Impresionismo: Características, Técnicas y Principales Artistas

El Impresionismo: Una Revolución Artística del Siglo XIX

El desarrollo del movimiento **impresionista** abarca desde 1874, con la primera exposición en el estudio del fotógrafo Nadar, hasta 1886, fecha de la última exposición, ya bajo la dirección de Pisarro. El Impresionismo no es una escuela, ni un grupo que se uniera en torno a un manifiesto o programa. Supone el encuentro de varios artistas con unas actitudes y preocupaciones comunes. El Impresionismo destaca por la acusada individualidad de sus miembros. Este movimiento se corresponde con una transformación social y filosófica; por un lado, el florecimiento de la burguesía y, por otro, la llegada del positivismo. La burguesía, como nuevo fenómeno social, trae sus propios usos y costumbres; unos afectan al campo, que deja de ser lugar de trabajo para convertirse en lugar de ocio: las excursiones campestres. Es el mundo retratado por Monet y Renoir. La ciudad, por el contrario, se convierte en un nuevo espacio para la nueva clase social: aparecen los paseantes ociosos que se lucen y asisten a conciertos en los *boulevards* y los jardines de París. También cobra relevancia la noche y sus habitantes, los locales nocturnos, el paseo, las cantantes de cabaret, el ballet, los cafés y sus tertulias. Es un mundo fascinante, del cual los impresionistas extraen sus temas, en especial Degas.

Características Técnicas del Impresionismo

  1. Teoría de los colores: Existen tres colores primarios (amarillo, rojo y azul) y tres complementarios (violeta, verde y naranja, respectivamente). Asociados, los colores primarios dan el complementario. Por ejemplo: la unión de amarillo y rojo produce naranja; pero en vez de fundirlos en el pincel, ha de ser el ojo del espectador el que perciba mediante toques próximos de los colores.
  2. La luz como protagonista: Los objetos solo se ven en la medida en que la luz incide sobre ellos. El color no existe, ni tampoco la forma, pues cambia dependiendo de la luz. De este modo, la luz y sus efectos cambiantes son el verdadero tema del cuadro.
  3. Apariencias sucesivas: Un mismo tema es pintado repetidas veces a diferentes horas del día. Las formas y los objetos cambian en función de la intensidad de la luz, sin más cambio que matices en la iluminación de los colores, de intensidad solar o de espesor de la niebla. El cuadro es simplemente un efecto de luz.
  4. Coloración de las sombras: Las sombras no son negras, son espacios coloreados con las tonalidades complementarias (por ejemplo, luces amarillas / sombras violetas); en consecuencia, desaparecen los contrastes de claroscuro, y el dibujo se extingue o se reduce.
  5. Pincelada suelta: Prefieren la mancha pastosa y gruesa. Utilizan toques yuxtapuestos de colores para producir un efecto a cierta distancia.
  6. Pintura al aire libre: Los pintores dejan los talleres y se van al campo, algo imprescindible tanto por los temas que pintan como por su preocupación por captar la luz.
  7. Nueva valoración del espacio: Se consigue con ángulos y encuadres mucho más atrevidos. Las figuras, a veces, no ocupan “el centro” del cuadro y están cortadas por los bordes: se trata de un modo de ver próximo al de la fotografía.
  8. Nueva relación con el público: El espectador ya no es un objeto pasivo; tiene que participar. El cuadro se ofrece como algo inacabado (una impresión) que es preciso reconstruir mentalmente.
  9. Influencia de la fotografía: La fotografía influye en su pintura con la captación del momento y con unos encuadres muy atrevidos.

Principales Artistas Impresionistas

1. Claude Monet

Monet es el más “impresionista” de todos. Llegó a pintar cerca de tres mil cuadros, la mayoría paisajes. Su máxima preocupación es la captación de la luz en la superficie del agua. Sus series, es decir, la pintura de un mismo motivo a diferentes horas del día, como *“Catedral de Rouen”*, *“Estanque de Nenúfares”* y *“Vistas de regatas”*, plasman las modificaciones de la atmósfera y los efectos de la luz sobre las formas y el paisaje. En sus series elimina paulatinamente las formas, evolucionando hacia una pintura abstracta, donde todo es color.

2. Pierre-Auguste Renoir

Renoir pinta temas alegres relacionados con la juventud y la diversión. Utiliza colores primarios para captar las vibraciones de la luz que se tamiza a través de las hojas. En sus cuadros, las figuras humanas reclaman la atención del espectador. El artista distribuye por la tela entera sus colores. Todo ello se puede admirar en su obra *“El Molino de la Galette”*, donde sigue los principios del movimiento impresionista: pintura al aire libre, pincelada suelta, colores puros, sombras coloreadas, disolución del dibujo y captación de la luz sobre los objetos. Sin embargo, no es un impresionista puro, pues sigue preocupado por el volumen y las densidades, y la figura humana centra su interés.

3. Edgar Degas

Pocos artistas muestran las contradicciones de su tiempo de la misma manera que Degas. Participó en las exposiciones impresionistas y criticó los principios básicos de este movimiento. Se mantiene fiel al realismo de las imágenes y no abandona nunca el dibujo ni la forma. Tampoco pinta al aire libre, sino los interiores de los teatros, de los cafés, de los talleres o dormitorios. Se interesa por sorprender los movimientos espontáneos y naturales de sus personajes, a los que pinta desde todas las posiciones posibles. También se interesa por la luz artificial de los teatros, por los humos y vapores de los interiores. Sus escenas rebosan modernidad; defendía la línea sobre el color y se destapará como uno de los mejores coloristas del momento en algunas obras.

Detalle de la obra El Almuerzo de los Remeros de Pierre-Auguste Renoir Pierre-Auguste Renoir: El Almuerzo de los Remeros. Colección Phillips. Washington D.C.