La Narrativa Española del Siglo XX: Desde la Posguerra Hasta la Actualidad

Introducción

La novela española de posguerra se enfrentó a la pérdida de numerosas referencias literarias debido a la muerte de escritores como Unamuno y Valle-Inclán, y al exilio de otros como Sender, Max Aub y Francisco Ayala. La férrea censura y la prohibición de grandes novelistas extranjeros como Kafka, Joyce y Faulkner contribuyeron al aislamiento político y social del país.

Orientaciones Narrativas del Siglo XX

Los narradores de la posguerra española rompieron con la continuidad de la línea innovadora de las décadas anteriores, retomando modelos narrativos realistas como los de Galdós y Baroja. La novela de posguerra se caracterizó por su compromiso con la realidad, a pesar de la censura de la década de 1950, y mantuvo un contenido social crítico con el régimen imperante. En los años 60, surgió el experimentalismo en la novela, donde cobró mayor importancia el cómo se narra que el contenido. Finalmente, los años 70 se caracterizaron por la variedad de modelos y la multiplicidad de temas.

Narrativa en los Años 40: Novela de Evasión y Existencial

En la década de 1940, la novela española se enfrentó a las consecuencias de la Guerra Civil, que alteraron la vida cultural del país, dejándola bastante empobrecida. El reflejo amargo de la vida cotidiana se convirtió en una nota frecuente en la novela de posguerra, abordando temas como el soldado, la inadaptación, la frustración y la muerte. Diversas tendencias marcaron este periodo:

  • Novela nacionalista: Con una visión ideológica cercana al régimen franquista, reivindicaba ciertos valores y exaltaba el militarismo, la familia como soporte de la sociedad y la religión. Presentaba una visión maniquea de vencedores y vencidos. Algunos ejemplos son La fiel infantería (1943) de Rafael García Serrano y El bosque animado (1944) de Wenceslao Fernández Flórez.
  • Novela fantástica y humorística: Buscaban evadir la realidad terrible a través de mundos imaginarios. Un ejemplo es El barco de la muerte (1945) de Juan Antonio de Zunzunegui.
  • Realismo tradicional: Obras como La familia de Pascual Duarte (1942) de Cela, Nada (1945) de Carmen Laforet y La sombra del ciprés es alargada (1948) de Miguel Delibes, marcaron una nueva dirección dentro del realismo.

Novela en la Década de 1950

En la España de los años 50, se inició una apertura al exterior y la censura se flexibilizó, permitiendo la publicación de autores como Pavese, Hemingway, Faulkner o Camus. Las editoriales jugaron un papel importante en la propagación de las novelas españolas y en la traducción de grandes obras extranjeras. La corriente dominante fue la novela social, que se desarrolló entre La Colmena (1951) y Tiempo de silencio (1962). Los autores buscaban reflejar la situación social de la época, marcada por la pobreza, la alienación de los trabajadores y la frivolidad de las clases altas.

1954: El Año de la Novela Social

El año 1954 marcó el inicio de la novela social, con autores como Ignacio Aldecoa, Jesús Fernández Santos, Rafael Sánchez Ferlosio, Juan García Hortelano, Carmen Martín Gaite y Ana María Matute, conocidos como la Generación de 1950. Influenciados por el neorrealismo italiano y la narrativa norteamericana, adoptaron dos actitudes estéticas principales:

  • Objetivismo: Retrataban los hechos sin aparente intervención del autor.
  • Realismo crítico: Denunciaban las injusticias sociales.

La temática giraba en torno a asuntos sociales y colectivos, con protagonistas humildes que padecían las injusticias del sistema. En ocasiones, los niños ofrecían una mirada inocente sobre un mundo sórdido. La estructura narrativa se caracterizaba por un relato sencillo, linealidad temporal, descripción concisa, personajes colectivos y un papel predominante del diálogo. Algunas obras destacadas son Los Bravos (1954) de Jesús Fernández Santos, El fulgor y la sangre (1954) de Ignacio Aldecoa, La Colmena (1951) y El Jarama (1956) de Rafael Sánchez Ferlosio.

Camilo José Cela

Con La Colmena, Cela se situó a la vanguardia de la renovación formal de la novela española. Prohibida en varias ocasiones por la censura, su primera edición se publicó en Argentina. La novela presenta a más de 300 personajes y retrata la amarga existencia en el Madrid de la inmediata posguerra a lo largo de tres días de 1942. Sin un hilo argumental definido, ofrece una imagen panorámica de la vida cotidiana madrileña.

Cela y el Tremendismo

Con La familia de Pascual Duarte, Cela inauguró el Tremendismo, una corriente que seleccionaba los aspectos más duros y sórdidos de la realidad. Retomando la tradición del realismo decimonónico y la picaresca, la novela, escrita desde la cárcel como una confesión de un condenado a muerte, busca explicar los crímenes del protagonista como consecuencia de sus circunstancias vitales.

Carmen Laforet

Carmen Laforet ganó el Premio Nadal en 1945 con su novela Nada. Mientras que Pascual Duarte presentaba una realidad dura y violenta, Nada mostraba el ambiente real y problemático de la posguerra española, concretamente en la ciudad de Barcelona. La obra, narrada desde la perspectiva de la protagonista, relata sus vivencias en la Barcelona de posguerra durante un año que pasa con su abuela y sus tías.

Novela en los Años 60: Novela Experimental

A principios de la década de 1960, surgieron signos de agotamiento del realismo. Tres obras marcaron nuevos rumbos en la novela española: Tiempo de silencio (1962) de Luis Martín-Santos, Señas de identidad (1966) de Juan Goytisolo y Cinco horas con Mario (1966) de Miguel Delibes. Estas novelas se caracterizaron por:

  • Pérdida de importancia de la historia.
  • Uso del narrador en segunda persona y perspectivismo.
  • Ruptura de la linealidad temporal.
  • Empleo del monólogo interior.
  • Riqueza lingüística y atención a la elaboración del lenguaje.
  • Importancia de la visualidad (tipografía, organización de la página).

Narrativa a partir de 1970

A partir de 1970, la novela española se caracterizó por la coexistencia de diferentes tendencias y estilos. Algunos rasgos comunes fueron la vuelta al interés por la historia, la variedad temática (realismo, compromiso ético, reconstrucción histórica, fantasía, etc.) y la aparición de nuevas voces tras la muerte de Franco y la llegada de la democracia en 1975. Algunos ejemplos de esta época son:

  • Metanovela: El narrador reflexiona sobre aspectos teóricos de la novela, como en Juegos de la edad tardía de Luis Landero.
  • Novela histórica: Obras que sitúan la acción en marcos temporales pasados, con un enfoque realista, paródico o de recreación del pasado. Algunos ejemplos son El capitán Alatriste de Arturo Pérez-Reverte y Los girasoles ciegos de Alberto Méndez.
  • Novela policíaca: Influenciada por la novela negra americana, con autores como Manuel Vázquez Montalbán (Pepe Carvalho) y Antonio Muñoz Molina (El invierno en Lisboa).
  • Novela lírica: Narraciones intimistas que se centran en el proceso de formación del individuo, como La lluvia amarilla de Julio Llamazares.
  • Novela neorrealista: Ambientadas en espacios conocidos, como la ciudad provinciana o la gran urbe. Algunos ejemplos son Diario de un jubilado de Miguel Delibes e Historias del Kronen de José Ángel Mañas.

Trayectoria Novelística de Miguel Delibes

Miguel Delibes (Valladolid, 1920 – 2010) fue un destacado escritor español cuya obra refleja las tendencias de la narrativa española desde la posguerra hasta la actualidad. Algunas de sus obras más importantes son:

  • La sombra del ciprés es alargada (1948): Premio Nadal, novela existencial que aborda temas como la insatisfacción y la muerte en la inmediata posguerra.
  • El camino (1950): Novela social que refleja la vida rural en la España de la época.
  • Las ratas (1962): Combina el realismo crudo con un tono poético para denunciar la situación del campo castellano.
  • Diario de un cazador (1955), Diario de un emigrante (1958) y El libro de la caza menor (1954): Obras que reflejan su pasión por la caza y su conocimiento del mundo rural.

Delibes fue un autor comprometido con su tiempo y con la realidad social de España. Su obra, caracterizada por un estilo elegante, fluido y preciso, ofrece una visión crítica y a la vez humana de la sociedad española del siglo XX.