La Narrativa Española e Hispanoamericana de la Postguerra (1939-1975)

Postguerra en España (1939-1975)

Años de convalecencia donde quedan prohibidas las novelas de preguerra y las de exilio. No pueden servir de modelo la novela deshumanizada de los años 20-30. La generación del 36 busca modelo en Pío Baroja y surgen autores afines al régimen.

1. Novela del Exilio

Continúan escribiendo fuera del país su obra inacabada en los años precedentes de la Guerra Civil. Autores:

  • Max Aub: novelas como La contienda bélica, El laberinto mágico; Campo abierto, Campo cerrado, Campo de sangre, Campo de moro (guerra desde sus orígenes hasta el exilio).
  • Francisco Ayala: cuentos La cabeza del cordero, Muertes de perro y memorias (género prodigado en estos años entre escritores exiliados).
  • Rosa Chacel: novela ensayística Memorias de Leticia Valle, trilogía autobiográfica Barrio Maravillas.
  • Ramón J. Sender: Réquiem, autobiografía ”Crónica del alba”.

2. Novela Existencial (años 40)

Narrador omnisciente, protagonista individual, tema: la incertidumbre de los destinos humanos. Primeras obras: La familia de Pascual Duarte (1942) y Nada (1945) de Carmen Laforet. Autores: Cela, Delibes y Laforet.

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Camilo José Cela

Con La familia de Pascual Duarte inicia el tremendismo: concepto negativo del hombre y el mundo, tono cruel y amargo, paisajes de ternura poética, distorsión de la realidad (lo acerca al esperpento). La colmena (1951) editada en Buenos Aires por la censura, 6 capítulos en 213 secuencias, título sugerido por las celdillas de la estructura de la obra, unidad de la repetición de escenarios y personajes, estructura compleja, novela abierta (ni principio ni final). Cela se incorpora a la renovación de la novela estructural con Tiempo de silencio de Luis Martín Santos. Obras: San Camilo, 1936 (monólogo de la Guerra Civil), Oficio de tinieblas, 5 (narrativo, contenido diverso), Mazurca para dos muertos (destaca por su lenguaje), Cristo versus Arizona (1988, reflexión sobre la violencia y el sexo).

Miguel Delibes

1º Narrativa existencial, luego experimental (años 60). Obras: La sombra del ciprés es alargada, El camino, Las ratas. Suceden en Castilla, representación del atraso social y cultural con tono ético.

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4. Novela Social (años 50)

Inquietudes sociales. En 1951, con la publicación de La Colmena, La noria o El camino, surge este nuevo estilo. Narrador objetivo en 3ª persona, protagonista colectivo, tema: crítica social por compasión por los humildes o denuncia de las clases privilegiadas, ilustran el ámbito social de la burguesía, las labores del campo… Tendencias: objetivismo y realismo crítico, temas: el mundo del trabajo. Obras: La mina (Salinas), El fulgor y la sangre (Ignacio Aldecoa), Central eléctrica (López Pácheco). Novelas de tema urbano: Nuevas amistades y Tormenta de verano de Hortelano. Entre visillos (Carmen Martín Gaite), El Jarama (Rafael Sánchez Ferlosio, domingo, grupo de chicos que van a bañarse al Jarama). Técnicas: pobreza técnica, dan prioridad al contenido ante la eficacia y belleza, rechazan el virtuosismo. Estructura lineal, tiempo condensado a unas horas, personaje colectivo, rechazo de la novela psicológica, usa técnicas objetivistas (registrar lo puramente externo), la mirada novelista es una cámara cinematográfica y los diálogos, recogidos por un magnetófono. El novelista no comenta: ”desaparición del autor”.

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5. Novela Estructural (años 60)

En 1962, con Tiempo del silencio de Luis Martín Santos, se inicia este estilo. Influencia de narradores extranjeros que han transformado el género: Joyce, Proust y Kafka, al mismo tiempo que el influjo de la nueva narrativa hispanoamericana. Técnicas: en las formales es en lo que destacan los novelistas, abandonando la narración tradicional. No hay capítulos ni estructura de planteamiento, nudo y desenlace. El narrador es múltiple (en 1ª, 2ª o 3ª persona) y emplean el monólogo interior o fluir de conciencia. Descomponen el tiempo y muestran fragmentariamente la narración con el contrapunto. Mezclan la realidad con la imaginación de los personajes y desaparece el punto de vista realista objetivo. Mezclan registros lingüísticos y dan entrada al lenguaje poético. Temas: los practicados en la novela social o experimental. Autores y obras: Cela (San Camilo), Delibes (Parábola del náufrago y Cinco horas con Mario), Torrente Ballester (La saga/fuga de J.B.).

Otras

  • Novela de imaginación: Álvaro Cunqueiro.
  • Novela metafísica: Carlos Rojas.
  • Novela policial: Francisco García Pavón.
  • Narrativa personal: Torrente Ballester.

Narrativa Hispanoamericana

Después del modernismo, la novela realista (1940-1945), los comienzos de la renovación narrativa (1945-1960) y la consolidación y el espléndido desarrollo de la nueva narrativa a partir de 1960. El realismo narrativo de los primeros decenios de siglo presenta pinceladas naturalistas, compatible con el lenguaje romántico en tono poético. El rasgo común: la presentación de la peculiaridad americana. Temas:

  • Naturaleza en proporciones grandiosas, gran diversidad inexplorada: la cordillera, la pampa, el altiplano, la selva amazónica (Rómulo Gallegos).
  • Los problemas políticos: inestabilidad política, revoluciones, dictadores. Ficción importante, destacan las novelas de la Revolución Mexicana. Los de abajo (1916) de Mariano Azuela. El águila y la serpiente y La sombra del caudillo (1929) de Martín Luis Guzmán.
  • Los problemas sociales: la novela subraya las desigualdades de la pirámide social. La novela realista, sobre todo, es una protesta ante estas desigualdades, denuncia la oprimida condición del indio (aparece la novela indigenista). Dentro de la línea realista: Doña Bárbara (Rómulo Gallegos), La vorágine (José Eustasio Rivera).

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La novela indígena

Tendencia en la línea de preocupaciones sociales sumamente reveladora de la búsqueda de lo autóctono, peculiar. Ciro Alegría.

La Superación del Realismo: Realismo Mágico

A partir de 1940, hay un cansancio de la novela realista, los temas se tratan de forma distinta. Renovación temática: interés por el mundo urbano, cada vez más problemas humanos o existenciales. Llega la imaginación, lo fantástico, realismo mágico o real maravilloso (según Alejo Carpentier). Realidad + fantasía de la mano por la presencia de lo mítico, legendario, mágico mediante el tratamiento alegórico o poético de la acción, de los personajes y de los ambientes. Técnica narrativa con mayor cuidado constructivo y estilístico.

1ª Generación renovadora (años 40)

  • Miguel Ángel Asturias (Guatemala, 1899-1974): 1º poeta, luego narrador con Leyendas de Guatemala (1930), gusto por lo mágico y legendario. El señor presidente (1946).
  • Alejo Carpentier (Cuba, 1904-1980): maestro de la prosa castellana, riqueza y perfección de estilo, avanza por las vías de la renovación novelística, complejidad y seducción de estructuras narrativas. Los pasos perdidos (1953), El siglo de las luces (1962).
  • Jorge Luis Borges: obra breve: Ficciones (1944), El Aleph (1949), compone cuentos fantásticos combinados con metafísica + relato policial + fábula, concibe el mundo como una elucubración, inaugura la literatura fantástica (“somos un sueño”). “El inmortal”, “Las ruinas circulares”.
  • Juan Rulfo: renueva el mito con Pedro Páramo (1955), novela compleja, popular y directa.

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2. Nueva novela hispanoamericana: “El Boom”

En 1962, con La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa, y en 1967 con Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, se inicia el llamado “Boom” de la novela latinoamericana. Otras obras importantes de este periodo son: Sobre héroes y tumbas (Ernesto Sábato), El astillo (Juan Carlos Onetti), El siglo de las luces (Alejo Carpentier), etc. Continúan las innovaciones: novela urbana, ambiente rural, fantástico y real de la mano (realismo mágico). En el terreno de las formas, la estructura del relato es objeto de una profunda experimentación: ruptura de la línea argumental, cambios de punto de vista, combinación de personas narrativas.

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  • Ernesto Sábato (argentino, 1911): sus obras incluyen elementos propios del ensayo integrados en el relato. El túnel (1948), Sobre héroes y tumbas (1961).
  • Julio Cortázar (argentino, 1914-1984): cultivador del cuento fantástico, arrancaba de Borges con Bestiario (1951), donde lo fantástico surge dentro de la vida cotidiana, complejidad estilística, singular composición con varios modos de recrear la novela.
  • Carlos Fuentes (mexicano, 1928): gran formación intelectual, virtuoso con variadas técnicas. La región más transparente (1958).
  • Gabriel García Márquez (colombiano, 1928): con Cien años de soledad (1967) alcanza la fama mundial. Tiene el don de contar, de 1955 a 1962 publica novelas cortas y cuentos. Relatos que giraban en torno al imaginario pueblo de Macondo que acabó tomando cuerpo en Cien años de soledad. A la manera de los cuentos tradicionales, los episodios de la novela cuentan la historia de una familia y el mundo que la rodea. Grandiosa síntesis de los elementos de la narrativa americana: fuerzas sobrenaturales, lo trágico, fuerza vital con el lirismo… En 1981 publica Crónica de una muerte anunciada y en 1985, El amor en los tiempos del cólera.

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Mario Vargas Llosa (peruano, 1936): alcanza gran reconocimiento con La ciudad y los perros (1962), donde el autor compendia toda la corrupción y violencia del mundo actual. Complejidad técnica, intensa impresión de la realidad: realidades brutales y experimentación formal. La casa verde (1966) con juegos de perspectivismo, laberinto temporal, etc., a la par que la lengua se hace más densa y rica. Conversación en La Catedral (1969).

La narrativa posterior al Boom

Mario Benedetti, Salvador Garmendia, Jorge Edwards, Juan José Saer y Roberto Bolaño.