1. Los Años 70: Los Novísimos
En efecto, a partir de 1965, empieza a publicar una nueva promoción de escritores para los que la poesía es una forma específica de tratar el lenguaje, una nueva sensibilidad poética que toma como punto de partida el rechazo de toda la poesía de posguerra a excepción del grupo Cántico y del Postismo.
Renace la admiración por Aleixandre, Lorca, Jorge Guillén; el interés por el Modernismo; la afinidad espiritual con el Surrealismo, de cuyas fuentes beben.
La primera manifestación en grupo de esta nueva actitud poética se plasmará en la antología de Castellet: Nueve novísimos poetas españoles (1970).
Características de la poesía de los Novísimos:
- Formación no sustentada únicamente en los conocimientos del humanismo literario, sino también en el creciente influjo de los mass-media. En este sentido destacamos las alusiones al mundo del cómic, de la televisión o el cine.
- Rechazo de la tradición inmediata española, descubrimiento de autores malditos magisterio de los surrealistas franceses.
- Son escépticos en las posibilidades de la poesía para cambiar el mundo.
Otras tendencias dentro de la poesía de los 70:
- Neomodernismo: iniciado en los poemas de Gimferrer y Guillermo Carnero. Importancia del Decadentismo, simbolizado en Venecia.
- Culturalismo: Poesía inspirada en variadas manifestaciones culturales. Así la obra más característica de Antonio Colinas (1946): Sepulcro en Tarquinia (1975) canto a algunos lugares italianos cargados de arte e historia. Sobresale la musicalidad de sus versos (11°, 14°), la fina ornamentación y las resonancias misteriosas y simbólicas.
- La línea clasicista en poetas de sólida formación grecolatina, como Luis Alberto Cuenca, Jaime Siles… se combina, en algún caso, como en Luis Antonio de Villena con la influencia de Cavafis.
- Barroquismo: hunde sus raíces en el siglo XVIII. Presidido por Antonio Carvajal, quien entronca con la poesía granadina del XVII por el refinamiento de su estilo y su virtuosismo constructivo: Extravagante jerarquía, es una antología de 1983.
2. Nuevas Tendencias Después de 1980
Poesía de la experiencia
Es la tendencia más característica de los últimos años. Se observa, en sus cultivadores, un mayor interés por la expresión de la intimidad y por las formas tradicionales.
La poesía de la experiencia está muy influenciada por la poesía de la generación del 50. La inspiración nace en la existencia cotidiana, el mundo de la infancia. El lenguaje se presenta apegado a la realidad, el culto a la forma no desemboca en el preciosismo.
Características de la poesía de la experiencia:
- Influencia de Cernuda, ejemplo de la unión entre la poesía y la experiencia íntima del hombre. El poeta hace de su propia vida tema de sus poesías. Por ello, se renuncia al adorno de referencias culturales. Si existen, solo se admiten en tono sarcástico. El lenguaje ha de ser narrativo y comunicativo. Las palabras no pueden ser un obstáculo para la comunicación. Se intenta abolir la distancia entre autor y lector.
- Temática urbana: La ciudad proporciona un registro lingüístico determinado: el lenguaje coloquial. Preferencia por los ambientes nocturnos, en ocasiones sórdidos.
Otras tendencias poéticas desarrolladas en estos últimos años son:
- Poesía minimalista, también llamada poesía del silencio o metalingüística
- Poesía de la conciencia
- Neosurrealismo
- Poesía esteticista
3. La Poesía en los Años 50 (1952)
Poesía social
En 1955 se publican Pido la paz y la palabra de Blas de Otero y Cantos íberos de Gabriel Celaya. En ambas obras los poetas superan la angustia existencial abriéndose a los sufrimientos de los demás. La poesía se convierte en un instrumento para cambiar el mundo, “un arma cargada de futuro” (Gabriel Celaya). Es la llamada poesía social.
Los poetas abandonan sus preocupaciones individuales y convierten su poesía en un medio de denuncia. La solidaridad será una palabra clave, por ellos los poetas se dirigen “a la inmensa mayoría” (Blas de Otero) con un lenguaje claro, directo.
La generación del 50
A mediados del siglo XX irrumpe en el panorama literario un nuevo grupo de poetas que se aparta de la poesía social. No se abandona la preocupación por el hombre, ni el inconformismo ante el mundo, pero domina cierto escepticismo sobre la capacidad de la poesía para transformar la realidad. La poesía de estos autores, (Ángel González, Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente, Claudio Rodríguez), se centra en lo cotidiano (la infancia, el amor, la amistad…) y recupera el intimismo sin renunciar a un lenguaje cuidado, denso y antirretórico.
Postismo y neosurrealismo
Los colaboradores de la revista Postismo (1945) se sienten herederos de la literatura de vanguardia de principios del siglo XX (Futurismo, Cubismo… y sobre todo el Surrealismo). Carlos Edmundo de Ory es el autor más importante de esta corriente. Su obra (construida sobre un lenguaje poco convencional) constituye un puente entre la poesía vanguardista de preguerra y la poesía experimental que se desarrolla en España a partir de 1965. Por problemas con la censura, la revista Postismo solo publicó un número.