La Constitución de Cádiz de 1812: Liberalismo y Crisis del Antiguo Régimen

La Crisis del Antiguo Régimen en España

Reinado de Carlos IV (1788-1808)

En 1788, tras la muerte de Carlos III, accedió al trono su hijo Carlos IV, manteniendo intacto el modelo del Antiguo Régimen. Un año después, la Revolución Francesa (1789) inició un proceso que derrumbó el Antiguo Régimen y abrió paso al liberalismo político. En 1808, la invasión de los ejércitos napoleónicos a España hizo irreversible la crisis del absolutismo borbónico. La Constitución de 1812 fue un fiel reflejo de muchos de los principios liberales que instauraron aquí los franceses.

1. Reinado de Carlos IV

Durante su reinado, Carlos IV confió el poder a un joven militar, Manuel de Godoy, y decidió declarar la guerra a Francia. Sin embargo, a partir del ascenso al poder de Napoleón Bonaparte, su política vaciló entre el temor a Francia y el intento de pactar con ella. Las alianzas francesas derivaron en un conflicto con Gran Bretaña, destacando la derrota en la batalla de Trafalgar (1805). Ante esta situación, Godoy recurrió al endeudamiento y al aumento de contribuciones, medidas ineficaces que provocaron una amplia oposición por parte de la nobleza y de la Iglesia, así como numerosos motines y revueltas del campesinado.

2. Motín de Aranjuez

En 1808 estalló un motín en Aranjuez, dirigido por la nobleza y el clero, que perseguían la destitución de Godoy y la abdicación del rey en su hijo Fernando VII. Los amotinados consiguieron sus objetivos y Carlos IV escribió a Napoleón reclamando su ayuda para recuperar el trono. El emperador se decidió definitivamente por ocupar el trono y anexionar España a su imperio.

3. La Monarquía de José Bonaparte

Napoleón nombró a su hermano José rey de España y convocó Cortes a fin de aprobar una constitución que acabase con el Antiguo Régimen y ratificase su nombramiento. José I inició una serie de reformas que contaron con escasos apoyos, ya que para una gran parte de los españoles el nuevo gobierno era ilegítimo.

4. La Guerra de Independencia (1808-1814)

En numerosas partes de España, la población se alzó contra la invasión francesa y surgieron Juntas de Armamento y Defensa, formadas por partidarios de Fernando VII, que pretendían canalizar la agitación popular. Más adelante se formó una Junta Suprema Central que coordinó la lucha y dirigió el país.

La resistencia a la invasión se realizó mediante guerrillas, pequeños grupos sociales, que sometieron a los franceses a una presión y desgaste permanentes.

En 1812, las tropas españolas consiguieron que José I abandonara Madrid y Napoleón decidió pactar el fin del conflicto y permitir el retorno de Fernando VII (Tratado de Valençay).

Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

5. La Convocatoria de Cortes

La Junta Suprema Central se mostró incapaz de dirigir la guerra y gobernar el país, y decidió disolverse, no sin antes iniciar un proceso de convocatoria de Cortes. Mientras éstas se reunían, se mantuvo una Regencia y se organizó una consulta al país sobre las reformas a realizar. El proceso de elección de los representantes de los ciudadanos, los diputados, se llevó a cabo en Cádiz, donde las Cortes abrieron en 1810 bajo una única cámara. Asimismo, en la primera sesión, se aprobó el principio de soberanía nacional, que reconocía que el poder reside en el conjunto de los ciudadanos.

6. Constitución de 1812

Una comisión de las Cortes preparó el proyecto de Constitución, que fue promulgada en 1812. Esta constitución contiene una declaración de derechos del ciudadano, donde se recogen la libertad de pensamiento y opinión, la igualdad ante la ley y la libertad civil, entre otros.

La estructura del Estado correspondía a una monarquía limitada, basada en la división de poderes. El poder legislativo, asignado a las Cortes, representaba la voluntad nacional. El monarca era la cabeza del poder ejecutivo, por lo que poseía la dirección del gobierno e intervenía en la elaboración de las leyes a través de la iniciativa y la sanción. La administración de justicia era competencia de los tribunales y se establecieron los principios básicos de un Estado de derecho. El texto constitucional plasmaba también el compromiso entre los sectores liberales y los absolutistas, al firmar la confesionalidad católica del Estado español.

Se votaron, entre otros proyectos, la abolición de la Inquisición y la libertad de imprenta. También cabe destacar la libertad de trabajo y la anulación de los gremios, produciéndose así una modernización de España. Sin embargo, la obra de Cádiz no tuvo una gran incidencia práctica puesto que la situación de guerra impidió la efectividad de lo legislado y la vuelta de Fernando VII frustró la experiencia liberal y condujo al retorno del absolutismo.

Conclusión

Las Cortes convocadas en Cádiz supieron plasmar en un documento el conjunto de voluntades de la mayoría política en España. Por eso, la Constitución de 1812 supuso un importante acontecimiento a favor del desarrollo del liberalismo, puesto que en ella se reflejaron el conjunto de derechos y obligaciones de los españoles. Sin embargo, tras la vuelta de Fernando VII, el absolutismo monárquico llegó con él, echando por tierra todos los avances logrados.