Programas de Intervención con Delincuentes
La intervención con delincuentes se centra especialmente en 3 grandes áreas:
- La mejora de su educación.
- De su formación profesional y sus hábitos laborales.
- De sus habilidades para la comunicación y la interacción social.
El trabajo aporta beneficios sociales como el sentimiento de utilidad social, la mejora de la autoestima, la remuneración económica, y el establecimiento de vínculos y de relaciones sociales con compañeros, clientes, etc.
Las habilidades para la interacción social (también llamadas inteligencia emocional, o inteligencia interpersonal) son aquellas que nos facilitan la buena relación con los demás: saber comprender a los demás, saber expresar nuestras emociones de forma adecuada, reconocer nuestra responsabilidad sobre nuestro comportamiento, anticipar y resolver problemas interpersonales, capacidad para demorar las gratificaciones, planificar nuestra conducta, etc.
Principales Técnicas de Tratamiento
Las principales técnicas de tratamiento utilizadas con delincuentes son las siguientes:
- Terapias psicológicas no conductuales: Parten de la base de que el comportamiento delictivo es un síntoma externo de una serie de trastornos emocionales profundos. La esencia de la intervención consiste en sesiones individuales o grupales durante periodos prolongados, dirigidas a esclarecer los conflictos personales que subyacen a la problemática delictiva.
- La intervención educativa: Este tipo de programas tratan de elevar su nivel académico con cursos, actividades escolares, lecturas, etc.
- La intervención conductual: Una de sus aplicaciones más famosas han sido los sistemas de economía de fichas.
- Los programas ambientales de contingencias: Se establecen una serie de objetivos a lograr por el individuo, y una serie de fases en las que el individuo va obteniendo progresivamente mayores privilegios.
- Habilidades para la interacción social e intervención cognitivo-conductual: El objetivo es enseñar las habilidades que facilitarán su interacción con los demás.
- Las comunidades terapéuticas: Abarcan toda la vida diaria del interno, y se basan en un ambiente participativo y respetuoso, buscando el mayor equilibrio psicológico posible y la erradicación de la violencia. Se eliminan los controles rígidos y los sistemas de sanciones habituales y se hace recaer la responsabilidad del comportamiento de los sujetos en todo el grupo (o comunidad), siendo responsables todos de apoyar y controlar el comportamiento de los demás.
Intervención en Agresores Sexuales
Con frecuencia los agresores sexuales presentan problemas de 3 tipos diferentes aunque interrelacionados:
- En sus conductas sexuales.
- En su conducta social más amplia.
- En su pensamiento, que suele estar plagado de distorsiones cognitivas acerca de las mujeres, los niños y el uso de la violencia en las relaciones sociales, que justifican su comportamiento.
El comportamiento sexual de algunos agresores se dirige hacia objetivos inaceptables como menores o el uso de violencia para forzar relaciones sexuales. El problema es mayor cuando además presentan dificultades para establecer relaciones cercanas, para vincularse con otros y por tanto no logran iniciar o mantener una relación afectiva de pareja.
Programa de Control de la Agresión Sexual
Presentamos a continuación los objetivos y módulos del programa de tratamiento de agresores sexuales que ofrecen muchos de los centros penitenciarios españoles.
Módulos de Intervención:
- Entrenamiento en relajación.
- Toma de conciencia. Se pretende que el sujeto incremente su conciencia acerca de su conducta y de los factores relacionados con ella.
- Toma de control. Se pretende que el sujeto mejore el control sobre su conducta y pueda inhibir futuros comportamientos delictivos.
Intervención en Violencia de Género
El modelo del aprendizaje social explica la violencia de género como un aprendizaje y estilo de maltrato en el hogar, como forma de control del comportamiento de otros. En este aprendizaje influyen de modo significativo los modelos paternos agresivos, aprendiendo por imitación los modelos de maltrato familiares. Se refuerza el mantenimiento de este modelo de maltrato al lograr el maltratador controlar (aparentemente) el comportamiento de su pareja.
Este modelo se complementa con las aportaciones de la psicología cognitiva, que enfatiza las relaciones entre emociones, pensamientos y acciones. Por ejemplo:
- Emoción precipitada: “Veo que mi mujer se ha comprado una falda nueva. ¿Para qué quiere arreglarse tanto? ¿Por qué está tan presumida? ¿Qué le habrá costado? Esta mujer me irrita”.
- Pensamiento precipitado: “Realmente no entiende nada por las buenas, siempre tengo que acabar gritándole para que le entre en la cabeza que no estamos para gastos”.
- Conducta precipitada: Se inicia una acalorada discusión y se precipita la agresión.
Estos dos modelos (de aprendizaje social y modelo cognitivo), son formulados de manera integrada en la actualidad, en lo que se llama perspectiva de la interacción. La intervención trata de cambiar el estilo de pensamiento y de interacción con la pareja, y mejorar la interacción comunicativa con los demás.
Teoría del Ciclo de la Violencia
La teoría del ciclo de la violencia de Leonore E. Walker describe el proceso en que la violencia de género se produce:
- En una primera fase se va acumulando la tensión, en situaciones que van deteriorando la relación de pareja y hay agresiones menores (insultos, burlas, quejas…).
- Aparece un incidente que lleva la crispación al límite y precipita la agresión.
- El agresor se muestra arrepentido y promete cambiar, es la etapa de la luna de miel. Sin embargo, al poco tiempo los buenos propósitos van decayendo y surgen de nuevo episodios en los que se va acumulando la tensión.