1. Introducción: La Sublevación Militar
El 17 de julio de 1936, la insurrección militar se inició en Melilla. Los días 18 y 19 de julio, se extendió a la península y los archipiélagos. El gobierno de Casares Quiroga reaccionó tarde y las consecuencias fueron:
- El golpe triunfó en Galicia, Castilla-León, Navarra, Sevilla (con Queipo de Llano), Baleares (excepto Menorca) y Canarias. También triunfó en enclaves aislados como Oviedo y Granada, donde tuvo lugar el asesinato de Federico García Lorca.
- El golpe fracasó en Asturias, Cantabria, una parte del País Vasco, Cataluña, Madrid, Castilla-La Mancha y la zona oriental de Andalucía. Los fracasos más significativos tuvieron lugar en Madrid y Barcelona.
- La sublevación no tuvo apenas respaldo popular y se basó en las fuerzas militares insurrectas.
- El fracaso parcial del golpe llevó a la división del territorio en dos zonas y al inicio de la guerra.
Las dos zonas en conflicto:
- La zona nacional (rebeldes): Contaba con las reservas de cereal y ganado de Castilla y Galicia, las minas de carbón leonesas y un ejército organizado.
- La zona republicana (rojos): Quedaron comprendidas las regiones industriales, el trigo de La Mancha, los productos de las huertas levantinas y las reservas de oro del Banco de España. Sin embargo, las unidades del ejército quedaron prácticamente desarticuladas.
2. El Desarrollo de la Guerra Civil
En la zona nacional, el poder quedó en manos de un grupo de generales que establecieron un estado autoritario y militarizado. En la zona republicana, el gobierno perdió el control de la situación y el poder real quedó en manos de los partidos y los sindicatos, que no estaban sometidos a ningún tipo de poder centralizado. En los primeros momentos, hubo una enorme represión en ambos bandos. Las ejecuciones y los asesinatos se extendieron por todo el país. En la zona nacional, se dirigió esencialmente contra los militantes obreros y campesinos, aunque también se persiguió a intelectuales como Federico García Lorca. La represión estuvo controlada por las autoridades militares. En la zona republicana, los grupos que sufrieron la violencia fueron esencialmente los sacerdotes y las clases adineradas. José Antonio Primo de Rivera, prisionero en Alicante al estallar la guerra, fue juzgado y ejecutado. Poco a poco, el gobierno republicano fue controlando la situación y la represión se atenuó.
Desarrollo cronológico de la guerra:
1. El Avance Nacionalista Durante los Primeros Meses de la Guerra
Un elemento clave para comprender la victoria final de los nacionales fue el “puente aéreo” organizado con aviones alemanes e italianos, que permitió el rápido traslado del Ejército de África a la península. Las tropas de África iniciaron un rápido avance hacia Madrid. El general Yagüe, que mandaba las columnas, decidió desviarse hacia Badajoz. La ciudad cayó y se inició una brutal represión que escandalizó al mundo y produjo un gran número de víctimas. Las tropas continuaron y, antes de alcanzar Madrid, Franco decidió desviarlas de nuevo para liberar a la guarnición rebelde asediada en el Alcázar de Toledo. Además, en el norte de España, Mola tomó Irún y San Sebastián, aislando al País Vasco de la frontera con Francia.
2. La Batalla de Madrid
En octubre de 1936, se inició la Batalla de Madrid. Ante la superioridad militar rebelde, partidos de izquierda y sindicatos se unieron para defender la ciudad. El grito de “¡No pasarán!” se hizo célebre. La moral de la población madrileña aumentó con la llegada de refuerzos exteriores: las Brigadas Internacionales (cuerpo de voluntarios organizados por los comunistas), tanques y aviones rusos, y la columna del anarquista Durruti. Hubo duros combates en la Casa de Campo, la Ciudad Universitaria y el Puente de los Franceses. Finalmente, Franco ordenó el fin del asalto frontal a la ciudad.
3. Las Batallas del Jarama y Guadalajara
Tras fracasar en su intento de atacar Madrid, Franco intentó cercar la capital. Este intento dio lugar a dos batallas: la batalla del Jarama y la batalla de Guadalajara, donde las tropas italianas fueron derrotadas. Mientras tanto, las tropas franquistas tomaban Málaga, donde de nuevo se produjo una dura represión. El fracaso ante Madrid hizo que Franco se centrara en atacar las zonas más débiles de los republicanos.
4. La Campaña del Norte y la Batalla de Belchite
En el otoño de 1937, las tropas nacionales conquistaron la zona norte republicana: el País Vasco, Cantabria y Asturias, una tras otra. Durante esta campaña, tuvo lugar el célebre bombardeo de Guernica. Tratando de distraer a las fuerzas nacionales de la campaña del norte, los republicanos organizaron la ofensiva de Belchite en Aragón. El fracaso fue total y, finalmente, las tropas franquistas tomaron todo el norte del país. La conquista del norte tuvo graves consecuencias para la República: perdieron las minas de carbón y hierro de la zona y, en adelante, los franquistas pudieron concentrar todas sus tropas en la zona sur.
5. De Teruel a la Batalla del Ebro
En diciembre de 1937, tuvo lugar una gran ofensiva republicana en la provincia de Teruel que fracasó. Franco lanzó un ataque general en Aragón. El éxito fue fulgurante y las tropas nacionales avanzaron rápidamente. El último intento republicano dio lugar a la Batalla del Ebro. Con más de 100.000 muertos, esta fue la más cruenta de las batallas de la guerra civil y agotó definitivamente la moral y las reservas republicanas.
6. El Final de la Guerra
La ofensiva nacional contra Cataluña culminó con la toma de Barcelona en febrero de 1939. Más de 500.000 personas huyeron a Francia, donde fueron hacinadas en campos de concentración. Ante la inminente derrota, las divisiones internas se hicieron aún más profundas en el bando republicano:
- El gobierno dirigido por Negrín, con el apoyo de los comunistas y parte de los socialistas, proponía la resistencia a ultranza. El objetivo era que el conflicto español quedara integrado en la guerra europea y mundial. De esa manera, la República española encontraría aliados que le permitirían cambiar el signo de la guerra.
- Contra esta posición, y defendiendo la negociación de la derrota con Franco, el coronel Casado dio un golpe contra el gobierno de Negrín.
En marzo de 1939, el golpe del coronel Casado desalojó del poder a Negrín. La esperanza de negociar con Franco se disipó cuando el dictador exigió la rendición incondicional. El 1 de abril de 1939, terminaba la guerra.
3. Consecuencias de la Guerra Civil
Las consecuencias fueron distintas en las dos Españas enfrentadas en la guerra:
a. En la zona republicana:
- El fracaso del golpe militar desencadenó una verdadera revolución social. Los comités de los partidos y sindicatos obreros pasaron a controlar los elementos esenciales de la economía, mientras el gobierno se limitaba a ratificar legalmente lo que los comités hacían de hecho. En el campo, tuvo lugar una ocupación masiva de fincas. En las zonas socialistas, se llevó a cabo la socialización de la tierra y su producción. En las zonas de hegemonía anarquista, tuvo lugar una colectivización total de la propiedad.
- En septiembre de 1936, se estableció un gobierno de unidad, presidido por el socialista Largo Caballero y con ministros del PSOE, PCE, Izquierda Republicana y grupos nacionalistas vascos y catalanes. El gran desafío del nuevo gobierno era recuperar el control de la situación y dirigir de forma eficiente el esfuerzo de guerra.
- Los enfrentamientos entre estalinistas y trotskistas se reprodujeron en suelo español. El POUM fue ilegalizado y su dirigente Andreu Nin “desapareció”.
- Todos estos hechos debilitaron la capacidad bélica del bando republicano. Finalmente, se impuso una mayor centralización en la dirección de la economía y se terminó de construir el Ejército Popular, acabando con la indisciplina de las milicias.
b. En la zona nacional:
- La muerte del general Sanjurjo dejó a la insurrección sin un líder claro. Tras una reunión de los generales insurrectos en Burgos, se acordó crear la Junta de Defensa Nacional. Las medidas fueron drásticas: se estableció el estado de guerra en todo el territorio, se suprimieron todas las libertades y se disolvieron todos los partidos políticos, excepto la Falange y los requetés carlistas.
- En los momentos iniciales de la guerra, la propaganda nacional justificó el golpe militar contra un gobierno democráticamente elegido, convirtiéndolo en un “Alzamiento Nacional” contra una República “marxista” y “antiespañola”. La Iglesia Católica apoyó el levantamiento, presentando la guerra como una “Cruzada” para liberar a España del ateísmo.
- Las medidas económicas incluyeron la liquidación de todas las reformas republicanas y la intervención del Estado en la economía siguiendo los principios de la ideología fascista. En 1937, se creó el Servicio Nacional del Trigo, que controló el abastecimiento de pan de la población.
- El 1 de octubre de 1936, Franco fue designado Jefe del Gobierno del Estado español. Sus éxitos militares explican su ascenso al poder. El “Caudillo” estableció una dictadura personal basada en un régimen militar.
- En abril de 1937, se aprobó el Decreto de Unificación. Falangistas y carlistas quedaron unificados en la Falange Española Tradicionalista. El modelo de partido único se impuso en la España franquista.
Características del Estado Franquista:
- Franco concentró los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
- La Ley de Prensa estableció la censura en todo tipo de publicaciones.
- El Fuero del Trabajo puso fin a la libertad sindical y estableció el control del estado sobre los sindicatos.
- El nuevo régimen estableció un estado confesional católico, lo que se denominó Nacional-catolicismo.
- Se creó una legislación que institucionalizó la represión contra los vencidos. En febrero de 1939, se aprobó la Ley de Responsabilidades Políticas, por la que se designaba “rebeldes” a todos los que se hubieran enfrentado al Movimiento Nacional.