Inmersión y Perspectiva en La Fundación: Un Viaje entre Sueño y Realidad

Técnicas y Recursos Dramáticos en *La Fundación*

En *La Fundación*, Antonio Buero Vallejo utiliza recursos dramáticos que involucran al espectador en la comprensión de la verdad, haciéndola palpable al ritmo del protagonista, Tomás. El objetivo es que el espectador experimente, junto a Tomás, el gradual regreso desde la idílica Fundación al cruel mundo de la prisión, la tortura, la traición y la muerte. Este es el efecto de inmersión: el autor obliga al lector a identificarse con el protagonista, a percibir y sentir lo mismo que él, modificando así su visión de la realidad.

Este recurso trasciende la objetividad, ya que el espectador solo accede a la historia a través de la manipulación del autor. La acción dramática se orquesta para que nos identifiquemos con Tomás, incluso inconscientemente, pues “vemos” a través de sus ojos. Podría decirse que el espectador es *engañado* por el autor, quien lo hace partícipe del delirio del protagonista. El público ve lo que ve Tomás, y solo descubre la realidad a medida que él lo hace.

El primer cuadro de la segunda parte revela el escenario como lo que realmente es: una celda de prisión. A partir de este momento, el espectador descubre que su percepción era tan falsa como la de Tomás: también él ha creído en la ficción.

El Papel de Berta

Dentro del efecto de inmersión, Berta juega un rol crucial. Este personaje, una alucinación de Tomás, puede interpretarse como un desdoblamiento de su personalidad. Berta es la primera en ofrecer una visión negativa de la Fundación, cuando aún se presenta como un lugar ideal. Esta es la primera ruptura en la alucinación de Tomás, un reflejo de su subconsciente que comienza a vislumbrar la realidad.

La Temporalidad en la Obra

La acción comienza *in medias res*, es decir, cuando gran parte de los acontecimientos ya han sucedido y la historia de los personajes está por concluir (para el preso muerto, de hecho, ya terminó días antes). El espectador es engañado, y la verdad se revela lentamente, al mismo tiempo que Tomás la descubre. No hay una temporalidad lineal, cronológica; el pasado se desvela según la voluntad del autor.

El juego con los objetos (apariciones, desapariciones, transformaciones) se relaciona con la perspectiva barroca, que advierte sobre el engaño de las apariencias. Buero denuncia, a través de esta técnica, la pobreza y ambigüedad de nuestra sociedad. Las largas y detalladas acotaciones reflejan la transformación de la realidad, proporcionando datos sobre la mutación escénica.

Destacan elementos artísticos como el paisaje ideal que se ve por la ventana al principio, y que reaparece al final; o la música de la ópera *Guillermo Tell* de Rossini, que suena al inicio y en el desenlace, mientras el decorado se transforma para volver a ser la idílica Fundación. Esta acotación final sugiere una estructura circular.

La música, que al principio crea un ambiente propicio para la ilusión, al final abre el camino a nuevas situaciones. El final queda abierto: el espectador debe elegir el destino de Lino y Tomás (muerte o evasión). La reaparición de la decoración de la Fundación puede interpretarse positivamente (como esperanza) o negativamente (como una advertencia de que la sociedad exterior es otra cárcel).

Análisis de los Personajes

Los cinco personajes constituyen un entramado de fuerzas y comportamientos distintos, pero complementarios:

  • Max: Representa la bajeza, traicionando a sus compañeros por compensaciones triviales.
  • Asel: Encarna la tolerancia y la lucha, confiriéndole una especial dignidad.
  • Tulio: Muestra intransigencia, compensada por su personalidad soñadora.
  • Lino: Evoluciona desde la pasividad a la acción desesperada y efectiva.

Todos forman un conjunto de individualidades con las que Buero representa diversas reacciones ante una situación límite. Son personajes trágicos, tanto por su comportamiento como por la inutilidad de sus acciones frente a una fuerza superior: la Fundación. Ni siquiera el delator obtiene un resultado positivo, pues es descubierto y ejecutado.

Tomás

Tomás es el protagonista. Debido a la tortura y a un intento de suicidio (tras delatar a sus compañeros), sufre una enfermedad mental que le hace creer en la Fundación. Esta idea se desvanece gradualmente hasta su regreso total a la realidad.

Tulio

Tulio es inicialmente colérico, hosco e intransigente. Su relación con Tomás es conflictiva, pues no le gusta seguirle el juego. Sin embargo, cuando Tomás recupera la cordura, Tulio empieza a soñar, identificándose con él al final. Su ejecución resulta, por su humanidad, más dolorosa.

Asel

Asel impulsa la acción dramática. Idea la terapia para Tomás y el proyecto de fuga. Confiesa haber delatado a sus compañeros en el pasado, lo que costó al menos una vida. Esto lo convierte en el mejor amigo de Tomás, al entender su situación. Es el más luchador, inteligente y líder.

La actitud final de Asel, como la de Tulio, parece contagiada por la fantasía de Tomás, como en un proceso de “quijotización”. Asel afirma que el paisaje que veía Tomás es verdadero. El propósito es sugerir que debemos soñar con ese mundo idílico, luchar por esa aspiración a algo absoluto e imposible. Al final, se lo llevan para interrogarlo y, consciente de su debilidad, decide suicidarse para no delatar a sus compañeros.

Lino

Lino se presenta como brusco y con poco tacto. Su actitud pasiva se transforma en una implicación activa cuando informa sobre la traición de Max y decide asesinarlo. Tomás no lo aprueba, considerándolo cruel e innecesario. Su acción, además, podría haber frustrado la fuga.

Max

Max es un hombre de “unos treinta y cinco años, de agradable fisonomía”. Su carácter es tranquilo y bromista. Defiende a Tomás al principio, pero luego lo ataca al sospechar que es el delator. Finalmente, se revela que Max traicionó a sus compañeros por comida y comodidades. Lino lo asesina arrojándolo al vacío.

El Hombre sin nombre

Es el compañero enfermo con quien habla Tomás hasta que se da cuenta, cuando se lo llevan los carceleros, de que lleva muerto seis días. Es el primer elemento que desencadena la curación de Tomás.

Berta

Berta es la novia imaginaria de Tomás. Él cree que ella está en otro pabellón de la Fundación, que lo visita y que habla con ella. Berta es un desdoblamiento de la personalidad de Tomás, un reflejo subconsciente que experimenta los primeros atisbos de la realidad, la voz de la conciencia y la razón.

Argumento y Temas Principales

La dimensión trágica de la obra reside en la magnitud de los problemas tratados y en la fatalidad del desenlace. Pero, como tragedia de nuestro tiempo, su simbolismo adquiere especial interés como análisis de una sociedad y un mundo con los que el autor no está de acuerdo, y que conducen a los individuos a un trágico final.