La economía de los EE. UU. en los años 20
Se vendían todo tipo de mercancía, los electrodomésticos, pero el sector que registró mayor crecimiento fue el sector de los automóviles, que a su vez activaba la industria petrolera y la siderúrgica. El gran crecimiento de la demanda durante la guerra había hecho que se perfeccionasen las técnicas tayloristas de organización del trabajo, lo que abarató los costes e hizo crecer la productividad.
La automovilística y la siderúrgica aumentaron su productividad, porque muchos ciudadanos habían descubierto la delicia de tener una casa en la playa y los especuladores hacían su agosto en Florencia, multiplicando por 3 y por 4 los precios en pocos meses. Incluso los ciudadanos de clase media se enriquecieron con el negocio de la bolsa, pidiendo crédito para comprar acciones con la seguridad de que su precio aumentaría en poco tiempo.
1929: La crisis económica comenzó en EE. UU.
Pero había escasa distribución de la riqueza. Las grandes fortunas aumentaban muy deprisa y las inversiones en las industrias y la producción se multiplicaban mientras los salarios subían moderadamente.
Ese crecimiento desigual de los capitales y los salarios hizo que hubiera gran cantidad de producción, pero el mercado interior no podía comprarla. Por esta razón, muchos capitales abandonaron la inversión, donde hicieron subir el precio de las acciones de forma artificial.
En 1929, en medio de tanto dinero, de tanto negocio próspero, de tanto consumo, comenzó una desastrosa crisis económica. En unas semanas, la economía más próspera del mundo se derrumbó como en castillos de naipes y en el país la abundancia y el consumo se extendieron a la miseria y el hambre.
La bancarrota del 1929:
El 24 de octubre de ese mismo año pasó a la historia como el jueves negro. Ese día, inquietos por el movimiento a la baja registrado en días anteriores, muchos accionistas decidieron vender, especialmente los más modestos, que habían comprado acciones mediante préstamos y no podían resistir una baja sin sufrir un grave quebranto económico. La sesión de bolsa empezó con muchas acciones a la venta, lo que hizo bajar los precios. La baja hizo cundir el miedo y grandes cantidades de acciones se pusieron a la venta, lo que hizo caer los precios aún más y convirtió el miedo en pánico. Aunque los grandes bancos intervinieron comprando acciones para frenar la baja, el desplome se consumó el siguiente martes y se llevó por delante no solo inversores, sino a los bancos y grandes empresas.
La Gran Depresión:
Muchos clientes de los bancos, agobiados por las deudas, sacaron todo su dinero. La quiebra bancaria arrastró a la agricultura y a la industria. Cerraron empresas industriales y otras, debido a la falta de financiación.
Durante los años de guerra y posguerra, Europa demandaba todo tipo de productos y los granjeros habían pedido créditos para comprar tierras de cultivos, abonos y maquinarias. Cuando Europa se recuperó y comenzó a producir sus alimentos, los precios bajaron y poco después de la ruina general de 1929, el país se llenó de parados sin ningún poder adquisitivo. Muchos agricultores no pudieron pagar los créditos y los bancos se apropiaron de las tierras.
En 1929, EE. UU. tenía 1 millón y medio de parados; en 1932, tenía 12 millones. En EE. UU. no había seguro de paro ni seguridad social gratuita. Muchos ayuntamientos improvisaron repartos de alimentos para evitar las muertes por hambre en las calles.
La masa de parados no tenía ninguna capacidad de compra, lo que empequeñecía el mercado y aceleraba la quiebra de los campesinos y empresas industriales, que a su vez arrojaban más gente al paro. Era un círculo vicioso imparable.
Europa: De la restauración a la ruina de 1929
La crisis del 29 en EE. UU. fue una sacudida brutal para la economía europea. Alemania, que se estaba reconstruyendo con préstamos en dólares, tuvo que restringir drásticamente sus importaciones. Debido al proteccionismo, era imposible exportar a los EE. UU., lo que provocó quiebras bancarias en cadena al retirar los capitales invertidos en Europa. Por los mismos canales del mercado mundial, donde antes llegaba la riqueza, llegó la ruina, donde quebraron muchas empresas industriales, que arrojaban a la calle a una masa de parados. El crecimiento del paro, la bajada de precios y la restricción del mercado llevaban a la ruina a muchos campesinos, que emigraban a las ciudades en busca de inexistentes empleos.
Una salida de la crisis: El New Deal
Los votos de los obreros, de las clases medias y de los campesinos dieron victoria en las elecciones al candidato demócrata Roosevelt, en su campaña electoral donde había expuesto un programa completo para salir de la crisis: el New Deal. Sus principios fueron los siguientes:
- Se establece un subsidio para los parados.
- Puso en marcha un ambicioso plan de obras públicas, financiadas por el Estado.
- Se supervisó estrechamente a los bancos, facilitando su concentración.
- Se devaluó el dólar para facilitar las exportaciones.
- Se subvencionó a los campesinos para que redujeran la cosecha y destruyeran excedentes para evitar la bajada de precios.
- La ley estableció la jornada semanal de 40 horas y prohibió el trabajo de niños.
- Se reconoció el derecho de los obreros a sindicarse y a negociar convenios colectivos.
Aunque consiguió la recuperación económica, no logró poner fin a la depresión. La recuperación total llegaría a través de las grandes inversiones para una Segunda Guerra Mundial, aún más sangrienta que la anterior.