La Desamortización en España en el Siglo XIX: Causas, Desarrollo y Consecuencias

La Desamortización en España en el Siglo XIX

En el proceso de desamortización se produce la incautación de bienes estatales de la Iglesia que, tras la correspondiente nacionalización y posteriormente las rentas, están en subastas. Pasan a formar nuevas propiedades privadas con plena libertad de uso y disposición. En el siglo XIX se produce un movimiento de desamortización que se llevó a cabo con la desamortización de Mendizábal, donde todavía se encontraba María Cristina en el trono, y la civil de Madoz, donde se lleva a cabo el bienio progresista.

El Contexto de la Desamortización

Las tierras estaban amortizadas, es decir, que no se podían ni vender ni comprar. Cada tierra iba pasándose de primogénito en primogénito, es decir, entre la familia. Para poder vender, había que desvincular las tierras y eso se llevaba a cabo con los actos jurídicos y la abolición de los señoríos. La abolición de los señoríos llevó a que todo fuera libre y, con la supresión del mayorazgo, todo podía ser vendido por sus particulares. La desamortización era mayor en periodos progresistas.

Impacto en la Agricultura

Al final, llegó un momento en el que la gente iba dejando atrás la agricultura para tratar lo industrial. La agricultura era lo que más se utilizaba en el siglo XIX, que aportaba un 50% de la renta y trabajo a muchas personas. La agricultura, al no haber avanzado mucho, iba bajando sus horas de trabajo. La agricultura dependía de otros factores y las tierras estaban en manos de la nobleza, el clero y los ayuntamientos. En las tierras, se produjo un reparto desigual debido a que en el norte se estableció el minifundio, que eran tierras pequeñas, y en el sur el latifundio, que eran grandes tierras. No se puede esperar grandes cosas de la desamortización porque todo el que compraba vivía de la renta.

Factores Previos a la Industrialización

Con los factores previos a la industrialización, nos encontramos con un aumento del rendimiento debido a que había un aumento de la población y una disminución de los precios. En el siglo XVIII, con el reinado de Carlos III y Carlos IV, se comienza el interés por la agricultura. Con el plan de ilustrados, se intenta solucionar graves problemas con los informes de Jovellanos y el expediente de la Ley Agraria de 1766. El plan de Olavide quería desamortizar los bienes baldíos, que eran tierras que no se habían utilizado nunca y que pertenecían al Estado y tenían un dueño privado, y los concejiles, que pertenecían a los ayuntamientos y eran de uso público.

Las Desamortizaciones de Mendizábal y Madoz

En el proceso de desamortización en la etapa del reinado de Isabel II, los dos grandes desamortizadores eran Mendizábal, con la desamortización eclesiástica, y Madoz, con la civil. La de Mendizábal fue la más conocida y la que trajo muchas más sorpresas, como la ruptura con la Iglesia, y removió y dividió la opinión pública. Mendizábal quería ganar la guerra carlista, pero para eso necesitaba un buen ejército, cosa que no podía tener porque no tenía dinero, y entonces comenzó a buscar fuentes de financiación. Mendizábal llegó al gobierno de Londres, donde le preocupaba el trono de Isabel II y aseguraba el estado liberal. Llegó un momento en el que quitaban los conventos y los monasterios de menos de 12 miembros. En 1836, se subastan los bienes nacionalizados que estaban en manos del Estado (tierras, monasterios, casas, etc.). En 1837, continúa la subasta que se llevó a cabo en el 1836 a 1844 con la regencia de Espartero, donde se había desamortizado ya el 62% de la Iglesia. En este momento, Mendizábal quería mejorar la hacienda, pero lo agrario no. Con el reinado de Isabel II, se suspenden las desamortizaciones y Pascual Madoz toma medidas. Los bienes proporcionaban una renta al consejo y los bienes comunes no proporcionaban renta. Llegaron a subastarse 43 000 fincas, de las cuales 4000 eran urbanas, y se vendieron a 9000 millones de reales. Este proceso de desamortización fue el más largo. Los campesinos intentaban mejorar sus condiciones de vida e intentaban crear una clase media para mejorar la financiación, pero ellos no podían hacer eso debido a que no tenían dinero y solo podían comprar los burgueses, debido a que ellos sí tenían dinero, y lo que hicieron fue subir los precios para que no pudieran comprar los campesinos y sometieron a un duro trabajo a los jornaleros y condiciones de vida. La desamortización comenzó a aumentar el volumen del producto agrícola al trabajarse en sus tierras que nunca habían sido labradas. La desamortización consolidó el sistema liberal y todos apoyaban al sistema para que no les quitaran las tierras. Con el cambio político, se produjo una gran pérdida y expolio de los bienes culturales de los monasterios y las obras arquitectónicas fueron arruinadas y muchos bienes fueron vendidos al extranjero a un precio muy barato.

La Restauración Borbónica

En 1874, con el pronunciamiento militar de Martínez Campos en Sagunto, proclamaba rey de España a Alfonso XII, mediante el Manifiesto de Sandhurst, que era una academia militar que quería recuperar la corona española a disposición de los españoles y las Cortes, y ya comienza a iniciarse la Restauración.

El Sexenio Democrático (1868-1874)

Es el periodo que abarca desde el final del reinado de Isabel II, seguido de la Constitución de 1868, que implanta el sufragio universal masculino con la monarquía de Amadeo I y la Primera República, finalizando con la Restauración de las dinastías borbónicas. Ante la Revolución de 1868, se llegó al agotamiento y a la poca popularidad de la monarquía. Por la crisis económica, en el 1860 se produce una crisis de subsistencia que se vio provocada por las malas cosechas alimentarias, la falta de trigo, donde había un alimento básico y subían los precios. Se produjo una crisis financiera que no tuvo un muy buen rendimiento. También hubo una crisis industrial en Cataluña debido a que el precio del algodón había aumentado y no se podía exportar algodón a Estados Unidos, subían los precios de la materia prima y esto hacía que pequeñas empresas no pudieran comprar. Mediante la crisis, grandes empresas que ante la crisis todavía se mantenían compraron y esto llevó a que el nivel de vida bajara y aumentara el número de parados. Se llegó a que los isabelinos, es decir, los anti-moderados, demócratas, establecieron el sufragio universal y los progresistas iban en contra del trono de Isabel II. Cuando muere O’Donnell, los unionistas se querían unir al Pacto de Ostende. Con el Pacto de Ostende, se produjo el triunfo de la revolución. En 1868, se produce una concentración en Cádiz del bando de Topete contra el bando de Isabel II, donde el bando de Topete gritó: “¡Viva España con honra!”. Durante estas semanas, empezaban a gobernar las Juntas Revolucionarias. En la batalla de Alcolea, fue derrotado el ejército del gobierno y la corona, y fue este el momento en el que Isabel se marcha a Francia. Tanto Serrano como el general Prim estuvieron en la Revolución de 1868. Al final, nadie estaba en el poder, no había rey y todos los mayores de edad podían ir a la urna, Congreso y Senado, podían acceder por medio de posición y amplia declaración de derechos y libertad de culto. Algunos grupos no estaban de acuerdo con algunas cosas y, por eso, algunas cosas no se hicieron. El gobierno seguía siendo burgués y los republicanos querían rey. No podemos obligar a que en Europa haya un movimiento mientras que no había rey, querían que todos estuvieran más o menos de acuerdo. La unificación italiana la hizo el padre de Amadeo. Amadeo fue proclamado rey por las Cortes. Las Cortes fueron disueltas y alguien podía gobernar mientras que venía el rey. Cuando llegó Amadeo I, se encontró con la muerte del general Prim y también a Amadeo I lo rechazaban porque preferían a Carlos, los alfonsinos a los Borbones y los republicanos querían la república. La Iglesia estaba en contra de Amadeo porque le había quitado los Estados del Vaticano. La división de poderes no establecieron unidad porque Amadeo no encontraba paz y, por eso, dejó de ser rey y, al verse privado de todo, Amadeo volvió a Italia. En este caso, las Cortes tenían dos opciones: o buscar un rey o proclamar la república. Los republicanos no tenían apoyo social, sino una posición de grupos sociales e instituciones donde la república tenía poco poder. Los republicanos quitan las Juntas Revolucionarias. Para ellos, crean un nuevo régimen y formaron la República Federal. En la Constitución de 1873, que es parecida a la de 1869, cambian el modelo de Estado y la organización administrativa, una inestabilidad de la república donde nos encontramos con Pi i Margall, Castelar, Salmerón y Figueras. Se reconocían 15 estados más Cuba y Puerto Rico. Pi i Margall dimitió porque veía que todo lo de él se estaba convirtiendo en un cantón. Salmerón también dimitió porque no quería establecer la pena de muerte contra el cantonalismo. Y después estaba Castelar, que no era mayoría en las Cortes y suspendió las sesiones parlamentarias y concibió amplias atribuciones. Una parte del sector le apoyaba y perdió con 100 votos contra 120. El poder pasó a manos de los unionistas con el general Serrano, que ayudó a Isabel II y proclamó la república unitaria contra el general Prim y gobiernos con una corte republicana conservadora.