David Hume: Vida, Obra y Pensamiento
Biografía y Obras Principales
David Hume (1711-1776), nacido en Edimburgo, no alcanzó gran éxito en vida con su filosofía. Su fama de ateo y escéptico le impidió acceder a la docencia universitaria. A pesar de ello, fue admirado por figuras como Voltaire y Kant, y mantuvo amistad con Rousseau. Falleció en Edimburgo en 1776. Entre sus obras más destacadas se encuentran el “Tratado de la naturaleza humana” y la “Investigación sobre el entendimiento humano”.
El Problema del Conocimiento: Epistemología Empirista
David Hume fue una figura clave en el Empirismo. Para Hume, todo nuestro conocimiento proviene de la experiencia: lo que vivimos y sentimos en el mundo que nos rodea. Según él, no nacemos con ideas predefinidas; nuestra mente es como una “página en blanco” (tabula rasa) que se llena con las experiencias. Estas experiencias generan impresiones vívidas y, posteriormente, ideas menos intensas, que son copias de esas impresiones.
Hume divide el conocimiento en dos tipos:
- Conocimiento por razón: Incluye las matemáticas y la lógica, que son evidentes por sí mismas y no necesitan de la experiencia.
- Conocimiento por experiencia: Se basa en la observación de los hechos de la vida cotidiana.
Hume cuestiona la idea de causalidad necesaria. Argumenta que asumimos que un evento causará siempre el mismo efecto basándonos en el hábito, pero no existe una garantía lógica de ello. Esta crítica se extiende a conceptos como el “yo” constante, la realidad exterior y la existencia de Dios. Para Hume, la certeza sobre estos conceptos es, en última instancia, inalcanzable.
No podemos estar seguros de que lo que ha sucedido en el pasado siempre sucederá en el futuro. En consecuencia, Hume concluye que no podemos tener certeza absoluta del mundo, de nosotros mismos ni de la existencia de Dios. Solo podemos confiar en nuestras sensaciones y experiencias directas, limitando nuestro conocimiento a lo que experimentamos en nuestra mente.
El Problema de la Moral: Emotivismo Moral
Hume sostiene que los juicios morales no provienen de la razón ni describen hechos objetivos, sino que expresan la aprobación o desaprobación de una acción. Intentar deducir la moral observando la realidad es un error (falacia naturalista). La moral, según Hume, no se fundamenta en la razón, sino en el sentimiento.
Hume propone el emotivismo moral. La base de la moralidad es el sentimiento moral personal, una especie de “gusto” interno que genera agrado o desagrado hacia las acciones. Este sentimiento es común a todos los seres humanos y se basa en dos principios:
- Utilidad: La búsqueda del placer o beneficio que una acción puede proporcionar.
- Simpatía: La capacidad de compartir los sentimientos de los demás.
Así, según Hume, la moral no es puramente altruista, sino que tiene un componente pragmático, aunque es universal en su fundamento emocional.
Tomás de Aquino: Fe, Razón y Demostración de la Existencia de Dios
Fe y Razón: Teología y Filosofía
Para Tomás de Aquino (1225-1274), existen dos fuentes de conocimiento: la razón y la fe, que corresponden a las verdades filosóficas y teológicas, respectivamente.
- La razón permite abordar cuestiones filosóficas y aclarar ciertos dogmas, como la existencia y los atributos de Dios.
- La fe ofrece un conocimiento superior, otorgado por Dios, más perfecto que el alcanzado por la razón.
No puede haber conflicto entre razón y fe; si surge, es porque se ha razonado incorrectamente. Aquino propone una colaboración entre ambas:
- La fe orienta a la razón como criterio de verdad.
- La razón refuerza la fe al demostrar algunas de sus verdades.
El Problema de Dios: Las Cinco Vías
Tomás de Aquino, siguiendo a Aristóteles, sostiene que el conocimiento comienza con la experiencia. A partir de ella, podemos demostrar la existencia de Dios mediante cinco vías a posteriori, basadas en la percepción sensorial y el principio de causalidad:
- Vía del Movimiento: Todo lo que se mueve es movido por otro; debe existir un Primer Motor inmóvil: Dios.
- Causalidad eficiente: Todo efecto tiene una causa; debe haber una Causa Primera no causada: Dios.
- Contingencia: Los seres existen y dejan de existir; debe haber un Ser Necesario que origine todo: Dios.
- Grados de perfección: Existen distintos grados de perfección; debe haber un modelo perfecto: Dios.
- Orden cósmico: El universo sigue un orden y finalidad; debe haber un ser que lo dirija: Dios.
Teoría del Conocimiento
El punto de partida de Tomás para explicar el proceso de conocimiento es un principio empirista: “Nada hay en el entendimiento que antes no haya estado en los sentidos”. Se empieza a conocer desde lo sensible, desde lo concreto y particular. Se distingue, pues, el conocimiento sensible del conocimiento intelectual (inteligible o abstracto), siendo el primero base del segundo. Esto implica que no se pueden elaborar conceptos de aquello de lo que no ha habido antes experiencia sensible, o que no se haya podido deducir de la experiencia sensible.
Descartes: Racionalismo, Duda Metódica y Dualismo Antropológico
Teoría del Conocimiento: La Razón y el Método
René Descartes (1596-1650) propone un método basado en cuatro reglas para alcanzar el conocimiento verdadero:
- Evidencia: Aceptar solo lo que es claro y distinto.
- Análisis: Descomponer los problemas en partes más simples.
- Síntesis: Construir el conocimiento desde lo más simple a lo más complejo.
- Enumeración: Revisar todo el proceso para evitar errores.
Además, desarrolla la duda metódica como herramienta para alcanzar verdades indudables. Duda de los sentidos, de la existencia del mundo externo, de las verdades matemáticas, e incluso plantea la hipótesis de un “genio maligno” que podría engañarnos. Esta duda radical lo lleva a su primera certeza: “Pienso, luego existo” (Cogito, ergo sum).
Clases de Ideas
Descartes distingue tres tipos de ideas:
- Adventicias: Provienen de la experiencia externa (ej. mariposa).
- Facticias: Construidas por la imaginación a partir de ideas adventicias (ej. caballo con alas).
- Innatas: No provienen de la experiencia ni de la imaginación; son connaturales al entendimiento (ej. la idea de Dios, la idea de infinito).
Para demostrar la existencia de Dios, emplea tres argumentos:
- Ontológico: La idea de un ser perfecto implica su existencia.
- Infinitud: La idea de infinito en una mente finita solo puede provenir de un ser infinito: Dios.
- Causalidad: Siendo finito e imperfecto, no puedo haberme creado a mí mismo; Dios debe haberme creado.
Concluye que Dios, al ser perfecto y veraz, no puede engañarnos sobre la realidad del mundo exterior.
La Metafísica Cartesiana: El Problema de la Realidad
La duda metódica lleva a Descartes a reconocer tres realidades o sustancias:
- Dios (res infinita): Sustancia eterna, inmutable, perfecta y creadora.
- El yo (res cogitans): Sustancia pensante, independiente del cuerpo.
- El mundo externo (res extensa): Sustancia material, imperfecta y cuantificable, definida por cualidades primarias (figura, movimiento, duración). Las cualidades secundarias (colores, sabores, sensaciones) son subjetivas y no reflejan fielmente la realidad del mundo.
Antropología: El Problema del Ser Humano
Descartes plantea un dualismo entre el alma (res cogitans), que piensa y siente, y el cuerpo (res extensa), regido por leyes mecánicas. Ambos son independientes, pero en el ser humano están unidos, a diferencia de los animales, que carecen de alma y son considerados como máquinas.
El problema de la interacción entre alma y cuerpo se resuelve, según Descartes, con la glándula pineal, que actúa como puente entre ambos al transmitir cambios mediante los “espíritus animales” en la sangre.