A) Definición y evolución. Podemos definir la generación del 98 como un
conjunto de escritores que se sienten profundamente afectados por la crisis de valores
de fines del XIX; y, que creen que la guerra de 1898, y la pérdida de l o s ú l t imo s
restos de lo que había sido el Imperio español, es un momento a d e c u a d o p a r a l a
regeneración moral, social y cultural del país. El término f u e a c u ñ a d o p o r
Azorín en una serie de artículos de 1913 recogidos en su libro “Clásicos y
modernos” Según el, integraban la Generación del 98 autores como U n a m u n o ,
Baroja, Maeztu, Valle Inclán, Benavente o Rubén Darío. No cita a Machado. Algunos
de los miembros de la Generación rechazaron la idea. Así, Baroja afirmó:
“Yo no creo que haya habido ni que haya una Generación del 98. Si la hay,
yo no pertenezco a ella.”
Con todo, el poeta del 27 Pedro Salinas en un ensayo de 1935 aplica al 98 el
concepto de generación literaria que había establecido Petersen y que pasaba por
cumplir, entre otros, los siguientes requisitos:
– Nacimiento con pocos años de diferencia. En el caso del 98, 11 años separan
al más viejo, Unamuno, del más joven Machado.
-Formación intelectual semejante. Salinas señala el autodidactismo como
carácterística común a todos ellos.
-Relaciones personales. Todos ellos se movían en similares ambientes
-Participación en actos colectivos propios. Se suele citar el homenaje a Larra en 1902
o la protesta por la concesión del premio nobel a Echegaray
-Un acontecimiento generacional. En este caso el desastre del 98
-Etc.
Respecto a la evolución ideológica del grupo del 98, podemos señalar las
siguientes etapas:
Primera etapa: Juventud del 98
Los primeros años de todos estos autores vienen dominados por un espíritu de protesta y
rebeldía. Ideológicamente, están cercanos a las posturas más revolucionarias de la
época. “Azorín”resumíó esta primera etapa en una frase…
“Un espíritu de protesta, de rebeldía, animaba a la juventud del 98.”
Segunda etapa: El Grupo de los Tres.
En el año
1901, “Azorín”, Baroja y Maeztu publicarán un Manifiesto con el que
1901, “Azorín”, Baroja y Maeztu publicarán un Manifiesto con el que
pretenden animar a “la generación de un nuevo estado social en España”. La intención
de este texto y de sus autores no es ya revolucionaria (no pretenden cambiarlo todo),
sino más moderada: pretenden reformar el país y entienden que desde la acción política
no es posible.
Tercera etapa: Madurez del 98.-
Hacia el año 1910 los autores del 98 han abandonado sus intentos de cambiar España,
centrándose en sus problemáticas individuales vistas con un enorme subjetivismo.
Este período es el que tradicionalmente se ha considerado más carácterístico de la
Generación del 98 y viene definido por tres rasgos principales:
1º Su pensamiento enlaza con el de los irracionalismos de la segunda mitad del
Siglo XIX (Schopenhauer, Nietzsche y Kierkegaard).
2º Los temas más corrientes en sus obras girarán en torno a las preocupaciones
religiosas y existenciales.
3º Seguirán interésándose por España, sus problemas y su esencia, pero desde
posturas muy subjetivas.
B) Carácterísticas y temas principales.
Son influenciados por los filósofos irracionalistas, creando en ellos angustia vital,
preocupaciones existenciales, pesimismo y voluntad frente a la razón.
Su trayectoria sufre una evolución desde unas posturas juveniles radicales hasta
posiciones más conservadoras en su madurez. Por ejemplo, Azorín evoluciónó de una
postura anarquizante en su juventud hacia el conservadurismo en su madurez. Otro
ejemplo es Pío Baroja, que evoluciónó de una postura anarquizante, al igual que Azorín,
hasta alcanzar el escepticismo en su madurez.
Tienen una actitud ética de denuncia social, que los diferencia de los autores
modernistas. España, y Castilla como símbolo de la misma, se convierte en una de las
grandes obsesiones de estos autores. A través de los paisajes castellanos analizan las
causas de la decadencia del país, así como los problemas sociales y culturales existentes
en los primeros años del siglo. Ésta actitud de denuncia social cristaliza en las obras en
forma de descripciones y críticas de las gentes y su forma de vida.
En sus obras proyectan una visión subjetiva de la realidad en sus descripciones y
retratos de las costumbres y clases sociales de la época.
Plantean preocupaciones existenciales a raíz de la crisis de fin de siglo que sufre
España. Estas preocupaciones derivan en un sentimiento de angustia, una desconfianza
en la razón y una inclinación hacia el subjetivismo, además de los temas de la voluntad
y la abulia.
Su estética es sencilla, precisa y clara, rechazando el barroquismo y la retórica y
persiguiendo una expresión personal, dando lugar a estilos muy diversos.
En el lenguaje, recuperan localismos y arcaísmos para potenciar el espíritu nacional
español, y abandonan el retoricismo y buscan un lenguaje natural, preciso y sobrio.
El género más utilizado es el ensayo, con temática variada, con exponentes como
Unamuno y Azorín, y también destaca la renovación de la novela con escritores como
Baroja, Unamuno o Azorín.
Respecto a los temas, podemos citar los siguientes:
1º El tema existencial.- La vida humana y su sentido, la soledad, la tristeza y la
melancolía, el amor y la ausencia del amor, etc…
2º El tema religioso.- Muy vinculado con el anterior, ya que Dios puede ser
lo que de sentido a la vida humana. La existencia o la no existencia de Dios, el
problema del alma y la inmortalidad, la fe, la razón y el corazón, son
preocupaciones que aparecerán en sus textos.
3º El tema social.- Todos estos autores intentaron en uno u otro momento de sus
vidas, transformar la vida española: analizaron las causas de la decadencia del
país, así como los problemas concretos que existían en los primeros años del
siglo.
4º La literatura también aparecíó como tema en sus obras: intentaron definirla y
adaptar los distintos géneros literarios a sus fines.