La España de los Reyes Católicos y los Austrias: Un Imperio en Expansión

La Conquista del Reino Nazarí y la Organización del Estado

La Toma de Granada

Sin Granada, la Reconquista no habría finalizado. Los Reyes Católicos, uniendo las fuerzas de Castilla y Aragón, y aprovechando las tensiones existentes en el reino nazarí, conquistaron la zona que rodeaba la ciudad de Granada, dejándola aislada. La guerra duró diez años y se ganó por vía diplomática. El rey Boabdil firmó las capitulaciones el 2 de enero de 1492. Estas eran generosas, pero no sinceras, pues permitían a los musulmanes (moriscos) permanecer en el reino con su propia religión, leyes y autoridades.

La paz no duró mucho. La reina Isabel y el cardenal Cisneros ordenaron la conversión forzosa en 1499, lo que provocó un levantamiento en las Alpujarras que fue aplastado en el año 1500.

La Expansión Territorial: Navarra

Francia y Castilla querían el reino de Navarra. En 1512, Fernando aprovechó un incidente diplomático para ordenar la ocupación del reino, que fue conquistado por el duque de Alba y anexionado a Castilla. Al igual que en el resto de reinos, se mantuvieron sus instituciones y fueros.

La Organización del Estado

Castilla

En Castilla se fortaleció el poder real. Las Cortes perdieron importancia y se convocaron escasamente. Se crearon los Consejos, que tenían funciones legislativas y judiciales, estaban integrados por letrados y dependían directamente de la monarquía, como el Consejo de Castilla o el de Órdenes Militares. En las ciudades se creó la figura del corregidor, un representante del rey con amplios poderes políticos, administrativos y financieros.

Aragón

En Aragón, cada reino mantuvo sus instituciones, pero el rey impuso dos nuevas: el virrey o delegado real en cada reino con poderes ejecutivos y judiciales, y el Consejo de Aragón (1494) como organismo consultivo, que en algunos reinos actuaba como Tribunal Supremo.

La Inquisición

La única institución con jurisdicción en todos los reinos era la Inquisición, un tribunal eclesiástico que se encargaba de velar por la ortodoxia del catolicismo.

La Proyección Exterior: Política Italiana y Norteafricana

Italia

Aragón tenía que proteger Nápoles de los intentos expansionistas del rey de Francia, Carlos VIII. Las victorias de los españoles, dirigidos por el Gran Capitán en Ceriñola, Garellano y Gaeta, alejaron el peligro francés.

Norte de África

No asegurar la costa africana podía suponer un problema para las comunicaciones entre España e Italia. Los castellanos consideraban las conquistas del norte de África como una empresa de tradición aragonesa. La expansión en esa zona había comenzado en 1497 con la toma de Melilla. Después, ayudado por Cisneros, Fernando lanzó expediciones a la costa mediterránea de África: tomó Mazalquivir, el Peñón de Vélez de la Gomera y, entre 1509 y 1511, Orán, Bujía y Trípoli, y sometió Argel. Sin embargo, tras la derrota en la isla de Yerba (Gelves) en 1511, solo quedaron algunas plazas fuertes, y la piratería siguió asentada en el norte de África.

El Descubrimiento y la Conquista de América

El Descubrimiento

El descubrimiento de América se debió a Cristóbal Colón, que proyectó llegar a la India navegando hacia el oeste para evitar a los turcos y a los piratas que dominaban la ruta comercial del Mediterráneo oriental. Tras ser rechazado su proyecto por Juan II de Portugal, lo ofreció a los Reyes Católicos, que firmaron con él las Capitulaciones de Santa Fe, por medio de las cuales Colón sería almirante de las islas y tierra firme, así como virrey y gobernador.

Colón partió del puerto de Palos (Huelva) el 3 de agosto de 1492 y, tras hacer escala en Canarias, llegó el 12 de octubre a la isla de Guanahaní, que bautizó como San Salvador. Antes de regresar, descubrió Juana (Cuba) y La Española (República Dominicana). Colón realizó tres viajes más entre 1493 y 1502 y murió en 1506 convencido de haber llegado a la India. Otros viajes posteriores demostraron que no se trataba del continente asiático, sino de un Nuevo Mundo que ofrecía grandes posibilidades económicas.

La Conquista y Colonización

En una primera etapa se incorporaron los grandes imperios americanos: Hernán Cortés conquistó el Imperio azteca (1519-1521) y Francisco Pizarro el Imperio inca (1533). Posteriormente se incorporaron los territorios de América Central y del Sur (salvo Brasil) y el sur de América del Norte.

Tras la conquista comenzó el proceso de colonización y explotación de los recursos. El comercio se llevó a cabo en régimen de monopolio; la Casa de Contratación de Sevilla fue la encargada de dirigirlo.

La explotación de los recursos americanos se llevó a cabo mediante el sistema de repartimientos o encomiendas, que suponía el reparto de los indígenas entre los colonos. Otro sistema fue la mita, de origen inca, que obligaba a una parte de los trabajadores de cada pueblo a trabajar en las minas a cambio de un salario.

Ante los abusos y las denuncias de malos tratos sobre los indígenas, fueron decretadas las Leyes Nuevas de 1542, que establecieron el fin de las encomiendas, pero no resultaron efectivas.

Impacto de América en España

Para Castilla, económicamente, la conquista americana financió todas las guerras que supusieron la hegemonía castellana en Europa durante todo el siglo XVI; aportó nuevas plantas y productos alimenticios que favorecieron el comercio, como el maíz, la patata, el tomate, el cacao y el tabaco; la ruta del Mediterráneo perdió importancia a favor de la atlántica; y la llegada de grandes cantidades de metales preciosos provocó una fuerte subida de precios.

En el terreno cultural, impulsó el desarrollo de nuevas ciencias como la cartografía, la geografía o la biología. Demográficamente, supuso la emigración de unas 2.000 personas anuales hacia el nuevo continente. Socialmente, generó un debate sobre la explotación de los indios, ya que hubo protestas contra ella por parte de miembros de la Iglesia como Bartolomé de las Casas.

El Imperio de Carlos V: Conflictos Internos

Las Comunidades de Castilla (1519-1521)

Las Comunidades de Castilla tuvieron motivaciones diferentes: el pueblo estaba en contra de los nobles y de la subordinación de Castilla a los intereses del Imperio alemán; los nobles querían conservar sus privilegios frente a la nobleza flamenca que acompañaba al rey; y los representantes de las ciudades querían rebajar el poder del monarca y la nobleza. El rey hizo concesiones a la nobleza, y se aliaron para acabar con la sublevación tras la batalla de Villalar (1521). Los dirigentes Padilla, Bravo y Maldonado fueron decapitados, y la rebelión, reprimida.

Las Germanías (1520-1521)

Las Germanías en Valencia y Mallorca fueron un movimiento social. En 1520, los artesanos y pequeños propietarios rurales intentaron tomar el poder de las ciudades controladas por los nobles y los burgueses más ricos. El ejército real y la nobleza sofocaron la rebelión en 1521.

La Monarquía Hispánica de Felipe II: La Unidad Ibérica

Felipe II no salió de la Península y pudo concentrarse en los problemas de su enorme imperio hispánico. Con él se consolidó la hegemonía española en Europa. Los ejes de su política fueron: la rivalidad contra Francia, la lucha contra los turcos, los problemas religiosos que llevaron a la rebelión en Flandes, el enfrentamiento contra Inglaterra y el control del gobierno y la administración de los territorios americanos.

En 1580 incorporó Portugal a su Imperio. La muerte del rey don Sebastián sin herederos dejó a Felipe, hijo de Isabel de Portugal, como heredero de ese trono, llevando a cabo la unidad de la península ibérica tan deseada desde los Reyes Católicos.

El reino de Portugal mantuvo todas sus instituciones: sus propias Cortes y leyes, su moneda, su lengua, una fiscalidad independiente, sus propias aduanas, etc. Por lo que no se trató de una unidad política, solo estaba unido a Castilla en la persona de su monarca.