron en la producción literaria. Se distinguen las siguientes tendencias dominantes:
- Novela experimentalista y discursiva, caracterizada por su complejidad.
- Metanovela, que trata sobre la creación literaria.
- Novela histórica, con autores destacados como Juan Benet y Javier Cercas.
- Novela erótica, con Esther Tusquets como figura relevante.
- Novela de acción, con Eduardo Mendoza como exponente.
- Novela crónica, con Francisco Umbral como representante.
En 1975, se produjo un resurgimiento del realismo con una estética renovada. Esta novela realista se manifestó con diversas orientaciones:
- Novela del realismo crítico y social.
- Novela de la memoria.
- Novela psicológica.
- Novela alegórica.
- Novela expresionista.
El Teatro Español de los Años 40 y 50
En la producción de los autores españoles de posguerra, predominó un tipo de alta comedia en la línea del teatro de Benavente. Aquí se sitúan nombres como los de Pemán, Luca de Tena y Edgar Neville. Este teatro se caracterizó por su ambiente burgués, con un diálogo cuidado y elegante. Dentro del teatro cómico, destacan Jardiel Poncela y Miguel Mihura. Dos fechas resultan especialmente significativas: 1949, con el estreno de Historia de una escalera de Buero Vallejo, y 1953, con la presentación de Escuadra hacia la muerte de Alfonso Sastre.
A partir de 1955, se observaron una serie de novedades en el teatro. La vigilancia de la censura se relajó y toleró algunos enfoques críticos. Todo ello coincidió con la aparición del realismo social en la creación literaria. Autores que siguieron este camino fueron Buero y Sastre, junto con otros como Carlos Muñiz, Lauro Olmo y Martín Recuerda. Las obras abordaron temas como la esclavitud del trabajador y la situación de los obreros.
Antonio Buero Vallejo
Antonio Buero Vallejo fue, ante todo, un trágico, pero para él la tragedia tenía una doble función: inquietar y curar. Inquietar, planteando problemas sin ofrecer soluciones, y curar, invitando a una superación personal y colectiva, a una lucha contra las fuerzas negativas que amenazan al hombre. Su temática giró en torno a la búsqueda de la felicidad, la verdad y la libertad, obstaculizadas por el mundo en que el hombre vive. Su producción se divide en dos etapas:
Primera etapa (hasta 1955): Se localizan sus dos primeras obras, Historia de una escalera y En la ardiente oscuridad. La primera es un drama sobre la frustración, vista a través de tres generaciones de familias modestas con sus resignaciones, sueños y fracasos. La segunda obra presenta personajes ciegos que encarnan la rebeldía o la resignación ante su dolorosa condición.
Segunda etapa: Los problemas aparecen acompañados de condicionamientos sociales más precisos. Es el caso de Hoy es fiesta y Las cartas boca abajo. Luego, Buero escribió obras como Un soñador para un pueblo, El concierto de San Ovidio, El sueño de la razón y El tragaluz. Sus últimas obras fueron Llegada de los dioses, La fundación y La doble historia del doctor Valmy. En conclusión, la obra de Buero Vallejo resume los pasos que ha seguido el teatro español más digno y es ejemplo de rigor y fidelidad a las exigencias de su creación.