La Guerra Civil Española (1936-1939): Causas, Desarrollo y Consecuencias

La España Republicana

El golpe de estado militar iniciado en julio de 1936 provocó el derrumbe del poder popular. Se desató una fuerte represión contra las personas identificadas con los sublevados. En este periodo, la represión y el terror se cebaron con la aristocracia y burguesía, militares y políticos derechistas, y contra la Iglesia, que sufrió una grave persecución. Algunas organizaciones obreras, por su parte, pretendieron la liquidación de la propiedad privada.

1.1 La desintegración del poder republicano: represión y revolución

Tras la dimisión de Casares Quiroga, se formó el Gobierno de Martínez Barrio, que intentó negociar con Mola sin éxito. Le sucedió el Gobierno de José Giral (Izquierda Republicana), que tomó la decisión de repartir armas a los militantes de las organizaciones obreras. El Estado republicano se desplomó en pocos meses.

El terror Rojo

Se desató un terror incontrolado a manos de los comités, de las milicias y de los “tribunales populares”. Primo de Rivera fue fusilado en 1937. La violencia se adueñó de Madrid, con el asalto de la cárcel Modelo y las “sacas” o “paseos” de presos de las cárceles y “checas” de Madrid, que eran trasladados a Paracuellos del Jarama y Torrejón de Ardoz.

Revolución social

Los anarquistas de la CNT, parte de la UGT y las colectividades impulsaron una colectivización agraria de envergadura en las zonas latifundistas de Andalucía y Castilla-La Mancha y parte de Aragón. Los resultados no fueron satisfactorios. La zona republicana sufrió problemas de abastecimiento de productos y la producción en las fábricas no consiguió recuperar los niveles de antes de la guerra. Los republicanos fueron incapaces de superar sus divisiones internas, lo que lastró la eficacia militar de la República y fue una de las principales causas de su derrota.

1.2 Las luchas internas en la España republicana

A finales de agosto de 1936, el avance de los sublevados desde Andalucía, unido a la política de no intervención de Francia y Reino Unido, obligó a la formación de un gobierno de coalición.

Los Gobiernos de Largo Caballero (Sept 1936-Mayo 1937)

Se formó un Gobierno de socialistas, republicanos, comunistas y nacionalistas catalanes y vascos, con el apoyo de la CNT. El PNV pactó su participación a cambio de una rápida aprobación del estatuto de autonomía. Las Cortes aprobaron el Estatuto y Jose Antonio Aguirre se convirtió en el primer lehendakari. Federica Montseny se convirtió en la primera mujer ministra. El gobierno se trasladó a Valencia. La defensa de la ciudad quedó en manos de una Junta de Defensa. Los objetivos del gobierno eran reconstruir los poderes del Estado republicano y frenar la revolución. Se procedió a la formación del Ejército Popular, la militarización de las milicias y su incorporación a las Brigadas Mixtas, se creó el Estado Mayor Central y se nombraron comisarios de guerra. Sin embargo, se avanzó poco en la reconstrucción del poder y Cataluña y País Vasco aprovecharon para ensanchar su autonomía.

-Tensiones en el gobierno

Convivían dos modelos revolucionarios: el primero, defendido por la CNT- FAI y el POUM, de corte trotskista, defendía la colectivización de tierras y fábricas y la constitución de las comunas. El segundo, defendido por el PCE, socialistas y republicanos, y al que se oponían los nacionalistas, abogaba por una economía de guerra con la exclusión de la autogestión y el control descentralizado. La crisis llegó a raíz de los enfrentamientos iniciados en Barcelona en mayo de 1937. El enfrentamiento armado entre anarquistas y POUM, por un lado, y los comunistas y la UGT, por otro, evidenció la gravedad de la situación. Los dirigentes socialistas, con Prieto a la cabeza, y los comunistas emprendieron una ofensiva contra Largo Caballero. Socialistas y comunistas coincidían en la necesidad de formar un nuevo gobierno para ganar la guerra. La negativa de Largo Caballero a ilegalizar el POUM precipitó su caída.

1.3 La reconstrucción del Estado republicano

Se formó un gobierno socialista presidido por Juan Negrín (mayo 1937-marzo 1939). Su estabilidad dependía del equilibrio entre comunistas y socialistas. Negrín reforzó el ejército y unificó los planes militares bajo un solo mando. También intentó organizar una industria de guerra y acabó con la etapa revolucionaria. El POUM fue ilegalizado. En política exterior, se produjo un cambio con respecto a la política de no intervención, buscando el apoyo de las potencias democráticas europeas. En abril de 1938, una nueva crisis desembocó en un nuevo gobierno. Los Trece Puntos de Negrín confiaban en que Francia y Reino Unido presionasen sobre las potencias fascistas para forzar a Franco a negociar una paz. Sin embargo, sus esperanzas se vieron frustradas tras el Pacto de Munich en 1938 y la derrota republicana en la batalla del Ebro (noviembre de 1938). En 1939, Negrín buscó una mediación de las potencias democráticas. El reconocimiento del gobierno de Franco por parte de Francia y Reino Unido, junto con la dimisión de Azaña, dejaron al gobierno republicano en una situación insostenible. Sólo Negrín y los comunistas defendían la necesidad de resistir. El golpe de Estado del coronel Casado (marzo de 1939) puso fin a la república y supuso el triunfo de Franco.

SOCIEDAD Y CULTURA

La Guerra Civil estimuló el proceso de liberación de la mujer. El culto religioso fue prohibido, excepto en el País Vasco. La guerra trajo consigo bombardeos, evacuaciones, hambre e inflación. La propaganda se convirtió en un elemento fundamental, al igual que las campañas de alfabetización.

La España Nacional

Los sublevados esperaban una toma del poder rápida, pero la resistencia republicana les obligó a enfrentarse a una larga guerra civil.

2.1 Los primeros momentos tras la sublevación

El Ejército fue el pilar básico de los sublevados. En julio de 1936, se constituyó en Burgos una Junta de Defensa Nacional, integrada sólo por militares y presidida por el general Cabanellas. La Junta proclamó el estado de guerra, la justicia quedó bajo control militar y se nombraron gobernadores militares al cargo de los gobernadores civiles. Se suprimieron todos los partidos políticos del Frente Popular y se prohibió toda actividad política y sindical. La reforma agraria se paralizó y se restableció la bandera nacional.

-Represión y violencia

Se desató una fuerte represión mediante las “sacas” y “paseos”. Los objetivos eran sembrar el terror y aniquilar a sus enemigos políticos e ideológicos. Las víctimas fueron militares que no se sumaron a la sublevación, líderes sindicales y políticos de izquierdas, profesionales e intelectuales republicanos. También se produjeron masacres de milicianos, militantes de organizaciones de izquierdas y de civiles republicanos. La represión fue llevada a cabo por las milicias de requetés y jóvenes falangistas.

2.2 El ascenso de Franco al poder

Tras una reunión en Salamanca en 1936, los generales designaron a Franco como Generalísimo y Jefe de Gobierno. Su principal mérito era controlar el ejército de África y contar con el apoyo de Hitler y Mussolini. La liberación del Alcázar de Toledo también jugó a su favor. Franco concentró el mando militar y todos los poderes políticos. La Junta de Defensa fue disuelta y se constituyó una Junta Técnica de Estado como órgano consultivo. Franco recibió el título de caudillo.

2.3 La unificación política

Ramón Serrano Suñer cobró un gran protagonismo en esta etapa. En 1937 se publicaba el Decreto de Unificación por el cual se creaba Falange Española Tradicionalista y de las JONS, también llamado Movimiento Nacional, que se convertía en el único partido político. El nuevo partido adoptó el saludo fascista de brazo en alto y el uniforme de camisa azul y boina roja de los requetés carlistas.

La Iglesia apoyó la sublevación militar, calificando la guerra civil como “cruzada religiosa”.

2.5 La creación del nuevo Estado

En 1938, Franco nombró su primer Gobierno. La Junta de Ténica desapareció para dar paso a la nueva estructuración económica, política e ideológica. La Ley de Administración Central del Estado concentraba en Franco todos los poderes. Se derogó toda la política reformista de la República. El Fuero del Trabajo, promulgado en 1938, marcó un nuevo marco en las relaciones laborales, con la creación de sindicatos verticales. Se suprimieron las libertades, se promulgó la Ley de Prensa y de Imprenta y la Ley de Responsabilidades Políticas en 1939 para castigar a los que apoyaron la República. El régimen franquista fue reconocido por la Alemania nazi y la Italia fascista, por Portugal y el Vaticano en 1938 y por Francia y Reino Unido en 1939.

SOCIEDAD Y CULTURA

En la zona nacional, la presencia de lo militar y lo religioso fue constante. Las afiliaciones a Falange y la práctica religiosa crecieron. La mujer fue relegada al papel de guardiana del hogar. El régimen hizo un uso extensivo de la propaganda y controló los medios de comunicación.

CONSECUENCIAS

  • Humanas. La Guerra Civil provocó cientos de miles de muertos en combate, víctimas de la represión y enfermedades. La represión franquista se cobró la vida de miles de personas, ejecutadas en fusilamientos, “paseos” y consejos de guerra. Cientos de miles de republicanos se vieron obligados a exiliarse.
  • Económicas. La guerra provocó destrucciones masivas, la ruina del campo de cultivo y un descenso de la producción industrial. El comercio exterior se hundió y la construcción se paralizó. La Hacienda pública quedó arruinada y la inflación se disparó.
  • Culturales. Intelectuales de la talla de García Lorca, Antonio Machado o Picasso, así como numerosos maestros, se vieron obligados a exiliarse o fueron asesinados. La cultura catalana y la literatura gallega sufrieron una fuerte persecución.
  • Políticas. La Guerra Civil supuso el final de la experiencia modernizadora y democratizadora de la Segunda República y el aislamiento internacional de España.
  • Sociales. Los derechos de los trabajadores y las mujeres fueron eliminados.
  • Morales. Varias generaciones quedaron marcadas por el sufrimiento vivido durante la guerra y por la represión posterior.