La Libertad, la Ética y la Virtud: Una Exploración Filosófica

La Libertad

La libertad es la capacidad de obrar sin impedimentos, de autodeterminación, lo que supone la capacidad de elegir los fines y los medios. Podemos aplicar el término a distintas facetas de la realidad, hablando de diferentes tipos de libertad como: moral, jurídica, de pensamiento, etc.

La Libertad y la Ética

La libertad también está ligada a la ética. La libertad es querer por uno mismo, cuando eres el autor de tu vida, esta también es una causalidad inteligible. Aparte de esto, la libertad supone el conocimiento intelectual del bien. Los animales irracionales son llevados a sus fines mediante una inclinación ciega y determinada, que requiere la existencia de la Inteligencia divina. Los agentes racionales conocen ellos mismos la razón de bien, y por tanto su inclinación no les viene dada simplemente desde fuera. El conocimiento del bien permite el dominio sobre los actos.

El Sentido de la Libertad Humana

La libertad humana tiene su último sentido en la vida moral. Desde un punto de vista meramente psicológico, la libertad es siempre una perfección. Pero absolutamente hablando, la libertad es una perfección si se usa bien; su mal uso es el peor de los males: el mal moral o pecado.

La Bondad y la Maldad

Los actos son buenos si son conformes a la ley moral y malos cuando se oponen a ella. Por lo tanto, al hablar de bondad y maldad entra en juego la moralidad. La bondad o maldad queda determinada por:

  1. El objeto moral que será malo si sus acciones lesionan la ley natural. Nunca se puede hacer un mal para obtener un bien.
  2. La acción: moralmente buena es precedida de una recta intención. Una acción buena para un fin malo, la acción pasa a ser mala.
  3. Las circunstancias: pueden hacer malo a un acto que era bueno pero nunca al revés. Están relacionadas con la ley moral.

Para que una acción sea buena tienen que serlo todos los elementos que la integran.

La Conciencia Moral

La conciencia moral es el juicio del intelecto que a partir de la ley moral dictamina la bondad o la maldad de un acto. Según Freud, la conciencia es la supervivencia inconsciente de la autoridad paterna. La conciencia tiene distintas moralidades:

Según la Relación con la Ley Moral

  1. Conciencia recta o verdadera: que juzga conforme a la ley moral.
  2. Conciencia errónea o incorrecta: juzga en desacuerdo con la ley moral.

Según el Tipo de Asentimiento

  1. Conciencia cierta: la que juzga con firmeza.
  2. Conciencia probable: la que dictamina sólo con probabilidad, admitiendo la posibilidad opuesta.
  3. Conciencia dudosa: propiamente hablando se trata de la suspensión del juicio de la conciencia, la cual no consigue concluir y no se decide por la bondad o maldad de un acto.

Según la Relación al Acto

  1. Conciencia antecedente: la que juzga sobre un acto que se va a hacer, mandándolo, permitiéndolo, aconsejándolo o prohibiéndolo.
  2. Conciencia consecuente: la que aprueba o desaprueba un acto ya realizado, produciendo satisfacción o remordimiento.

La Verdad, el Bien y la Belleza

El alma se alimenta de la verdad, de la belleza y del bien. La verdad en filosofía es la concordancia del pensamiento con lo real. Las verdades absolutas son las que son ciertas para todas las culturas y tiempos y las relativas son verdades ciertas cuando se relacionan con ciertos criterios como una norma o un punto de vista dependiendo de la cultura u época. La verdad es lo que busca la inteligencia.

El bien puede ser objeto de la ética o de la metafísica. En la metafísica, Platón lo identifica con el ser y este es absoluto, Aristóteles, en cambio, rechazará el bien absoluto y concibe el bien como la perfección a la que tienden las cosas. Dentro de la ética, Kant identifica el bien como la buena voluntad. El bien es lo que deseamos, no es bien porque lo deseamos si no que lo deseamos por ser bien, lo perseguimos porque es mejor.

La belleza es lo que busca la sensibilidad. Platón consideraba la belleza como un ideal, como una idea que sirve de modelo al artista para sus creaciones. La verdadera belleza solo tiene lugar en el alma y se accede a ella mediante la filosofía.

La Virtud

La virtud puede definirse como el hábito operativo bueno. Es decir, son un tipo de cualidades estables que perfeccionan las potencias operativas, disponiéndolas a las obras que están de acuerdo con la naturaleza del sujeto y acercándolas más a su obrar propio. Las virtudes no son necesarias para las potencias que están determinadas a un solo acto, como la potencia nutritiva, que no puede hacer otra cosa que asimilar los alimentos. Pero las potencias racionales, así como las sensibles, en cuanto son dominadas por éstas, tienen un amplio margen de indeterminación que necesita ser orientada hacia el bien. Todas las virtudes son cardinales, la base que sostiene la vida moral. Para San Agustín, la virtud es una buena cualidad del alma y no puede ser usada para mal.

Las Cuatro Virtudes Principales

  1. Prudencia
  2. Fortaleza
  3. Moderación
  4. Justicia

Prudencia

La prudencia es la recta medida de lo que se debe obrar. Inclina a la inteligencia a juzgar de acuerdo con la norma moral, acerca de los actos concretos de los apetitos (sensibles y voluntario). Es el comportamiento orientado hacia la felicidad, la virtud de actuar de forma justa, adecuada y con moderación.

Fortaleza

La fortaleza es la virtud que regula todos los actos, pasiones del apetito irascible y tiene como objetivo el bien. Tiene 2 actos: emprender la obra buena y resistir a las dificultades o el esfuerzo prolongado que se requiere para llevarla a término. Es también una fuerza física y moral que permite al individuo ser fuerte, perseverante y vencer el temor que siente en determinadas situaciones.

Moderación

La moderación es el evitar llegar a un punto muerto o a los extremos en busca del equilibrio. Entendida como una virtud, la moderación es equivalente a la mesura y la prudencia, y también de un modo, similar a la humildad.

Justicia

La justicia es la virtud que inclina a dar a cada uno lo suyo. Sus tres partes subjetivas son la justicia conmutativa, legal y distributiva: regulan, respectivamente, las relaciones entre los individuos, entre los ciudadanos y los gobernantes, y entre los gobernantes y los ciudadanos. Es el principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo que corresponde.