Causas de la Descolonización
Después de la Primera Guerra Mundial, en el período entre guerras, se habían gestado algunos factores que conducirían a la descolonización. Se originaron entre las élites indígenas de carácter nacionalista que apostaban por la independencia. La Segunda Guerra Mundial creó las condiciones para que los movimientos de liberación nacional consiguieran sus objetivos. El desarrollo de la guerra acabó con el mito de la potencia colonial invencible de Francia y Gran Bretaña. También desde las metrópolis se alzaban voces críticas contra el modelo colonial. Los rendimientos económicos obtenidos no compensaban los costes.
1. Un Contexto Internacional Favorable
Había un nuevo equilibrio internacional en el que las viejas potencias coloniales pasaron a un segundo plano ante el nacimiento de dos nuevas superpotencias: Estados Unidos y la Unión Soviética. Ambas potencias mostraron su posición anticolonialista y su apoyo al proceso de descolonización. La Carta fundacional de las Naciones Unidas proclamó la igualdad de todos los pueblos y el reconocimiento del derecho de autodeterminación.
2. La Fuerza de los Movimientos Nacionalistas
Después de la Segunda Guerra Mundial, los movimientos nacionalistas se extendieron por todas las colonias y aumentaron su influencia y prestigio. Había movimientos de diversos tipos:
- Movimientos nacionalistas que gozaban de un gran respaldo popular.
- Grupos dirigidos por partidos comunistas que contaban con el apoyo de la población, como en Indochina o Indonesia.
Estos movimientos tuvieron líderes carismáticos que supieron movilizar a la población en la lucha por la independencia.
La Independencia de la India
El Imperio Británico era el más importante del mundo. Entre todas sus posesiones, la India era su dominio más preciado. Desde el período de entreguerras, existía el Partido del Congreso, que luchaba por la independencia. Mahatma Gandhi elaboró una teoría de lucha y resistencia conocida como la no violencia y la desobediencia civil. Consistía en movilizar a las masas hindúes en un movimiento de resistencia y enfrentamiento pacífico con el Imperio. El último virrey de la India se reunió con los líderes del Partido del Congreso y de la Liga Musulmana, y todos acordaron un proceso de cesión del poder. La India accedió a la independencia en 1947, pero la antigua colonia británica quedó dividida en dos estados: la Unión India y Pakistán.
La Revolución China
3.1 China se Convierte en República
En 1911, una revolución antidinástica y antiimperialista depuso al último emperador de China y proclamó la República. Su inspirador era el modelo de democracia liberal al estilo occidental. El país estuvo muchos años gobernado por los señores de la guerra. En la década de 1920, el Kuomintang, partido nacionalista chino, liderado por Chiang Kai-shek, llegó al poder. El general dio a su gobierno un fuerte tono autoritario y nacionalista, y evolucionó hacia una dictadura sin llevar a cabo las necesarias reformas, especialmente en la propiedad agraria. El Partido Comunista Chino fue fundado por Mao Zedong en 1921.
3.2 La Invasión Japonesa y la Revolución Comunista
Los japoneses invadieron y controlaron una buena parte de China durante la Segunda Guerra Mundial. Este hecho hizo unir temporalmente a las fuerzas del Kuomintang y a los comunistas en un frente nacionalista antijaponés. Tras la derrota de Japón, los enfrentamientos entre ambas fuerzas se reanudaron y China se vio sumida en una guerra civil. En 1949, los comunistas, liderados por Mao Zedong, vencieron en la guerra civil y proclamaron la República Popular China. Los restos del Kuomintang se refugiaron en la isla de Taiwán, donde crearon una república nacionalista.
3.3 Del Modelo Soviético al Capitalismo
Bajo el régimen comunista, la China liderada por Mao Zedong experimentó la mayor transformación de su historia. Se reformaron costumbres y se inició un proceso de reforma de la estructura social y económica. Se estableció una constitución y poco después China ocupó el Tíbet. El modelo soviético, basado en la colectivización rápida de la tierra y la prioridad de la industria pesada, se aplicó en China, pero originó un grave déficit alimentario que desató el descontento popular. Tras la muerte de Stalin, se inició un proceso de desestalinización en la URSS al que Mao se opuso. Hubo una ruptura entre China y la URSS, y Mao anunció el Gran Salto Adelante, que consistía en hacer del campesino el protagonista de la revolución. Se crearon más de 2.400 comunas populares. Sin embargo, los resultados económicos del Gran Salto Adelante fueron catastróficos y se produjeron críticas en el seno del Partido Comunista. Mao lanzó una campaña contra algunos dirigentes a los que acusó de querer conducir a China hacia el capitalismo. Se conoce como la Revolución Cultural. Se trataba de una lucha interna que enfrentaba a Mao y a los partidarios de una radicalización de la revolución, con los que abogaban por una política de conciliación y fortalecimiento de la economía del país, entre los que se encontraba el futuro presidente Deng Xiaoping. Mao y sus seguidores ganaron la batalla movilizando a las masas juveniles encuadradas en la Guardia Roja. Tras la muerte de Mao, Deng Xiaoping llegó al poder y se propuso convertir el país en una gran potencia económica incorporando prácticas del capitalismo.
Los Conflictos de Oriente Próximo: La Creación del Estado de Israel
4.1 La Creación del Estado de Israel
La desaparición del Imperio Turco tras la Primera Guerra Mundial había transformado la faz de Oriente Medio. Surgieron nuevos estados independientes como Turquía, Irán e Irak. Otros, como Egipto, constituían un estado independiente pero con una fuerte presencia militar británica a causa del control del Canal de Suez. Y una serie de países estaban sometidos al régimen de protectorados internacionales. En ese territorio con una realidad muy compleja, la creación del Estado de Israel complicó aún más la situación. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, y en un contexto internacional impactado por el horror del Holocausto, se planteó la necesidad de crear un estado judío en Palestina, donde ya vivían 600.000 judíos que habían ido emigrando allí desde principios del siglo XX. En 1947, la ONU aprobó una resolución que proponía la partición de Palestina en dos estados, uno judío y otro palestino. El 14 de mayo de 1948 se proclamó el Estado de Israel. El nuevo estado judío no fue reconocido ni por los palestinos ni por los países árabes. Se produjo la expulsión de cientos de miles de palestinos de sus hogares y tierras. Como consecuencia, se produjo el estallido de la primera guerra árabe-israelí (1948-1949). Se firmó un armisticio que suponía el reconocimiento del triunfo absoluto de Israel: se reconocía la partición de Jerusalén en dos zonas y se otorgaban nuevos territorios a Israel, reduciendo los territorios palestinos a dos pequeñas franjas: la zona de Gaza y Cisjordania, bajo la administración de Egipto y Jordania, respectivamente.
4.2 Las Consecuencias en el Mundo Árabe
La creación del Estado de Israel tuvo importantes consecuencias en el mundo árabe. En Egipto, donde existía una monarquía corrupta, se produjo un golpe de estado en 1952 y se proclamó la república. Su líder era Gamal Abdel Nasser, un ferviente defensor del panarabismo. En otros países árabes, como Siria e Irak, también se produjeron golpes de estado y se establecieron regímenes nacionalistas. En la península Arábiga, con el descubrimiento de petróleo, nacieron nuevos estados como Arabia Saudí, Catar, etc. Los Emiratos Árabes se constituyeron en estados petroleros gobernados por monarquías tradicionales muy autoritarias. En Irak, en 1968, el partido Baaz, liderado por Saddam Hussein, llegó al poder. Hussein se convirtió en presidente de una república islámica caracterizada por su fanatismo religioso.
4.3 Las Guerras Árabe-Israelíes
Los países árabes no aceptaron nunca la situación creada tras la guerra de 1948-1949. Centenares de miles de palestinos abandonaron sus tierras y carecían de un Estado propio. Desde el punto de vista internacional, la zona de Oriente Próximo quedó constituida como una de las grandes áreas de enfrentamiento y tensión mundial. Estados Unidos apoyó a Israel, mientras que la Unión Soviética ayudó a los países árabes. En 1956, estalló la segunda guerra árabe-israelí. Los israelíes atacaron Egipto e invadieron la península del Sinaí. Francia y Gran Bretaña también intervinieron en el conflicto. La presión internacional obligó a Israel a retirarse del Sinaí. En 1967, estalló la tercera guerra árabe-israelí (guerra de los Seis Días). En pocos días, los israelíes derrotaron a los ejércitos de Egipto, Siria y Jordania, y ocuparon nuevos territorios: la península del Sinaí, los altos del Golán, Cisjordania y Jerusalén Este. La cuarta guerra árabe-israelí tuvo lugar en 1973. En esta ocasión, los árabes dieron testimonio de su potencia militar. Iniciaron una guerra económica y acordaron embargar el petróleo destinado a Estados Unidos y a otros países occidentales. La guerra terminó con un alto el fuego negociado por Estados Unidos y la Unión Soviética.