Karl Marx: Filosofía, Economía y Cambio Social

1. Crítica al Capitalismo: Conceptos Fundamentales y Supuestos Antropológicos

Según Marx, el capitalismo es producto de una determinada clase social: la burguesía. Su evolución está ligada a la aparición y consolidación de esta clase, y su triunfo se debe a las sucesivas revoluciones que esta clase protagonizó desde que en la Baja Edad Media se independizó del poder feudal.

La evolución del capitalismo sigue determinadas fases: desde el capitalismo manufacturero de los inicios del Renacimiento, pasando por el capitalismo mercantil del siglo XVII, hasta el capitalismo industrial de la época de Marx y el actual capitalismo globalizado.

Para su desarrollo, el capitalismo necesita determinadas condiciones socioeconómicas, según Marx. Estas condiciones han sido las motivaciones históricas de la clase burguesa y se pueden enumerar como:

  • Existencia de una plusvalía o valor añadido de lo producido.
  • Derecho a la propiedad privada de los medios de producción.
  • Libertad de mano de obra, de capitales y de mercados (liberalismo económico y transnacionalidad).
  • Desregulación: no intervención del Estado en la economía (política antiproteccionista).
  • Existencia de un marco jurisdiccional favorable: constitucionalismo, libertades civiles y democracia basada en el liberalismo económico.

La crítica marxiana al capitalismo se basa en tres grandes líneas argumentativas:

  1. Delatar la desigualdad estructural generada entre aquello de lo que es propietario natural el obrero (su fuerza de trabajo) y aquello de lo que es propietario el burgués (los medios de producción y, mediante un contrato, la fuerza del trabajador). Produciéndose así una alienación por parte de los trabajadores (pérdida de derechos). Conceptos como plusvalía, explotación o trabajo también son fundamentales en este punto.
  2. Mostrar que los axiomas del capitalismo (derecho a la propiedad, libertad de mercados, etc.) son productos ideológicos de una clase que busca, a través de ellos, aumentar sus propias condiciones de existencia y supremacía.
  3. Explicar científicamente la necesidad de que el modelo capitalista se autodestruya y deje paso a un nuevo modelo igualitario de intercambio (económico y social): el comunismo.

Antropología Marxiana

La antropología marxista se encuentra en sus primeros escritos, particularmente en los Manuscritos, en la crítica a Hegel y las Tesis sobre Feuerbach, que constituyen el núcleo del llamado “humanismo marxista”.

Para Marx no existe una esencia de “ser humano” que deba ser realizada, sino que el hombre es trabajo, actividad. El ser humano se hace a sí mismo en sus propias acciones y decisiones, sin basarse en ningún modelo. Además, el trabajo y la acción son lo que pone en contacto al ser humano con la naturaleza y con el resto de seres humanos, por lo que no se puede entender al hombre como un “animal racional”.

A través del trabajo, el hombre transforma la naturaleza y ocupa un puesto determinado en la sociedad a pesar de hallarse alienado dentro de ella debido al actual sistema de producción.

El capitalismo, por su parte, concibe al ser humano en base a unos derechos naturales (iusnaturalismo), a su individualismo posesivo (egoísmo) que actúa como motor del propio sistema, y a su afán de progreso.

2. Materialismo Histórico

Para Marx, el hombre es un ser material con necesidades materiales, que vive y se relaciona con otros hombres en un medio material, estando caracterizado por la producción material. Asimismo, el hombre es un ser social; por lo que dichos procesos de producción material son procesos sociales, es decir, se desarrollan en el seno de una colectividad.

La vida productiva de una sociedad se caracteriza por su estructura económica o infraestructura, constituida por las fuerzas productivas (fuerzas con las que cuenta la sociedad para transformar la naturaleza y producir lo que necesita) existentes en la sociedad y por las relaciones de producción (el proceso productivo establece una serie de relaciones entre los miembros de la sociedad mediante la división del trabajo, originando diversos grupos sociales) que se establecen entre los distintos actores sociales.

Esta estructura económica generará una serie de normas morales, leyes, creencias religiosas, etc.; es decir, un conjunto de producciones espirituales (ideología) que recibe el nombre de superestructura.

Con el concepto de “modo de producción”, Marx hace referencia al conjunto de elementos propios de la infraestructura (fuerzas productivas y relaciones de producción).

3. Teoría de Clases e Ideología

Teoría de la Lucha de Clases

Las sociedades son realidades históricas, pues, con el tiempo, se van transformando. Lo que impulsa estas transformaciones es la lucha entre las diferentes clases que componen la sociedad. El hombre vive formando sociedades, y, en cada momento de la historia, la sociedad se organiza en función de cómo se divide el trabajo. Cuanto más primitivas son las sociedades, los medios de producción son más reducidos y la división del trabajo es menor. Por ejemplo, en las sociedades de cazadores nómadas, la división del trabajo es mínima (casi todas las tareas se realizaban entre todos los miembros de la sociedad) y se da solo por efecto del sexo y de la edad: las mujeres recolectan frutos, los hombres cazan, etc.

A medida que las fuerzas productivas y los medios de producción crecen, el trabajo se va dividiendo y ello origina que, a su vez, la sociedad quede dividida en clases.

Esto provoca que, cuando aparecen las primeras sociedades agrícolas, comiencen a surgir nuevas necesidades y nuevos oficios, así como nuevas relaciones laborales; la más importante de las cuales se basa en la propiedad de la tierra.

Los cambios en el sistema económico comportan la división del trabajo y, consiguientemente, la división de la sociedad en clases: los que tienen tierra y los que no, los que trabajan la tierra, los que defienden la tierra de los enemigos, etc.

Desde los inicios de la humanidad, el hombre ha ido desarrollando las fuerzas y los medios de producción de que dispone: descubre el fuego, el hierro, etc.

Todos estos cambios hacen que el conjunto de la sociedad se transforme. Pero en un momento dado, el desarrollo de las fuerzas productivas entra en contradicción con las relaciones sociales existentes, las cuales cambiarán produciéndose una revolución social que hará surgir nuevas relaciones.

El ejemplo más claro se da cuando la burguesía consigue imponerse a la nobleza feudal tras aumentar su poder económico, surgiendo así una nueva clase social: el proletariado.

Ideología

Mediante el concepto de ideología, Marx se refiere al conjunto de representaciones, ideas, mitos, valores y creencias religiosas, etc., existentes en la sociedad.

La ideología permite que el hombre adquiera conciencia de sí mismo y de la realidad social y natural en la que vive.

La función de la ideología consiste en ocultar la verdadera situación del hombre en el mundo, teniendo como objetivo el mantenimiento del actual modelo social y productivo.

Por tanto, la ideología impide que los hombres tomen conciencia de su situación.

Frente a la ideología, Marx propone la elaboración de un saber crítico basado en la razón y en la experiencia. Un saber científico que, centrado en la realidad del hombre, le proporcione una conciencia clara y verdadera de su situación en el mundo.

4. Historia y Cambio Social: De la Sociedad Burguesa a la Sociedad Comunista

La historia de todas las sociedades existentes hasta el presente es la lucha de clases. Marx y Engels explican el proceso que ha llevado a la burguesía a convertirse en clase dominante y también las características del proletariado como clase enfrentada a la burguesía. El origen social de la burguesía se encuentra en los burgos (ciudades medievales). El burgués se dedica al comercio y a los diferentes oficios de la época. La sociedad medieval está dividida en dos grupos: los privilegiados (nobleza y clero) y los no privilegiados (burgueses y campesinos). El descubrimiento de nuevas tierras y nuevas rutas comerciales, el aumento de la producción artesanal, el desarrollo de las técnicas de producción y de los medios de comunicación permiten que la burguesía aumente su poder económico. La burguesía fue quitando privilegios a la nobleza, sobre todo con el desplazamiento de la monarquía, que otorgaba al burgués un poder político. El modelo económico burgués recibe el nombre de capitalismo porque está guiado por la acumulación de capital. Este modelo está sometido a crisis periódicas debido a la producción abundante y no absorbible por el mercado. Estas crisis solo pueden ser solucionadas conquistando nuevos mercados. Esta burguesía ha hecho aparecer una nueva clase social: los proletarios, formada por obreros que trabajan en las fábricas de los burgueses. Este se ve obligado a vender al burgués su fuerza de trabajo a cambio de un salario. El proletariado está condenado a ser más pobre cuanto más produce, por la plusvalía (o el valor añadido que el trabajador confiere a los objetos producidos) que acompaña al objeto producido y que es propiedad de los dueños de las industrias; por ello, a más trabajo del obrero, más riqueza del burgués, quedando el obrero igual de pobre. De la misma manera que la burguesía se desarrolla, el proletariado lo hace dentro de la sociedad burguesa y en ella alcanzará la fuerza suficiente para transformarla en una sociedad donde la riqueza producida por los proletarios esté destinada a satisfacer sus necesidades. La apropiación de los medios de producción hace que la sociedad esté condenada a sobrevivir en la miseria mientras que enriquece a una minoría; esto solo se solucionará desprivatizando los medios de producción: este es el objetivo de la revolución comunista. El objetivo del partido comunista es encabezar el movimiento obrero; lo que diferencia a los comunistas del resto de partidos es haber comprendido los mecanismos de la sociedad capitalista y la manera de transformarla. En el momento en que la burguesía impone su dominio, la lucha de clases queda reducida a la lucha de dos clases: los burgueses y los proletarios. La competencia y el crecimiento de la burguesía van haciendo desaparecer el resto de las clases sociales. El capital, las riquezas, están cada vez concentrados en menos manos y la sociedad cada vez más polarizada. Ahora bien, cuando el proletariado sea capaz de rebelarse contra el capitalismo, la burguesía desaparecerá y solo quedará el proletariado; habrá llegado el momento de desarrollo social en que la riqueza producida tendrá la finalidad de beneficio de la sociedad y se habrán eliminado los antagonismos entre las clases.

5. El Marxismo como Filosofía de la Praxis (Práctica, Acción)

La Filosofía de la Praxis

El marxismo considera la praxis como una ontopraxeología (concepción materialista-dialéctica que aplica el principio de la unidad de lo lógico y lo histórico y que considera el fundamento esencial y primero del pensamiento humano la transformación de la naturaleza por los hombres y no la naturaleza sola como tal). Para Marx, el pensamiento es el momento del ser en sentido práctico. Las formas de objetualidad en la realidad son:

  1. La objetualidad producida por la colaboración de los individuos humanos o como momento de la autorrealización consciente de los hombres (alienación capitalista): Homo faber.
  2. La objetualidad no mediada por la actividad humana, el sustrato material del proceso de la vida y el trabajo de los hombres: la naturaleza.
  3. La objetualidad de la subjetividad humana como momento de toda práctica: la ética y la política.
  4. El aspecto epistemológico que considera la praxis como elemento esencial, que afirma que pensar es producir y que el mismo pensamiento es una forma de trabajo.

Análisis de las Tesis de Feuerbach y Marx:

El aspecto activo fue desarrollado de manera abstracta por el idealismo. En oposición a este materialismo pasivo, que no comprende la actividad crítico-práctica, Feuerbach no contento con esto, recurre a la contemplación; pero no concibe lo sensorial como actividad sensorial humana práctica. Se reconoce en Feuerbach la importancia de la intuición sensible que supera la abstracción.

El análisis de la praxis se utiliza como prueba y corroboración del conocimiento teórico como criterio de verdad.

En Marx no hay pragmatismo, sino sumisión del conocimiento al proceso productivo y reproductivo de la realidad natural y social.