El Liberalismo en la España del Siglo XIX
Introducción al Liberalismo
Liberalismo: Doctrina y sistema que defiende la libertad política y económica como un derecho para todos los hombres. En el siglo XIX, los partidarios del liberalismo político se basaron en formas democráticas de gobierno: creación de parlamentos, derecho al voto, igualdad ante la ley, libertad de prensa, de asociación, de creencias, etc.
Formas de Gobierno y División de Poderes
Monarquía Constitucional: Régimen político democrático en el cual el rey, el Jefe del Estado, reina, pero no gobierna, ya que sus actos siempre deben estar avalados por la firma del presidente del gobierno o del ministro responsable.
División de Poderes: Teoría política divulgada por Montesquieu en su obra “El espíritu de las Leyes”, según la cual los poderes de realizar las leyes (legislativo), de juzgar (judicial) y de ejecutar y hacer cumplir las leyes (ejecutivo) deben estar separados y ejercidos por personas e instituciones diferentes (asambleas o parlamentos, tribunales y gobiernos, respectivamente).
La Revolución Liberal Burguesa
Revolución Liberal Burguesa: Se denomina así al proceso que comenzó con la Revolución Francesa y se extendió por toda Europa a lo largo del siglo XIX, mediante el cual se pretendía acabar con las viejas estructuras del Antiguo Régimen y reemplazarlas por un nuevo modelo de sociedad. El término revolución no implica necesariamente que el procedimiento para implantar la nueva sociedad debiera ser violento, sino que los cambios que se plantean deben ser radicales y profundos. Es liberal porque la ideología que inspira tales transformaciones era el liberalismo; y se denominaba burguesa porque la clase social que propugnaba los cambios y a la que más beneficiaba era la burguesía, sector rico y próspero del estado llano que aspiraba a ser protagonista de una nueva sociedad y a no seguir relegado social y políticamente en la vieja sociedad estamental y absolutista del Antiguo Régimen.
Facciones Políticas del Siglo XIX
Realistas: Nombre con el que fueron conocidos, a partir de las Cortes de Cádiz, los defensores del antiguo régimen y, por tanto, contrarios a la Constitución de 1812 y a la soberanía popular; también fueron denominados absolutistas.
Ultrarrealistas: Dicho de cada uno de los miembros de la facción política surgida en torno a Carlos María Isidro de Borbón en los años 1820-1830. Formados principalmente por militares descontentos, partidarios de un absolutismo a ultranza, propugnaban la sustitución de Fernando VII —muy tolerante, en su opinión, y culpable de no haber reestablecido la Inquisición— por su hermano Carlos María Isidro. Algunos grupos ultrarrealistas intentaron un alzamiento en Castilla, dirigidos por Georges Bessières; poco después se sucedieron las sediciones en el Principado, que culminaron en la guerra de los “Malcontents” y, más tarde, en las guerras carlistas.
Apostólicos: Miembros de la facción extrema del absolutismo español desde el año 1823 hasta el comienzo de la primera guerra Carlista. El nombre deriva probablemente del hábito de llamar junta apostólica a determinadas reuniones de clérigos (para el reparto de tributos, etc.); este mismo nombre de junta apostólica fue adoptado por una junta constituida en Galicia en 1820 para luchar contra el régimen constitucional.
Carlistas: Partidarios de Carlos María Isidro de Borbón o de sus sucesores que han pretendido la corona de España.
Restauración y Contrarrevolución
Restauración: Período histórico que comienza con la reposición al trono de un rey destronado o del representante de una dinastía expulsada.
Contrarrevolución: Conjunto de medidas contrarias a un modelo revolucionario dado y que tiene como finalidad impedir su llegada o su consolidación. Este puede ser el caso del reinado de Carlos IV, la mayor parte del reinado de Fernando VII, la dictadura de Primo de Rivera, el bienio de derechas o la dictadura franquista.
Camarilla: Grupo de personas, amigos o familiares que, sin reconocimiento oficial y ocultamente, influye sobre las decisiones del monarca o de la autoridad superior del estado. El término tiene su origen en el conjunto de personas que, reunidas delante de la cámara real de Fernando VII, influyeron sobre la conducta política del rey durante los años 1814-1820 y 1823-1833.
Represión y Movimientos Militares
Represión: Acción emprendida, y estado o situación consecuentemente creadas, por una persona o por un grupo o una clase social o política, que tiene un cierto poder o lo detienen oficialmente, sobre otra persona o sobre otro u otros grupos sociales o políticos, para mantener una situación determinada, reprimiendo de raíz cualquier manifestación, movimiento o tendencia que puedan, o que cualquiera crea que pueden, entrar en conflicto con dicha situación establecida, la cual es considerada por los que son objeto de la represión precisamente como injusta y necesitada de transformación.
Pronunciamiento: Acción que un grupo militar ejecuta contra el gobierno para derribarlo o alterar el sentido de su política. Es de menor volumen que la rebelión y la guerra civil, suele producir pocas víctimas y tiene que triunfar o fracasar en un espacio muy breve de tiempo. Es propia de sociedades con estructuras socio-económicas poco desarrolladas.
Sociedades Secretas: Aparecen en el reinado de Fernando VII ligadas al liberalismo. Hay de dos tipos: las sociedades patrióticas, que son verdaderos centros de opinión en tertulias realizadas en cafés, tomando el nombre del establecimiento donde se hacen; y la masonería, la más importante, como lo demuestra el elevado número de ministros liberales masones durante el trienio. Su número de adeptos crece bastante, al tiempo que se acentúa su carácter político.
Milicias y Conflictos
Milicia Nacional: La milicia nacional española fue creada por las cortes (15 de abril de 1814), por medio del decreto, que fue anulado por Fernando VII (5 de mayo de 1814). Restablecida durante el Trienio Constitucional (1820-23), tuvo un papel protagonista (7 de julio de 1822, cuando la milicia de Madrid derrotó a la guardia real).
Banda de la Fe: Durante el Trienio Constitucional, nombre que se dio a cada una de las partidas absolutistas. Actuaron especialmente en la zona norte de Cataluña. Se destacaron las dirigidas por Juan Costa, por el Trapense y por el antiguo republicano Georges Bessières. Su actuación facilitó el establecimiento de la Regencia de Urgel (1822), pero, ante los ataques de Espoz y Mina, la mayoría pasaron a Francia. Fueron disueltas en 1824, una vez reestablecido el absolutismo.
Depuración y Manifiestos
Depuración: Acción política encaminada a mantener y a garantizar la homogeneidad político-ideológica de un régimen político mediante la eliminación de los miembros considerados peligrosos.
Manifiesto de los Realistas Puros: Llamamiento publicado en noviembre de 1826 por los voluntarios realistas españoles, partidarios del absolutismo y descontentos por la actitud ligeramente más moderada de Fernando VII. El documento propugnaba un pronunciamiento militar para dar el poder al hermano de Fernando VII, Carlos María Isidro de Borbón. Está considerado el primer acto público del carlismo. Contribuyó poderosamente a vigorizar los alzamientos absolutistas catalanes.
Guerra de los “Malcontents”: O guerra de los Agraviados. Alzamiento armado promovido en 1827 en Cataluña por los ultrarrealistas, que consideraban demasiado suave la política represiva de Fernando VII contra los liberales. Las quejas principales se referían a la negativa de reestablecer la inquisición, al indulto otorgado a los liberales, a la permanencia en el ejército y los cargos públicos de gente considerada liberal y a la relegación de los voluntarios realistas (los antiguos guerrilleros del Trienio Constitucional), cuyos jefes fueron apartados en bloque del ejército, con licencia ilimitada, y pronto dejaron de percibir los sueldos prometidos.
Constituciones y Foralismo
Constitución: Ley fundamental de un estado que establece y garantiza los derechos y deberes de los ciudadanos y regula el sistema de poder, definiendo los órganos y sus formas y funciones, como también el conjunto de relaciones entre ellos. Tiene el carácter de norma programática y corresponde a las disposiciones de rango inferior hacerla operativa y aplicable; su promulgación es siempre solemne. Puede ser escrita —cosa general en la mayoría de estados—, o bien consuetudinaria —es el caso de Inglaterra—; también puede estar contenida en un solo texto, o bien en varios, tengan o no el nombre de constitución. La constitución que establece mecanismos sencillos de revisión o modificación tiene el carácter de flexible, y, en el caso contrario, de rígida.
Foralismo: Corriente que defiende la restauración de los privilegios históricos para los territorios forales españoles, especialmente el País Vasco, Navarra, Valencia y Cataluña. Los fueros son propios del Antiguo Régimen y por ello el carlismo los tenía como uno de sus objetivos en su lucha contra la consolidación del liberalismo en España.
Estatuto Real y Juntas
Estatuto Real: Carta otorgada en 1834 por la regente María Cristina, en la minoría de edad de Isabel II. Su artífice fue el primer ministro liberal Martínez de la Rosa y no fue elaborado ni promulgado por las Cortes. Establecía un régimen basado en la soberanía del rey con las Cortes (formada por dos cámaras, Próceres y Procuradores), cuyos miembros eran elegidos por sufragio censitario restringido. Las Cortes sólo podían deliberar sobre asuntos presentados por la Corona.
Juntas o Juntismo: Fenómeno del siglo XIX. Aparecen en 1808 en la guerra de la Independencia como asociación de ciudadanos ante el vacío de poder existente, reclamando la soberanía nacional. Se formaron varias Juntas provinciales, que entregaron el poder a una Junta Suprema Central, la cual dirigió la Guerra hasta la convocatoria de Cortes en Cádiz en 1810. Durante el reinado de Isabel II van a estar relacionadas con el partido progresista y aparecen en momentos revolucionarios, como en 1836, 1854 y 1868. Va a ser un fenómeno estrictamente urbano y eran la expresión del pueblo liberal; tienen como brazo armado a la milicia nacional.
Concordato con la Santa Sede: Nombre que recibe el tratado entre una autoridad eclesiástica (el Vaticano) y la autoridad secular (el estado). Los dos grandes concordatos en la historia contemporánea española fueron el de Narváez (1851) para solucionar las malas relaciones con la Iglesia tras la desamortización de Mendizábal y el de Franco. Ambos significaron un aumento de poder para la Iglesia católica española ya que se les sufragó los gastos del culto y el clero y se les aseguró el control de la enseñanza, entre otros privilegios.
Liberalismo Doctrinario y Partidos Políticos
Liberalismo Doctrinario: Es la doctrina y práctica política asociada al grupo denominado de los doctrinarios, que durante la Restauración borbónica en Francia (1814-1830), y desde una postura partidaria de la monarquía, querían conciliar la Monarquía Borbónica con la Revolución Francesa. Al ser una fórmula de transacción entre la monarquía hereditaria y el gobierno representativo, define la forma de gobierno con un claro pronunciamiento a favor de la monarquía. Este reconocimiento va a llevar aparejado el principio de soberanía compartida, así como estar en contra de la igualdad y del sufragio universal.
Moderados y Progresistas: Eran los dos grupos políticos en los que estaba dividido el liberalismo español en el reinado de Isabel II. Los moderados, más conservadores, fueron los que disfrutaron más tiempo del poder al gozar de la predilección de la Reina y su concepción política se reflejó en la Constitución de 1845, que concedía un gran poder a la Corona. Los progresistas solo alcanzaron el poder a través de la revolución (1854 y 1868) y eran partidarios de más reformas y de mayor tolerancia religiosa.
Partido Moderado: Grupo político formado por liberales de tendencia conservadora que se formó durante la Regencia de María Cristina. Ejerció el poder durante la Década Moderada (1844-54) y su jefe indiscutible fue el General Narváez. Defendía el equilibrio de poder entre las Cortes y el rey, como instituciones de soberanía compartida, la propiedad privada, el sufragio censitario y la confesionalidad católica del estado. Fueron los responsables de la Constitución conservadora de 1845.
Partido Progresista: En el trienio liberal (1820-23) los liberales se escinden en moderados y progresistas. Durante la Regencia de María Cristina vuelven a aparecer protagonizando la Revolución del 36. Entre 1840 y 1843 tienen el poder con Espartero como regente. Lo van a volver a conseguir en el bienio progresista de 1854-56. En el sexenio revolucionario vuelven a ser protagonistas liderados por Prim. Sus grandes reivindicaciones van a ser la milicia nacional, la autonomía municipal y el jurado popular.
Partido Demócrata: Escisión del partido progresista en 1849. Estará formado por los progresistas más radicales, republicanos y minorías intelectuales. Reivindican el sufragio universal, teniendo cierto protagonismo en la Gloriosa y en el Sexenio Revolucionario.
Unión Liberal: Partido de centro creado por O’Donnell con el ala derecha del partido progresista y el ala izquierda del conservador. Participó en los distintos gobiernos desde 1854 hasta 1870. En la Restauración la mayor parte de sus miembros militaron en el partido canovista, aunque una minoría lo hizo en el liberal-fusionista de Sagasta.
Consumos (impuesto de): Impuestos indirectos establecidos en España por el gobierno moderado de Isabel II (1845) que gravaba artículos de primera necesidad. Dicho impuesto, muy impopular, generó numerosas protestas entre la población.
Vicalvarada y Pacto de Ostende
Vicalvarada: Pronunciamiento militar de carácter liberal que lideraron, entre otros, los generales Dulce, O´Donnell y Serrano en junio de 1854. Recibe tal nombre porque la primera escaramuza armada entre los sublevados y las tropas reales tuvo lugar en Vicálvaro (pueblo de Madrid). La insurrección triunfó gracias al amplio apoyo recibido de la población, con lo que se puso fin a la Década Moderada y se dio inicio al Bienio Progresista. El programa político de los sublevados recibió el nombre de Manifiesto del Manzanares y fue redactado por Cánovas del Castillo.
Pacto de Ostende: Ante el descontento hacia el régimen monárquico de Isabel II, los progresistas de Sagasta, y la mayoría de los moderados firmaron en agosto de 1866 en la ciudad belga el Pacto de Ostende en contra de Isabel II, al cual también se unieron en 1867 los republicanos, como Pi i Margall, y los unionistas, como Serrano, que arrastrarían un gran número de altos cargos militares. El fin de este pacto era derrocar a la reina, cuya escandalosa vida privada, manteniendo relaciones íntimas con los jefes de estado, y el establecimiento de unos derechos fundamentales, entre los que destacan el sufragio universal, inspirado por los demócratas (Prim). Monarquía o República.