Historia del Liberalismo en España: Del Conflicto Carlista al Sexenio Democrático

1. La Primera Guerra Carlista (1833-1839)

1.1. Dos Opciones Enfrentadas

El conflicto carlista enfrentó a dos visiones de España:

  • El Carlismo: Ideología tradicionalista y antiliberal. Contaba con el apoyo del clero, una pequeña parte de la nobleza agraria y una amplia base social campesina.
  • La Causa Isabelina: Apoyada por parte de la alta nobleza, funcionarios, liberales, la burguesía y las clases populares urbanas.

1.2. Desarrollo del Conflicto Armado

En 1833, partidas carlistas iniciaron la guerra con tácticas de guerrilla.

1.2.1. Primera Etapa (1833-1836)

  • Estabilización de la guerra.
  • Importantes triunfos carlistas en el norte, liderados por el general Zumalacárregui.
  • Mayor desorganización en el Levante, bajo el mando del general Cabrera.

1.2.2. Segunda Etapa (1836-1839)

  • La guerra se decanta a favor del bando liberal, con la victoria del general Espartero en Vitoria.
  • División interna en el carlismo: Transaccionalistas (partidarios de un acuerdo con los liberales) e Intransigentes (defensores de continuar la guerra).
  • En 1839, se firma la paz con el acuerdo de Vergara.

2. El Proceso de Revolución Liberal

2.1. Los Primeros Gobiernos de Transición

Tras la muerte de Fernando VII, se establece un consejo de gobierno para asesorar a María Cristina, presidenta por la regencia de su hija Isabel II.

  • Presidido por Francisco Cea Bermúdez y compuesto por absolutistas moderados.
  • La única medida relevante fue la división provincial de España.
  • El inmovilismo del gobierno chocó con las aspiraciones de reforma del Estado absoluto.
  • Nuevo gobierno liberal moderado de Francisco Martínez de la Rosa.
  • Promulgación del Estatuto Real, cuyas reformas provocaron la división entre moderados y progresistas.

2.2. Los Progresistas en el Poder

  • Los progresistas tenían su fuerza en el apoyo popular, la Milicia Nacional y las Juntas Revolucionarias.
  • En 1835, María Cristina llama a formar gobierno a Juan Álvarez Mendizábal, quien reforma el Estatuto Real.
  • Decreto de desamortización de bienes del clero.
  • Presión sobre María Cristina para anular la desamortización.
  • Revueltas populares que pedían el restablecimiento de la Constitución de 1812.
  • En agosto de 1836, María Cristina cede y coloca en el poder al progresista José María Calatrava.

2.3. El Desmantelamiento del Antiguo Régimen

  • Una de las principales actuaciones fue la reforma agraria liberal, que consagraba la propiedad privada.
  • Tres grandes medidas: la disolución del régimen señorial, la desvinculación y la desamortización.

2.4. La Constitución de 1837

  • El gobierno convoca unas Cortes extraordinarias para redactar una nueva Constitución, adaptando la de 1812.
  • Redactada para ser aceptada por moderados y progresistas.
  • Proclamaba la soberanía nacional, una amplia declaración de derechos del ciudadano, la división de poderes y la aconfesionalidad del Estado.
  • Otras leyes a destacar: Ley de Imprenta (libertad de prensa y fin de la censura) y Ley Electoral (sufragio censitario).

2.5. La Alternancia en el Poder (1838-1843)

  • Durante el reinado de Isabel II, se alternaron en el poder moderados y progresistas. Destacan generales como Espartero, Narváez y O’Donnell.
  • Los moderados, una vez aprobada la Constitución de 1837, limitaron la libertad de prensa y la Ley de Ayuntamientos, dando poder a la Corona para elegir alcaldes.
  • Gran oposición progresista que impulsó un amplio movimiento insurrecional, provocando la dimisión de María Cristina como regente.
  • La regencia de Espartero disuelve las Juntas Revolucionarias y convoca nuevas elecciones, que ganan los progresistas.
  • Espartero gobernó de manera autoritaria.
  • En 1842, Espartero elimina el arancel que protegía a la industria catalana de los productos textiles británicos.
  • Provocó levantamientos en Barcelona, con la burguesía y las clases populares como protagonistas.

3. Las Diferentes Oposiciones al Liberalismo

3.1. Las Agrupaciones Políticas

  • Moderados: Autodefinidos como “personas del orden”, estaban formados por terratenientes, comerciantes e intelectuales conservadores. Concebían la libertad como un bien individual, pero anteponían los principios de autoridad y orden social.
  • Progresistas: Se autodefinían como “defensores de la libertad”. Estaban formados por la pequeña y media burguesía, militares y clases populares. Defendían el principio de soberanía nacional y la legitimidad popular.
  • Unión Liberal (1854): Pretendía ser una opción centrista, que recogiera a los moderados y progresistas descontentos.
  • Demócratas: Nacen como una escisión del partido progresista. Defendían la soberanía popular, el sufragio universal masculino, una única cámara legislativa y la ampliación de las libertades individuales y colectivas.
  • Republicanos: Única opción puramente democrática, con un programa similar al de los demócratas.

4. La Década Moderada (1844-1854)

4.1. La Configuración del Régimen Moderado

  • Elecciones de 1844: Mayoría moderada. Su objetivo era acabar con la época revolucionaria y normalizar el funcionamiento de las instituciones liberales.
  • El régimen se asentó sobre la burguesía terrateniente.
  • Falseamiento de los mecanismos electorales para garantizar el triunfo del partido del gobierno.
  • Constitución de 1845: Nueva constitución basada en las ideas del moderantismo (soberanía conjunta entre el rey y las Cortes, ampliación del poder ejecutivo y disminución de las atribuciones del legislativo). Muy restrictiva con las libertades individuales y colectivas. Regulaba la libertad de imprenta, estableciendo un control gubernamental sobre la prensa.
  • Concordato con la Santa Sede (1851): Sostenimiento de la Iglesia Católica española, a la que se le otorgan amplias competencias en educación. Se reconoce el catolicismo como religión oficial del país.

4.2. La Institucionalización del Estado Liberal

  • El moderantismo pretendió consolidar la estructura del nuevo Estado liberal.
  • Nueva reforma fiscal para aumentar los ingresos de la Hacienda pública.
  • Proyecto de Código Civil.
  • Reforma de la Administración pública: Ley de Funcionarios.
  • Los alcaldes serían nombrados por la Corona.
  • Creación de la Guardia Civil en 1844.

4.3. La Crisis del Gobierno de los Moderados

  • No consiguieron dar estabilidad política al Estado.
  • La vida política no se desarrollaba con normalidad.
  • Aumento del autoritarismo durante el gobierno de Bravo Murillo (1852).
  • Propuesta de reforma que significaba el fin del régimen parlamentario. Fracasó por la oposición de los propios moderados.
  • Revolución progresista de 1854: Los progresistas vuelven al poder.

5. El Bienio Progresista (1854-1856)

5.1. La Revuelta de 1854 y el Nuevo Gobierno Progresista

  • La oposición y el levantamiento de los progresistas, junto con el pronunciamiento de Vicálvaro liderado por el general O’Donnell (Unión Liberal), provocan la caída del gobierno moderado.
  • La presidencia del gobierno recae sobre Espartero. Las elecciones dan una mayoría progresista.
  • El nuevo gobierno intenta restaurar los principios del progresismo.
  • Restablecimiento de la Milicia Nacional y la Ley de Ayuntamientos.
  • Preparación de una nueva constitución en 1856 (nunca promulgada).
  • Ambicioso plan de reformas económicas para impulsar el desarrollo económico y la industrialización del país.

5.2. La Legislación Económica

  • Ley Desamortizadora de Madoz (1855): Desamortización de bienes de la Iglesia y del Estado. Eliminación de la propiedad vinculada para obtener recursos para la Hacienda. Los ingresos se invirtieron en ferrocarriles.
  • Ley de Ferrocarriles (1855): Impulso a la construcción de ferrocarriles. Ampliación de la red de carreteras. Fomento del crecimiento de sociedades por acciones, la banca y la minería.

5.3. La Crisis del Bienio Progresista

  • Las medidas del Bienio Progresista no consiguieron remediar la crisis de subsistencias.
  • Huelgas para pedir mejoras salariales y reducción de la jornada laboral.
  • El gobierno presentó la Ley de Trabajo, que introducía algunas mejoras, pero ya era tarde.
  • Espartero dimite y confía el gobierno a O’Donnell, quien reprimió las protestas.

6. La Descomposición del Sistema Isabelino (1856-1868)

6.1. Los Gobiernos Unionistas (1856-1863)

  • El nuevo gobierno de O’Donnell intentó un equilibrio político combinando elementos moderados y progresistas.
  • Consiguió una relativa estabilidad política y una etapa de prosperidad económica.
  • Intento de revitalizar el parlamentarismo.
  • Existencia de una minoría opositora en el Congreso.
  • Política exterior activa que buscaba recuperar el prestigio nacional y unir a los partidos con un fervor patriótico.
  • Tres campañas militares: la expedición a Indochina, la intervención en México y las campañas militares de Marruecos.

6.2. Los Gobiernos Moderados (1863-1868)

  • Retorno de Narváez al poder y reposición de los principios del moderantismo.
  • Forma autoritaria de gobierno y fuerte represión sobre la oposición.
  • Sublevación de los sargentos en 1866, con la adhesión de progresistas y demócratas.
  • Empeoramiento de la situación del gobierno.
  • Amplios sectores de la sociedad veían la necesidad de un cambio radical.

7. El Trienio Liberal (1868-1874)

7.1. La Revolución de 1868 y el Inicio del Sexenio Democrático

La Revolución de 1868, conocida como “La Gloriosa”, puso fin al reinado de Isabel II e inauguró el Sexenio Democrático. Durante este periodo, se llevaron a cabo importantes reformas con el objetivo de acabar con el Antiguo Régimen:

  • Supresión de la vinculación de la tierra.
  • Abolición de los señoríos jurisdiccionales y territoriales.
  • Ley de supresión de monacales: disolución de los conventos y desamortización de sus bienes.
  • Restablecimiento de la Milicia Nacional.

7.2. Divisiones Internas y Fin del Trienio

Dentro de las Cortes, se produjo una división entre los propios liberales:

  • Moderados: Antiguos políticos del periodo moderado que se habían vuelto más centristas y buscaban la aceptación de la Corona.
  • Radicales: Jóvenes que querían una aplicación estricta de la Constitución y la reducción de los poderes del rey.

El 7 de julio de 1822, un golpe militar absolutista en Madrid, sofocado por la Milicia Nacional y civiles armados, provocó la caída del gobierno. Como última alternativa, se recurrió a la política exterior, con la intervención de la Santa Alianza y el envío de los Cien Mil Hijos de San Luis desde Francia.