Jerarquía de las Necesidades Humanas y la Búsqueda de la Felicidad

Jerarquía de las Necesidades Humanas

Necesidades Básicas

1. Fisiológicas:

Son las necesidades de nuestro equilibrio fisiológico básico: todo lo que se refiere a nuestra condición de seres animados.

2. Seguridad:

Sentirse a salvo de peligros hostiles y amenazas por parte del mundo. La primera es estar cerca de personas que proporcionen seguridad. Luego, poco a poco, la comprensión de que la casa, puesto de trabajo, etc., cubren necesidades elementales para sentirse seguro.

Necesidades Sociales

3. Aceptación y Afecto:

Necesidad de ser querido, amado: ser aceptado en un grupo.

4. Autoestima:

Es la necesidad de prestigio, de valer. Llegar a tener autoestima de ti mismo y sentir que puedes llegar a tener éxito y logros en la vida. Los demás cuentan contigo, confían en ti.

Necesidad de Autorrealización

5. Autorrealización:

Llegar a ser aquello que un día ansiamos. Es el proceso de la persona a través del cual se lucha por alcanzar la plenitud de su capacidad. El individuo intuye que en su interior existe una riqueza que merece ser desarrollada. Ser y sentirse auténticamente persona única e irrepetible.

Leyes de la Jerarquía de Necesidades

  1. La infancia está más centrada en las dos primeras y en la adolescencia la 3ª y 4ª. El adulto es el que vive como manifestación de su autorrealización personal.
  2. Todos los niveles están activos a lo largo de la vida: el adulto, sin embargo, los niveles superiores van integrando las necesidades más básicas.
  3. El auténtico motor de la vida se encuentra en las necesidades del nivel 5. La necesidad de llegar a ser una persona plena es lo que realmente mueve.
  4. La maduración personal consiste en no detenerse en las necesidades de los primeros niveles, sino, ir a un proyecto de persona autorrealizada.

Elegir Libremente hacia una Mayor Felicidad

Los seres humanos somos seres incompletos que caminamos siempre en busca de una mayor felicidad. En cada elección esperamos encontrar un poco más de esa felicidad deseada. Queremos satisfacer nuestras necesidades y hacia ello conducimos nuestras conductas. En nuestra sociedad nos ofrecen soluciones falsas que no plenifican del todo la sed de autorrealización que todos sentimos. Otras veces nos impiden madurar y crecer hacia la satisfacción de necesidades más altas porque lo único que les interesa es que estemos excesivamente preocupados por nuestro cuerpo o por nuestra seguridad material sin invitarnos a trabajar por nuestra autorrealización como personas. Solo se camina hacia la felicidad personal cuando intentamos responder a las necesidades más altas. Para poder elegir, además, es necesario disfrutar de ciertos niveles de libertad.

En un primer momento la libertad se concibe como “libertad de”. Ser libres significa no estar sometido a ninguna fuerza externa o interna que te impida optar por aquello que te va a realizar como persona. Tanto las opresiones externas como las internas dificultan las elecciones libres.

Libertad en Positivo

De “libertad de” hay que caminar hacia la “libertad para”. Una vez se está libre de ataduras externas e internas hay que comprometerse en proyectos de vida auténticamente humanizadores. Esa libertad de las coacciones hay que utilizarla para entregarse a proyectos humanizadores. La persona acaba encerrada en una libertad individual que nadie viola pero que le aísla y le impide desarrollarse. Esta es la cuestión crucial en la vida de las personas: no limitarse a una libertad en negativo (soy libre de) sino construir su vida con una libertad en positivo (soy libre para). En definitiva, las vidas de las personas se diferencian fundamentalmente en cómo han afrontado esta cuestión y en cómo han respondido a ella.

Valor según M. Scheler

Los valores existen independientemente del gusto o interés que yo pueda tener por ellos. Es la dimensión objetiva de los valores. Y sin embargo, cada persona se sienta más atraída por unos que por otros. Es la dimensión subjetiva de los valores.

Conciencia de la Vida

Existe una primera acepción de la palabra **conciencia** equivalente a darse cuenta, ser consciente. Es la conciencia psicológica: el conocimiento que tenemos de nuestro propio yo, de sus actos y del mundo que nos rodea. No es todavía la conciencia moral, aunque constituye un presupuesto básico. Solo se podrá dar la dimensión moral de la conciencia si previamente somos conscientes de nuestros actos. Sin embargo, la conciencia no se limita a emitir juicios fríos sobre los actos que se le proponen. En realidad constituye el elemento más íntimo y profundo de la persona, aquel núcleo central de la existencia personal de donde surgen nuestros mejores impulsos y deseos en busca de la realización personal y de la felicidad.

Los valores y las normas morales nos presentan principios generales y objetivos, externos a la persona, pero es la **conciencia** la que, conociéndolos y asumiéndolos, nos indica lo que debemos hacer en la situación concreta. De ahí la importancia de construirse una escala de valores recta en la propia conciencia que refleja el proyecto de persona que queremos ser. La conciencia sería ese núcleo que unifica y clarifica a toda la persona en torno a ese proyecto. La persona está obligada a seguir el dictado de su conciencia, ya que la norma muestra el principio general de actuación, pero en el momento de la acción, es la conciencia la que aplica prudentemente el principio general. Así el hombre sigue los dictados de su conciencia no falta moralmente, es la conciencia la que dicta la última palabra sobre la bondad o maldad de un hecho.

Responsabilidad

Persona responsable es aquella que puede aclarar el porqué de un determinado acto de su vida y asume las consecuencias de ese mismo acto como manifestación de su propia persona.

Vivir la Vida con Sentido

Tener un proyecto de vida significa organizar la vida, de una manera consciente, en torno a una escala de valores que nos haga crecer como personas en todas nuestras dimensiones. Este trabajo dura toda la vida, día a día nos vamos acercando más en nuestras decisiones a eso que queremos ser.

La Conciencia

La conciencia marca la diferencia entre los animales y las personas. En la conciencia el ser humano siente que es persona con poder de decir cómo quiere ser y escoger el camino para lograrlo. La conciencia, es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que este se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto más íntimo de aquella.