Historia de las Revoluciones y Unificaciones del Siglo XIX

El Socialismo Utópico

El socialismo utópico perseguía una sociedad ideal y perfecta, donde el ser humano viviera en paz. Se realizaría de forma pacífica, basada en la solidaridad, la filantropía y el amor fraternal. Defendían las novedades de la industria moderna. Tuvo su máximo apogeo en la primera mitad del siglo XIX.

El Conde de Saint-Simon

Saint-Simon creía que la sociedad entera se basaba en la industria, entendida como producción agrícola, industrial y comercial, única fuente de prosperidad (nación = gran taller). Propietarios y trabajadores, igualados en la producción, dirigidos por los más capaces elegidos democráticamente, asegurarían la vida de los más pobres.

Charles Fourier

Fourier odiaba la empresa industrial capitalista porque causaba la explotación, miseria y monotonía laboral de la clase obrera. Propuso la formación de cooperativas llamadas falansterios (centros autosuficientes). Sus seguidores formaron falansterios en México, Estados Unidos y otros países, que acabaron fracasando.

Robert Owen

Empresario textil desde muy joven, socio de New Lanark, aplicó medidas para mejorar las condiciones de vida de sus obreros: reducción de la jornada de trabajo, mejores salarios, educación infantil, etc. De esta experiencia, fundó New Harmony en Indiana (EE. UU.), pero fracasó.

La Unificación Italiana (1849-1870)

Etapa 1 (1849-1860)

Víctor Manuel II de Saboya dirigió el proceso unificador con la ayuda de Cavour. Se alió con Francia para luchar contra Austria, que fue derrotada en las batallas de Magenta y Solferino (1859). Piamonte solo recibió los territorios de Parma, Módena y Romaña.

Etapa 2 (1860-1865)

Se centró en la incorporación de Sicilia. Cavour contó con el apoyo de Garibaldi (republicano). En 1860, los campesinos se sublevaron contra el rey de Nápoles. Cavour aprovechó la situación y mandó a los Mil Camisas Rojas, al mando de Garibaldi. Sicilia, Las Marcas y Umbría se unieron al reino de Piamonte.

Etapa 3 (1866-1870)

Solo faltaba incorporar los Estados Pontificios y el Véneto. La guerra de Prusia e Italia contra Austria finalizó con la derrota austriaca, que anexionó Venecia a Italia. Roma quedó unida a Italia como capital del nuevo estado. Solo faltaba que el Papa reconociera la anexión.

La Primera Internacional y sus Problemas Internos (1864-1876)

En la organización convivían socialistas y sindicalistas de diversas tendencias. Se evidenciaron las primeras discrepancias. Frente al sector más autoritario (Marx y Engels), que pretendía reforzar el Consejo General con sede en Londres, surgió pronto un movimiento que defendía la autonomía de las organizaciones locales y nacionales, más a favor del antiautoritarismo de Bakunin. Las discrepancias fueron en aumento. Los socialistas moderados fueron desplazados por las tesis radicales de Marx, que defendía la huelga y la socialización de los medios de producción. El enfrentamiento se radicalizó cuando Bakunin ingresó en la Internacional en 1869. Marx y Bakunin mostraron su primera discrepancia grave cuando Bakunin propuso la abolición del derecho a la herencia. Lo que llevó a la ruptura fue el rechazo bakuninista a toda posible intervención de los trabajadores en la política burguesa. Marx pensaba apoyar la organización de un partido obrero, distinto y opuesto a los burgueses.

La Comuna de París (1871)

En 1871 estalla la Comuna de París. Levantamiento patriótico contrario a las cláusulas del tratado de paz que puso fin a la guerra entre Francia y Prusia. Se convirtió en una revolución proletaria, aplastada por el ejército tras una semana de crueles luchas con miles de muertos. El fracaso de la Comuna formalizó el enfrentamiento entre Marx y Bakunin. Estas diferencias fueron el detonante del choque que tuvo lugar en el Congreso de La Haya, donde se decidió expulsar a Bakunin y trasladar la AIT a Nueva York.

Las Revoluciones de 1830 y la Independencia de Bélgica

La oleada revolucionaria comenzó en Francia y se extendió a Bélgica y Polonia. Fue una revolución liberal con un componente nacionalista.

Francia

La aplicación de las cuatro ordenanzas (suspender la libertad de prensa, disolver las cámaras, reducir la base electoral y permitir gobernar por decretos) provocó las Tres Gloriosas jornadas del 27, 28 y 29 de julio, con barricadas en las calles de París, que obligaron a Carlos X a exiliarse. Empezaba el reinado de Luis Felipe de Orleans, quien en el poder se alejó de los principios liberales y aumentó sus tendencias autoritarias.

Bélgica

Bélgica mantenía serias divergencias con Holanda (religiosas y económicas). El levantamiento belga fue apoyado por Reino Unido y Francia, logrando su independencia en 1831.

Polonia

Polonia se levantó contra el poder absoluto del zar Alejandro I. La revolución fracasó por la inacción del clero, el campesinado y la burguesía, y la neutralidad de Reino Unido y Francia.