La Alienación y el Materialismo Histórico en la Teoría de Marx

Contexto

El Concepto de Alienación

Marx hereda este concepto de Hegel, pero le da una nueva interpretación. La alienación consiste en que los productos de la actividad humana se conviertan en fuerzas superiores y autónomas que dominen al ser humano, haciendo que predicado y sujeto se inviertan y provocando el desdoblamiento de la esencia misma del ser humano, dándole el sentido negativo de la pérdida de la libertad, la esclavización y la deshumanización.

Hay tres clases de alienación:

  1. Alienación religiosa.
  2. Alienación socio-política.
  3. Alienación económica.

Marx trató el problema antropológico en controversia con el idealismo de Hegel. Su concepción antropológica abarca tres grandes temas, en relación con los tres momentos del proceso dialéctico de Hegel:

  1. Teoría de la “ESENCIA” o TESIS.
  2. Teoría de la “ALIENACIÓN” o ANTÍTESIS.
  3. Teoría del “HOMBRE NUEVO” o SÍNTESIS.

Esencia Humana y Determinaciones

  1. Marx considera al ser humano como ser supremo y autónomo (no depende de la religión), al igual que Feuerbach, quien ya sostenía que no es Dios quien crea al ser humano, sino que es este quien lo crea a su imagen y semejanza. El secreto de la teología está en la antropología, ya que el ser humano crea a Dios como proyección de sus mejores cualidades.
  2. El ser humano es un ser natural activo, mantiene una relación activa con la naturaleza, siendo esta interacción una actividad material desarrollada por medio del trabajo. La naturaleza pasa a estar humanizada o transformada por el hombre.
  3. El hombre es un ser social y comunitario. La producción material implica establecer relaciones sociales, siendo la estética de este “un conjunto de relaciones sociales”.
  4. El ser humano es un ser histórico, que se produce a sí mismo a lo largo de la historia a través del trabajo.

Clases de Alienación

  1. Alienación religiosa: Marx afirma que la alienación religiosa es solo un fenómeno derivado, reflejo de la miseria económica y social, en su frase “la religión es el opio del pueblo”. Consiste en el desdoblamiento de la esencia humana y su proyección en un ser ficticio denominado Dios, invirtiendo así sujeto y predicado.
  2. Alienación socio-política: El Estado, como comunidad ilusoria que concilia los intereses opuestos de los individuos, se convierte en poder autónomo y enemigo del hombre, siendo creación de él.
  3. Alienación económica: Es la más importante para Marx. El trabajo alienado distingue cuatro aspectos básicos:
    1. El producto del trabajo (se convierte en un objeto ajeno, pasa a formar parte del capitalista).
    2. La actividad productiva: Aparece el concepto de “trabajo forzado”, que niega al ser humano.
    3. La propiedad de “ser genérico” es negada al reducir su actividad a la actividad animal.
    4. Las relaciones humanas se alienan. Relaciones antagónicas de clases (capitalistas y obreros, explotadores y explotados).

El concepto de alienación va evolucionando, pasa de ser el fundamento explicativo de los más diversos tipos de fenómenos a convertirse en una categoría socio-económica, condensando fetichismo (dominio de las cosas sobre el ser humano) y reificación (relación entre las relaciones humanas y las materiales) del mundo capitalista.

El Hombre Nuevo

Presentaba la sociedad comunista como la sociedad del nuevo ser humano, en la que se superaría todo tipo de alienación y se recuperaría la esencia humana al reconciliarse el hombre consigo mismo. Esto representa un nuevo modo de producción.

El Materialismo Histórico

Se refiere a la concepción materialista de la historia. Como “materia”, Marx se refiere a la producción material; desprecia la metafísica por no transformar el mundo.

El materialismo histórico nace como una teoría científica sobre la historia y la sociedad humana. Marx afirma que no son las ideas las que dirigen la historia, sino la producción material.

La historia humana es la sucesión dialéctica de los distintos modos de producción o maneras como se producen los bienes materiales según las diversas sociedades. Totalidad orgánica que consta de dos partes:

  1. La infraestructura o base material: Está formada por las fuerzas productivas (medios de producción y productores) y por las relaciones de producción que se establecen entre los propietarios de estos medios y los productores (relaciones de explotados-explotadores).
  2. La superestructura: Se divide en estructura jurídico-política (Estado y Derecho) y en estructura ideológica (arte, religión, moral, etc.).

Según la tesis básica del materialismo histórico, la infraestructura económica condiciona la superestructura ideológica. La producción material condiciona la espiritual. La economía tiene una posición hegemónica en la sociedad.

La evolución y el cambio histórico se deben en gran medida a la contradicción dialéctica entre fuerzas productivas y relaciones de producción; debido a su desarrollo desigual, se terminará produciendo una revolución social que dará paso a una nueva formación social.

La Lucha de Clases, Motor de la Historia

Marx sostiene en “El Manifiesto Comunista” que el motor de la historia es la lucha de clases (señores y siervos, burgueses y proletarios). Las clases son grupos sociales antagónicos que se definen en función del lugar ocupado en el proceso de producción. A esto se le añade la conciencia que tiene un grupo de sí mismo en organización política.

Estructura Jurídico-política: Teoría del Estado

El Estado es el primer nivel de la superestructura y está formado por el conjunto de aparatos, instituciones o normas que regulan el funcionamiento de una sociedad. Es de naturaleza clasista, ya que las clases dominantes sobresalen sobre las dominadas.

En oposición con el idealismo de Hegel del Estado del “bien común”, para Marx es la expresión del antagonismo de clases.

Estructura Ideológica: Teoría de la Ideología

El nivel ideológico de la superestructura está constituido por las ideas, representaciones y comportamientos sociales. Con el término “ideología”, Marx puede referirse a las distintas formas de conciencia de la superestructura (sentido positivo) o, en un sentido más peyorativo, puede referirse a una representación deformada de la realidad ante la conciencia en virtud del interés de clases (“falsa conciencia”).

Las ideologías pueden ser elaboradas en forma de sistemas doctrinales o científicos.

El Análisis de la Mercancía y el Concepto de Plusvalía

Análisis de la Mercancía. Teoría del Valor

Marx también se centró en el análisis del modo de producción capitalista, básico para fundamentar la revolución. Hace una crítica de la economía clásica y del capitalismo mismo como sistema de explotación, teniendo como fin último la revolución. Su obra “El Capital” comienza con el análisis de la mercancía, algo muy complejo, un enigma a desenmascarar, un fetiche.

Mercancía es todo producto intercambiable por otro en el mercado y transferido a otra persona. Tienen un doble aspecto: el valor de uso (satisfacer las necesidades por el consumo) y un valor de cambio (propiedad de ser cambiada por otra en el mercado o por dinero). El valor de cambio expresa una relación cuantitativa entre dos mercancías diferentes; esta relación indica que son iguales a una tercera cosa invisible, llamada valor. Solo el trabajo humano es fuente de valor, y el valor de una mercancía viene dado por “el tiempo de trabajo socialmente necesario para producirla”.

Este análisis de la mercancía le proporciona a Marx las claves para desenmascarar el secreto de la economía capitalista.

Teoría de la Plusvalía y Crítica de la Explotación Capitalista

Para explicar la formación del plusvalor, Marx diferencia entre trabajo y fuerza de trabajo. El valor de la fuerza de trabajo se denomina tiempo de trabajo. El plusvalor reside en la ganancia capitalista y en la explotación del trabajador.

La plusvalía puede ser absoluta (prolongación de la jornada laboral) o relativa (aumento del rendimiento laboral gracias a la introducción de maquinaria). Mediante la teoría del plusvalor, Marx pretendía mostrar la explotación que ejerce la clase capitalista sobre la obrera.

La Revolución Proletaria y el Comunismo

La idea de revolución es constante en la obra de Marx. La revolución supone un cambio total en la estructura económica, política e ideológica. Define el comunismo como un nuevo modelo de producción que seguirá tras la abolición del capitalismo e implicará la abolición de la propiedad privada de los medios de producción y la socialización de los mismos; suprimirá el antagonismo de clases e iniciará unas nuevas relaciones de producción basadas en la cooperación mutua.

El tránsito del capitalismo al comunismo tiene una doble fase: una etapa de transición denominada “dictadura revolucionaria del proletariado”, que significará una lucha del proletariado por destruir las viejas estructuras sociales primero, y el asentamiento de la sociedad comunista finalmente, dando paso al “reino de la libertad”.