El Antiguo Régimen: Monarquía y Sociedad
Las actividades artesanales estaban determinadas por la demanda del consumo local. Los tejedores, zapateros y carpinteros dieron vida a la actividad económica. Estaban controlados por los gremios. El comercio estuvo determinado por las deficiencias de los caminos y por la escasez de puentes. El traslado de las mercancías era largo y costoso, además de peligroso. Los transportes marítimos eran más baratos, pero también más complicados.
El Antiguo Régimen se caracterizó por el creciente poder de la monarquía, que pasó de ser autoritaria a absoluta. Los poderes del Estado se concentraron en las manos del rey.
La Monarquía Hispánica: Los Austrias
La Monarquía Hispánica, constituida por Carlos I, era un conjunto de territorios heterogéneos con características muy diferentes. La figura del rey era una pieza fundamental, ya que marcaba la política y dirigía el ejército. Los señoríos ejercían el poder en nombre del rey en los siglos XVI-XVII.
El gobierno de la monarquía. Felipe II designó a Madrid como su capital. Durante la época de los Austrias, los consejos se convirtieron en piezas fundamentales del gobierno. Había instituciones que se gobernaban por consejos específicos, como la Inquisición, a la que se daba el nombre de la Suprema. Los consejos tenían un presidente y varios consejeros.
Las Cortes eran órganos de gobierno particulares de cada uno de los reinos. En ellas estaban representados los distintos estamentos sociales.
En la administración de justicia, la justicia se administraba en nombre del rey. En la cúspide del sistema de justicia estaban las llamadas Chancillerías, y en un escalón inferior estaban las Audiencias, que impartían justicia en territorios pequeños.
En la administración local, los municipios eran gobernados por los llamados cabildos municipales.
La Llegada de los Borbones
La llegada de los Borbones. Con la llegada del siglo XVIII, se produjo en la Monarquía Hispánica un cambio de dinastía. Los Borbones sustituyeron a los Austrias como consecuencia del testamento de Carlos II. El cambio solo fue posible después de un largo conflicto militar, conocido con el nombre de Guerra de Sucesión Española.
La Guerra de Sucesión y los Decretos de Nueva Planta
La Guerra de Sucesión y los Decretos de Nueva Planta. El testamento de Carlos II nombró al duque de Anjou como sucesor, con el nombre de Felipe V. La actitud arrogante de Luis XIV desencadenó el rechazo de las principales potencias europeas. No veían con buenos ojos la posibilidad de que los Borbones gobernaran a ambos lados de los Pirineos. Firmaron un pacto, la Gran Alianza de La Haya, y dio comienzo a la llamada Guerra de Sucesión Española (1702-1714).
La guerra fue un conflicto dinástico entre Austrias y Borbones. Fue también un conflicto internacional. Fue una guerra en la que se enfrentó la Corona de Castilla, que dio su apoyo a Felipe V, contra la de Aragón, que se decantó por Carlos III. Las victorias borbónicas de Almansa, Brihuega y Villaviciosa le permitieron mantener el trono. Las paces de Utrecht y Rastatt pusieron fin a la lucha. Felipe fue aceptado como rey de España.
En 1704, los ingleses se apoderaron de Gibraltar. En 1707, Felipe promulgó los Decretos de Nueva Planta tras la batalla de Almansa.
Un Nuevo Modelo de Estado
Un nuevo modelo de estado basado en la centralización del poder político. Se prescindió de los virreyes, cuyas funciones fueron asumidas por los capitanes generales. Desaparecieron las Cortes como órgano legislativo. También desaparecieron los consejos. Surgirá la figura del ministro. Serán ministros de relieve Patiño, Campillo con Felipe V, Ensenada con Fernando VI, y Aranda o Floridablanca con Carlos III.
Una de las principales innovaciones en el teatro administrativo fue la aparición de los intendentes.
El Siglo XVIII: Recuperación y Reformas
El siglo XVIII fue un siglo de recuperación demográfica y económica. La población, que había quedado en 7.000.000, alcanzaría los 10.500.000 a finales del siglo. La economía continuó dominada por las actividades del mundo rural. Los grandes beneficiados fueron los agricultores. Las actividades artesanales se vieron impulsadas. La burguesía de los negocios escaló posiciones sociales frente a una nobleza decadente. Políticamente, fue la época del llamado despotismo ilustrado.
El Reformismo Ilustrado
El reformismo ilustrado se da en la segunda mitad del siglo XVIII, al menos hasta que en 1789 produce en Francia el estallido que dio lugar a la Revolución. Se impulsaron proyectos como la Enciclopedia. La Iglesia había marcado parte importante de los países del conocimiento. Esta situación provocó un fuerte enfrentamiento entre los llamados filósofos y la autoridad eclesiástica.
En la política, se puso de moda el despotismo ilustrado, cuyo principio básico quedaba resumido en la frase”todo para el pueblo, pero sin el puebl”.
Los Reinados de Felipe V y Fernando VI
El reinado de Felipe V (1700-1746) buscó la alianza de los Borbones de París para luchar contra Inglaterra y destaca la participación en las guerras de sucesión de Austria y Polonia.
El reinado de Fernando VI (1746-1756) abandonó la política belicista de su padre e impulsó un programa de reformas interiores.
Carlos III y la Ilustración en España
Carlos III y la Ilustración en España. Era hijo de Felipe V y fue un máximo representante del reformismo ilustrado de España. Abandonó la política pacifista del reinado anterior y volvió a la alianza con sus parientes de Francia. Durante su reinado, se intentó sin éxito reconquistar Gibraltar.
Los grandes proyectos del reformismo borbónico tuvieron lugar en Andalucía: la colonización de Sierra Morena y el elevado número de sociedades económicas de Amigos del País.