Tema : 14. La crisis del Estado liberal
14 . 1. Panorama general del reinado de Alfonso XIII. Intentos de modernización. El regeneracionismo. Crisis y quiebra del sistema de la Restauración. La guerra de Marruecos. Panorama general del reinado de Alfonso XIII.
La Regencia de María Cristina de Habsburgo finalizó en 1902, al alcanzar la mayoría de edad Alfonso XIII (su hijo) y ser proclamado rey.
El reinado de Alfonso XIII fue de crisis política casi permanente por la interacción de numerosos motivos :
Las injerencias del rey en los asuntos políticos. En ningún momento estuvo dispuesto a renunciar a sus soberanía compartida con las Cortes ni a sus prerrogativas políticas, en especial, la de designar gobierno y, llegado el caso, retirarle la confianza y obligarle a dimitir .
Por este motivo la oposición al sistema derivó en rechazo a su persona, que acabaría arrastrando en su caída a la propia institución monárquica. La inestabilidad de los partidos de turno, sin unidad interna al no contar con sus líderes históricos, Antonio Canovas del Castillo (partido Conservador) y Práxedes Mateo Sagasta (partido Liberal). Debilitamiento del caciquismo y del turno por la aparición de nuevas fuerzas políticas con
una influencia creciente: nacionalistas, republicanos y socialistas. El aumento de la conflictividad social y de la capacidad de movilización de las organizaciones obreras. Protagonismo creciente del ejército, que quería resarcirse del Desastre del 98 interviniendo en Marruecos. Afianzamiento del nacionalismo en Cataluña y País Vasco. Anticlericalismo creciente entre las clases populares. Intentos de modernización. El regeneracionismo.
Los dos políticos más destacados de esta etapa fueron Antonio Maura, del Partido Conservador, y José Canalejas , del Partido Liberal. Ambos aplicaron medidas reformistas, cercanas al regeneracionismo, pero sin afrontar las transformaciones que España necesitaba. La primera crisis del reinado de Alfonso XIII tuvo lugar en 1905, cuando una viñeta satírica antimilitar desató la ira de algunos mandos, que presionaron y consiguieron la aprobación de la Ley de Jurisdicciones, que otorgaba a los tribunales militares la jurisdicción sobre cualquier ofensa al ejército. El primer intento modernizador fue obra de Antonio Maura. Su proyecto político era la revolución desde arriba, para impedir la revolución popular.
Durante su gobierno (1907-1909) se aprobaron medidas económicas plan de reconstrucción naval y sociales regulación del descanso dominical y la creación del Instituto Nacional de Previsión, esbozo de lo que en el futuro sería la Seguridad Social y la Ley de Huelga. Se promulgó una nueva Ley Electoral en 1907 que, aunque no democratizaba el sistema político, sí dificultaba el fraude electoral . Intentó llegar a acuerdos con el
nacionalismo moderado, preparando una Ley de Administración Local, que concedía más autonomía a los ayuntamientos y diputaciones. La Semana Trágica de Barcelona truncó, en 1909, la labor de gobierno de Antonio Maura. La ciudad de Barcelona vivía un clima de tensión por las fricciones con los militares, la intervención en Marruecos, el malestar ante el sistema de quintas, (los que tenían dinero se podían librar de incorporación a filas mediante el pago de una cuota demasiado elevada para las clases populares bajas ), las reivindicaciones anarquistas entre los obreros, el creciente anticlericalismo y el éxito de las consignas del Partido Radical de Alejandro Lerroux entre las clases medias. Los disturbios se iniciaron por el envío de reservistas al Protectorado de Marruecos, donde se habían producido ataques de las cabilas rifeñas a trabajadores de una línea férrea y a las minas de hierro. Posteriormente se produjo el desastre militar del Barranco del Lobo (originó más de 1200 bajas.) Maura decidió enviar más soldados. Su error fue no enviar soldados de reemplazo ordinario sino reservistas de Madrid y Barcelona lo que provocó la resistencia de estos y sus familias a embarcarse.Se convocó en Barcelona una huelga general, que derivó en revuelta popular con sucesos muy violentos, en la que se manifestaron todas las tensiones sociales acumuladas. Las autoridades declararon el Estado de Guerra y el ejército acabó con la revuelta. Durante una semana (Semana Trágica- del 26 de julio al 31 de julio, la población reaccionó levantando barricadas en las calles e incendiando iglesias y conventos. La represión fue muy dura y arbitraria: más de mil detenciones y diecisiete penas de muerte, de entre ellas la de Ferrer Guardia, pedagogo anarquista y fundador de la Escuela Moderna. La oleada de protestas provocó la caída de Antonio Maura y el traspaso de poder a los liberales. En las elecciones de 1910, una alianza electoral de socialistas y republicanos permitió a Pablo Iglesias conseguir un escaño.
El nuevo gobierno liberal (1910-1912) lo presidió José Canalejas , con un programa regeneracionista. Suprimió los impuestos de consumos, reformó el sistema de reclutamiento por quintas (Servicio Militar Obligatorio), aprobó la Ley del Candado que prohibía la instalación en España de nuevas comunidades religiosas si antes no habían recibido autorización del gobierno y se tramitó la Ley de Mancomunidades con la que pretendía canalizar las reivindicaciones autonomistas catalanas. José Canalejas fue asesinado en un atentado terrorista llevado a cabo por los anarquistas.
La Primera Guerra Mundial marcó un compás de espera en los problemas políticos internos. España se declaró neutral, manteniendo la actitud aislacionista adoptada desde 1898. La guerra estimuló la economía, ya que potenció la industria y multiplicó las exportaciones. Sin embargo, tuvo consecuencias sociales muy negativas: El aumento de la demanda exterior provocó inflación dentro de España, que no fue compensada con un aumento equivalente de los salarios.
Al terminar la guerra, el descenso de las ventas obligó al cierre de fábricas y minas, con el consiguiente aumento del paro y los conflictos sociales. Es la época también del triunfo de la Revolución Rusa, de tanta importancia para la clase obrera.
En 1917 tres problemas pudieron haber acabado con el régimen si los objetivos de sus protagonistas hubieran sido coincidentes. (crisis de 1917) Rebelión de las Juntas Militares de Defensa. (junio de 1917).
Se produjo un enfrentamiento entre el gobierno y el ejército, que se quejaba de la escasez de medios y de los bajos salarios. Los oficiales de baja y media graduación habían creado unas Juntas de Defensa que reclamaban aumento salarial y rechazaban los rápidos ascensos de los africanistas oficiales que habían prestado sus servicios en el norte de Marruecos.En junio publicaron un manifiesto, vagamente regeneracionista, y se negaron a disolverse. El gobierno del conservador Eduardo Dato tuvo que reconocer a las Juntas de Defensa como portavoces del ejército.
La Asamblea de Parlamentarios (julio de 1917).
Las prácticas de corrupción política continuaban . En julio se produce una grave crisis parlamentaria: la oposición reclamó la reapertura de las Cortes, que habían sido cerradas por el gabinete liberal de Romanones. Ante la negativa gubernamental, la Lliga Regionalista, los republicanos y los socialistas convocaron en Barcelona una Asamblea de Parlamentarios, que reclamó un cambio de gobierno y la convocatoria de Cortes Constituyentes. Los asistentes a la Asamblea de Parlamentarios fueron disueltos por la Guardia Civil y el
movimiento parlamentario no tuvo continuidad.
La huelga general revolucionaria (agosto 1917) En agosto se produjo una huelga general revolucionaria . Fue convocada por la UGT, con respaldo de la CNT, en protesta por la represión violenta de una huelga anterior de ferroviarios en Valencia. Solo tuvo éxito en Madrid, Barcelona, Bilbao y las cuencas mineras asturianas, donde fue reprimida por el ejército. El balance fue de más de 70 muertos, cientos de heridos y unos 2.000 detenidos . La huelga y su represión tuvieron consecuencias: la crisis política se agravó y en los años siguientes el sistema político de la Restauración entró en su declive definitivo.
Los años de 1918 a 1923 fueron de inestabilidad.
Se sucedieron hasta once gobiernos, muchos de concentración , que fracasaron. Empeoró la coyuntura económica, ganó fuerza el sindicalismo, creció la conflictividad social y hubo más huelgas. Era la agudización de la crisis. A partir de 1919 el enfrentamiento entre trabajadores y patronos adquirió una extremada violencia, sobre todo en Barcelona, donde se creó el Sindicato Libre para actuar contra los líderes del movimiento obrero valiéndose del pistolerismo (época del pistolerismo). Así mismo, se puso en práctica la Ley de Fugas. Los sectores radicales del anarquismo respondieron con acciones violentas. La violencia se extendió también a otras ciudades, con atentados y asesinatos como los de Eduardo Dato (presidente del Gobierno) y el líder
anarquista Salvador Seguí. En Andalucía la situación de miseria del campesinado, reforzada por el aumento de precios, dio paso al llamado trienio bolchevique ( 1918-1921).
La Guerra de Marruecos Antecedentes La política colonial marroquí influyó decisivamente en la vida española de la época: en 1909 el reclutamiento de reservistas (a consecuencia del Desastre del Barranco del Lobo con 1200 muertos ) provocó la Semana Trágica de Barcelona y, en 1921 el Desastre de Annual aceleró el fin de la Restauración . España administraba el Rif región del norte de Marruecos desde la Conferencia Internacional de Algeciras de 1906 que le confirmó ese protectorado. (Protectorado: institución de derecho internacional, por la cual un Estado protector, España en este caso, dirige la política del Estado protegido- Marruecos- y asume la obligación de defenderlo de agresiones exteriores. En la práctica, fue un instrumento europeo de dominación colonial en África y Asia, y mantuvo las apariencias con un teórico reconocimiento a las autoridades locales.
En los primeros años de ocupación se habían producido incidentes, como el ataque a Melilla y la citada derrota española en el Barranco del Lobo (1909). Al finalizar la Primera Guerra Mundial España reemprendió la ocupación del Rif, chocando con la resistencia de las cabilas indígenas. En 1921 el general Silvestre llevó a cabo una acción precipitada adentrándose en el Rif. El jefe rifeño Abd-el-Krim atacó las posiciones españolas e
inflingió una gravísima derrota : desastre de Annual, en el que murieron 13.000 soldados españoles.
Consecuencias. La derrota aumentó la impopularidad de la presencia española en Marruecos. Se exigieron responsabilidades por esta derrota a los militares, al gobierno e incluso a Alfonso XIII, iniciándose el Expediente Picasso. La actitud de la oposición en las Cortes, defendiendo el abandono de Marruecos, dio gran popularidad al PSOE y a los republicanos. La reacción de los militares fue inmediata y se hizo efectiva en el golpe de Estado del general Miguel Primo de Rivera en 1923. (Se iniciaba la etapa de la Dictadura, en la que se apuntaría un gran triunfo en Marruecos, Primo de Rivera, cuando tras el desembarco de Alhucemas en 1925, logró la derrota y rendición de Abd-el Krim.
14 . 2 . La dictadura de Primo de Rivera.La dictadura de Primo de Rivera: el golpe militar de Miguel Primo de Rivera. A principios de la década de 1920 España vivía una situación difícil. Fue el pretexto utilizado por Miguel Primo de Rivera (Capitán General de Cataluña) para proclamar la dictadura en 1923.
La Restauración se había desprestigiado por diversos motívos:
– Gobiernos ineficaces
– División interna de los partidos.
– Corrupción política.
El movimiento obrero se radicalizó en sus reivindicaciones ante la recesión económica, con la consiguiente escalada de huelgas. Se añadían las consecuencias del desastre de Annual que había erosionado al ejército: en el Expediente Picasso se exigían responsabilidades a los militares por la derrota, exigencia que llegó al mismo rey Alfonso XIII. El ejército se quejaba también de la falta de medios para vengar la humillación de Marruecos. Otros factores fueron el auge del nacionalismo, visto con recelo por conservadores y militares, la mejora de los
resultados electorales de los republicanos y, sobre todo, de los socialistas, que provocó la alarma de la oligarquía.
El 13 de septiembre de 1923 el malestar del ejército se concretó en el golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera, capitán general de Cataluña. Miguel Primo de Rivera justificó su actuación como un intento regeneracionista. Se manifiesto hablaba de establecer una dictadura temporal para resolver los graves problemas pendientes que tenía España. El golpe de Estado recibió los apoyos del ejército, de la iglesia, de la burguesía y del propio rey. Éste, aceptando el golpe de Estado, encargó formar gobierno a Primo de Rivera, ligando así su destino al de la dictadura. En las primeras decisiones políticas de la dictadura de Primo de Rivera fueron:
– Supresión de las garantías constitucionales.
– Disolución de las Cortes.
– Prohibición de las actividades de los partidos políticos.
– Establecimiento de una rígida censura de prensa.
El Directorio militar (1923-1925)
El primer gobierno de la dictadura de Miguel Primo de Rivera, formado exclusivamente por generales, se denominó Directorio militar (1923-1925). Sus actuaciones más destacadas fueron:
– Reorganización de los ayuntamientos y de las diputaciones provinciales. Los concejales serían elegidos por sorteo entre los mayores contribuyentes y los alcaldes serían nombrados por el Gobierno. Al frente de los gobiernos civiles de cada provincia se nombraría a mandos militares.
– Política centralista. Prohibición de la bandera catalana y limitación del uso del catalán al ámbito privado.
– Adopción de severas medidas de orden público. Se prohibieron las manifestaciones las huelgas, lo que redujo rápidamente el número de atentados y de conflictos laborales.
– Creación de la Unión Patriótica a modo de partido único, sin ideología definida, cuya única misión era apoyar la dictadura de Primo de Rivera. El éxito de los primeros años de la dictadura fue acabar con la guerra de Marruecos. Miguel Primo de Rivera era partidario de abandonar el Protectorado por los enormes gastos que acarreaba y por la oposición popular a la presencia española en Marruecos. Por ello, preparó la
retirada de Marruecos pese las protestas de los militares africanistas. Pero en 1925, ante un ataque de Abd-el Krim en la zona de soberanía francesa, se decidió la acción conjunta francoespañola.
El desembarco de Alhucemas constituyó un éxito completo y Abd-el-Krim se rindió a los franceses. Una vez controlado el Protectorado, Miguel Primo de Rivera decidió reforzar el ejército de África y quitar emotividad popular al problema marroquí sustituyendo las tropas de reclutas españoles por regulares indígenas.
El Directorio civil (1925-1930). Una vez consolidado el régimen, se sustituyó el Directorio Militar por el llamado Directorio Civil (1925-1930), integrado por civiles y militares. El objetivo era institucionalizar la dictadura. Con este propósito, en 1927, se creó una Asamblea Nacional Consultiva, sucedáneo de Parlamento, compuesto por miembros de la Unión Patriótica, elegidos por sufragio indirecto, y por funcionarios de la administración nombrados por el Gobierno. La Asamblea Nacional Consultiva elaboró una pseudo-constitución, que no llegó a entrar en vigor.
El Directorio civil puso en marcha una política económica intervencionista :
Se aplicaron medidas proteccionistas como el aumento de los aranceles a las importaciones. Se realizó un ambicioso plan de obras públicas electrificación de los ferrocarriles, ampliación y perfeccionamiento de la red de carreteras, regadíos del Ebro.
La política hidráulica con un doble fin: mitigar la falta de agua y crear un potencial energético- hidroelectricidad- por medio de saltos de agua. Se crearon las Confederaciones Hidrográficas y el Consejo de Energía (conde de Guadalhorce). Se crearon los monopolios estatales, entre ellos, la Compañía Arrendataria de Tabacos , la Compañía Telefónica Nacional de España, la Compañía Arrendataria del Monopolio de
Petróleos (CAMPSA). Se inició el turismo (Red de Paradores Nacionales), todo esto base después de nuestra economía. Para acometer estos proyectos fueron necesarias grandes inversiones, que dispararon la
inflación y la deuda pública.
Exposiciones internacionales del año 1929. En Sevilla, exposición Iberoamericana y en Barcelona, exposición internacional. Fueron una operación de prestigio de la dictadura con el propósito de impulsar el desarrollo económico y el comercio. Juzgadas hoy tuvieron escaso éxito económico, pero supusieron importantes reformas urbanísticas.
En la política social se creó el Consejo Nacional del Trabajo para resolver los conflictos laborales y se legisló sobre contratos, accidentes laborales y subsidios. Habría unos comités paritarios para mediar entre la patronal y los trabajadores. Primo de Rivera intentó atraer a su política a los líderes sindicales moderados como Francisco Largo Caballero (UGT) quién, durante unos meses y a título personal, aceptó formar parte del Consejo Nacional del Trabajo. Por el contrario, la CNT estuvo prohibida y los comunistas fueron perseguidos.
Pese a que la dictadura, como solución provisional, fue aceptada por una gran parte de los españoles, se ganó la oposición de muchos cuando fue evidente su intención de perpetuarse. Así, la oposición al régimen se generalizó entre los siguientes grupos:
Los conservadores y los liberales exigieron elecciones y la vuelta de la Constitución de 1876. Los republicanos fundaron en 1926 la Alianza Republicana e iniciaron una campaña en el exterior contra la dictadura.
Los nacionalistas catalanes se movilizaron contra el centralismo.
Intelectuales como José Ortega y Gasset y Miguel de Unamuno manifestaron públicamente su oposición a la dictadura.
La UGT rompió sus relaciones con el gobierno y los anarquistas crearon la Federación Anarquista Ibérica en 1927 (FAI).
El ejército, molesto por las frecuentes arbitrariedades que se producían en los ascensos, promovió pronunciamientos militares como la sanjuanada.
El hundimiento de la monarquía (1930-1931)
Ante la falta de apoyos, el Rey pide la dimisión a Primo de Rivera. Éste dimitió en enero de 1930 y se exilió en París.
Alfonso XIII nombró Jefe de gobierno al general Dámaso Berenguer. Con este nombramiento se pretendía la vuelta a la normalidad constitucional anterior a la dictadura (Constitución de 1876, turnos de partidos, ) y como si nada hubiese ocurrido, pero Dámaso Berenguer no contaba con el apoyo de conservadores ni liberales y fue incapaz de hacer frente a la grave situación económica (popularmente a este gobierno se le denominó la Dictablanda).
En agosto de 1930 la oposición antimonárquica firmó el Pacto de San Sebastián, apoyado por republicanos, nacionalistas y, más tarde, por el PSOE. El fin era sustituir definitivamente el ya caduco régimen del la Restauración por un nuevo sistema político plenamente democrático. Se creó un Comité Revolucionario presidido por Niceto Alcalá Zamora para preparar la proclamación de la república. La CNT respaldó la conspiración, pero no se unió al pacto. Semanas más tarde se difundió un manifiesto que llamaba a la población a derribar la monarquía.
Las fuerzas políticas habían contactado con sectores militares para una acción conjunta a favor de la República . En diciembre de 1930 se produce la sublevación militar de Jaca (que no se coordinaron, finalmente, con las fuerzas civiles). Los capitanes Fermín Galán y Gabriel García Hernández fueron detenidos y fusilados el 14 de diciembre. Los miembros del Comité Revolucionario encarcelados. Pero la República tenía ya sus primeros mártires.
Un grupo de intelectuales, entre ellos José Ortega y Gasset, que ya había proclamado su adhesión a la causa republicana en el artículo El error Berenguer, Ramón Pérez de Ayala y Gregorio Marañón tomaron partido y crearon la Asociación al servicio de la República.
En febrero de 1931, el almirante Juan Bautista Aznar sustituyó al general Dámaso Berenguer como Jefe de gobierno y convocó elecciones municipales para el 12 de abril de 1931. Estas dieron el triunfo, en la mayoría de las grandes ciudades, a las candidaturas republicanas. El día 14 de abril se proclamaba la Segunda República Española y, ese mismo día, Alfonso XIII partía para el exilio en Italia.
14.3. La Segunda República : la Constitución de 1931 y el bienio reformista (política de reformas y realizaciones culturales.
La Segunda República
Tras las elecciones municipales , el 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República, que comenzó en España, en una situación internacional marcada por :
La crisis económica de 1929
La crisis de la democracia en varios países europeos
El ascenso de los fascismos y del comunismo.
Ante el triunfo de los republicanos, el rey Alfonso XIII se exilió en Italia. La Segunda República contaba con el apoyo de la mayoría de los intelectuales, las clases medias y una parte importante del movimiento obrero, pero tenía la desconfianza de los grupos económicos más poderosos y de los pequeños propietarios campesinos.
El Comité revolucionario creado en el Pacto de San Sebastián (1930) se convirtió en el primer Gobierno Provisional de la República, que estaba compuesto por:
Republicanos conservadores (Niceto Alcalá Zamora, que fue su presidente.)
Republicanos de izquierda (Manuel Azaña) y republicanos radicales (Alejandro Lerroux).
Socialistas del PSOE (Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto).
Nacionalistas catalanes y gallegos.
Los primeros decretos aprobados durante la República reconocieron amplios derechos individuales, proclamaron la amnistía, y sentaron las bases de las reformas agraria, educativa, militar y laboral. Pero el impacto de la crisis económica provocó también los primeros problemas huelgas y enfrentamientos con las fuerzas del orden público. El conflicto que ensombreció el comienzo de la Segunda República fue el enfrentamiento con los sectores más reaccionarios de la Iglesia encabezados por el Cardenal Segura, que degeneró en quema de iglesias y conventos. La agitación anticlerical fue una respuesta violenta a la pastoral del cardenal Segura, en la que se hacía un elogio de la Monarquía .La imagen de la Segunda República quedó deteriorada. El gobierno provisional hubo de afrontar otra cuestión: Francesc Maciá había proclamado el Estat Catalá en Barcelona el mismo 14 de abril. El problema fue resuelto con la aplicación de una autonomía provisional para Cataluña.
La Constitución de 1931.
El fin primordial del Gobierno Provisional era la reunión de Cortes Constituyentes, que dieran al nuevo régimen su soporte jurídico y político. Las elecciones se celebraron el 28 de junio con una alta participación (70,14%) proporcionando un claro triunfo a la coalición republicano-socialista.
El 9 de diciembre las Cortes aprobaron una nueva Constitución, muy avanzada para su tiempo. Tenía un marcado carácter democrático y progresista. La mayoría parlamentaria republicano-socialista condicionó los contenidos de la Constitución, que eran los siguientes:
España se definió como una república democrática de trabajadores de toda clase, que se organizaba en un régimen de libertad y justicia. España se constituyó en un Estado integral, aunque admitía que hubiese autonomías pero no la federación de regiones autónomas. Para que un estatuto de autonomía se aprobase tenía que ser elaborado por la mayoría de los ayuntamientos o 2/3 de los censados y que lo votasen2/3
de los electores. Si era aprobado, había que esperar cinco años hasta presentar un nuevo estatuto
de autonomía. La aprobación definitiva de los estatutos de autonomía correspondía a las Cortes nacionales.
Se estableció la separación de poderes legislativo, ejecutivo y judicial.
El presidente de la República era elegido a través de las Cortes por un período de seis años, era el Jefe del Estado y representante institucional. No podían ocupar el cargo militares, eclesiásticos ni miembros de la familia real. El presidente actuaba como moderador del sistema. Tenía capacidad de veto, pero si en la segunda votación una ley era aprobada por 2/3 de la cámara, no se podía vetar de nuevo. Podía disolver las Cortes dos veces, pero si en la primera sesión de las terceras Cortes se consideraba que no hubo razones para adelantar las elecciones se le podía retirar del cargo.
El jefe del Gobierno ejecutivo- formado por el Consejo de Ministros, era responsable ante las Cortes, que podían retirarle su confianza en cualquier momento.
Las Cortes tenían el poder legislativo y de control del ejecutivo. Constaban de una sola Cámara, elegida por sufragio universal. Se creó la Diputación permanente de las Cortes.
El poder judicial se confiaba a unos jueces independientes. Se creó el Tribunal de Garantías Constitucionales.
Se estipuló el sufragio universal también para las mujeres, por primera vez en España directo y secreto. Se establecía el voto a los 23 años. En materia religiosa, el Estado se declaró laico. Los artículos 26 y 27 establecían la separación de la Iglesia y el Estado suprimían la retribución al clero y la enseñanza religiosa y
posibilitaban la disolución de aquellas Órdenes que, como la Compañía de Jesús, exigían algún voto especial. También se prohibió a la Iglesia ejercer el comercio, la industria y la enseñanza. Se reconoció, pues, la libertad de conciencia y la práctica de cualquier religión. Se aprobaría después el matrimonio civil, el divorcio y la secularización de los cementerios. Apareció como obligación del Estado extender la educación y la cultura a toda la población, sin discriminación alguna. También se proclamaba la igualdad de todos los españoles ante la Ley y recogía una amplia declaración de derechos y libertades individuales, existiendo una preocupación por los temas sociales. Se garantizaba la igualdad absoluta ante la ley, la educación y el trabajo y la no discriminación por razón de origen, sexo o riqueza. Se reconocía la facultad del gobierno para expropiar bienes de utilidad social y se definía el trabajo como una obligación social.
El Bienio Reformista (1931 1933 ).
Una vez aprobada la Constitución, las Cortes eligieron presidente de la República a Niceto Alcalá Zamora y a Manuel Azaña el presidente de gobierno. El nuevo gobierno contó con el apoyo de todos los partidos del Gobierno Provisional, excepto de los radicales de Alejandro Lerroux. Continuó la aplicación del programa de reformas puesto en marcha por los primeros decretos de abril de 1931.
Durante el Bienio Reformista se llevaron a cabo las siguientes reformas:
La reforma del problema regional.
En 1932 se aprobó el Estatuto de Cataluña por el cual se reconocía a los catalanes el derecho a tener gobierno autónomo propio (La Generalitat), presidente (Maciá), y parlamento propios (Companys). La aprobación del Estatuto y la solicitud de otros País Vasco, Galicia – contó con una fuerte oposición en las Cortes y en la prensa de derechas y despertó recelos en los medios militares respecto a la unidad de España. Se encauzaba así el viejo problema del centralismo con una nueva experiencia de Estado descentralizado.
Reformas sociales y laborales:
El socialista Largo Caballero, desde el Ministerio de Trabajo inició una serie de reformas para mejorar las condiciones laborales. Se instituyó la jornada de ocho horas, el derecho a la huelga y los jurados mixtos de arbitraje. La semana de 40 horas , el aumento de los salarios, la negociación colectiva., la creación de seguros sociales . Estas medidas provocaron la irritación de las organizaciones patronales.
Reforma educativa:
Se marcó el objetivo de reducir el analfabetismo. Se planificó la creación de escuelas, institutos, bibliotecas ambulantes…etc., aunque no pudo llevarse a cabo en su totalidad por las dificultades presupuestarias. Se promovió una educación liberal y laica, con un modelo de escuela mixta, pública, obligatoria y gratuita. Se suprimió la religión católica como asignatura y se prohibió el ejercicio de la enseñanza a las congregaciones religiosas. Ambas decisiones provocaron el rechazo frontal de la derecha y de la Iglesia. En el primer año de República, bajo la dirección de Marcelino Domingo se crearon 7.000 escuelas, que se elevaron hasta 13.500
durante la etapa de Fernando de los Ríos.
Reforma militar
Tenía como finalidad modernizar el ejército, mejorar su preparación y efectividad y también asegurar se fidelidad a la Segunda República. Se aprobó la Ley Azaña, que permitía a los generales y oficiales retirarse, incluso con el sueldo íntegro, si no juraban fidelidad a la República, pese a lo cual juraron fidelidad los africanistas José Sanjurjo, Emilio Mola y Francisco Franco. El número de oficiales retirados fue menor de lo esperado.
Reforma agraria
Fue la más ambiciosa, ya que intentó resolver las desigualdades en el medio rural, donde existía una enorme concentración de la propiedad, y miles de campesinos sin tierra. En 1932 se aprobó la Ley de Bases de la Reforma Agraria, con la oposición de los terratenientes y de la antigua nobleza, que financiaron el golpe de Estado del general José Sanjurjo ((agosto de 1932), que no llegó a triunfar. Se creó el Instituto de Reforma Agraria (IRA), que se encargó de la expropiación de las tierras , previa indemnización. Los fondos económicos con los que contaban fueron insuficientes y se asentó a menos familias de las previstas, lo cual provocó las
protestas de los campesinos y la ocupación de tierras. A partir de la llegada de la derecha al poder, en 1934, la Reforma quedó en suspenso, con la consiguiente desesperación de los campesinos, muchos de los cuales se desilusionaron con estas promesas de la República, y en 1936, con el triunfo del Frente Popular, su impaciencia les llevó a no esperar el reinicio legal de la Reforma, y sí a ocupar ellos las fincas.
El gobierno republicano-socialista hubo de enfrentarse a huelgas de obreros y campesinos, a ocupaciones de tierras protagonizadas por la CNT, y a hechos violentos como el de Casas Viejas (Cádiz) 1933 – , un alzamiento anarquista que terminó con más de diez muertos. Esto supuso el final del gobierno de Manuel Azaña. Los socialistas comenzaron a rechazar un gobierno cuyos instrumentos de represión provocaron la muerte de campesinos (le retiraron el apoyo parlamentario). La coalición republicano-socialista entró en crisis y Manuel Azaña dimitió. El Presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora disolvió las Cortes y convocó elecciones para noviembre de 1933.
Oposición al gobierno republicano-socialista se concretó alrededor de :
José María Gil Robles, fundador de la CEDA, (1933) bajo el lema : Religión , Patria, Familia, Propiedad y Orden.
Con una actitud hostil a la República existía el grupo monárquico Renovación Española, liderado por José Calvo Sotelo que llegó a acuerdos electorales con los carlistas agrupados en la Comunión Tradicionalista.
José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange Española (1933), de inspiración fascista.
El veterano partido de centro derecha: el Partido Radical, dirigido por Alejandro Lerroux. El ala más radical y revolucionaria de la CNT alrededor de la Federación Anarquista Ibérica (FAI) que defendía la vía insurreccional y armada (Durruti, Ascaso, García Oliver…).
El Partido Comunista de España (PCE) que iba creciendo entre campesinos y obreros.
Política de reformas y realizaciones culturales
La República recibió el apoyo de muchos intelectuales. El lema de cultura para todos se convirtió en un objetivo colectivo. Muchos dirigentes republicanos y socialistas pertenecían al mundo cultural y veían en el ideal
republicano el instrumento eficaz de regenerar al país. Los más jóvenes adoptaron una actitud de militancia a su favor. En 1930 se formó la Agrupación al servicio de la República (Ortega, Marañón, López de Ayala.) , Ortega y Marañón se presentaron a las elecciones de 1931, consiguiendo acta de diputados.
Sin embargo , grandes intelectuales como Miguel de Unamuno y Pío Baroja, integrantes de la generación del 98, se sintieron desplazados y que la Segunda República se decantó por una democracia de masas, lo que, además de la demagogia de los gobernantes, terminó rechazando el propio Ortega.
Literatos como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Pedro Salinas, Miguel Hernández o el cineasta Luís Buñuel, componentes de la Generación del 27, se sintieron, no obstante, plenamente identificados con el ideal republicano. Formaban un grupo muy compacto vinculado a la Residencia de Estudiantes de Madrid.
El Gobierno Provisional diseñó un plan educativo de cuya aplicación se ocuparon Marcelino Domingo y Fernando de los Ríos, según el modelo de la Institución Libre de Enseñanza escuela laica, mixta, obligatoria y gratuita. Desde la Revista de Occidente, que fundara Ortega en 1923, se difundió lo más importante de
la filosofía y la ciencia europea de la época.
Destacan igualmente el Teatro Itinerante (la compañía teatral universitaria La Barraca creada e impulsada por Federico García Lorca y subvencionada por el Ministerio de Instrucción
Pública, y el Búho, dirigido por Max Aux). Y las Misiones Pedagógicas creadas en mayo de 1931. Objetivo: difundir la cultura general, la orientación docente y la educación ciudadana en aldeas, villas y lugares. Igualmente destacaron las Universidades Populares y las bibliotecas ambulantes y rurales.
La prensa alcanzó un notable desarrollo, en el que se reflejaba un deseo de renovación cultural y una creciente afirmación ideológica. En Madrid hubo 18 diarios y 15 en Barcelona. Diarios como El Sol, El Debate, ABC, La Vanguardia y las publicaciones de las organizaciones políticas y sindicales: El Socialista, Solidaridad Obrera. Revistas de la época: Cruz y raya, Leviatán, Octubre, Ahora……
14.4 . La Segunda República : el bienio radical-cedista. La Revolución de 1934.
Las elecciones de 1936 y el Frente Popular
La primera etapa del Bienio radical-cedista (1933-1934).
Las elecciones de noviembre de 1933: obtuvieron la mayoría los partidos de centro derecha la CEDA de José María Gil Robles y el Partido Radical de Alejandro Lerroux.
Niceto Alcalá Zamora encomendó el gobierno a Alejandro Lerroux, que contó con el apoyo parlamentario de la CEDA.
El Gobierno Lerroux : desarrolló una política contraria a la del Bienio republicano socialista. Se paralizó la reforma agraria, devolviéndose las tierras a los antiguos propietarios y expulsando de ellas a los campesinos que se habían asentado; se volvió a incluir la asignación al clero en los presupuestos del Estado; se aprobó la Ley de Amnistía que favoreció a los militares encarcelados por el fallido golpe de Estado de 1932; se ralentizó la construcción de escuelas y se bloquearon los Estatutos de Autonomía.
Radicalización de derechas e izquierdas:
Derechas : el aumento de la conflictividad social en el campo y en las áreas obreras consolidó a la CEDA. Falange Española se fortaleció fusionándose con las JONS (1934), que practicó la violencia para conseguir sus objetivos políticos. Izquierdas : los republicanos se aglutinaron en un nuevo partido: Izquierda Republicana. La
UGT y el PSOE, por temor al fascismo, también se radicalizaron claramente, dando comienzo a un movimiento revolucionario que fue especialmente grave en Asturias y Cataluña.
La Revolución de 1934.
El 4 de octubre de 1934 Alejandro Lerroux formó gobierno, dando cabida en él a tres ministros de la CEDA. Este hecho fue tomado por el PSOE y ERC como el triunfo de la derecha más radical, que prepararía la llegada del fascismo, y desencadenó la insurrección que venía preparándose desde que, en 1933, la derecha ganara las elecciones.
El 5 de octubre la UGT convocó una huelga general. La prensa de izquierdas animaba a la opinión pública a sumarse a la insurrección, hecho que se produjo el 6 de octubre de 1934. No obstante, la huelga fracasó en la mayor parte de España por dos motivos : por un lado, no tuvo el seguimiento popular que esperaban las fuerzas revolucionarias y, por otro, el ejército y la Guardia Civil reprimieron a los huelguistas. En Cataluña, la huelga tuvo un carácter político independentista. La noche del 6 de octubre Lluis Companys proclamó el Estat Catalá dentro de la República Federal Española, e invitó a luchar contra el gobierno fascista, pidiendo para Barcelona la sede del gobierno provisional de la Segunda República. Pero, tan solo un día más tarde, el ejército acabó con la insurrección. Se suspendió la autonomía catalana y todo su gobierno fue acusado de rebeldía.
La insurrección contra el gobierno solo triunfó en Asturias. Con el fin de socializar los medios de producción , socialistas, anarquistas y comunistas firmaron la Alianza Obrera. Miles de obreros armados consiguieron ocupar toda Asturias y proclamaron la Revolución Socialista de los Consejos Obreros. Para sofocar la insurrección el Gobierno envió unidades de la Legión y de los Regulares estacionadas en Marruecos bajo el mando del general
Francisco Franco. El 18 de octubre la insurrección estaba totalmente controlada. Hubo más de mil muertos, miles de encarcelados y fueron muchas las sentencias a la pena de muerte aunque finalmente el Gobierno indultó a muchos detenidos.
Segunda etapa del Bienio radical-cedista (1934-1936).
La revolución de octubre de 1934 motivó un endurecimiento de la política del gobierno. Se suspendió el Estatuto de Cataluña y se aprobó una nueva Ley de Reforma Agraria, que detuvo el proceso de entrega de tierras y asentamiento de los campesinos.
El gobierno era débil y estaba en crisis permanente por las luchas internas entre el Partido Radical y la CEDA. Los radicales tenían que gobernar con José María Gil Robles a pesar de que no estaban de acuerdo con su política. La tarea de gobierno fue desgastando a la CEDA y surgió a su derecha otro partido político, el Bloque Nacional, dirigido por José Calvo Sotelo, de orientación monárquica y autoritaria.
En el campo militar, Gil Robles llevó a cabo una serie de cambios en los mandos militares, ocupados por militares poco o nada partidarios de la república, como el general Fanjul, nombrado subsecretario del ministerio, el general Franco, jefe del Estado Mayor y el general Mola, jefe del ejército de Marruecos.
En octubre de 1935, el escándalo del estraperlo juegos de azar autorizados mediante soborno a algunos políticos radicales supuso la crisis definitiva del gobierno, ya que se rompió el acuerdo radical-cedista y Alejandro Lerroux dimitió como presidente del gobierno.
El escándalo del estraperlo ( dos extranjeros, Straus y Perlo, obtuvieon permiso, previa entrega de numerosos regalos a políticos radicales, para instalar en el Casino de San Sebastián un sistema de juego de ruleta que garantizaba ganancias seguras a los propietarios. En adelante la palabra estraperlo en España sería sinónimo de ganancia ilícita.) ( Niceto Alcalá Zamora disolvió las Cortes y convocó elecciones para febrero de 1936.
Las elecciones de 1936 y el Frente Popular
En las elecciones del 16 de febrero de 1936 los partidos de izquierda y nacionalistas se
agruparon en el Frente Popular, que hizo una campaña electoral con un programa reformista:
Recuperar los grandes cambios del bienio republicano-socialista. Conceder la amnistía para los represaliados por la Revolución de Octubre de 1934.
El Frente Popular estaba integrado por :
Izquierda Republicana (Manuel Azaña).
Unión Republicana (Diego Martínez Barrio).
PSOE (Largo Caballero e Indalecio Prieto).
PCE (Partido Comunista de España: Dolores Ibarruri).
Federación Nacional de Juventudes Socialistas .
Partidos Sindicalista.
POUM (Partido Obrero Unificado Marxista).
Los anarquistas no se unieron al Frente Popular pero apoyaron sus candidaturas. En Cataluña se presentó el Front dEsquerres de Cataluña, liderado por ERC, de Lluis Companys.
La derecha también se presentó unida en numerosas circunscripciones. La CEDA hizo campaña presentando al Frente Popular como el fin de la Segunda República.
Los resultados electorales dieron el triunfo, en número de escaños al Frente Popular.
El primer gobierno del Frente Popular, presidido por Manuel Azaña, estaba formado por Izquierda Republicana y Unión Republicana. Sus primeras actuaciones se ajustaron a los pactado entre las fuerzas que lo integraban:
Se decretó la amnistía para todos los represaliados de la Revolución de Octubre de 1934 aunque en muchas ciudades hubo personas que fueron excarceladas antes de que se firmase el decreto de amnistía y a las que se les devolvieron sus puestos de trabajo. Se restauró el Estatuto de autonomía de Cataluña. Tras su liberación, Lluis Companys volvió a ocupara la presidencia de la Generalitat. Se aprobó en referéndum el Estatuto de
Galicia y se empezó a discutir el del País Vasco en las Cortes. Se retomó la reforma agraria de 1932.
El Congreso destituyó al presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, y el 10 de mayo de 1936 fue elegido Manuel Azaña como nuevo presidente de la República. Manuel Azaña quiso contar en el nuevo gobierno con el proyecto de los socialistas moderados de Indalecio Prieto, pero el grupo parlamentario socialista se negó a ello. El nuevo gobierno, presidido por el republicano Santiago Casares Quiroga, se formó el 13 de mayo de
1936 sin la participación del PSOE.
Durante la primavera de 1936 la vida política y social española se deterioró y aumentaron el terrorismo y los enfrentamientos violentos entre la izquierda y la derecha.. Francisco Largo Caballero, del sector radical del PSOE, optó por la revolución socialista. Desde marzo de 1936 varios generales, bajo la dirección de Emilio Mola venían preparando un golpe de Estado contra el gobierno del Frente Popular. El general Francisco Franco, que
había sido nombrado por el anterior gobierno radical-cedista Jefe del Estado Mayor, suponía igualmente un peligro para la Segunda República. La lucha política en las Cortes llegaba, pues, a la calle, a las organizaciones políticas y a los cuarteles. El orden público era alterado por enfrentamientos callejeros, en los que caían
asesinados militantes de las distintas tendencias y la oleada de huelgas parecía incontrolada, mientras la revolución campesina procedía a la ocupación de tierras. Calvo Sotelo denunciaba al Gobierno en las Cortes, mientras él mismo era acusado de provocar con sus protestas una intervención militar .Para prevenir esta posibilidad el Gobierno alejó a los generales sospechosos: Mola fue enviado a Pamplona; Franco, a Canarias y Goded, a Baleares.
Los últimos días de la Segunda República fueron convulsos y constituyen el preludio de la Guerra Civil. El desencadenamiento último de la Guerra Civil fueron dos asesinatos : el del teniente de la guardia de asalto José del Castillo, el 12 de julio de 1936 por extremistas de derechas y el asesinato del diputado de derechas José Calvo Sotelo, el 14 de julio de 1936, por las fuerzas de seguridad. La muerte del líder de la derecha aceleró la intervención militar, y el 17 de julio las tropas de la Comandancia de Melilla se sublevaron contra el Gobierno.
14.5. La guerra civil: la sublevación militar y el estallido de la guerra. El desarrollo del conflicto: etapas y evolución de las dos zonas. La sublevación militar y el estallido de la Guerra Civil.
Las tensiones sociales y políticas de la República se acentuaron en la primavera de 1936, lo que propició que los militares contrarios al gobierno prepararan un golpe de Estado. Como jefe de la sublevación se designó al general Sanjurjo, pero murió al estrellarse el avión que le traía a España desde Estoril, Portugal. El coordinador de toda la trama conspiradora era, desde Pamplona, el general Mola (el Director).
El general Mola organizó el golpe de Estado contando con el apoyo de parte del Ejército y de los grupos políticos antirrepublicanos monárquicos, carlistas y falangistas. El golpe de Estado debía ejecutarse con gran rapidez y violencia para evitar cualquier resistencia del Gobierno o de las organizaciones izquierdistas. El
régimen republicano sería sustituido por una dictadura provisional. Ante las sospechas y, para evitarlo, el ministro de Defensa había cambiado de destino a los generales más antigubernamentales, Mola, Franco, Goded, destinándolos a Pamplona, Canarias y Baleares respectivamente. Sin embargo los preparativos de la sublevación habían continuado.
Los conspiradores sabían que era difícil que triunfara el golpe de Estado debido a dos factores:
División en el Ejército y las fuerzas de seguridad (Guardia Civil, Guardia de Asalto).
Buena organización de las asociaciones obreras y campesinas, dispuestas a defender la República e incluso a aprovechar la situación para organizar una revolución social.
El golpe de Estado estaba fijado para el 18 de julio, pero la tensión creada por los asesinatos del teniente Castillo- Guardia de asalto y militante del PSOE y del diputado monárquico José Calvo Sotelo, provocó que los conspiradores de Melilla y Ceuta se alzaran la noche anterior. A lo largo del día 18 de julio, los sublevados alzaron gran parte de la Península Navarra, Álava, Castilla-León, Galicia y varias regiones de Aragón y Andalucía además de Marruecos, Canarias y Baleares. Sin embargo, la acción conjunta de militares leales al Gobierno y organizaciones obreras consiguió sofocar la rebelión en las grandes ciudades del país salvo en Sevilla y, por consiguiente, se produjo el fracaso del golpe de Estado. Los sublevados no se rindieron y organizaron una guerra relámpago para conquistar Madrid, dando comienzo entonces la Guerra Civil. Tras el golpe de Estado, España quedó dividida en dos bandos:
1. La República :
Económicamente, controlaba las zonas industriales y mineras, además de los recursos financieros del Banco de España.
Militarmente, la República contaba con al apoyo de la Marina y la Guardia de Asalto; armó a las organizaciones obreras y campesinas (milicianos) y las agrupó con los militares leales para hacer frente a los sublevados.
2. Los sublevados :
Económicamente, dominaban las principales zonas agrarias. Militarmente, los sublevados que se llamaban a sí mismos nacionales contaban con las experimentadas tropas africanas (la Legión y los Regulares), la
mayoría de los oficiales y la Guardia Civil, así como numerosos voluntarios de las milicias organizadas por los partidos carlista (el requeté) falangista.
El desarrollo del conflicto: etapas y evolución de las dos zonas.
La Guerra civil se desarrolló en tres etapas:
Primera etapa (julio de 1936 marzo 1937 ) : en estos meses los sublevados intentaron tomar Madrid en varias acciones diferentes. Las tropas dirigidas por el general Mola avanzaron desde Navarra hacia Madrid, pero fueron detenidas por los milicianos en la Sierra de Guadarrama. Franco tuvo que aerotransportar, con ayuda
alemana, el ejército de África hasta Sevilla y, desde allí, tomó Badajoz pero, en lugar de avanzar rápidamente hacia Madrid, se desvió hacia Toledo (liberó el Alcazar tras un sitio de casi dos meses), lo que permitió a la Junta de Defensa presidida por el general Miaja nombrado por el Gobierno, que se había alejado de Madrid y estaba instalado en Valencia – proteger la capital con los milicianos, las Brigadas Internacionales y los tanques soviéticos. Los sublevados (nacionales) intentaron dos maniobras envolventes para tomar Madrid en febrero y en marzo de 1937 (Batallas del Jarama y de Guadalajara), pero fracasaron. Los sublevados (nacionales) se dieron entonces cuenta que la guerra no se resolvería rápidamente, lo que obligaba a cambios
de estrategia. No obstante, el cerco de Madrid continuó durante toda la guerra. Nacieron las consignas que se hicieron famosas No pasarán; Madrid será la tumba del fascismo.
Segunda etapa ( abril octubre 1937 ) : el hecho más importante fue la Campaña del norte, emprendida por Franco tras el fracaso de la toma de Madrid. Los sublevados (nacionales) conquistaron los territorios del norte aprovechando tres factores:
El aislamiento del resto de las regiones republicanas
La ayuda de las tropas italianas
El apoyo de la aviación alemana (bombardeo y destrucción de Guernica por la Legión Cóndor. Quedó para el futuro como uno de los hechos más nefastos de la guerra ).
El General Vicente Rojo Jefe del Estado Mayor republicano ordenó una ofensiva sobre Brunete para tratar de aliviar la presión sobre Madrid y obligar a los sublevados (nacionales) a retirar tropas del frente norte, pero fracasó. Tras la caída de Asturias (octubre 1937) la República perdió los territorios del norte, que era la región
más rica en recursos minerales y producción industrial, y por consiguiente sus posibilidades de éxito. Tras la muerte de Mola en un accidente de aviación, en el norte, le sustituyó el general Dávila, quién, tras romper el perímetro defensivo de Bilbao (cinturón de hierro) entró en la ciudad el 19 de junio. En la toma de Santander
participaron las tropas italianas y las brigadas navarras . La ciudad fue ocupada el 26 de agosto.
Tercera etapa ( octurbre 1937 abril 1939 ): esta etapa final de la guerra se desarrolló en el este de la Península.
El general Rojo lanzó una ofensiva sobre Teruel y, aunque la conquistó fue la única capital de provincia tomada por los republicanos en la guerra – Franco la recuperó dos meses más tarde. Comenzó la campaña del Mediterráneo, que buscaba dividir en dos a la República aislando Cataluña del resto de territorios.
Logrado este objetivo por Franco, el general Rojo emprendió la batalla del Ebro, con la intención de frenar su avance hacia Valencia. Fue la batalla más dura de la guerra y peso a sus conquistas iniciales (el 25 de julio de 1938, los republicanos cruzaron el Ebro y, después de avanzar casi 35 kms, aislaron en una bolsa a una parte
de las tropas de Franco. Se iniciaba así una violentísima batalla de desgaste que iba a durar más de tres meses y que produjo una enorme cantidad de bajas) El ejército republicano fue empujado a sus posiciones de inicio cuatro meses después, tras haber perdido gran cantidad de hombres y material, además de sus escasas opciones de victoria. Los republicanos habían quedado prácticamente destruidos.
En enero de 1939 Franco inició la ofensiva sobre Cataluña. En enero se tomó Tarragona, luego Barcelona (26 de enero) y, finalmente, Gerona . Poco después las tropas franquistas alcanzaron la frontera francesa. Este hecho fue precedido del éxodo de miles de republicanos hacia Francia entre ellos Azaña, que dimitió como
presidente de la República, pero Negrín, jefe del Gobierno republicano, decidió continuar la lucha apoyado por los comunistas, con la intención de unir la guerra española con una guerra europea que parecía que iba a producirse pronto entre democracias y fascismo.
En el frente del Centro, las posiciones se mantenían en 1939 como en los primeros meses de la guerra y, en Madrid, Negrín y los comunistas intentaban mantener la resistencia ante la inminencia de una guerra europea que hiciera cambiar la situación. Sin embargo, tras duros enfrentamientos dentro de la capital, la Junta de Defensa que presidía el general Casado, apoyada por socialistas, republicanos y anarcosindicalistas, dio un golpe de Estado contra el gobierno republicano e intentó negociar con Franco una rendición con condiciones. Franco rechazó la propuesta y, aunque la República controlaba todavía un territorio considerable, su
descomposición interna provocó que el 1 de abril de 1939 finalizara la guerra. ( el 1 de abril de 1939, el Cuartel General de Franco comunicaba el fin de la guerra con el famoso último parte de guerra. En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. Españoles , la guerra ha terminado.