INTRODUCCIÓN

Los hechos históricos se desenvuelven entre los años finales del Siglo XVIII y los primeros del Siglo XIX.

Empezaremos analizando el reinado de Carlos IV y sus relaciones con Francia.

En Francia, se produjo la primera revolución popular contra el absolutismo y el antiguo régimen, que lograron imponer un nuevo régimen liberal.

Tras su reinado, viviremos la Guerra de la Independencia(1808-1814), en la que el pueblo español luchó por eliminar a los  ejércitos napoleónicos.La lucha española tenía como objetivo la reposición en el trono español del rey borbónico que Napoleón había sustituido por su hermano José I.

La invasión napoleónica tendrá consecuencias las cuales quedan recogidas en las Cortes de Cádiz con la promulgación de la Constitución de 1812.

• Crisis de la monarquía borbónica:reinado de Carlos IV y la revolución francesa 

En primer lugar, Carlos IV fué rey de España(1788-1808).No estaba libre de experiencia política pero carecía de talento.

Su reinado está marcado por la fuerza del proceso revolucionario vivido en Francia.

Cuando Carlos IV accedíó al trono(1788) mantuvo al Conde de Floridablanca al frente del gobierno, quien ya lo era desde 1787.

Luego lo sustituyó por Manuel Godoy, que fué quien realmente llevó las riendas del gobierno desde 1792 hasta el final del reinado.

Esto supuso una relación con Francia, lo cual produjo la Revolución Francesa y tuvo su impacto en España,  iniciado en 1789.

Esto pretendía sustituir todo el sistema del Antiguo Régimen por uno nuevo, el liberal.Con el nuevo sistema el rey no tendría el poder absoluto, se establecería la división de poderes, la soberanía residiría en el pueblo y desaparecerían los  privilegios para los dos estamentos.

Floridablanca propuso establecer el cordón sanitario.

La preocupación en España aumentó cuando el rey Luis XVI fue obligado a jurar la nueva Constitución y más aún cuando fué ejecutado.

Años más tarde, llegó Manuel Godoy al poder, quien tenía gran ambición de llegar a lo más alto.Se dice que manténía relaciones muy cercanas con la reina y aprovechó para conseguir que el rey cesará a Floridablanca y al Conde de Aranda, finalmente él será nombrado como ministro(1792).El resto de la corte fueron con envidia y desconfianza.

Desde su llegada al poder se convirtió en el verdadero protagonista de toda la política española.

De 1879 hasta 1794 hubo una guerra contra Francia. Varios países europeos se embarcaron en una serie de alianzas bélicas con la intención de invadir Francia, eliminar a los revolucionarios y reponer allí el sistema.

Godoy decidíó que España debía sumarse a estas alianzas.Así se inició la ofensiva contra Francia, llamada Guerra de la Convección. Pero más tarde la respuesta francesa supuso la retirada española e incluso la invasión de Navarra y Provincias Vascas. España se vió obligada a rendirse y firmó la paz de Brasilia.

España entregó a Francia la Isla de la  España América.

A pesar de dicho fracaso,Godoy recibíó por la firma de este tratado el título de Príncipe de la Paz.

Godoy tuvo un segundo mandato(1801-1808).

Napoleón obligó a España a firmar un nuevo tratado de San Ildefonso , en los mismos términos de colaboración bélica frente a Inglaterra.

Además presiónó para que se repusiera a Godoy como primer ministro, sabedor de su ambición y tendencias filofrancesas.

Las consecuencias de la alianza militar con Francia, se tradujeron en la guerra de las naranjas.El resultado final, supuso la anexión a España de la localidad de Olivenza(Badajoz).

La batalla naval de Trafalgar (1805) fue consecuencia de esta alianza, en ella, los ingleses, derrotaron y destruyeron la flota española.Esto supuso la ruptura de todo contacto con América.

Uno de los acuerdos entre Francia y España fue el Tratado de Fontainebleau (1807), firmado por Godoy y Napoleón, cuyo objetivo era repartirse Portugal y sus extensas posesiones de ultramar, por lo que se autoriza a las tropas francesas a entrar en España para quedarse con Portugal. Pero, en realidad, Napoleón no pretendía sólo ocupar Portugal, sino toda la Península Ibérica, con el fin de imponer a su hermano José Bonaparte como monarca. Muy pronto quedaron de manifiesto las intenciones de Napoleón, por lo que Godoy convencíó a la familia real de que se traslada a Sevilla por si fuera necesario huir hacia los territorios españoles de América.

El plan de Godoy fue considerado ofensivo por una parte de la corte, que lo veía como una rendición ante Napoleón. El príncipe de Asturias y los sectores de la corte contrarios a Godoy instigaron un motín popular. El Motín de Aranjuez, en Marzo de 1808, provocó la caída de Godoy y obligó a Carlos IV a abdicar a favor de su hijo, que asumíó el trono con el nombre de Fernando VII, con el beneplácito de Napoleón. 

Después de esto, Napoleón convocó a Carlos IV y a Fernando VII en la ciudad fronteriza de Bayona, donde los forzó a abdicar a favor de su hermano José Bonaparte. Los españoles de ideas ilustradas que se ofrecieron a colaborar con José I recibieron el nombre de afrancesados. Éstos creyeron que era el momento de llevar a la práctica muchas de las ideas liberales en la sociedad española y en su organización política. José I promulgaría más adelante el Estatuto de Bayona, una carta otorgada que servirá como texto constitucional durante su corto reinado. 

•  La Guerra de la Independencia español.

Sin embargo, la nueva situación política no llegó a consolidarse: el 2 de Mayo de 1808 se produjo un alzamiento popular en Madrid que se extendíó rápidamente a otras ciudades españolas. Los sublevados no aceptaban al nuevo rey y se constituyeron Juntas Provinciales de Defensa, que constituyeron un poder paralelo al de la nueva monarquía. Una de las misiones que se plantearon estas Juntas fue organizar el levantamiento militar contra las tropas francesas. Se iniciaba así la Guerra de la Independencia, que duró hasta 1814, mismo año de la derrota del Imperio napoleónico en Europa.

Dividíó la sociedad española en afrancesados (minoría de intelectuales, altos funcionarios y nobles que apoyaban a José I) y frente patriótico (reconocían a Fernando VII como rey legítimo). 

A continuación, trataremos el desarrollo de esta guerra, que podemos dividir en fases: 

1. En una primera fase, en el verano de 1808, se produjo una vigorosa reacción popular del pueblo español. En Andalucía, un ejército comandado por el general Castaños vencíó a las tropas francesas en la Batalla de Bailén (Julio de 1808), lo que obligó a José I abandonar Madrid. Fue la primera derrota de las tropas napoleónicas, lo que tuvo gran repercusión en Europa.

2. Desde finales de 1808 hasta 1812, la segunda fase de la guerra supuso el control francés del territorio. Napoleón acudíó personalmente a la Península con un ejército de 250.000 hombres (Grand Armée) y vencíó a las tropas españolas, recuperando el control de Madrid. Durante tres años, el ejército francés sufríó una guerra de desgaste frente a la guerrilla. Las tropas de Napoleón consiguieron controlar las principales ciudades, excepto Cádiz. 

3. En 1812 un ejército británico, dirigido por el general Wellington, desembarcó en Portugal e inició la guerra contra las tropas francesas, a las que vencíó en Arapiles (Salamanca) y San Marcial (San Sebastián). Acabó la guerra con la firma del Tratado de ValenÇay, por el que Fernando VII recuperó la corona española en 1814. 

• Constitución de 1812.

A la vez de los hechos de la guerra, se redacta y aprueba en Cádiz la primera constitución española. Desde el principio de la guerra, la Junta Central había asumido la regencia hasta la vuelta de Fernando VII, a quien tenían como rey legítimo, y se negó a reconocer a José I Bonaparte, considerado un usurpador. Esta Junta Central se propuso una doble tarea: combatir a los franceses y redactar una constitución para el Reino. 

Los españoles se encontraban divididos en dos bandos: los afrancesados y los patriotas. Éstos últimos, a su vez, se dividían en: liberales, que pretendían un régimen político basado en las ideas de la Revolución Francesa, pero independiente del dominio napoleónico; y los absolutistas, que defendían el mantenimiento de los principios del Antiguo Régimen, en especial la monarquía absoluta. 

El proceso de elección de diputados a Cortes y su reuníón en Cádiz fueron difíciles dado el estado de la guerra y, en muchos casos, se optó por elegir sustitutos entre las personas presentes en Cádiz. En 1810 se convocaron las Cortes Generales en Cádiz. Allí se reunieron diputados (entre 100 y 300, en las distintas sesiones) de ideologías políticas diversas, aunque predominaban los liberales. Tardaron dos años en redactar la Constitución. 

El 19 de Marzo de 1812, día de San José, se aprobó la Constitución; por lo que se la conoce popularmente como “la Pepa”. Se promulgaron una serie de decretos que abolían los fundamentos del Antiguo Régimen: se suprimieron los gremios; fueron abolidos los señoríos jurisdiccionales y la Inquisición; se aprobó la desamortización de bienes del clero; también se decretó la libertad de imprenta. 

La Constitución, con más de 380 artículos, es la más extensa de nuestra historia. Proclamaba la soberanía nacional, la monarquía constitucional, la división de poderes; el poder legislativo quedaba en manos de las Cortes, con una sola cámara, elegida por sufragio universal masculino. Se reconocían derechos y libertades políticas a todos los ciudadanos y se declaraba al Estado confesional de la religión católica. 

En conclusión, la Constitución de 1812 significó el paso del Antiguo Régimen a una nueva época conocida como Revolución Liberal. Sus leyes pretendían establecer una nueva sociedad basada en la igualdad y la soberanía nacional.