La Descomposición del Sistema (1917-1923)
La descomposición política
Los partidos dinásticos se fragmentaron en grupos encabezados por diferentes políticos. Desde 1917 se recurrió con frecuencia a la solución de los gobiernos de concentración. El más relevante fue el gobierno nacional, que configuró un gabinete con la participación de los líderes dinásticos y de los regionalistas catalanes. // Fracasados los gobiernos de concentración, se volvió al turno dinástico. Los conservadores gobernaron entre 1919 y 1922 y después de nuevo los liberales.
Conflictividad obrera y pistolerismo
El triunfo de la revolución bolchevique y el establecimiento del estado soviético en Rusia dieron alas y esperanzas a todos los grupos revolucionarios. En España, la producción descendió, aumentó el paro y subieron los precios, lo cual provocó de nuevo la movilización obrera y un espectacular crecimiento del sindicalismo.
El movimiento huelguístico fue en Barcelona, donde alcanzó mayores dimensiones. La huelga duró un mes y medio y finalizó con un acuerdo por el cual la patronal aceptaba la readmisión de los despedidos, aumentos salariales y la jornada de 8 horas. Pero el incumplimiento de la promesa de liberar a los detenidos hizo reanudar la huelga y la patronal respondió con el cierre de empresas y una durísima represión contra los sindicatos.
La situación de miseria del campesinado dio paso al trienio bolchevique.
Los anarquistas y los socialistas impulsaron revueltas campesinas motivadas por el “hambre de tierras” y el deterioro de los salarios y de las condiciones de vida. La declaración del estado de guerra, la ilegalización de las organizaciones obreras y la detención de sus líderes pusieron fin a la rebelión.
La conflictividad laboral degeneró en una radicalización de las posiciones de los sindicatos y de la patronal. Para detener la fuerza sindical, los patrones instituyeron la Federación Patronal, contrataron a pistoleros a sueldo para asesinar a los dirigentes obreros y recurrieron al “lockout” (cierre de empresas). Además, fundaron el Sindicato Libre. Algunos grupos vinculados a la CNT respondieron practicando un activismo violento y atentaron contra las autoridades.
El general Martínez Anido protagonizó una política de protección de los pistoleros de la patronal; ejerció una dura represión contra los sindicalistas. Todo ello originó la época conocida como el pistolerismo, durante la cual tuvieron lugar más de 800 atentados en los que murieron 226 personas, entre ellos el presidente del gobierno Eduardo Dato y el abogado laboralista Francesc Layret, ambos asesinados por pistoleros a sueldo.
La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
Las causas del golpe militar
Primo de Rivera y los sectores que le dieron apoyo defendieron su acción como una solución para poner fin a la crisis política y a la conflictividad social que atravesaba el país. Razones que justificaban la necesidad de cambiar la situación:
- La inestabilidad y el bloqueo del sistema político parlamentario.
- El miedo de las clases acomodadas a una revolución social.
- El aumento de la influencia del republicanismo y de los nacionalismos periféricos.
- El descontento del ejército tras el desastre de Annual.
En la decisión de Primo de Rivera, también influyó el deseo de evitar que las Cortes exigieran responsabilidades por los hechos de la guerra de Marruecos.
Primo de Rivera justificó el golpe militar a través de un discurso con pretensiones regeneracionistas. En su manifiesto inaugural, anunció su firme voluntad de limpiar el país de caciques y de acabar con el bandidaje político, la indisciplina social y las amenazas a la unidad nacional.
El último gobierno de concentración de García Prieto, con miembros del Partido Reformista, pretendía una reforma de la Constitución, de la ley electoral, del sistema de turno de partidos y de las relaciones laborales, así como la limitación de los poderes del rey. Al cerrar el parlamento se impedía todo ello. En cualquier caso, la dictadura fue una solución inconstitucional para frenar la posible reforma del sistema.
La reorganización del Estado
La dictadura de Primo de Rivera atravesó dos fases sucesivas.
- Hasta 1925 gobernó el Directorio Militar.
- A partir de ese año, el gobierno dictatorial incluyó entre sus ministros a José Calvo Sotelo en Hacienda y Eduardo Aunós en el Ministerio de Trabajo. Se pasó entonces al Directorio Civil.
Las primeras medidas del Directorio Militar:
- Suspensión del régimen constitucional.
- Disolución de las cámaras legislativas.
- Cese de las autoridades civiles.
- Prohibición de las actividades de los partidos políticos y de los sindicatos.
Todo ello acompañado por la militarización del orden público y por una represión del obrerismo más radical. Como una de las intenciones de Primo de Rivera era eliminar el caciquismo, se elaboró un Estatuto Municipal y otro Provincial. Se disolvieron los ayuntamientos, que fueron sustituidos por juntas de vocales.
El conflicto de Marruecos centró el interés de Primo de Rivera, que asumió personalmente el Alto Comisionado de Marruecos en 1924. Al año siguiente, en colaboración con Francia, se organizó el desembarco de Alhucemas, que se saldó con gran éxito. Tras varias derrotas, Abd-el-Krim se rindió, entregándose a las tropas francesas.
El modelo e influencia del fascismo italiano fue muy claro. El camino hacia un régimen autoritario comenzó con la convocatoria de una Asamblea Nacional Consultiva de carácter corporativo, pues sus miembros no serían elegidos por sufragio sino por designación entre los ciudadanos pertenecientes a las grandes instituciones públicas. El sufragio universal quedó totalmente relegado al olvido.
Para promover la adhesión al nuevo sistema se creó un partido único que se llamó Unión Patriótica.
La política económica y social
La dictadura se benefició de la buena coyuntura económica iniciada en los felices años 20 tras la Primera Guerra Mundial. Se puso en marcha un programa de fomento de la economía en el terreno industrial. El gobierno aprobó el Decreto de Protección de la Industria Nacional. También se concedieron grandes monopolios. El Estado iba acumulando una gran deuda a causa de los presupuestos extraordinarios financiados. El mundo agrario siguió en manos de los grandes propietarios sin realizar reformas.
En el terreno social, la dictadura creó un modelo de regulación del trabajo para eliminar los conflictos laborales. Con este fin se creó la Organización Corporativa Nacional, formada en igual número por patronos y obreros.
La oposición a la dictadura
Estuvo integrada por líderes de los partidos dinásticos, republicanos, nacionalistas, los comunistas, anarquistas, algunos sectores del ejército y la mayoría de los intelectuales. El conflicto político más persistente se produjo con el republicanismo y organizaron la Alianza Republicana. La CNT se mostró contraria al régimen, lo que agravó el enfrentamiento entre los partidarios de posturas radicales y los que defendían posiciones más posibilistas. Los primeros crearon la Federación Anarquista Ibérica. También el PSOE cambió su posición hacia 1929 y se pronunció a favor de la república.
La caída de Primo de Rivera
El rey retiró su confianza a Primo de Rivera, quien acabó dimitiendo el 28 de enero de 1930. Lo sustituyó el general Dámaso Berenguer. La oposición comenzó a organizarse y acordaron la firma conjunta del Pacto de San Sebastián.
Berenguer tenía la misión de convocar elecciones con normalidad constitucional. Berenguer fue incapaz de convocarlas y fue sustituido por un gobierno presidido por Aznar. El gobierno decidió convocar en primer lugar las elecciones municipales, al considerarlas las menos peligrosas para la monarquía, pero Alfonso XIII se había comprometido excesivamente con la dictadura.