La Guerra Civil Española (1936-1939) y la Dictadura Franquista

La Guerra Civil Española (1936-1939)

Antecedentes

Tras las elecciones de febrero de 1936, en las que el Frente Popular (una coalición de partidos republicanos de izquierda y organizaciones obreras) obtuvo la victoria, la situación política en España se radicalizó. La derecha, liderada por la CEDA, no aceptó el resultado electoral y comenzó a conspirar para derrocar al gobierno legítimo. El 17 de julio de 1936, un grupo de militares, encabezados por el general Francisco Franco, se sublevó contra la República, dando inicio a la Guerra Civil.

Desarrollo de la Guerra

Bando Republicano

El bando republicano estaba formado por una heterogénea coalición de partidos y organizaciones: republicanos de izquierda, socialistas, comunistas, anarquistas y nacionalistas vascos y catalanes. Su principal apoyo social provenía de los trabajadores, campesinos, intelectuales y la pequeña burguesía. El gobierno republicano, inicialmente presidido por José Giral, tuvo que hacer frente a un vacío de poder en los primeros meses de la guerra, ya que los partidos y sindicatos obreros formaron comités y tomaron decisiones por su cuenta. Posteriormente, Largo Caballero asumió la presidencia y comenzó la reconstrucción del Estado, integrando las milicias en el Ejército Republicano. Sin embargo, el gobierno de Largo Caballero careció de unidad política debido a las diferencias entre anarquistas y comunistas sobre la prioridad de la guerra o la revolución social. En mayo de 1937, Juan Negrín formó un nuevo gobierno e intentó negociar la paz sin éxito.

Bando Sublevado

El bando sublevado, también conocido como bando nacional, estaba compuesto por militares, falangistas, carlistas, monárquicos y otros grupos de derecha. Su apoyo social provenía de la Iglesia, la clase alta, los terratenientes y otros sectores conservadores. El 1 de octubre de 1936, Francisco Franco fue designado Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos. Mediante el Decreto de Unificación de 1937, se creó un partido único, Falange Española Tradicionalista y de las JONS, que aglutinaba a las principales fuerzas políticas del bando sublevado. El régimen franquista se caracterizó por su autoritarismo, su anticomunismo y su catolicismo.

Consecuencias de la Guerra

La Guerra Civil Española tuvo consecuencias devastadoras para el país. Se estima que murieron alrededor de 500.000 personas, entre combatientes y civiles. La represión fue especialmente dura en ambos bandos, aunque la del bando sublevado fue más sistemática y se prolongó durante la posguerra. La economía española quedó destruida y el país se sumió en la pobreza. La dictadura franquista se impuso, suprimiendo las libertades democráticas y persiguiendo a la oposición.

La Dictadura Franquista (1939-1975)

Primeros Años (1939-1945)

Etapa Azul

La primera etapa de la dictadura franquista, conocida como “etapa azul”, se caracterizó por la hegemonía de la Falange y la influencia del fascismo. El régimen se basó en la represión, la censura y el control totalitario de la sociedad. Se promulgaron leyes como la Ley de Responsabilidades Políticas, la Ley para la Represión de la Masonería y el Comunismo y la Ley de Seguridad del Estado. La oposición fue perseguida y muchos españoles se exiliaron. Durante la Segunda Guerra Mundial, España se declaró neutral, aunque envió la División Azul para luchar junto a Alemania en el frente oriental.

Política Económica

La política económica de la etapa azul se basó en la autarquía y el intervencionismo estatal. Se crearon empresas públicas como RENFE e Iberia y se nacionalizó Telefónica. El régimen intentó fomentar la industria y la agricultura, pero los resultados fueron limitados. La economía española sufrió una grave crisis, con escasez de alimentos, racionamiento e inflación.

Aislamiento Internacional y Apertura (1945-1959)

Tras la Segunda Guerra Mundial, el régimen franquista fue condenado por la ONU por su apoyo a las potencias del Eje. España quedó aislada internacionalmente y no pudo beneficiarse del Plan Marshall. Sin embargo, en el contexto de la Guerra Fría, Estados Unidos comenzó a ver a España como un aliado estratégico. En 1953, se firmaron los acuerdos bilaterales entre España y Estados Unidos, que permitieron la instalación de bases militares estadounidenses en territorio español. A cambio, España recibió ayuda económica y militar. En 1959, el presidente Eisenhower visitó España, lo que supuso el fin del aislamiento internacional del régimen franquista.

Desarrollo Económico y Transformación Social (1959-1975)

Plan de Estabilización

En 1959, el gobierno franquista puso en marcha el Plan de Estabilización, que supuso un cambio radical en la política económica. Se abandonó la autarquía y se apostó por la liberalización económica y la apertura al exterior. El Plan de Estabilización tuvo un gran éxito y la economía española experimentó un fuerte crecimiento durante la década de 1960. Este crecimiento económico provocó una profunda transformación social, con un aumento del nivel de vida, la emigración del campo a la ciudad y el desarrollo de una clase media.

Oposición al Régimen

A pesar del desarrollo económico y la apertura al exterior, la oposición al régimen franquista continuó. En la década de 1960, surgieron nuevos movimientos sociales, como el movimiento obrero, el movimiento estudiantil y el movimiento antifranquista. Estos movimientos protagonizaron huelgas, manifestaciones y protestas contra la dictadura. La represión del régimen fue dura, pero no pudo impedir el crecimiento de la oposición.

Muerte de Franco y Transición a la Democracia (1975)

El 20 de noviembre de 1975, Francisco Franco murió. Juan Carlos de Borbón, designado por Franco como su sucesor, fue proclamado rey de España. Juan Carlos I inició un proceso de transición a la democracia, que culminó con la aprobación de la Constitución Española de 1978. La dictadura franquista había llegado a su fin y España se convertía en un Estado democrático.