El Historicismo alemán.
Se trata de la gran Escuela Historiográfica Alemana desde principios del siglo XIX, manteniendo su vigencia hasta prácticamente la Segunda Guerra Mundial (1939-1947), si bien a partir de la Gran Guerra con la caída del II Reich Alemán el historicismo entra en una crisis, que intelectualmente es anterior, pero que se produce en estos momentos porque los historicistas alemanes controlaban la profesión de historiador en la universidad y las instituciones académicas. Aún hoy hay huellas del historicismo en Alemania y fuera de ella, igual que todavía siguen empleándose algunos de sus conceptos fundamentales. En alemán, más correcto que hablar de historicismo es hablar de Historismus. Hay otro concepto de la palabra historicismo, entendiendo como un conjunto de ideas políticas que argumenta y se justifica desde una determinada interpretación de la historia y, además, propone una interpretación de la historia que se considera cierta. Este concepto la utilizó el filósofo austríaco Karl Popper en su libro “La miseria del Historicismo”. La gran figura del historicismo es Leopold Ranke. Aunque cuenta con una determinada concepción de la historia desde el punto de vista filosófico, ya es un tipo de historiador profesional que no se daba antes del Siglo XIX. Es profesor de Historia y, además, crea una escuela historiográfica, todo ello desde su juventud. Hace que conforme vayamos avanzando sea cada vez más difícil si no eres un profesional, algo que ocurre gracias a la influencia de Ranke y la importancia de desarrollar su labor dentro de la universidad, como funcionario (algo que no ocurría en la universidad anglosajona donde el profesorado era un asalariado). Todo es algo contemporáneo de lo que no existe un precedente previo. Ranke es la base del historicismo, lo que no quiere decir que todos los historiadores historicistas sigan a Ranke. En muchas obras de Ranke se observa que hay una filosofía de la historia detrás, aunque era reacio de esas filosofías-construcciones intelectuales. Hegel coincide en la Universidad de Verón con él que, por aquel entonces, era profesor de filosofía, creador de una de las grandes filosofías del pensamiento del momento. Los historiadores tenemos el problema del azar, lo que se llama lo contingente. La filosofía de la historia no deja sitio al azar. Ranke es contemporáneo a Hegel, y mientras Hegel explica una filosofía de la historia, Ranke desconfía de esta. Po otra parte, tenemos a Herder, discípulo de Kant, que escribe su obra más importante a finales del Siglo XVIII al tiempo que escribe Kant, y como suele ocurrir, el discípulo supera al maestro, superando así su concepción de la historia a la de Kant. La concepción de Herder es anti-ilustrada. La influencia de este historiador va a ser principalmente en pedagogía fundamental. Su obra principal será “Ideas para una filosofía de la historia G.B. Vico (1668-1744), Nápoles, escribíó una obra poco leída en su tiempo que van a recuperar los ROMánticos Vico dice haber descubierto una ciencia nueva, solamente que esta ciencia no parte de elementos cartesianos. Para Vico la historia no es un secreto. Cree que la mente humana es capaz de penetrar en la historia. Esa explicación de la historia lo hace con el método de la introspección, recuperando así el tiempo histórico de la humanidad. Las naciones tienen una naturaleza común, y todas calcan el mismo proceso, pasando siempre por una etapa infantil, juvenil, adulta, de decadencia y desaparición, a no ser que llegue otro país y lo rompa, como en el caso de la llegada de los españoles a América. Por ejemplo, para Vico una edad juvenil es en la que dominan los héroes, tal y como lo dice Homero al referirse a la civilización griega. La nueva visión de la historia necesita de la influencia de la ilustración y de la ruptura con la ilustración, ambas cosas. Ranke afirma que desde el Siglo XIX hasta la actualidad pueden encontrarse muchas corrientes historiográficas, pero todas cuentan con cosas en común: – El carácter profesional de la Historia y del Historiador. – Aspiración de asentar la Historia sobre un conocimiento científico. Aunque el punto de partida sea Ranke, poco a poco se van a ir adoptando posiciones anti-rankeanas que, a pesar de ello, no negarán su importancia. Cuenta con fuertes convicciones religiosas luteranas, es más bien antiliberal, desconfiando por su conservadurismo, en un principio, de Bismarck. No por ser un historiador alemán será especialmente nacionalista. Para Ranke, hay que hacer historia sobre unidades históricas que el historiador debe identificar y estudiar. El objeto de estudio fundamental es el Estado, y la historia es una Historia política. En su prólogo de “Historia de los pueblos latinos y germánicos de 1494 a 1535” (1824) en “Pueblos y Estados en la historia moderna”, sin embargo, emplea el término pueblo y no Estado, realizando una historia política de las Guerras en Italia durante el Renacimiento. Uno de los libros más importantes de Ranke en el que trata la Historia de los Papas entre los siglos XVI y XVII (“Die römischen Päpste”), por el que recibíó críticas tanto de los católicos como de los protestantes. El Ranke más interesante es el previo a 1820. Hayden White contribuye de manera decisiva a la crítica de una serie de autores neopositivistas y posmodernistas, y contribuye a que la historia sea calificada de ciencia. El historicismo alemán no termina ni mucho menos con Ranke, ya que tiene gran cantidad de discípulos. Muchos de ellos se volverán incluso en lo político contra su maestro, con temas como la unificación A partir de la unificación alemana en 1871, el sistema universitario se homogeneiza, las cátedras de la universidad de historia estarán ocupadas prácticamente por miembros de la Escuela Historicista Von Treitschke es el máximo exponente de la Escuela Prusiana, que se identifica con los sectores belicistas del Estado alemán, sobre todo tras la caída de Bismarck del poder. Se caracteriza por el anti-socialismo, anti-semitismo, etc., aunque es considerado historiador. Aunque el historicismo alemán domina hasta los años 30 del Siglo XX, hay otros historiadores con un estudio historiográfico, destacando dos.
Se trata de la gran Escuela Historiográfica Alemana desde principios del siglo XIX, manteniendo su vigencia hasta prácticamente la Segunda Guerra Mundial (1939-1947), si bien a partir de la Gran Guerra con la caída del II Reich Alemán el historicismo entra en una crisis, que intelectualmente es anterior, pero que se produce en estos momentos porque los historicistas alemanes controlaban la profesión de historiador en la universidad y las instituciones académicas. Aún hoy hay huellas del historicismo en Alemania y fuera de ella, igual que todavía siguen empleándose algunos de sus conceptos fundamentales. En alemán, más correcto que hablar de historicismo es hablar de Historismus. Hay otro concepto de la palabra historicismo, entendiendo como un conjunto de ideas políticas que argumenta y se justifica desde una determinada interpretación de la historia y, además, propone una interpretación de la historia que se considera cierta. Este concepto la utilizó el filósofo austríaco Karl Popper en su libro “La miseria del Historicismo”. La gran figura del historicismo es Leopold Ranke. Aunque cuenta con una determinada concepción de la historia desde el punto de vista filosófico, ya es un tipo de historiador profesional que no se daba antes del Siglo XIX. Es profesor de Historia y, además, crea una escuela historiográfica, todo ello desde su juventud. Hace que conforme vayamos avanzando sea cada vez más difícil si no eres un profesional, algo que ocurre gracias a la influencia de Ranke y la importancia de desarrollar su labor dentro de la universidad, como funcionario (algo que no ocurría en la universidad anglosajona donde el profesorado era un asalariado). Todo es algo contemporáneo de lo que no existe un precedente previo. Ranke es la base del historicismo, lo que no quiere decir que todos los historiadores historicistas sigan a Ranke. En muchas obras de Ranke se observa que hay una filosofía de la historia detrás, aunque era reacio de esas filosofías-construcciones intelectuales. Hegel coincide en la Universidad de Verón con él que, por aquel entonces, era profesor de filosofía, creador de una de las grandes filosofías del pensamiento del momento. Los historiadores tenemos el problema del azar, lo que se llama lo contingente. La filosofía de la historia no deja sitio al azar. Ranke es contemporáneo a Hegel, y mientras Hegel explica una filosofía de la historia, Ranke desconfía de esta. Po otra parte, tenemos a Herder, discípulo de Kant, que escribe su obra más importante a finales del Siglo XVIII al tiempo que escribe Kant, y como suele ocurrir, el discípulo supera al maestro, superando así su concepción de la historia a la de Kant. La concepción de Herder es anti-ilustrada. La influencia de este historiador va a ser principalmente en pedagogía fundamental. Su obra principal será “Ideas para una filosofía de la historia G.B. Vico (1668-1744), Nápoles, escribíó una obra poco leída en su tiempo que van a recuperar los ROMánticos Vico dice haber descubierto una ciencia nueva, solamente que esta ciencia no parte de elementos cartesianos. Para Vico la historia no es un secreto. Cree que la mente humana es capaz de penetrar en la historia. Esa explicación de la historia lo hace con el método de la introspección, recuperando así el tiempo histórico de la humanidad. Las naciones tienen una naturaleza común, y todas calcan el mismo proceso, pasando siempre por una etapa infantil, juvenil, adulta, de decadencia y desaparición, a no ser que llegue otro país y lo rompa, como en el caso de la llegada de los españoles a América. Por ejemplo, para Vico una edad juvenil es en la que dominan los héroes, tal y como lo dice Homero al referirse a la civilización griega. La nueva visión de la historia necesita de la influencia de la ilustración y de la ruptura con la ilustración, ambas cosas. Ranke afirma que desde el Siglo XIX hasta la actualidad pueden encontrarse muchas corrientes historiográficas, pero todas cuentan con cosas en común: – El carácter profesional de la Historia y del Historiador. – Aspiración de asentar la Historia sobre un conocimiento científico. Aunque el punto de partida sea Ranke, poco a poco se van a ir adoptando posiciones anti-rankeanas que, a pesar de ello, no negarán su importancia. Cuenta con fuertes convicciones religiosas luteranas, es más bien antiliberal, desconfiando por su conservadurismo, en un principio, de Bismarck. No por ser un historiador alemán será especialmente nacionalista. Para Ranke, hay que hacer historia sobre unidades históricas que el historiador debe identificar y estudiar. El objeto de estudio fundamental es el Estado, y la historia es una Historia política. En su prólogo de “Historia de los pueblos latinos y germánicos de 1494 a 1535” (1824) en “Pueblos y Estados en la historia moderna”, sin embargo, emplea el término pueblo y no Estado, realizando una historia política de las Guerras en Italia durante el Renacimiento. Uno de los libros más importantes de Ranke en el que trata la Historia de los Papas entre los siglos XVI y XVII (“Die römischen Päpste”), por el que recibíó críticas tanto de los católicos como de los protestantes. El Ranke más interesante es el previo a 1820. Hayden White contribuye de manera decisiva a la crítica de una serie de autores neopositivistas y posmodernistas, y contribuye a que la historia sea calificada de ciencia. El historicismo alemán no termina ni mucho menos con Ranke, ya que tiene gran cantidad de discípulos. Muchos de ellos se volverán incluso en lo político contra su maestro, con temas como la unificación A partir de la unificación alemana en 1871, el sistema universitario se homogeneiza, las cátedras de la universidad de historia estarán ocupadas prácticamente por miembros de la Escuela Historicista Von Treitschke es el máximo exponente de la Escuela Prusiana, que se identifica con los sectores belicistas del Estado alemán, sobre todo tras la caída de Bismarck del poder. Se caracteriza por el anti-socialismo, anti-semitismo, etc., aunque es considerado historiador. Aunque el historicismo alemán domina hasta los años 30 del Siglo XX, hay otros historiadores con un estudio historiográfico, destacando dos.