El Realismo social en la novela de los 50: La colmena y El Jarama
Entrados los años 50, España inicia una leve recuperación tras más de un decenio de dura posguerra. Las ayudas internacionales suponen un alivio a la economía de guerra que se había instalado en el país incluso después de su finalización.//A la vez, algunos poetas e intelectuales, emprendieron lo que se denomina una literatura de Realismo social, es decir, una obra que reflejara la dura situación en la que se encontraba la práctica totalidad de la población española. Se muestra una preocupación mayor hacia lo colectivo frente a lo individual, hacia los problemas reales de la gente, aunque fuera a costa de una menor atención a las técnicas narrativas y a los recursos estéticos. Poetas como Blas de Otero o Gabriel Celaya, o prosistas como Ignacio Aldecoa o Ana María Matute, representan bien esta postura. Aunque quizás, las obras y autores que mencionaremos a continuación, sean las que queden como máximos representantes de este movimiento de Realismo social. La colmena de Camilo José Cela muestra la vida de la gente más desfavorecida en el Madrid inmediatamente posterior al año 39, fin de la Guerra Civil. Cela muestra a sus personajes como abejas que viven en una colmena, sus vidas ajetreadas y duras, al tanto de su supervivencia por encima de todo lo demás. Pero el autor toma una postura objetivista, sin implicarse en lo que está viendo, como quien ve a unas abejas. Párrafos de muy poca extensión, varios centenares de personajes y la multitud de anécdotas que pueblan sus días hacen de esta novela un título imprescindible de estos años 50.//La segunda obra, El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio, coincide con La colmena en la distancia que el autor toma respecto a sus personajes, once muchachos y muchachas jóvenes que pasan un día de domingo disfrutando del río, y a los que un suceso trágico, como es la muerte ahogada de una de las chicas, les confronta con una realidad dura y violenta. El diálogo predomina absolutamente en la novela. Y, siendo cierta esta postura mencionada de objetividad por parte del autor, es también verdad que Sánchez Ferlosio muestra una mayor afinidad hacia sus desgraciados personajes que la que muestra en su novela Cela.
La renovación de la novela en los años 60 (Martín Santos, Marsé y Goytisolo).//
Comenzaremos al desarrollo del tema señalando los aspectos en que la novela de los años 60 supone una renovación respecto a la narrativa del decenio anterior, para acabar refiriéndonos a la obra de Luis Martín Santos, Juan Marsé y Juan Goytisolo.//En los años 60, los tiempos del Realismo social han terminado. Los narradores españoles, influenciados, aunque tarde, por la narrativa extranjera, dejan de supeditar al contenido y a la denuncia social la forma de sus novelas. No es que se desentiendan de la situación real que les rodea, pero cuidan sus textos, innovan con las voces de la narración, con el tratamiento de la anécdota, con el dibujo de sus personajes, introducen procedimientos propios de otros géneros, como el ensayo, en fin, atienden a los aspectos formales de los textos que, en los años 50, resultaban descuidados por la importancia que se daba a lo que se quería contar, más que a cómo se quería contar.//En este sentido, Tiempos de silencio, de Luis Martín Santos, es posiblemente el ejemplos más significativo de esta época, la historia de un investigador, Pedro, que llevado por su trabajo entra en contacto con el mundo chabolista de la pobreza que convive con el bienestar en una capital como Madrid. El choque que para el investigador supone el contacto con ese mundo desembocará en un final trágico, muestra de una sociedad violenta y deshumanizada.//Últimas tardes con Teresa, de Juan Marsé, se centra en el ambiente burgués de Barcelona para mostrar los entresijos de una sociedad impostada y encorsetada en una moral que choca con cualquier tipo de intento de cambio social. //De Juan Goytisolo se puede destacar la novela Reivindicación del conde don Julián, en que el protagonista, en un monólogo, abomina de su país, al que considera marcado por una Historia y una cultura que él necesita rechazar para sentirse verdaderamente libre.
El teatro de Valle Inclán y el esperpento
Ramón María del Valle-Inclán se considera, junto con Federico García Lorca, el mejor dramaturgo de la «Edad de Plata» de la literatura española (1900-1936).// Dos son los grandes hallazgos teatrales en este autor: ∙el de los valores plásticos y visuales del drama y el dotar a las acotaciones de calidad literaria. En el teatro de Valle se distinguen varias etapas: el esteticismo decadente de su ciclo modernista (El marqués de Bradomín);y en su tierra, Galicia (Divinas palabras); próximo al teatro de las marionetas de su ciclo de la farsa (Tablado de marionetas para educación de príncipes); su ciclo esperpéntico, que desarrollaremos después (Luces de Bohemia y Martes de Carnaval); y su ciclo final, donde lleva todo hasta el extremo (Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte)//Pasaremos ahora a analizar el concepto de esperpento,es una deformación grotesca de la realidad con fines expresivos, los héroes dramáticos vistos reflejados en distorsionados espejos cóncavos, muestra de la visión negativa que Valle tenía de su tiempo y de su país, a los que critica sin piedad, mezclando tragedia y farsa. El autor ve a los personajes desde lo alto y los mira sin misericordia.// Los tres rasgos más carácterísticos del esperpento son grotesco, la deformación de la realidad y la lección moral y profunda que se esconde debajo de la burla.
“Claves estéticas del teatro de Buero Vallejo: el simbolismo y la experimentación dramática
Comenzaremos afirmando que Buero Vallejo no ha escrito nunca un teatro simbolista pero sí simbólico. Su obra es un claro ejemplo de un Realismo que contiene una dimensión simbólica. Este rasgo lo toma Buero del teatro europeo de Ibsen, O’Neill o Pirandello, pero también de su vasto conocimiento de la tradición española, sobre todo de Cervantes y Calderón. Este carácter simbólico se encuentra frecuentemente en los espacios escénicos que Buero utiliza en sus obras: la escalera en Historias de una escalera, el sótano de El tragaluz o la cárcel en La fundación.
// En cuanto al segundo aspecto del tema, el de la experimentación dramática, puede decirse que el teatro de Buero no es especialmente innovador, rasgo que esconde su raíz en el Realismo social; pero, a cambio, las innovaciones que ofrece son muy potentes y, sobre todo, son usadas para que cale su discurso en el público de una forma perdurable. La mezcla de lo real y lo imaginario o los procedimientos en relación con el espectador, de modo que el espectador participe en la acción de modo directo, a través de diversos efectos o de su identificación con un personaje clave, dejan en el auditorio una huella difícil de olvidar. Es el apagón total de En la ardiente oscuridad, la escena sin luz de El concierto de San Ovidio o la sordera de Goya en El sueño de la razón. Toda una serie de efectos de inmersión que han ido plasmando los propósitos del autor.// Pero quizá uno de los rasgos más carácterísticos de su técnica dramática se encuentra en su concepción de los personajes. En el teatro de Buero los conflictos individuales adquieren una significación de carácter social. Tanto ser desgraciado que recorre su obra (ciegos, sordos, locos…) nos lleva a pensar que lo que Buero plantea es el tema de la desgracia misma, por encima de la que afecta a cada individuo, y como componente inherente a la existencia de todo ser humano.
Claves ideológicas del teatro de Buero Vallejo: el compromiso social y ético
El dramaturgo, nacido en Guadalajara en 1916, comenzó su carrera artística en el terreno de la pintura, pero pronto se adentró en el teatro. A causa de la Guerra Civil, estuvo encarcelado, incluso condenado a muerte, por lo que la experiencia de sus personajes de La fundación era una experiencia vivida por él. Hasta su muerte, en el año 2000, su teatro ha sido una de las referencia artísticas y culturales más potente de la España de aquellos años difíciles.//Se pueden seguir la trayectoria del teatro de Buero, marcando tres etapas: una primera, que comienza con Historias de una escalera, en 1949, donde ya comienza a trabajar tanto con cuestiones sociales como existenciales. De esta época es también “En la ardiente oscuridad”, donde aparecen por primera vez personajes invidentes. La segunda etapa de su producción está dominada por lo que podría denominarse “dramas históricos”: Un soñador para un pueblo, sobre el ministro Esquilache o El sueño de la razón, sobre Goya, si bien las referencias históricas no son sino anécdotas para referirse a la situación política contemporánea, sorteando la censura. Su tercera etapa, que arranca en los años setenta y en la que figura La fundación, plantea ya de forma más explícita las contradicciones sociales y políticas que se viven en España en aquellos tiempos. Su obra La doble historia del doctor Valmy, que trata sobre la tortura, tardó doce años en poder ser estrenada a causa de la censura.//Pasemos, por último, a profundizar en el compromiso social y ético de estas obras. Buero Vallejo es, ante todo, un trágico, por lo que busca inquietar y curar. Inquietar con problemas sin imponer soluciones pues es el espectador quien tiene que reflexionar. Y también curar, invitándonos a una superación personal y colectiva. Esta propuesta curativa, aunque en apariencia sus obras sean amargas, hace que Buero se sitúe fuera del pesimismo. Su temática gira en torno a la búsqueda de la felicidad, de la verdad, de la libertad, aunque se vea obstaculizada por la realidad concreta en que el hombre vive. Pero esa temática ha sido enfocada por Buero en un doble plano: además del político-social, en un plano existencial, sobre el sentido de la vida, sobre la condición humana siempre en contextos muy concretos. Estos dos planos aparecen entremezclados en su teatro, y muy claramente en La fundación.
“El teatro de Federico García Lorca: las tragedias”.
El primer gran éxito de Lorca fue Mariana Pineda, heroína liberal de la España del XIX, tras haber comenzado su carrera dramática con El maleficio de la mariposa y obras de carácter guiñolesco como Títeres de cachiporra. El teatro será la actividad preferente de Lorca en los seis últimos años de su vida: entre 1930 y 1936 compone las obras que le han dado toda su fama y cuya temática es el conflicto entre la realidad y el deseo, casi siempre encarnado por mujeres. Es así en La zapatera prodigiosa o en el drama surrealista Así que pasen cinco años y en las tragedias de ambiente rural: Bodas de sangre, Yerma, La casa de Bernarda Alba.//El tema central de las tragedias de Lorca es la realidad de la mujer española. Son tragedias en un ambiente rural, donde el orden social, la autoridad y la convencíón matan el deseo, la libertad, la pasión individual, y al final queda el amor frustrado. Los personajes buscarán huir de la insatisfacción que sienten y esa búsqueda les llevará a la tragedia.//En Bodas de sangre (1933) el tema es la fatalidad de un amor irreprimible y prohibido. El ambiente está cargado de funestos presentimientos y, al final, se produce un duelo entre dos hombres, en el que ambos mueren. La esencia de este drama es que la muerte por riñas y querellas de orgullo ofendido arrebata esposos o hijos a las mujeres, dejándolas en una eterna soledad. En Yerma (1934), la protagonista es una mujer educada para casada; su única realización es dar hijos. Pero ella se casa con un hombre que le puede dar seguridad, un hombre trabajador pero que no puede darle hijos. Al descubrir el fracaso, no se atreve a saltar la norma social, y buscar los hijos con Víctor. Al final mata a Juan y con ello toda posibilidad para ella de realizarse como mujer.// La casa de Bernarda Alba (1936) es su testamento dramático, escrita pocas semanas antes de ser asesinado, la obra maestra de su teatro. La protagonista se llama Bernarda Alba. La acción transcurre en un espacio herméticamente cerrado, y está enmarcada por la primera y última palabra que dice Bernarda Alba, que es “silencio”. Entre el primero y último silencio impuesto por la voluntad de Bernarda Alba se desarrolla el conflicto entre las dos fuerzas: por un lado, el principio de autoridad y el respeto a la convencíón social de Bernarda Alba; por otro, el principio de libertad, de realización pasional de las hijas.
“La caracterización de los personajes en Los santos inocentes”
Si hubieran vivido siempre en el cortijo quizá las cosas se hubieran producido de otra manera pero a Crespo,…//Este fragmento pertenece a la obra de Miguel Delibes, Los santos inocentes, publicada en 1981, que es una de las novelas más logradas del autor vallisoletano. // En concreto, el fragmento se sitúa al comienzo de la obra porque nos encontramos a los protagonistas todavía en la Raya de lo de Abendújar, la parte más apartada de la finca de la marquesa, un poco antes de ser trasladados a vigilar la puerta de acceso al cortijo.//Respecto al tema que se plantea, el tratamiento de los personajes es un aspecto fundamental en Delibes, pues es un novelista que realiza unos retratos siempre minuciosos y profundos de sus personajes, lo que esconde su preocupación por el ser humano, que es una de las claves de su producción. En el fragmento aparece el matrimonio formado por Paco, el Bajo, y la Régula, que representan junto al hermano de ella, Azarías, y sus hijos a la clase de los desamparados y humildes, a los que se contrapone el mundo del señorito Iván, el otro protagonista de la obra, y su familia acomodada. El tipo de relación casi feudal que manténían amos y criados se aprecia en el fragmento al referirse a que a la familia de Paco “le tocó la China”, es decir, el amo, en esta ocasión por mediación de otro de sus empleados, el Guarda Mayor, decide dónde y cómo han de estar sus empleados con un poder de decisión que puede trastocar sus vidas. El traslado al cortijo abre una puerta a la esperanza al matrimonio de que sus hijos puedan escapar de la miseria y la explotación a través de la educación, esperanza que será en vano pues, en cuanto lleguen al cortijo, tanto Rubén y Quirce como Nieves, habrán de seguir al servicio de los señores. La naturalidad con que los padres intentan explicar a sus hijos pequeños la deficiencia de su hija mayor es un rasgo de identidad de toda la clase a la que representan, frente a la impiedad y engaños en los que se mueven los personajes que representan a los opresores.
“La denuncia social y la imagen de la España rural en Los santos inocentes” ¡Dios!… Estás loco… Tú, dijo ronca, entrecortadamente,…//
Los santos inocentes, novela de Miguel Delibes publicada en 1981, es la penúltima obra del autor y supone en su trayectoria uno de sus más logrados trabajos. La obra de Delibes es un ejemplo de narrativa de un estilo muy cuidado aunque los temas tratados, como la denuncia de las condiciones de vida de los más desfavorecidos, lo acerquen a la literatura comprometida.// El fragmento que tenemos que comentar pertenece al final de la novela, cuando Azarías ahorca al señorito Iván, que le había matado a la milana, lo que supone el momento culminante de la misma. Respecto al tema que hemos de desarrollar, comenzaremos por señalar el significado tanto del título como de esta escena final de la novela, para terminar señalando los dos temas planteados: la denuncia social y la imagen de la España rural.//Delibes toma el título del pasaje bíblico en el que el rey Herodes hace asesinar a todos los recién nacidos de su reino por miedo a que acabara de nacer alguien que pudiera sacarle del trono. Los santos inocentes son aquellos niños, y cualquier otra persona, que sufre la violencia injustificada y arbitraria, sin ser en absoluto merecedores de semejante ofensa.//En la escena final, en el fragmento que comentamos, cuando Azarías se venga de esa injusticia, representada en la muerte de su milana por su caprichoso amo, Azarías se nos muestra ante un cielo diáfano, balbuceando e inmerso en su pensamiento limitado (“Azarías, arriba, mascaba salivilla y reía bobamente al cielo, a la nada”, línea 11), pero capaz de restablecer una suerte de derecho natural, un restablecimiento de las relaciones humanas más allá de la explotación y la miseria.// El carácter de denuncia social es innegable en la obra, y el autor, de forma muy discreta pero innegable, toma partido por los más humildes. Al final de la obra, el opresor queda como un pelele (“ como si se arrancaran a bailar por su cuenta y su cuerpo penduleó un rato en el vacío”, líneas 8-9), y los sometidos, en cambio, aparecen como seres de una integridad indudable.// El retrato que de la España rural hace Delibes es reflejo directo de la situación que se daba en muchos territorios del país en gente explotada, sin ninguna posibilidad de ascenso social o mejora de vida, en manos su trabajo y su futuro de una oligarquía caprichosa, viciosa y violenta. Supone, pues, una clara denuncia de una situación presente en España todavía en los años sesenta del siglo pasado, pero tratada con un irrenunciable propósito estético y un estilo muy cuidado.
“Los temas morales (traición y supervivencia, muerte y libertad) en La fundación”
TOMAS. –
Yo no enloqueceré ya por esa ilusión, ni por ninguna otra. Si hay que morir, no temblaré..
.//Se trata de un fragmento situado en el final de la obra La fundación de Antonio Buero Vallejo, pues ya se han desencadenado completamente los acontecimientos: Asel se acaba de suicidar para burlar el riesgo de delatar los planes de fuga de sus compañeros y Lino se ha tomado la justicia por su mano al matar a Max. De hecho, nos encontramos a un Tomás completamente “curado” de su locura, aceptando plenamente su condición de preso e, incluso, transmitiendo un mensaje de resistencia ante la injusticia, pero sin violencia, haciéndose eco de las palabras de Asel, que son las que resumen la idea que Buero quiere transmitirnos con la obra: a la violencia no cabe responder con violencia.//Respecto a los temas morales de la obra, el fragmento no puede ser más significativo, pues en él encontramos referencia a los tres planos en que puede dividirse el estudio de la pieza dramática: el de la ética individual, el político-social y el metafísico. En el primero de ellos, el protagonista Tomás se nos muestra ya vencedor de su miedo, pues no era otra cosa lo que le llevaba a negar la realidad e inventarse la estancia en una fundación. En el plano político, recobrada la lucidez, Tomás hace suyo el legado de Asel (“Esa fuerza también se la debemos a Asel. Y yo le doy las gracias… Con fervor. Ya no me siento huérfano” en las líneas 6-8) y censura la violencia que usa Lino para ajustar cuentas con esa realidad (“Aunque la más justa indignación nos encienda la sangre, hemos de aprender a domeñarla”, líneas 14- 15). Este mensaje, en el que se adivina la intención primera del autor, la de no responder a la injuria con injuria ni a la violencia con violencia, es posiblemente la aportación más valiosa del autor y una constante en toda su producción dramática. En el tercer plano, el metafísico, por el que se nos transmite la idea de cárcel como símbolo ontológico, es decir, la incapacidad del ser humano para ser libre, las palabras de Tomás también dan la clave al apelar a la lucha, ese “deber de vencer” con el que se cierra el fragmento. A poco de terminar la obra, nos encontramos con un personaje al que hemos conocido absolutamente trastornado por las dificultades de la propia vida y de un entorno hostil, pero ya transformado en un hombre valiente que, ante sus limitaciones como individuo y como ser político y social, encuentra en su interior la fuerza suficiente para afrontar la vida como un reto al que es necesario saber plantarle cara.El efecto de inmersión y la escenografía en La Fundación. TOMÁS.- (…) Tú eres mi última seguridad. BERTA.- ¿Seguridad?…
La fundación de Antonio Buero Vallejo, estrenada en Enero de 1974, supone en su carrera el triunfo definitivo de un teatro comprometido.//Este breve fragmento pertenece a la primera parte de la obra, puesto que Tomás cree que está con su novia Berta, ajeno todavía a la idea de que está en prisión. La respuesta de Berta, que dice a Tomás que él también sabe por qué la fundación es tan inhóspita, tan incómoda y hostil, muestra que Berta está dentro de su cabeza, que ella sabe hasta lo que Tomás no sabe. //Respecto al tema que aplicar al texto afirmaremos que en La fundación se dan dos de las técnicas del teatro europeo más interesantes del teatro europeo del momento: el teatro de Antonin Artaud y su efecto de inmersión, por el que el espectador ha de verse perturbado por lo que ve en escena (en el fragmento, la respuesta de Berta es desconcertante); y el efecto de distanciamiento de Bertold Brecht, que procura evitar que el público caiga en cualquier tipo de identificación sentimental con lo que está viendo y extraiga de la trama las reflexiones suficientes como para enfrentarse a su propia realidad.// En cuanto a la escenografía, la brevedad del fragmento no hace referencia a ninguno de los aspectos que destacan en la obra, como los decorados (que van canbiando a la par que cambia Tomás), la música (de Rossini), la pintura (de Vermeer o Murray), la luz o el vestuario, que también van cambiando conforme el trastorno de Tomás va desapareciendo.
“La realidad y la apariencia en La fundación. TULIO. – Un día me estaba esperando en el laboratorio, leyendo en un sillón muy quietecita. Fui a besarla y…
La fundación de Antonio Buero Vallejo, estrenada el 15 de Enero de 1974, supone en su carrera teatral, que inicia en 1949 con Historias de una escalera, un paso definitivo hacia un tipo de teatro decididamente comprometido, con una importantísima carga crítica.//Este fragmento pertenece a la primera mitad de la obra. Podemos justificar dicha afirmación en que Tulio todavía está en la celda, no ha sido trasladado, y en el grito de Tomás (“¡Cállate!”), que demuestra que todavía sigue sin aceptar que, en verdad, no es un novelista becado en una fundación, sino que se encuentra en una cárcel. //Pasemos a aplicar al texto el tema de “la realidad y la apariencia en La fundación”. Buero Vallejo califica de fábula su pieza teatral, tomando el término como “historia” o “ficción”, para ahondar en la idea de que para Tomás, los conceptos de realidad y ficción son confundidos en gran parte de la obra. En el fragmento, por ejemplo, los personajes se permiten un desahogo (por ejemplo, en la intervención de Asel, bromeando sobre una futura boda de Tulio) con el que intentan escapar de la realidad dura que les toca vivir.// Dos de los símbolos con los que juega en la obra Buero aparecen explícitamente en este fragmento: los hologramas (técnica avanzada de fotografía para crear imágenes tridimensionales, inventada por el húngaro Dennis Gabor en 1947, y que permite al autor reflexionar sobre la naturaleza de la realidad y, como en el mito platónico de la caverna, pensar hasta qué punto lo que perciben nuestros sentidos es real o pura ilusión) y el personaje de Berta. //De todo ello se sirve el autor en su objetivo de que los espectadores experimentemos a través de los ojos y el entendimiento de su protagonista, lo que nos lleva a pensar, en primera persona, sobre los difusos límites entre realidad y engaño o ficción.
“El «efecto de inmersión» y la escenografía en La Fundación. (TOMÁS conserva su pantalón oscuro, pero sus cuatro compañeros visten arrugados pantalones de color igual al de las numeradas camisas, que ahora llevan sueltas como blusas. Sobre la desnuda cama y adosado a la cabecera, otro petate en el que, sentado, ASEL saborea su vieia pipa…
La fundación de Antonio Buero Vallejo, estrenada el 15 de Enero de 1974, supone en su carrera teatral, que inicia en 1949 con Historias de una escalera, un paso definitivo hacia un tipo de teatro decididamente comprometido, con una importantísima carga crítica.// Pasemos a contextulaizar el fragmento: nos encontramos en los primeros signos de que Tomás, elprotagonista, comienza a cuestionarse la realidad que él ha vivido hasta ese momento. Sus dos intervenciones, preguntando a sus compañeros por si siempre han ido así vestidos o el lugar donde estaban las revistas, son de las primeras vacilaciones de Tomás. Sus compañeros, en cambio, bromeando sobre la cena, siguen sosteniendo la quimera de Tomás de que están becados en una institución cuando donde están realmente es en la cárcel, esperando su ejecución. Apliquemos ahora la pregunta “El «efecto de inmersión» y la escenografía en La Fundación al fragmento dado. Antonio Buero Vallejo pone en práctica con éxito dos de las técnicas dramáticas más importantes del teatro del Siglo XX: el efecto de inmersión, de Antonin Artaud, y el efecto de distanciamiento, del alemán Bertold Brecht. Antonin Artaud, creador del teatro de la crueldad, defendía que el teatro debe afectar a la audiencia tanto como es posible, por lo que utiliza una mezcla de formas de luz, sonido y ejecución extraños y perturbadores. En el fragmento, esa perturbación la crea el hecho de que los personajes dicen estar ejecutando unas acciones (fregar vajilla fina o haber recibido la visita de un amable barbero). Bertold Brecht, por su parte, creó la técnica del distanciamiento, alejándole de cualquier posible implicación emocional subjetiva con la historia. Estas dos formas se dan en La Fundación porque el espectador ve lo que ve Tomás e interpreta a su manera la realidad. Pero la identificación con Tomás y su «locura» es tan sólo un paso previo hacia la reflexión crítica que se impone objetivamente al espectador al propio tiempo que al personaje. Con el efecto de inmersión de Artaud y el efecto de distanciamiento de Bertolt Bretch, Buero Vallejo nos hace identificarnos con el personaje y una vez que ocurre esto nos aleja y distancia. // Pasemos a analizar otros elementos, como la escenografía. Respecto a la escenografía de la obra, hay que saber primero que todo el teatro de Buero es un teatro en el que el contenido, el mensaje, es protagonista; pero no por eso la puesta en escena va a ser sencilla, al contrario: la escenografía es compleja y está al servicio del mensaje. En este fragmento, además, cobra mayor significado (por ejemplo, la vajilla que frota Lino o en el rancho aguado que acaban de comer) porque comienza a vislumbrarse la realidad de la obra, que no es la vista por Tomás y el espectador hasta ese momento. Otros elementos, aunque no se mencionan en este texto, son el ventanal que Tomás cree ver, la música, la pintura y la luz. Dentro de ellos, también aparece el vestuario, que aquí es una de las primeras extrañezas que plantea Tomás a sus compañeros, sobre si habían ido así vestidos siempre.