TEMA 5. EL TEATRO DE 1939 A FINALES DEL Siglo XX. TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS PRINCIPALES
La situación del teatro tras la Guerra Civil puede ser calificada como catastrófica. Durante la
contienda, había sido usado como una forma de evasión y de propaganda política y así continuó durante el principio de los años 40. El régimen franquista ejercíó una férrea censura que influyó muy negativamente en los montajes teatrales y en la propia creación dramática por la autocensura a la que se sometían los autores por miedo a ver sus obras prohibidas.El panorama teatral de los años 40 está marcado por dos tendencias diferentes:– La comedia burguesa o alta comedia, heredera del teatro de Benavente, está destinada a unpúblico acomodado, ya que presenta conflictos de la clase media o alta. Se defienden los valores tradicionales como la familia, las diferencias de clase o la oral católica y se hacen frecuentes alusiones a la Guerra Civil con desprecio al vencido. Son obras bien construidas, con una mezcla de intriga y sentimentalidad muy del gusto del público, en escenarios domésticos de la clase acomodada y temática repetitiva: celos, infidelidades, etc. Además de Jacinto Benavente, cultivaron este teatro autores como Joaquín Clavo Sotelo o José María Pemán.- El teatro humorístico pretende transformar el humor español introduciendo lo inverosímil y se acerca a veces al “teatro del absurdo”. Lo más destacado en este teatro es el uso de un lenguaje agudo y crítico contra las convenciones burguesas. Abordan temas como la presión social sobre el individuo, las costumbres burguesas o los conflictos individuales existenciales. Las dos figuras fundamentales son Enrique Jardiel Poncela, creador de un teatro inverosímil, nuevo, audaz e inteligente (Eloisa está debajo de un almendro, Los ladrones son gente honrada) y Miguel Mihura, quien practica un humor absurdo, ilógico, pero con intención existencialista. En su mejor obra, Tres sombreros de copa, plantea el conflicto universal del hombre: vivir conforme a lo que le conviene o conforme a sus deseos (forma de vida acomodada,burguesa/vida bohemia) En el exilio, se desarrolla gran variedad de tendencias, aunque se acercan a un tema común: España como paraíso perdido. Destacan Max Aub (Morir para cerrar los ojos), Alberti (El adefesio, Noche de guerra en el Museo del Prado) y Alejandro Casona (La dama del alba, La sirena varada),En la década de los 50 aparecen inquietudes existenciales que se van integrando en el teatro. Con el estreno de Historia de una escalera, de Antonio Buero Vallejo, se inicia una renovación. Su teatro es una lúcida indagación sobre los aspectos trágicos de la condición humana, un análisis de la sociedad en la que el hombre está sometido a fuerzas alienadoras y lucha constantemente por buscar la verdad. Su finalidad es conmover al espectador y hacerle reflexionar y tomar conciencia de los conflictos individuales y colectivos.Poco a poco este existencialismo deriva en los años 60 en un teatro social y realista. Para estos autores el teatro debe hablar de las circunstancias del hombre, que en España era la dictadura franquista, y hacerlo de manera crítica. Esa situación les hace plantearse si deberían escribir con libertad y que sus obras fuesen prohibidas o plantear las críticas de un modo sutil que les permitiese esquivar la censura. A esta última postura se denominó “posibilismo”. A esta postura corresponde la segunda etapa de la producción de Antonio Buero Vallejo quien tocará temas delicados como la pena de muerte (La fundación) o la tortura policial (La doble historia del doctor Valmy), con ambientaciones simbólicas que le permitieron estrenar sin problemas. Alfonso Sastre, por su lado, reivindicó la otra forma de hacer teatro, de preocupación social y abiertamente crítico, en obras como Escuadra hacia la muerte, que trata el conflicto de la tiranía, o en La taberna fantástica, donde presenta la degradación de las clases humildes, pero ninguna de ellas pudo estrenarse hasta la muerte del dictador. Otros autores importantes de este grupo realista son José Martín Recuerda y Lauro Olmo.Al mismo tiempo, se produce un movimiento de renovación teatral que se opone a la estética realista.Se busca un nuevo lenguaje dramático basado en el espectáculo, en la escenografía y en las técnicas audiovisuales. El texto no es el soporte básico, es solo una parte del espectáculo que se completa con luz,proyecciones, etc. Y está abierto a improvisaciones. Se muestran disconformes con el sistema establecido y quieren elevar su protesta a través del teatro, por lo que tratan temas como la injusticia social, la pobreza, la soledad o la incomunicación en el mundo moderno. Destacan Fernando Arrabal, cercano a las vanguardias y al teatro del absurdo, admite lo insólito, lo sórdido y el humor (El arquitecto y el emperador de Asiria);Francisco Nieva en la línea surrealista, acude a la farsa, lo grotesco y lo onírico (Malditas sean Coronada y sus hijas) y Buero Vallejo, que utiliza un escenario múltiple y simbolista en el que se combinan elementos del teatro realista y del experimental (El tragaluz) En el teatro experimental tienen protagonismo los grupos de teatro independiente. La primera obra colectiva de éxito es Castañuela 70, del grupo Tábano. Otros grupos importantes son el TEI (Teatro Experimental Independiente), Los Goliardos, La Cuadra, Els Joglars, Els Comediants, Dagoll Dagom y Teatre Lliure. Todos estos grupos al margen de la infraestructura comercial compensaban su modestia de recursos con dosis de imaginación y libertad. En general, cultivaron lo que se llamó “teatro colectivo”, es decir, sus obras que no pertenecían a un autor, sino que se gestaban con la participación de toda la compañía.A partir de 1975, tras la muerte de Franco, desaparece la censura, se incrementan los premios y los festivales de teatro. Se revitalizan los teatros nacionales, se crea el Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas y se recuperan numerosas salas teatrales, lo que contribuye a la mejora sustancial del espectáculo teatral. En general, se huye del experimentalismo y se vuelve a la tradición teatral. El teatro se concibe como un espectáculo y se rescatan obras prohibidas españolas y europeas. Los grupos que triunfan en los 70 se renuevan con nuevos espectáculos y nacen otros como teatro estable (El Gayo Vallecano o La Cubana),mientras que otros se decantan por el espectáculo global (La Fura dels Baus ) que se representan en naves industriales o locales abandonados.Se dan las siguientes tendencias:- La comedia burguesa renovada es un teatro comercial que atrae al público. Su única finalidad es el entretenimiento y mezcla géneros. De estructura tradicional aborda a veces temas sociales, pero sin mayor compromiso. Ana Diosdado obtiene un gran éxito con Los ochenta son nuestros.- El Realismo renovado. La generación de la transición. Formada fundamentalmente por autores procedentes del teatro independiente, pretenden un equilibrio entre el teatro de consumo y el vanguardista para que el público acuda al teatro. Supone una cierta prolongación del teatro social anterior, pero con un enfoque distinto y un marcado sentido del humor. Abordan temas sociales de la época: las drogas, los conflictos generacionales y los problemas de la juventud. Sus personajes son marginados, pequeños delincuentes y, sobre todo, fracasados en lo personal, en lo social o en lo profesional. Así, J. Luis Alonso de Santos hace en sus obras una crónica del Madrid de los 80 (La estanquera de Vallecas, Bajarse al moro). Sanchís Sinisterra mezcla en sus obras el compromiso político y ético con preocupaciones estéticas y pretende un público activo (Ay, Carmela)-Continuadores del Realismo renovado. Son autores más jóvenes que estrenan a finales de los ochenta y siguen la línea de los autores anteriores y triunfan en la década de los noventa. Heredan el Realismo crítico y cotidiano aunque se acentúa lo imaginativo y potencian el humor como instrumento crítico. Ernesto Caballero introduce la ironía y la ternura en su teatro (El insensible).Paloma Caballero aborda el punto de vista femenino en el amor, la frustración o la venganza.(Invierno de luna alegre)- La promoción de los noventa. Los dramaturgos más jóvenes han recurrido a una escritura con fórmulas eclécticas consistentes en servirse de materiales de otras artes y espectáculos como el cine, la televisión, la ópera, etc. Juan Mayorga es el más representativo de esta generación, con un teatro imaginativo y onírico. (El chico de la última fila)- El teatro alternativo. En la actualidad destacan las salas alternativas, sobre todo en Madrid, como La cuarta pared, Teatro del Arte o la más reciente La casa de la portera. Son espacios con un aforo muy reducido que buscan nuevos creadores comprometidos con su tiempo y nuevas formas expresivas que permitan al teatro hablar de la realidad contemporánea en un lenguaje contemporáneo.