El Centro Urbano
En las ciudades con una larga historia, el centro corresponde al espacio que ocupaba la ciudad antes del gran desarrollo urbanizado. Alberga los principales edificios y monumentos históricos, que se conoce como centro histórico o casco antiguo. En el centro se localizan las sedes de instituciones de gobierno y el CBD. Así, en el centro de la ciudad la actividad comercial, financiera y cultural es muy intensa, debido a la alta concentración de comercios, oficinas y locales culturales. La función residencial en el centro es menor.
De los Barrios Contiguos a los Suburbios Urbanos
Entre el centro de la ciudad y la periferia se extiende una zona que ocupa la mayor parte de la ciudad y en la que predominan las funciones residenciales y de servicios básicos. Se corresponde con los llamados ensanches, que muestran calles más amplias y rectilíneas, y avenidas que se han revalorizado al acoger modernas zonas de negocios.
La periferia o área suburbana es el anillo más exterior de la ciudad y su zona de crecimiento actual. Conviven las áreas residenciales más recientes con grandes centros comerciales, polígonos industriales y espacios sin edificar. En un principio se establecían las personas de bajos ingresos; sin embargo, con el crecimiento de las ciudades, muchas personas de ingreso medio y alto se han trasladado a la periferia. La periferia de muchas grandes ciudades se caracteriza por tener barrios de chabolas junto a urbanizaciones de alto standing.
Un Crecimiento de las Ciudades Difuso y Policéntrico
Desde mediados del siglo XX, el modelo anglosajón de crecimiento difuso de la ciudad, que se caracteriza por una baja densidad de población, el predominio de viviendas unifamiliares o bloques de poca altura y amplias zonas verdes, se ha extendido a otros países. En este modelo de ciudad difusa o dispersa, el desarrollo de la red de transporte ha sido clave. Entre las zonas urbanizadas aparecen intercalados amplios espacios rurales o sin edificar, y van surgiendo centros urbanos que dan lugar a un modelo de ciudad policéntrico. Esta forma de expansión urbana es criticada por considerarse menos sostenible que el modelo de ciudad compacta.
Una Jerarquía Urbana
Las ciudades mantienen entre ellas relaciones de diverso tipo: económicas, político-administrativas, culturales. El tráfico de personas, mercancías e información refleja la mayor o menor intensidad de esas relaciones. Hay ciudades que establecen más relaciones que otras, lo que ha dado lugar a la configuración de una red urbana mundial jerárquica; existe un orden de importancia de las ciudades según su capacidad para influir sobre otras.
Las Ciudades Globales Encabezan la Red
A la cabeza de esa red o sistema urbano mundial se sitúan las ciudades globales. Una ciudad global es aquella en la que se toman decisiones y se desarrollan actividades que tienen repercusiones económicas, políticas y sociales en todo el planeta. Comparten rasgos como:
- El gran dinamismo de sus economías: albergan las sedes de las mayores empresas multinacionales y de organismos internacionales. Es por ello que constituyen los centros de decisión y de los flujos comerciales y financieros.
- Están muy bien comunicadas.
- Son ciudades muy cosmopolitas.
Ejemplos de ciudades globales son Nueva York, Londres, París, Tokio y Hong Kong.
La Jerarquía de las Ciudades Españolas
En España, existe una jerarquía entre sus ciudades:
- Madrid y Barcelona se consideran metrópolis nacionales porque ejercen una influencia sobre todo el territorio del país. Madrid, como capital de España, acoge las instituciones de gobierno estatales, y, al igual que Barcelona, las sedes de grandes empresas multinacionales. Son también ciudades globales.
- En un segundo escalón se sitúan las ciudades o metrópolis regionales, donde se puede diferenciar:
- Las metrópolis regionales de primer orden, como son Valencia, Málaga, Santa Cruz de Tenerife, Zaragoza o Bilbao. Estas ciudades tienen una población de entre 300.000 y un millón, organizan los subsistemas urbanos y dentro de Europa se consideran urbes importantes.
- Las metrópolis regionales de segundo orden, como Vigo, Oviedo o Cartagena, cuya área de influencia supera la provincia, pero no llega a ser regional.
- Por debajo están las ciudades medias, que suelen ser capitales provinciales, y, por último, las ciudades pequeñas, cuya influencia se limita a su territorio más cercano.