La Guerra Colonial y la Crisis de 1898: El Fin del Imperio Español

En 1898, España y Estados Unidos se enfrentaron en una guerra colonial por el control de Cuba. España vio liquidar los vestigios de su antaño imperio colonial. La crisis colonial favoreció la aparición de movimientos que criticaron el sistema de la Restauración. Joaquín Costa hablaba de la necesidad de dejar atrás los mitos de un pasado glorioso.

1. La Independencia de las Colonias Americanas

1.1. Las Causas de la Independencia

Las ideologías liberales, presentes en la época y conocidas en América, se convirtieron en el germen de las ideas independentistas. A esto se unió la independencia de las colonias norteamericanas y la Revolución Francesa, que configuraron un ansia de autonomía que hundiría sus raíces.

Causas sociales: La política colonial de los Borbones, aunque con reformas que mejoraron la gestión, estuvo marcada por la marginación de los criollos. Este grupo social, excluido de ocupar altos cargos oficiales a pesar de su relevancia social y económica, desarrolló un sentimiento de defensa a la patria que se volvió contra la metrópoli.

Causas económicas: Cuba era un importante exportador de azúcar, café y tabaco, pero España mantenía el monopolio de su comercialización. El centralismo y la fiscalidad de los Borbones provocaron malestar en las colonias americanas, que consideraban que sus intereses no eran tenidos en cuenta. El monopolio comercial español suponía la ruina de la burguesía criolla, partidaria de la libertad de comercio, aunque fuera necesaria la independencia política.

Causas internacionales: La independencia de las colonias británicas de Norteamérica, aprovechando la Guerra de la Independencia en España, fue un ejemplo a seguir. La situación internacional, definida por conflictos entre España y Gran Bretaña, fue aprovechada por esta última y por Estados Unidos para ayudar a las colonias hispanoamericanas, deseosos de comercializar libremente con el continente. La oportunidad para llevar adelante los propósitos independentistas la proporcionaron las circunstancias de España en el siglo XIX (pérdida de poderío naval y crisis).

1.2. El Proceso de Independencia (1810-1824)

Se pueden señalar dos momentos:

  1. 1810-1814: Los principales focos independentistas surgieron en México, Venezuela y Argentina. Solo en México la insurrección tuvo carácter sangriento con Miguel Hidalgo. El envío de tropas paralizó las insurrecciones y todos los focos fueron sofocados excepto Argentina.
  2. 1815-1824: Durante el reinado de Fernando VII, se caracterizó por las campañas a gran escala. Destacaron militares que llevaron a cabo ofensivas victoriosas que independizaron a todos los territorios americanos: Chile, Venezuela, Nueva Granada, México, Bolivia, Ecuador y Colombia. Ya solo quedaban territorios pertenecientes al imperio español en América las islas de Cuba y Puerto Rico.

2. La Guerra e Independencia de Cuba y Filipinas

2.1. La Insurrección Cubana

El comienzo de la insurrección cubana y el éxito de esta tuvo como consecuencia el relevo de Sagasta por Cánovas del Castillo.

2.1.1. La Estrategia contra la Guerrilla

Cánovas envió a la isla al general Martínez Campos esperando una pacificación, pero la situación era diferente. En 1896 fue sustituido por Weyler, lo que supuso la transición de un género de guerra convencional a la dureza de la lucha antiguerrillera.

2.1.2. Los Intentos de Reforma Política

La idea de Cánovas era introducir reformas autonómicas para estabilizar la situación política. Sin embargo, no serían bien vistas, por ello, Estados Unidos reconoció la beligerancia cubana en mayo de 1897, de tal modo que ayudaría a los insurgentes. El asesinato de Cánovas supuso un cambio en la política referente a Cuba. Los liberales decidieron que la pacificación había de venir por la acción política y combatiendo a las partidas guerrilleras en zonas controladas por el ejército español. En noviembre, Segismundo Moret concedió amnistía y un régimen de autonomía política a Cuba. Consistió no solo en establecer igualdad entre los habitantes de la península y los antillanos, sino en redactar una especie de constitución paralela para la isla en la que el gobernador desempeñaría un papel semejante al rey. Las reformas llegaban tarde e incrementaron la fuerza de los independentistas y las exigencias de los estadounidenses. En Filipinas se suscribió el Pacto de Biak-na-Bató, que podía concluir con la insurrección.

2.1.3. La Guerra Hispano-Cubana

Estados Unidos era una potencia mundial. Mientras que España mantenía a duras penas sus últimas colonias, Estados Unidos construía su imperio. Cuba era posesión española desde que Cristóbal Colón la descubriese y Diego Velázquez la conquistase. Por su privilegiada naturaleza y situación estratégica para España fue “la perla de las Antillas”. A partir del siglo XIX, con el declive de Haití, se convirtió en la primera productora mundial de azúcar de caña (introducido por Colón).

Esta industria estaba en manos de ricos cubanos hacendados que, temiendo lo de Haití, empujaron a la isla a permanecer fiel a España cuando la América hispana se emancipaba de ella. A mediados del siglo XIX hubo un cambio en la aristocracia criolla debido a la abolición de la esclavitud y a que el monopolio del azúcar se iba acabando. Aprovechando la caída de Isabel II, Manuel de Céspedes inicia la guerra contra España por la independencia de Cuba (Guerra de los Diez Años). Una guerra de desgaste en la que los rebeldes practicaron la táctica de la guerrilla. Concluida esta, el gobierno español pudo concentrar sus esfuerzos en Cuba. La guerra concluyó con la Paz de Zanjón y, tras un nuevo intento frustrado (Guerra Chiquita), los cubanos se convencieron de que la única solución era la independencia de la corona española. El líder de esta idea sería José Martí, poeta, abogado y periodista cubano exiliado a Estados Unidos y fundador del Partido Revolucionario Cubano, cuya tesis era la guerra con España como justa y necesaria. Martí, Gómez, Antonio Maceo y Calixto protagonizarían la segunda guerra de independencia, que comenzó con el Grito de Baire el 24 de febrero de 1895. España no quiso reconocer la República de Cuba, pero se les concedió autonomía, pero ya era demasiado tarde, solo se conformaban con la emancipación. La intervención de Estados Unidos, por intereses económicos, la permitiría.

Los motivos del proyecto expansionista estadounidense son:

  • El interés económico en las minas y plantaciones de azúcar cubanas.
  • El interés geoestratégico. Estados Unidos ocultó su imperialismo bajo razones humanitarias que culminó con la construcción del Canal de Panamá.

El presidente McKinley trató de comprar la isla a España. Al fracasar este intento, Estados Unidos pasó a aplicar la ley del más fuerte. El incidente como excusa para declarar la guerra a España fue la explosión del Maine en la bahía de La Habana en 1898. Las causas se desconocían, pero Estados Unidos culpó al gobierno español. Estos sucesos fueron aprovechados por los periódicos norteamericanos para desatar una agresiva campaña antiespañola y reclamar la guerra. A pesar de todos los intentos para pacificar la situación, de nada sirvió, pues los Estados Unidos querían la guerra. McKinley consiguió permiso para intervenir militarmente en Cuba.

La guerra fue un paseo militar para Estados Unidos, los combates resultaron desiguales, la armada española fue destruida en dos enfrentamientos. La primera batalla, el 1 de mayo, en la bahía de Manila. La segunda, el 3 de julio, en la bahía de Santiago de Cuba, murieron 300 españoles y un enemigo. Nuestros barcos, con casco de madera, se enfrentaron a buques con casco de acero. Así se puso en práctica el objetivo norteamericano: “la parte trasera de la casa”.

2.1.4. La Rendición

El gobierno español envió la flota del almirante Cervera. La flota llegó a Cuba en el mes de mayo y se vio bloqueada en Santiago con el objetivo de aprovisionarse de carbón y salir con rapidez hacia La Habana o Puerto Rico. Pero el aprovisionamiento de carbón se hizo con lentitud por falta de medios. Cuando quiso salir, el puerto estaba bloqueado por la escuadra norteamericana. Cervera consideró perdida la escuadra española, por lo que el dilema era salir fuera del puerto. La presión de la opinión pública y la actitud gubernamental acabó por provocar la salida de la flota y su hundimiento. Al poco tiempo, tropas norteamericanas desembarcaban en Puerto Rico y ocupaban la isla sin oposición. Finalmente, se firmó el Protocolo de Washington hasta la llegada de un acuerdo definitivo.

2.1.5. La Guerra de Filipinas

Las Filipinas se diferenciaban de las Antillas por la escasa presencia española y la baja ocupación efectiva, excepto Manila. España se tuvo que enfrentar a disidencias de base campesina, eclesiástica, nacionalista y de los terratenientes. Mestizos y nativos atacaron la ausencia de reformas, que dio lugar al movimiento emancipador formado por José Rizal y partidarios de reformas, quien fundó la Liga Filipina en 1893. En la guerra contra Estados Unidos, las Filipinas jugaron un papel secundario. La sublevación había comenzado en el archipiélago, organizada por Katipunan (organización nacionalista). La oposición a España en Filipinas fue de carácter anticlerical por el intenso protagonismo que las órdenes religiosas tenían en la colonia. La rebelión se fue extendiendo y la política contemporizadora, representada por el general Blanco, fue sustituida por la política represora de Polavieja. El nuevo Capitán General promovió una negociación con los principales jefes de la insurrección, que aceptaron y culminó en el Pacto de Biak-na-Bató de diciembre de 1897. Fue tras la derrota naval cuando Emilio Aguinaldo volvería a Filipinas y la insurrección se reavivó.

No obstante, fueron tropas norteamericanas las que tomaron Manila tras el Protocolo de Washington. Por el Tratado de París de 10 de diciembre de 1898, España reconocía la independencia de Cuba y cedía a los Estados Unidos: Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam en las Marianas.

2.1.6. El Tratado de París (1898)

Tras la rendición, se inician negociaciones que culminaron con la firma del acuerdo de paz de París entre ambas naciones. España cedió a Estados Unidos la isla de Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam en el Pacífico. Se confirmaba la soberanía española en todos los territorios no mencionados en él: las Marianas, excepto la de Guam, las Carolinas y las Palaos, por ignorancia geográfica. Las Sibutú y Cagayán, en Filipinas, hubo una guerra de guerrillas en contra de los estadounidenses que produjo más bajas que en la guerra contra España, por lo que Estados Unidos se vio obligado a tener un ejército en las islas. Cuba alcanzó una independencia respecto a Estados Unidos, pues quedó bajo su protección.

2.2. Las Consecuencias del Desastre

El Tratado de París fue dictado por exigencias norteamericanas que España tuvo que acatar, donde fueron excluidos los cubanos, puertorriqueños y filipinos.

2.2.1. Consecuencias Internacionales

España tuvo que ceder a Estados Unidos: Puerto Rico, Filipinas y Guam en concepto de indemnización de guerra. Las pocas posesiones que le quedaban terminó vendiéndolas: Palaos y Marianas a Alemania. En noviembre de 1900, un tratado hispano-americano subsanó el error y las islas Sibutú y Cagayán pasaron a Estados Unidos mediante pago. De esto se aprovechó Francia. Mientras las potencias europeas, lanzadas a la carrera colonial, se repartían el mundo, España perdía posesiones.

2.2.2. Consecuencias para Cuba

Estados Unidos la convirtió en su protectorado, ocupándola militarmente. La isla obtenía la independencia política.

2.2.3. Consecuencias para Estados Unidos

En 1898, dueños del Caribe, aplicaron la diplomacia del dólar a toda América Latina y el intervencionismo a escala mundial.

2.2.4. Consecuencias en el Contexto Interno

El desastre del 98 abrió un debate. Los escritores de la Generación del 98 produjeron una literatura de desastre.

Consecuencias:

  • Las pérdidas humanas fueron muy importantes, así como los perjuicios psicológicos.
  • El pueblo español vivió la derrota como un trauma nacional. La incertidumbre llegó a la prensa, que temía por un ataque.
  • Las pérdidas materiales: pérdida de ingresos procedentes de las colonias, mercados y de mercancías que deberían comprarse a precios internacionales.
  • La crisis política fue inevitable, afectando a ambos partidos, sobre todo al liberal. Sagasta tuvo que firmar la derrota, como consecuencia, la pérdida de prestigio y el fin de la primera generación de dirigentes.
  • Fue muy grave el desprestigio militar derivado de la dureza de la derrota.
  • Frente al fracaso, crecerán con fuerza los nacionalismos catalán y vasco (PNV).
  • El desastre colonial influyó en el desarrollo del Regeneracionismo, así como en reflexiones de los autores de la Generación del 98. Destacaron regeneracionistas cuyas ideas se reflejaron con el título de “Oligarquía y caciquismo como la forma actual de gobierno de España”. Presentaban programas basados en una actuación encaminada al bien común. En mayo de 1902, Alfonso XIII era proclamado rey al cumplir la mayoría de edad. Un año más tarde, moría Sagasta. Con la muerte de Sagasta, el inicio del reinado y el desastre, termina el primer periodo del régimen de la Restauración.

En conclusión, se plantearon importantes cambios:

  1. Conocer y mejorar las condiciones de vida del pueblo.
  2. Modernizar la sociedad y la economía.
  3. Reformar el sistema político.
  4. Recuperar el prestigio perdido en el 98.